HISTORIA
DE LA ARQUEOLOGÍA
a) Arqueología
b) Arqueología
antigua
c) Arqueología
del Renacimiento
d) Arqueología
de la Ilustración
e) Arqueología
de la Industrialización
f)
___________________________________________________
Todo historiador tiene la posibilidad de elegir su propia perspectiva
arqueológica, de posicionarse dentro de un campo teórico y variable arqueológico,
y cuyos extremos son:
-el
hiperpositivismo tradicional,
-el
relativismo moderno de última hora.
Thomas Kuhn, en este sentido, llegaba a decir que la arqueología
avanzaba más por cambios bruscos que de forma continua y acumulativa.
Y es que a diferencia otras ciencias, la arqueología no presenta, ni
siquiera en las épocas más estables, un único paradigma, sino que varios legítimos
compiten entre sí.
Eso
sí, y como decía Kuhn, sin un paradigma teórico es imposible trabajar en la
práctica.
Ningún pueblo primitivo se ha considerado existente desde siempre, y
todos ellos han tenido que imaginar un principio
de todas las cosas. La diversidad de historias en la Antigüedad es
muy grande, aunque siempre aparece como constante, en todas ellas, la fuente
divina.
A partir del helenismo comenzó la tradición occidental, concebida como:
-una
continua progresión social,
-una
continua degradación de épocas doradas pasadas.
En Roma, los autores romanos veían al hombre como un animal que se
elevaba en un largo proceso sobre el resto de las criaturas.
Aunque la Antigüedad no sólo se quedó en teorías, sino que pasó a la
práctica para conocer
antecedentes pasados. Así:
-en
Mesopotamia se recogían y coleccionaban objetos artísticos en el s. VI a.C,
-los
atenienses del s. V a.C. abrían las tumbas antiguas, como las de Delos,
-Sertorio
de Roma ordenó abrir la supuesta tumba del gigante Anteo de Mauritania.
El Renacimiento produjo que las emergentes ciudades-estado italianas
recuperaran gran cantidad de restos de la Antigüedad. Se puede decir que ese
fue el momento del nacimiento de la mentalidad
científica.
En el Colonialismo, los descubridores y los misioneros trajeron largas colecciones de objetos
primitivos, muchos de ellos muy parecidos e incluso idénticos a los encontrados
en Europa. No obstante, nunca se admitió que los nativos fuesen los autores de
los restos importantes que se iban descubriendo.
Fue Michele Mercati, médico del papa, el que fundó la 1ª teoría
arqueológica universal, la sucesión
piedra-bronce-hierro, aplicándola por primera vez a la colección
arqueológica del Vaticano. Esta teoría continúa siendo hoy la base de la
Arqueología Moderna.
Los jesuitas fueron los continuadores de los estudios arqueológicos. De
entre ellos, François Lafitau, misionero en el Canadá, fue el auténtico
precursor de la teoría de la evolución. Lafitau
defendió la unidad psíquica del género humano, pero reconoció la
inevitabilidad del progreso continuo de los humanos, hacia el perfeccionamiento.
La ciencia oficial seguía en el s. XVIII los dictados de la Biblia, que
ponía en el año 4.000 a.C. el comienzo
de la historia humana, según los estudios del arzobispo Ussher.
Con
la llegada de la arqueología, el diluvio
universal también pasó pronto a uno de los grandes elementos de estudio. La
arqueología británica llegó a probar la existencia de un periodo de sucesivas
inundaciones, que acabó aniquilando a la mayoría de las especies. Esto
ampliaba el número de años de formación de la tierra.
En
1800 John Frere descubrió piedras talladas por humanos al lado de grandes
animales desaparecidos. Lo cual significaba la existencia de un hombre
antediluviano. Y es que la geología iba avanzando en el cambio de
las diferentes especies.
Fue
esta una época en que comenzaron los coleccionismos de anticuarios.
Egipto y Mesopotamia comenzaron a ser saqueados y llevados al Louvre de París o
al Británico de Londres. Como resultado de ello vino el desciframiento de la escritura:
-egipcia,
en 1821 por parte del francés Champollion,
-cuneiforme,
en 1837 por parte del inglés Rawlinson.
En
1856 otro importante descubrimiento vino a avanzar la arqueología, cuando
unos obreros alemanes del valle del Neander descubrieron los restos del hombre
de Neanderthal.
Tras
el descubrimiento de Neander:
-Spencer
asoció los principios de la evolución al progreso de las sociedades,
-Trigger
admitió el salvajismo en pueblos modernos, no estatalizados,
-Darwin
naturalizó, en 1859, al hombre en leyes biológicas.
La medición del tiempo fue perfeccionada con la termodinámica
de Fourier y los progresos químicos de Kelvin en 1862. Fue también de gran
ayuda el método estratigráfico de
Nicolaus Steno.
No obstante, fue el sistema
de cronología relativa del danés Thomsen, el que tuvo en cuenta por
primera vez la contemporaneidad de los objetos que procedían de conjuntos
cerrados, como las tumbas. Según Thomsen, los artefactos agrupados revelan:
-la
clave de su identidad cultural,
-el
patrón secuencial de su desarrollo tipológico,
-el
significado de su desarrollo económico y tecnológico.
Worsaen y Montelius completaron los estudios de Thomsen, ordenando cronológicamente
los objetos en función de su tipología, independientemente de los datos
estratigráficos, y a modo de seriación.
Subdividieron, además, en fases y periodos, las 3 Edades del mundo de Michele
Mercati.
En
Inglaterra comenzó la larga corriente del druidismo celta, y con ella ciertos
movimientos arqueológicos íntimamente unidos a los nacionalismos.
Ya en el s. XX se descubrieron las nuevas
especies de Cro-Magnon en Francia, Erectus en China, Australopitecus
en Suráfrica.
Hacia
1950 los
alemanes comenzaron a usar la palabra “cultura” para referirse a
las sociedades campesinas que evolucionaban, y a llamar a esas culturas con el
nombre del yacimiento en que fueron descubiertas.
Al sueco Montelius se debe la aplicación de todos los avances
tecnológicos al mundo de la arqueología.
También se debe al australiano Gordon Childe la introducción de los fósiles directores, objetos que
apenas evolucionaban, mientras que otros de su entorno lo hacían copiándose o
comerciándose mucho más rápidamente. Esto permitía distinguir cronologías y
observar los cambios culturales.
Hoy en día, la escuela
norteamericana ha comenzado a considerar cada cultura como una
entidad única, resultado de:
-una
secuencia de acontecimientos (particularismo histórico),
-cambios
culturales (difusionismo),
-adquisición
de bienes por contacto (aculturación),
-adquisición
de bienes por migración o invasión militar (migracionismo, invasionismo).
Manuel
Arnaldos
Mercabá,
diócesis de Cartagena-Murcia