RENACENTISTAS ITALIANOS

a) Padres del I Renacimiento
b) Padres del II Renacimiento
c) Padres del Renacimiento manierista

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a) Padres del I Renacimiento

            Ya en el Trecento, algunas personas habían sentado precedentes de nuevas modas que desde la literatura y talleres gremiales habían empezado a surgir. En el mundo de la cultura, y sin precedente previo alguno, también vino a consumarse el surgimiento de nuevas modas[1], de la mano de:

-Cennini[2], con rasgos de gestación de un nuevo naturalismo,
-Ghiberti
[3], con una nueva sensibilidad hacia la Antigüedad.

            Con la llegada del Quattrocento y la generación de Brunelleschi[4], Donatello[5] y Masaccio[6], Italia experimentó cómo un nuevo estilo había empezado a emerger, con los ingredientes de:

-nuevo modo de entender el mundo,
-optimismo en el hombre,
-confianza en la razón.

            A este cambio en la práctica cultural acompañó una modificación paralela de las teorías en que aquella se apoyaba. Se trató, a forma de comienzos, de un naturalismo basado en los nuevos medios de la perspectiva y anatomía.

            Pero donde quedaron plasmadas estas ideas de una manera más acabada fue, sin lugar a dudas, en los escritos de Leon Battista Alberti, representante de una doctrina, la “renacentista”, que abrazará todas las ramas de la actividad humana.

a.1) Alberti

            Las ideas de Leon Battista Alberti[7] están íntimamente relacionadas con su concepción de la ciudad-estado italiana. Para él, el interés público era la forma suprema del bien: las leyes de la ciudad, la paz de la ciudad… con firmeza, con el uso de la tortura. Las opiniones sociales y éticas de Alberti han quedado reflejadas dentro del humanismo racional.

            En consecuencia, lo que había de interesar al “renacentista” era el ciudadano, tanto el particular como el príncipe. Y lo que debía interesar al individuo era el servicio a sus compatriotas, en la medida de lo posible y con la búsqueda sistemática de la virtud[8]. La voluntad era la que puede suministrar esa fuerza motriz.

            Alberti profesó la filosofía pagana, compatibilizada con los dogmas cristianos sin dificultad alguna. Él se sentía a gusto dentro de esta “nueva” religión humanizada. Trató a los antiguos por encima de cualquier otra persona humana, pero afirmaba no sentir la obligación de seguir sus preceptos, si la inteligencia aconseja otro camino.

            Las ideas de Alberti quedaron recogidas en su trilogía Della Pintura-1436, De Reaedificatoria-1450, De Statua-1464. Su definición del sabio era la de un hombre comprometido en la tarea científica, con las matemáticas y la geometría, la historia y los demás géneros, para mostrar la auténtica imagen de ese momento.

            Cuando Alberti formuló por primera vez sus concepciones filosóficas, concordaba con los mejores pensadores de Florencia. Pero cuando en los últimos años de su vida volvió a tomar contacto con la sociedad florentina, se percató de que todo era controlado por los Médicis. Los neoplatónicos, bajo la dirección de Ficino[9] y Mirandola[10], dominaban la cultura del final del Quattrocento. Bajo la influencia de Cosme[11] y Lorenzo de Médicis[12], la Academia platónica[13] llegó a su cumbre. Y es que Alberti no simpatizó nunca con el misticismo neoplatónico. Creía, por encima de todo, en la importancia de la vida activa.

a.2) Da Vinci

            Uno de los mayores y más polifacético genio de la humanidad, Leonardo da Vinci[14] fue otro de los grandes eslabones en la configuración de la teoría renacentista italiana.

            Educado en su Florencia natal bajo el neoplatonismo de Verrochio[15], del que fue alumno aventajado, proyectó desde muy joven escribir un tratado sistemático sobre sus ideas, hoy perdido entre una enorme cantidad de notas anotadas de 1489 a 1518, con sede en el Archivo Vaticano. Y es que Da Vinci acabó perdiéndose en los detalles, y preocupándose muy poco de introducir leyes generales.

            La base científica de Leonardo cubrió la zoología, la anatomía, la botánica, la geografía, las matemáticas y la mecánica. A menudo expresa su fe en esta experiencia sensorial, y en la fórmula de Aristóteles de que “todo nuestro saber tiene su origen en las percepciones”[16].

            La creencia de Leonardo en la imitación exacta de la naturaleza fue llevada hasta el extremo, debiendo imitarse la naturaleza con fidelidad y no tratar de mejorarla[17], conforme a pretextos de belleza u omisión de fealdades. Pues todo es igualmente digno de ser imitado, “incluyendo la belleza y la fealdad del cuerpo humano”.

            Visto así, el conocimiento científico debe juzgarse según dos criterios: la certeza y la plenitud del saber. Leonardo nunca anima al sabio a que dé rienda suelta a su imaginación, pues lo que invente debe tener siempre un fundamento real.

            Leonardo discute sobre la variedad infinita que la naturaleza despliega en las figuras humanas:

-fijas en la altura,
-variantes en anchura,
-armónicas para los femeninos.

            Igualmente encontramos en Leonardo, por primera vez, la teoría del decorum, de sentimientos y los apropiados a la edad, rango, posición social, vestido, ambiente circundante… de las personas. Leonardo repite que es importante mostrar las emociones, expresiones e ideas del espíritu humano: los gestos, la expresión facial, cuando discuten, cuando están tristes, cuando no son conscientes de sus actitudes.

a.3) Colonna

            Monje del Monasterio Giovanni e Paolo de Venecia, Francesco Colonna[18] fue el autor de la única obra escrita en la Venecia renacentista, el Hypnerotomachia Philiphili-1467.

             Colonna interpreta la Antigüedad sin precisión de detalles, y sólo toma de ella los elementos que le permiten levantar un sueño: el erotismo, alegoría, diferentes ritos religiosos, uso destructor del tiempo, inestabilidad de las cosas, placer sentimental y melancólico. Los jeroglíficos que describe Colonna (comenzó la moda de un delfín enroscado alrededor de un ancla) ilustraron numerosas fábulas útiles, ideales y sentimientos hacia la Antigüedad.

            Y es que, a finales del s. XV la Antigüedad de Roma y Florencia se había extendido a Venecia, adoptándose en la vieja bizantina una vuelta al mundo clásico, no al estilo de las anteriores sino con sus peculiaridades de:

-espíritu irracional y romántico,
-emotividad muy gótica,
-órdenes clásicos medievales.

            La lengua y los nombres fueron formando en Venecia un compuesto híbrido entre el italiano, latín y griego.

a.4) Filarete

            Gran teórico renacentista de Milán, Antonio Filarete[19] estuvo de forma muy ligada a la corte de Francesco Sforza[20]. Su Trattato-1464 sobre una ciudad imaginaria llamada Sforzinda, y escrita de forma semi-novelesca, adoptó ya una enorme amplitud de miras, con todo un auténtico repertorio de pompas, observaciones astrológicas y admiración apasionada por la Antigüedad. Insiste en la disposición regular de la ciudad y en la amplitud de las plazas.

            Trabajó con Filarete en Milán Luca Paccioli[21], discípulo de Piero della Francesca[22] y del que aprendió sus matemáticas y perspectiva, proponiendo en su De Divina Proportione-1497 una asimilación casi pitagórica de los números a la idea de belleza.

            Fue Filarete gran arquitecto y escultor, que trabajó además de Milán en Roma, en las puertas en bronce de la antigua Basílica San Pedro del Vaticano.

a.5) Savonarola

            Monje polémico de Florencia, Girolamo Savonarola[23] fue el principal azote de los estados pontificios de Roma, protestando contra el papado mundanizado de Alejandro VI y tratando de restaurar la pureza de la sociedad romana. Creía, no obstante, en los beneficios de una amplia variedad de gamas culturales. Pues, para él, la belleza perfecta estaba en Dios, después en los santos, y también en el alma y cuerpo humano.

            Para Savonarola, la cultura era un arma poderosa, tanto para el bien como para el mal, y por eso empujaba a atacar las ideas que incitasen al pecado. Aún así, terminaba enseñando el predicador, la belleza reside en la proporción y armonía de las formas. Y la luz debía ser la esencia de la belleza de las cosas sencillas.

a.6) Miguel Angel

            Mayor artista de todos los tiempos, Miguel Angel Bounarroti[24] vivió hasta una edad muy avanzada, y sus opiniones e ideas fueron cambiando al tiempo que iba madurando, ejecutando en Roma su máxima madurez, y asimilando un fuerte manierismo hacia el final de su vida.

            Fue biografiado por dos veces en vida, por Vasari[25] en 1550, y por Ascanio Condivi[26] en 1553. Francisco de Holanda[27] también vino a Roma en 1538 y se movió en el círculo de Miguel Angel. Entre sus obras personales, las cartas de Bounarroti apenas contuvieron negocios y asuntos similares; sí contuvieron referencias a los términos de belleza sus poemas.

            En Florencia desarrolló Miguel Angel su concepción cultural renacentista[28], heredando así la tradición científica florentina y la atmósfera del neoplatonismo, y destacando el gran conocimiento de la naturaleza que aprendió en el taller de Ghirlandaio[29] y círculo de Lorenzo de Médicis. Para él, los dos sistemas de pensamiento cristiano y pagano eran perfectamente sinceros y compatibles, despojados ambos de todos sus elementos nostálgicos.

            Hacia 1530 la Reforma protestante había logrado dividir a la Iglesia. Los humanistas más viejos rápidamente empezaron a reclamar una reforma interna dentro de la Iglesia, como Contarini[30], Sadoleto[31], Vittoria Colonna[32]… y el propio Miguel Angel. En adelante, la religión perteneció a los que deseaban construir una nueva forma de catolicismo[33].

             No obstante, tras esta época de rebeldía interior eclesial, se produjo misteriosamente la conversión[34] de Miguel Angel, donde abandonó repentinamente todos sus principios previos renacentistas y dio paso al nuevo y más esplendoroso momento del mayor artista de todos los tiempos. Savonarola parece que influyó en el cambio de vida del artista, y la belleza empezó a ser utilizada como “medio de comunicación del estado espiritual”.

            En Roma encontró Miguel Angel una ciudad a la altura de su capacidad y riqueza artística, y con un papel de guía política para el conjunto de Italia. Aquí estudió Miguel Ángel la anatomía, la perspectiva… pero nunca creyó en la imitación exacta de la naturaleza. Para Miguel Angel, el sabio debía mostrar a todos lo que ve en la naturaleza, pero conforme a su espíritu y no solamente a su visión. Para él, la belleza era “el reflejo de lo divino en el mundo material”, y ya en sus poemas empieza a hablar Miguel Angel de Dios a través de la belleza.

            Se trata de una etapa, la última de su vida, en la que la recreación del mundo real pasó a ser inexistente, desapareciendo todo espacio real, perspectiva y proporciones prototípicas. Tampoco se hace mención al arte como imitación de la naturaleza, y su interés se centra en la capacidad para sobrepasar este mundo visible. Ya en sus escritos, es posible encontrar este nuevo modo de concebir:

-lo efímero de la belleza,
-la tristeza del optimismo neoplatónico,
-el espíritu amante que debe sustituir todo lo anterior,
-la experiencia de la “gracia”.

            Y es que “el amor debe surgir de los sentidos humanos más nobles”, decía Miguel Angel, y “esto es posible hacerlo a través de la vista”.

b) Padres del II Renacimiento

            Los disturbios europeos de comienzos del s. XVI acabaron afectando también a Italia. El Saco de Roma-1527[35] y la erupción en Florencia de un nuevo sentimiento popular, fueron signos de esta inestabilidad.

            El pensamiento italiano pasó a ser, en este contexto, una mera filosofía cortesana y secular, imposible de alcanzar las metas y estilo espiritual impuesto en Roma por Miguel Angel, ni su intensidad emocional ni su didactismo organizado. Se trató de una ideología elegante, encaminada a glorificar a los nobles e inclinada hacia la mitología alegórica, exenta de toda significación espiritual.

            Por otro lado, es fácil prever como esta filosofía cortesana devino en el mundo del retrato de los propios cortesanos, siendo Pontormo[36] y Bronzino[37] sus principales impulsores.

b.1) Vasari

            Gran teórico del II Renacimiento, Giorgio Vasari[38] fue el nuevo referente frente al nuevo mundo del Cinquecento. Hubo otras fuentes teóricas, como el Trattato de Cellini[39] o las Lezioni de Benedetto Varchi[40]. Pero la Vite de piu eccelenti Architetti, Pittori e Scultori italiani-1550 de Vasari vino a constituirse en el gran referente de la Italia renacentista, destacando una historia del arte[41] desde los tiempos remotos hasta Cimabue[42].

            Para Vasari, cualquier teoría debía comenzar con la imitación de la naturaleza, con figuras “tan naturales que parezcan vivas”. Pero no debía quedarse ahí, sino que debía intentar sobrepasar en excelencia a la naturaleza, rompiendo si hace falta la idea davinciana  de “la mayor fidelidad posible a la naturaleza”. Pues:

-la imitación exacta no es suficiente para alcanzar la belleza,
-la imaginación puede elegir entre todo lo que la naturaleza ofrece,
-el instinto es más necesario que la racionalidad.

            Vasari trató, pues, de alejarse de la búsqueda intelectual, y de acercarla a:

-los ejercicios de la habilidad,
-las referencias al amor y al ingenio.

            El rasgo que define la teoría de Vasari fue la aparición de una nueva cualidad en la historia de la cultura, la experimentada por Miguel Angel y entendida bien por Vasari: la gracia:

-distinta de la belleza, pues la belleza depende de reglas y la gracia no es suficiente a los cánones y proporciones,
-opuesta a lo serio, y a todo lo que es sublime,
-emparentada con la dulzura y suavidad, manifestándose en una inédita elegancia.

            No obstante, Vasari discrepó con Miguel Angel sobre la rapidez con que adquirir esta gracia artística[43], proponiendo el primero que había que ejecutar las obras lo más rápidamente posible, para hacer creíble la facilidad y el mínimo esfuerzo[44].

            Sin embargo, la facilidad debe estar acompañada de la audacia, para crear la desenvoltura. Cualquier esfuerzo indebido, cualquier tensión forzada… destruye el efecto de la inspiración, y las excelentes y divinas cualidades de la gracia[45].

c) Padres del Renacimiento manierista

            A finales del s. XVI el renacimiento[53] dejó de ser el estilo dominante y pasó a ser reemplazado por el eclecticismo de los Carracci[54] y por la Academia de diseño de Bolonia[55].

            Pero antes de eso existió un grupo de pensadores que tomaron conciencia de la decadencia del renacimiento italiano, y se propusieron no dejarlo caer y morir. Decidieron hacerlo además sin utilizar nuevos descubrimientos, sino mediante la imitación inteligente del Renacimiento.

            Este movimiento manierista tuvo dos grupos de seguidores:

-la Academia San Lucas de Roma, bajo el liderazgo de Zuccaro,
-la Escuela de Milán, bajo el liderazgo de Lomazzo.

            Los dos grupos trataron de volver a la composición clásica, aunque se vieron en la necesidad de subrayar las figuras repoussoir, el doble contraposto y las alusiones alegóricas oscuras. La Galería Farnesio de Roma[56] y los frescos del Cavaliere d’Arpino[57] son buenos ejemplos de ello.

            Zuccaro[58] trató de beber de la tradición romana y veneciana. Para él, todo deriva del disegno interno, fundamento de toda investigación intelectual. Así, pueden concordar con las nuevas modas todas las doctrinas escolásticas, y todo el aparato racional aristotélico. En este sentido, “el juicio es el que escoge lo que es más agradable al ojo”.

            Lomazzo[59] tomó elementos de Leonardo, Rafael y Miguel Angel, e incorporó los de su maestro Ferrari[60] y los de sus coetáneos Mantegna y Pontormo. Su esquema es análogo al de Zuccaro, pero es teñido de filosofía neoplatónica de fondo, y no aristotélica. Si para un platónico la belleza era la manifestación visible del bien, para Lomazzo era una gracia espiritual, que se introducía en la materia a través de medios irracionales. En este sentido, “la unión de la gracia y del gusto es de naturaleza sensorial, no intelectual”.

 

Manuel Arnaldos   
Mercabá, diócesis de Cartagena-Murcia    

más información
Diccionario Mercabá de Arqueología

Indice general de Enciclopedia Mercabá de Historia   

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[1] La moda de que el sabio era un individuo autónomo, que necesitaba conocer todas las ciencias liberales.

[2] Cennino di Andrea (Siena 1370-Florencia 1440), CENNINI fue el continuador de las innovaciones geniales de GIOTTO, tránsito entre la cultura gótica y renacentista. Su Tratado-1390 abriría un abanico de principios técnicos a las nuevas generaciones que iban viniendo, ya en el mismo Trecento.

[3] Lorenzo Ghiberti (Florencia 1378-Florencia 1455), GHIBERTI fue el primer teórico no gótico en Italia, fundando el primer gran taller renacentista de Italia, y educando personalmente a DONATELLO, MICHELOZZO, UCELLO, MASOLINO, FILARETE… Sus Comentarii-1453 aportaron valiosas referencias a los jóvenes libre-pensadores.

[4] Filippo di Ser Brunellesco Lapi (Florencia 1377-Florencia 1446), BRUNELLESCHI fue arquitecto italiano, más conocido por su trabajo en la cúpula de la Catedral de Florencia, de elevada matemática y perspectiva cónica.

[5] Donato di Niccolo di Betto Bardi (Florencia 1386-Florencia 1466), DONATELLO fue escultor italiano, más conocido por inventar la stiacciato o escultura monumental de máxima profundidad en un mínimo plano, a forma de relieve aplanado.

[6] Tommaso di Ser Giovanni di Mone Cassai (Arezzo 1401-Roma 1428), MASACCIO fue pintor italiano, conocido por aplicar a la pintura las leyes de la perspectiva científica.

[7] Leon Battista Alberti (Génova 1404-Roma 1472), ALBERTI fue sacerdote, humanista, matemático y arquitecto italiano, que proyectó numerosas obras arquitectónicas por toda Italia, aunque siempre encargó su ejecución a otros, debida su escasez de tiempo. Fue criptógrafo, lingüista, filósofo y primer arqueólogo en sentido estricto y moderno.

            Se trata del primer teórico global del Renacimiento, figura emblemática en Italia, buscador incansable de nuevas reglas sobre el cuerpo humano, inventor de la perspectiva científica (en su De Pictura) e inaugurador de la arquitectura moderna.

            Trabajó para el papado de Roma, los ESTE de Ferrara, los GONZAGA de Mantua, los MALATESTA de Rímini, así como para la alta burguesía italiana y la clase nobiliaria florentina.

[8] Famosas fueron sus constantes condenas sobre el lujo de la ciudad, afirmando que éste era el origen por el que vendrían ocasionados todos los vicios.

[9] Marsilio Ficino (Florencia 1433-Florencia 1499), FICINO fue sacerdote y filósofo neoplatónico que dirigió personalmente la Academia platónica de Florencia, educando en ella a toda la prole de los Médicis y originando el Renacimiento filosófico en Italia.

[10] Gionanni Pico della Mirandola (Ferrara 1463-Florencia 1494), MIRANDOLA fue filósofo y pensador italiano, y principal ayudante de FICINO en la Academia platónica de Florencia.

[11] Cosimo de Medici (Florencia 1389-Florencia 1464), COSME EL VIEJO fue banquero y político italiano, y fundador de la dinastía de los MEDICIS de Florencia, como dirigentes efectivos de la República florentina. En efecto, a la muerte de su padre JUAN DE MEDICIS en 1429, se opuso violentamente Cosme al régimen oligárquico de Florencia, en manos de la familia rival de los ALBIZZI.

            Exiliado de Florencia por RINALDO DE ALBIZZI, Cosme acabó en Venecia, desde donde empezó a ganar amigos para hacerse con el poder político florentino. Regresado a Florencia en 1434, fue aclamado por el pueblo, expulsando militarmente de Florencia a la familia de los Albizzi.

[12] Lorenzo di Piero de Medici (Florencia 1449-Florencia 1492), LORENZO EL MAGNIFICO fue hijo de PEDRO I DE MEDICIS, y apostó desde sus inicios al mando de Florencia por el mecenazgo cultural de la ciudad.

[13] Fundada por MASLICIO FICINO y costeada por COSME DE MEDICIS, la Academia platónica de Florencia fue inspirada por la llegada a la ciudad de JORGE GEMISTOS y su oposición al aristotelismo y averroísmo, planteando diferentes formas de actualizar a Platón a la nueva era renacentista. Vivió su época de máximo esplendor de 1459 a 1521, recibiendo numerosos apoyos de SAVONAROLA, BASILIO BESSARION y otros.

[14] Leonardo di Ser Piero da Vinci (Anchiano 1452-Amboise de Francia 1519) DA VINCI fue botánico italiano, y colaborador inseparable del milanés FRANCESCO MELZI (su discípulo predilecto, y el que pintaba en su lugar, pues Leonardo vio como se le inutilizaban las manos los últimos años de su vida).

            Trabajó al servicio de la familia SFORZA de Milán, y posteriormente en Venecia y Francia, por invitación de FRANCISCO I DE FRANCIA, desplegando toda su capacidad inventiva y curiosidad infinita.

[15] Andrea di Michele del Cione (Florencia 1435-Venecia 1488), VERROCHIO fue el encargado de remodelar de la corte de los MEDICIS, educando a discípulos como DA VINCI, PERUGINO, GHIRLANDAIO, BOTTICELLI… e influyendo con su estilo clásico sereno al mismo MIGUEL ANGEL BOUNAROTTI.

[16] Se trata, pues, de una visión del mundo antropocéntrica, en la que DA VINCI no parará de interesarse por todo, desde los animales y las plantas hasta la noche y la tempestad.

[17] Como se ve claramente en las secciones en que la exactitud de sus observaciones se reveló de un modo más patente, sin atenuación ni exageración: la luz, la sombra, la perspectiva aérea.

[18] Francesco Colonna (Treviso 1433-Venecia 1527), COLONNA fue sacerdote dominico que impulsó la cultura renacentista en Venecia, con sus Sueño de Polífilo y Sueño de Delfilo, el primero de ellos con acrósticos esteganografeados hoy todavía irresolubles.

[19] Antonio di Pietro Averlino (Florencia 1400-Roma 1469), FILARETE fue ingeniero y teórico de la arquitectura renacentista, y muy ligado a la familia SFORZA de Milán.

[20] Francesco Sforza (Milán 1401-Milán 1466) fue condotiero italiano, que reclutaba tropas mercenarias al servicio de Milán, con las que hacía además un contrato de servicio privado a su familia, y a los que obsequiaba con bienes públicos tras las victorias en el campo de batalla. Propenso a ayudar a España para evitar así el ascenso de sus enemigos los VISCONTI, inició FRANCESCO SFORZA la dinastía de los Sforza en Milán.

[21] Luca Bartolomeo di Borgo San Sepolcro (Arezzo 1445-Roma 1517), LUCA PACCIOLI fue sacerdote franciscano, matemático y fundador del cálculo matemático de probabilidades (que explicó en su Summa de Arithmetica-1494, en torno al método contable de partida doble usado por los comerciantes venecianos, a una aproximación logarítmica, y como 1ª obra matemática en lengua romance)

[22] Piero Borghese di Benedetto dei Franceschi (Arezzo 1415-Arezzo 1492), PIERO DELLA FRANCESCA fue el introductor de la geometría euclídea en la perspectiva artística. De formas serenas clasicistas, se negó a trabajar en Florencia y menos bajo los MEDICIS.

[23] Girolamo Maria Francesco Matteo Savonarola (Ferrara 1452-Florencia 1498), SAVONAROLA fue fraile dominico y confesor de LORENZO DE MEDICIS, que organizó las célebres “hogueras de la vanidad”, donde los florentinos estaban invitados a arrojar sus objetos de lujo y libros licenciosos (entre los que incluyó los de BOCCACCIO). Predicó contra el lujo, el poder, los Médicis y la Iglesia, y contra la homosexualidad que reinaba en Florencia, acabando por ser excomulgado por el papa ALEJANDRO VI.

[24] Michelangelo di Ludovico Bounarroti Simoni (Florencia 1475-Roma 1564), MIGUEL ANGEL fue el mayor artista en la historia de la humanidad. Desarrolló su labor por más de 70 años, primero en la Florencia de los MEDICIS y luego en la Roma de los papas renacentistas. Fue el primer artista del que se publicaron dos biografías, estando él todavía vivo.

           Apodado “el Divino” por la corte republicana de Florencia en 1560, ese mismo año recibió también la honra de todos los intelectuales florentinos en pleno, los cuales le escribieron avisándole que “toda la ciudad desea sumisamente poderos ver y honraros tanto de cerca como de lejos… Vuestra excelencia nos haría un gran favor si quisiera honrar con su presencia a su patria natal” (cf. VARCHI, B; Carta a Miguel Angel Bounarroti, 12 febrero, Florencia 1560).

            Triunfó MIGUEL ANGEL en todas las artes en las que trabajó, caracterizándose por su perfeccionismo. Su predilecta fue la escultura, y la pintura la que le impuso el papa JULIO II.

[25] Que da cuenta de sus métodos de trabajo y de alguna de sus opiniones.

[26] ASCANIO CONDIVI (Ripatransone-1525-Roma 1574) fue discípulo y biógrafo del anciano MIGUEL ANGEL, cuya Vita de Michelangelo Bounarroti escribió cuando el maestro tenía 80 años.

[27] FRANCISCO D’OLANDA (Lisboa 1517-Lisboa 1584) fue cartógrafo portugués, y autor de De Aetatibus Mundi Imagines-1553, obra de gran parecido a la escuela de su maestro MIGUEL ANGEL.

[28] Como muestra en la Capilla Sixtina del Vaticano, la Pietá de San Pedro, sus poemas de amor…

[29] Domenico Bigordi Curradi (Florencia 1449-Florencia 1494), GHIRLANDAIO fue imbuido por los esquemas teóricos del Quattrocento, cuyo taller apenas pudo competir en comparación con el aluvión de florecientes intelectuales que empezaban a inundar las calles de Florencia.

[30] GASPARO CONTARINI (Roma 1483-Roma 1542) fue cardenal y diplomático pontificio enviado a establecer diálogo con los reformistas protestantes, y partidario de buscar soluciones dialogadas y nunca enfrentadas.

[31] JACOPO SALODETO (Módena 1477-Roma 1547) fue cardenal romano, gran humanista, y también partidario de una reforma interna de la Iglesia, vía incluso conciliar.

[32] VITTORIA COLONNA (Marino 1490-Roma 1547) fue marquesa de Pescara, poetisa e influyente intelectual en el Renacimiento italiano. Hija de la familia romana de los COLONNA, y aliada de la familia hispano-napolitana DAVALOS y de la familia ducal URBINO, entró en un convento romano al quedar viuda, e hizo pronto amistad con los eclesiásticos que estaban llevando a cabo el impulso de una reforma espiritual e interior de la Iglesia

[33] Como aparece en el fresco del Juicio Final-1534, obra de un hombre, MIGUEL ANGEL, cuya seguridad se quebraba, que estaba en desacuerdo, donde volvían a aparecer los desnudos, donde los personajes eran pesados y desprovistos de “su” gracia.

[34] Hoy se quiere imputar esta tendencia a alejarse de las cosas materiales de MIGUEL ANGEL, para acercarse a las espirituales:

-al hecho de que envejecía,
-a la constatación de que su mundo se había desmoronado.

[35] Sucedido el 6 mayo 1527, cuando el ejército español de CARLOS I DE ESPAÑA entró y sometió a los estados pontificios de Roma, al mando de CARLOS III DE BORBÓN y sus 20.000 mercenarios europeos, que asesinaron a casi 45.000 civiles y dieron así fin a la Liga de Cognac (de Francia, Milán, Venecia, Florencia y Roma) que se oponía al Imperio español. No obstante, el número de robos y destrozos llevado a cabo por los mercenarios de la Corona española hizo que el mismo emperador tuviese que pedir perdón y reconsiderar su posición respecto al papado de Roma.

[36] Jacopo Carrucci (Empoli 1494-Florencia 1557), PANTORMO fue italiano manierista, destacando por su Descendimiento de la Cruz, del que se dice pintó su propio autorretrato. 

[37] Agnolo Tori di Cosimo di Mariano (Florencia 1503-Florencia 1572), BRONZINO fue italiano manierista, predominantemente áulico y el cénit del refinamiento para con las clases nobles.

[38] GIORGIO VASARI (Arezzo 1511-Florencia 1574) fue célebre por sus biografías sobre intelectuales italianos, colección de métodos, rumores y leyendas recogidas en su Vida de los mejores arquitectos, pintores y escultores italianos.

[39] Cennino di Andrea (Siena 1370-Florencia 1440), CENNINI había sido el continuador de las innovaciones geniales de GIOTTO. Su obra Tratado-1390 abriría un abanico de principios técnicos a las nuevas generaciones que iban viniendo del Quattrocento.

[40] BENEDETTO VARCHI (Florencia 1503- Florencia 1565) fue el historiador oficial al servicio de la corte de Florencia. Había hecho de puente con MIGUEL ANGEL para intentar que volviese a Florencia, y reconocer sus honores.

[41] Donde defiende que el arte nació en su Etruria natal.

[42] Cenni di Pepo Giovanni (Florencia 1240-Pisa 1302), CIMABUE fue fundador de la Escuela florentina del Trecento, teniendo como alumnos a los mismos GIOTTO DI BONDONE y DUCCIO DI SIENA, a los que enseñó a adaptar el mundo medieval bizantino a un nuevo plasma y perspectiva italiana nacional.

[43] Cuando VASARI se acercó al Vaticano para enseñarle a MIGUEL ANGEL que había hecho sus cuadros en un tiempo tan corto, éste parece ser que le contestó brevemente, con un “ya lo veo”. ANNIBALE CARO (Civitanova 1507-Roma 1566) reprochó igualmente a Vasari la rapidez de ejecución, lo mismo que hicieron GIOVANNI BELLORI (Roma 1613-Roma 1694) y ANDRE FELIBIEN (Chartres 1619-París 1695).

[44] Pues “toda obra pesada, penosa… destruirá la gracia de la pieza, y le dará sequedad”.

[45] Pues “la gracia no se aprende: es un don del cielo. Y desaparecerá si el hombre se esfuerza demasiado por alcanzarla”.

[53] Movimiento que había supuesto, tras su inclusión en el s. XVI, una vuelta cultural al medievalismo:

-sometiendo la ciencia a la religión,
-rompiendo la naturaleza como fuente última de toda belleza,
-poniendo al espíritu de Dios como infusor de la belleza en el intelecto humano, y no en su impresión sensorial.

            Se trató, pues, de un movimiento que puso la naturaleza bajo control del intelecto humano, que a su vez está bajo control del intelecto divino.

[54] ANNIBALE CARRACCI (Bolonia 1560-Roma 1609) fue grabador italiano, auténtico rival del naturalista CARAVAGGIO (Milán 1571-Porto Ercole 1610) y reformador de la corriente manierista, hacia un eclecticismo sin principios determinados, que trataba de hacer compatible cualquier tipo de arte mediante la mezcla y combinación de sus elementos, sin llegar a formar un todo orgánico.

[55] Fundada en 1563 por LUDOVICO CARRACCI, tuvo onda expansiva hacia otras ciudades, especialmente Roma. Integró la Scuola dei Desiderosi (de los deseosos de saber), la Scuola degli Incamminati (de los encaminados progresistas), la Scuola Naturale (renovadora del decadente manierismo)… como respuesta a la propuesta que hizo el arzobispo de Bolonia, GABRIELE PALEOTTI, de imponer los principios estéticos del Concilio de Trento, en su Discorso intorno alle immagini sacre e profane.

[56] Compuesta entre 1597 y 1608 por ODOARDO FARNESIO. No obstante sus variadas manos, hacia 1602 se hizo cargo de la misma ANNIBALE CARRACCI.

[57] Giuseppe Cesari (Roma 1563-Roma 1640), ARPINO fue protegido del papa CLEMENTE VIII, y discípulo de NICCOLO POMARANCIO (Pisa 1553-Roma 1626). Fue maestro de MUZIO, MOLA, GUBBIO, ABATINI, MANENTI, PARASOLE... y del mismo CARAVAGGIO (que ingresó en su taller en 1593). Fue destacable de ARPINO sus trabajos para la Iglesia San Biagio de Roma.

[58] FEDERICO ZUCCARO (Roma 1542-Roma 1609) fundó la Academia San Lucas de Roma y trabajó en el Palacio Caprarola de Roma y la Capilla Paulina del Vaticano. Terminó también la decoración de la cúpula de la Basílica Santa María de las Flores de Florencia y el Palacio Dogos de Venecia. Huido de Italia por motivos personales, trabajó en la corte de Londres y el Palacio Escorial de Madrid.

[59] GIOVANNI PAOLO LOMAZZO (Milán 1538-Milán 1600) fue famoso por sus obras para la Capilla Foppa de San Marco de Milán y la Colección di Brera de Milán.

[60] Iniciador de la corriente manierista del romanismo, que trataba de imitar el estilo de los autores italianos que habían trabajado en Roma, como RAFAEL y MIGUEL ANGEL.