MITO DE HABIS
b)
Contenido del Mito de Habis
c)
Comentario del Mito de Habis
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Marco Juniano Justino, o Justino Frontino, fue historiador romano del siglo II d.C. Poco se conoce de su historia personal. Es el autor de Epítome, un resumen del Historiarum Philippicarum libri de Pompeyo Trogo, escrito en el s. I a.C.
La obra de Trogo se han perdido, pero el resumen que hizo de ella Justino se ha preservado. El tema principal del Epítome de Justino es el ascenso e historia de la monarquía macedónica.
En
el Prefacio de Epítome, nos dice
Justino que:
El
Mito de Habis, sobre Tartessos, nos ha
llegado únicamente a través de la fuente del escritor romano Justino. Por
tanto, se trata de una fuente muy alejada de los hechos que describe, del final
de la Edad de Bronce en el sur de la península Ibérica.
Evidentemente
y dado el estado actual de la cuestión, no podemos asegurar si estamos:
-ante
una mitología propiamente autóctona,
-ante
una reinterpretación griega del propio mito indígena,
-ante
una extrapolación de mitos universales conocidos por todos.
Lo
que Justino nos dice[1]
es que: “los bosques de los tartesios, en los cuales se dice que los titanes
lucharon contra los dioses, fueron habitados por los cunetes, de los cuales el
rey más antiguo de quien se tiene noticia, Gárgoris, fue el primero que
descubrió…”.
Existen
varias hipótesis:
-la
de Schulten, de considerar
que éste era un mito evemerístico[2]
de fondo histórico,
-la
de García Moreno, de plantear este mito como una reelaboración antropológica
de la filosofía helenística.
De
lo que no cabe duda es que, sea el que sea su origen, este mito, en su contexto
cultural, debe considerarse de tradición oriental, con influjos helenos en su
transmisión, hasta Justino.
El
Mito de Habis, en su contexto tartésico,
servía básicamente para explicitar la ideología de la monarquía sacra. Gárgoris
y Habis, padre e hijo, expresan dos modelos de poder, complementarios y
necesarios para una misma sociedad, la tartésica, que es de tipo agrícola y
urbana, comerciante y real. La monarquía sacra hereditaria, justificada por
voluntad divina, es la garante de esta unión.
También
se da un paso más. Este modelo doble de sociedad necesita una nueva cosmogonía:
el paso de la vida salvaje a la vida urbana, representado en ese avance mental
que se vislumbra en las distintas vidas, gobiernos y preocupaciones de padre e
hijo.
El
relato mítico de Habis rememora otros mitos griegos, romanos y próximo-orientales,
con mayor o menor plasticidad, pero con similares ingredientes.
Habis
es un héroe privilegiado, protegido por los dioses, como lo fue:
-Keret,
que fue librado milagrosamente tras ser lanzado al mar,
-Sargón
de Akkad, que fue arrojado al río y criado por un jardinero con la ayuda de
Istar,
-Moisés,
salvado de las aguas del Nilo,
-Rómulo
y Remo, amamantados por una loba,
-Semiramis,
abandonada recién nacida en un bosque y alimentada por unas palomas,
-Ciro
de Persia, criado por unos pastores.
La
obra legisladora de Habis evoca de igual modo:
-la
de Teseo, rey de Atenas, que dio a conocer el arado en la polis
ática,
-la
de Triptolemo, rey e hijo de reyes, que aportó igualmente el arada,
-la
de Italo, que dio nombre a Italia, y fue igualmente un rey legislador.
Entre
los escitas, la introducción del arado coincide también con la
institución monárquica. En cuanto a la ordenación social, recuerda el mito de
Habis al mito de Rómulo, que dividió la población en tribus y al de Teseo,
que estructuró al pueblo en tribus.
Por
último, y según Caro Baroja, la organización estatal del mito situado en la
región de cultura tartésica asemeja a la de algunos estados mediterráneos,
como la del reino de Creta, donde el rey Minos dictó leyes y fue el
proto-ejemplo de gobernador.
CONTENIDO
DEL MITO
Rey
de los cunetes, uno de los pueblos de Tartessos, y según la leyenda inventor de
la apicultura. Según la mitología, mantenía relaciones incestuosas con una
hija, cuyo nombre se ha perdido. Al quedar ésta embarazada, mandó que fuera
encerrada y para avergonzarla, también ordenó asesinar al niño, Habis.
Su
hijo, siendo preservado por la fortuna, consiguió sobrevivir a todas las
calamidades, creciendo como un salvaje. Gárgoris mandó capturarlo vivo a sus súbditos.
Cuando se lo trajeron a su presencia, el rey lo reconoció como propio. Y
admirado por los peligros que había sufrido y de los que había salido ileso,
lo nombró heredero suyo al trono.
Hijo del anterior, Habis o Habidis, cunete e ibérico por una de sus ramas de origen, fue hijo no querido y abandonado en el monte por mandato de su padre, el rey Gárgoris, para servir de pasto a las fieras.
Tras su nacimiento, ordenó el rey arrojarlo a una jauría de perras y a otra de cerdas hambrientas para que lo devoraran. Pero fue respetado y agasajado por éstas. Posteriormente, es arrojado al mar por los siervos de su padre, en un lugar alejado de la costa. Mas el niño flotaba y las olas le protegieron hasta la playa donde fue protegido por una cierva que fue su madre de leche.
Creció junto a ella mamando energía y libertad por las tierras tartésicas. Más tarde, y con motivo de una cacería, fue víctima de una trampa. Apresado y conducido a la presencia de su padre el rey Gárgoris, éste reconoció a aquel joven como suyo, y le prestó toda clase de atenciones, nombrándole como su único sucesor.
Fue un monarca sabio, generoso, prudente y grande. Dio leyes y unció los bueyes al arado. Su acción civilizadora hizo que Tartessos fuera el “Dorado de paz” que rezuma leche y miel. Su período fue pacificador, sedentario y civil, y relanzó un ciclo más el largo periplo de los tartesios.
Habis
es el fruto del incesto, ya fuera casual o normal, cometido por su padre-abuelo
con su madre-hermana, dentro del reino de Tartessos.
Dentro
del corpus civilizador tartésico, sí que aparece la antigua costumbre del
comercio sexual entre padres e hijos en la zona de Turdetania, costumbre
extendida por toda el área de civilización de los cunetes, y que se producía
con el ánimo de aumentar las virtudes de los seres con virilidad.
De
la misma forma que el comercio sexual consanguíneo agrava los defectos u otros
males que posea cualquiera de las partes, en el caso de ser virtudes, las
agudiza.
Es
el último personaje en entrar en escena. Separado en el tiempo de Gárgoris y
Habis, pero mencionado por Justino como sucesor de éstos en el reino de los
tartesios. Es el mito de Gerión.
La
mención más antigua de Gerión se lee en la Teogonía de Hesíodo, poeta del s. VIII a. C, y por tanto, mucho antes
de que lo hiciera Justino. Dice así:
Según
escribe Hesíodo en su Teogonía, Gerión
sería hijo de:
-Calírroe,
hija del Océano,
-Crisaor,
valeroso y más violento de los mortales. Hermano del caballo Pegaso, Crisaor
era un gigante nacido de Gorgona Medusa
Gerión
nació:
-en
un escondrijo de una roca de la isla de Eriteia, Gadir-Cádiz, según Estesícoro
de Himera[4],
-en
el islote de Chipiona, Cádiz, según Schulten
Sobre
la triple naturaleza de Gerión, debemos remontarnos al décimo trabajo de Hércules,
que consistió en el robo del ganado de Gerión. Para poder hacerlo, el héroe
griego debió enfrentarse y matar a este gigante rey de Tartessos, del que se
dice que gozaba de:
-enorme
corpulencia,
-tres
torsos y tres cabezas,
-alas,
-nacimiento
legendario.
Ya
en su camino de regreso, Hércules fue atacado por unos indígenas del lugar, y
tuvo que enfrentarse a los mismos hermanos de Gerión, a los que también pudo vencer.
Uno
de los aspectos de Tartessos sobre el que estamos más informados es el de su
monarquía. Todas las fuentes antiguas coinciden en afirmar que Tartessos, fuera
lo que fuese, estaba gobernado por reyes. Las noticias sobre algunos reyes de
Tartessos muestran claramente una mezcla de elementos míticos y legendarios con
otros históricos.
Ello
sucede, en concreto, con las noticias relativas a Gerión. Los griegos
trasladaron al sur de la península Ibérica, a la región del Bajo Guadalquivir
el mito de Gerión y sus bueyes, robados por Hércules. Esta identificación se
dio en fecha bastante antigua, ya que aparece en un fragmento de un poema épico,
la Gerioneida, del poeta Estesícoro
de Himera, que vivió a comienzos del s. VI a.C.
Existe
cierta confusión con respecto a los cunetes,
mencionados por Justino
como habitantes de Tartessos. Unos estudiosos prefieren llamarlos cunetes, y otros curetes. Incluso hay terceros que hablan de “curetes
o cunetes”. La presencia de estos cunetes en Tartessos surge
a la hora de estudiar el origen griego o indígena del Mito de Habis.
En
la mitología griega, los cunetes son divinidades juveniles que, cuando Cronos creyó haberse
tragado a su hijo Zeus, recibieron el encargo de hacer ruido con sus armas,
bailando y con música para que no oyese los llantos del niño.
Existen
dos concepciones, casi antagónicas, del concepto de bárbaro en la literatura griega:
-Racista[6].
La de fuentes griegas que dan cuenta de un empleo despectivo del término
bárbaro,
empleo que será regularmente utilizado para designar como inferiores a los
pueblos con los que el mundo helénico se ve confrontado.
-No racista[7]. La de algunos autores para los que el término no tenía la connotación racista moderna. Pues, según éstos:
-
-los europeos, asiáticos y africanos eran incluidos
en el concepto sonoro de Helade,
-el
propio Alejandro II de Grecia dio ejemplo anti-racista, casándose con una bella
princesa bárbara (una persa).
h)
Los toros
Gerión
aparece en la tradición mítica como un monarca particularmente rico,
propietario de una copiosa ganadería, abundante en toros “de amplia
frente”. Se los guardaba el pastor Euritión (servido por un feroz perro) y su
hermano Cerbero (temible vigilante de las puertas del infierno).
De
ahí la dificultad de Hércules para robar tan custodiado ganado en estas
tierras extremas.
Incluso
se dice que Hércules, después de matar a
los guardianes del rebaño de Gerión, y al mismo monarca en sus 3 cuerpos, se
hizo después con los toros, los embarcó en la copa del sol y los llevó a
Argos.
COMENTARIO
SOBRE
EL MITO
Marco
Juniano Justino fue cronista romano al servicio de la propaganda oficial
imperial. Y no fue ajeno en su obra a este trasfondo. De hecho, ya hemos
mencionado que en lo que tenía que haber sido una traducción literal del mito
griego al latín[8],
él resume, omite y adapta muchas de sus partes.
Es
lo que hace con la moral oficial estoica:
-implícitamente,
en toda la obra moralizante de Habis con la naturaleza, su familia, el entorno
real, cómo accede al trono y cómo obliga a la civilización...
-explícitamente,
bajo las frases de “vergüenza y castigo por el incesto”… y sobre todo
cuando Habis había aprendido como “muchacho con marcas en el cuerpo grabadas
a fuego”.
La
letra, con sangre entra.
Si se interpreta de la manera más literal, representa el principio pedagógico
según el cual es necesario el castigo físico severo para que los niños
memoricen los contenidos de estudio.
En
la interpretación más laxa posible, podría significar que el estudio cuesta
un esfuerzo arduo.
Para
los estoicos, hay un dios central que es la educación, que se adquiere con
fuego y que penetra el mundo… Para ellos es vital conocer este orden y vivir
conforme a ella.
El
estoicismo, cabe recordar, fue
uno de los movimientos filosóficos que, dentro del período helenístico, mayor
importancia y difusión adquirió[9],
coincidiendo su periodo de preeminencia desde el s. III a.C. hasta el s.
III d.C.
La
educación estoica, como parece quedar reflejada en el Mito de Habis, era la respuesta griega y luego romana reactiva al propio sufrimiento de la
finitud, que como educador lo que tenía que hacer era infundir o contagiar el
fuego de la sabiduría. Esto llevaría al camino de la virtud,
que es el camino contrario al del sufrimiento. Pero la virtud, o se adquiere
entera (a fuego) o no se posee.
b) Recurso monárquico a la divinidad
El otro gran bloque de análisis interno en torno al Mito
de Habis lo constituye el recurrido recurso a la divinidad para la defensa
de modelos sociales y políticos.
Justino, como se ha mencionado, pertenece al momento histórico de mayor
control legal y oficial del imperio romano, tanto en vigilancia a sus fronteras
externas y flujos inmigratorios, cuanto al control de los diferentes credos y
religiones existentes.
El poder está legitimado por la divinidad. Así había sucedido en los
grandes imperios de la Antigüedad[10],
y así lo imponía la propaganda y derecho oficial romanos. Es lo más
recurrente para unir dos de los tres estratos sociales de que hablaba Grecia y
luego Roma: el estado y la ciudad, frente al restante estrato familiar, que
entraría por el camino pedagógico-educativo.
Perfecto el ensayo de Justino, por tanto, al sentenciar que:
-Gárgoris
y Habis se necesitaban por ley natural, a pesar de las inmoralidades que
pudiesen estar presentes,
-Habis
había sido escogido y debidamente preparado por separado por los dioses y la
providencia,
-la
razón de su elección era más poderosa que ambos juntos, pues en cualquier
momento los dioses podrían destruir todo, como hicieron a Gerión.
c) Otros elementos de análisis
Muchos
serían los elementos educativos, culturales, informativos, históricos y
religiosos a analizar sobre el Mito de
Habis, como se ha hecho ya con el trasfondo educativo y pedagógico del
relato Justiniano, y tanto del mundo indígena tartésico cuanto del sustrato
griego de fondo. Cabría resaltar entre ellos:
-el
concepto oriental de riqueza,
-el
modelo originador de distribución urbanística de una polis,
-el
tema de la economía redistributiva agraria,
-la
cuestión de la alta valoración por las materias primas ganaderas,
-el
curriculum de inventos en la Antigüedad,
-el
tema de la genealogías monárquicas hereditarias o no,
-la
necesidad de concordia y ánimo en el gobierno.
Manuel
Arnaldos
Mercabá,
diócesis de Cartagena-Murcia
más
información
Diccionario
Mercabá de Arqueología
Indice
general de Enciclopedia Mercabá de Historia
________
[1]
cf.
JUSTINO, Historiarum Philippicarum libri de Pompeyo Trogo, XLIV,4, 1.
[2]
De interpretación hermenéutica, según la ideó EVEMERO DE MESENE en su Hiera
Anagrafe, del s. IV a.C.
[3]
Hermana de ESTENO y EURIALE, que vivían en Occidente.
[4]
Como recoge en su Gerioneia, del
s. VI a.C.
[5]
Como recoge en su Tartessos,
contribución a la historia más antigua de Occidente-1924.
[6]
Según
la visión de ANA IRIARTE.
[7]
Según
el punto de vista más común.
[8] A través de la obra de POMPEYO TROGO.
[9] Desde su fundación por parte de ZENON DE CITIO en el 301 a.C, hasta la gran difusión que adquirió por todo el mundo greco-romano, gozando de especial popularidad entre las élites romanas.
[10]
Egipto, Mesopotamia…