Nacimiento de la Iglesia

a) Iglesia de Jerusalén
b) Iglesias griegas
c) Iglesia de Roma
d) Concilios de la Iglesia
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Fue fundada por Jesucristo (Belén 3 a.C-Jerusalén 30 d.C), rabino judío que el año 27 d.C. insertó a su comunidad de seguidores dentro del judaísmo y dio por cumplidas todas las promesas bíblicas del AT, abriendo por ello la mano a la predicación del evangelio fuera de Israel.

En un principio los discípulos de Jesucristo estuvieron basculando entre lo antiguo y lo nuevo, configurando ambas posturas poco a poco. Así, y bajo el amparo de Pedro (Betsaida 15 a.C-Roma 64 d.C) fueron introduciendo en el proceso:

-la frecuencia del templo judío,
-la circuncisión de todo varón,
-el bautismo, añadido a la circuncisión[1],
-la fracción del pan, la oración comunitaria y la comunicación de bienes[2].

Jesucristo mandó a sus discípulos ir “al mundo entero predicando el evangelio”. Se puede decir que este envío y actividad de la Iglesia tuvo, pues:

-un objetivo: anunciar a Jesucristo,
-un mensaje nuevo: dirigido a los judíos de la diáspora[3], y a los paganos temerosos de Dios[4].

La Iglesia se extendió rápidamente “desde Jerusalén hasta Iliria”[5], algo impensable en cualquier mente del s. I d.C, y hasta allí se fueron extendiendo sus centros eclesiales. En cuanto a los nuevos territorios cristianizados:

-cada región pasó a conformar una comunidad,
-las nuevas comunidades fueron al mismo tiempo evangelizadoras,
-cada creyente podía ser predicador-profeta[6].

Hechos de los Apóstoles habla de cierta “dispersión de los griegos”[7]. En efecto, fue Antioquía la primera ciudad no judía que empezó a crecer gigantescamente en número de creyentes, tanto que allí comenzaron a llamárseles cristianos (lit. discípulos de Krestos). Fue esta ciudad de Antioquía la que se convirtió en el primer centro importante eclesial.

La segunda escala del evangelio debió ser la isla de Chipre, pues a la llegada de Pablo y Bernabé (año 45), ya se encontraron comunidades cristianas formadas (posiblemente durante una evangelización ocurrida en torno al año 37).

San Pablo (Tarso-4 d.C-Roma 64 d.C) fue el siguiente eslabón evangelizador de la Iglesia. Judío[8], romano[9] y converso al cristianismo[10], fue el que rompió verticalmente con lo judío, introduciendo en la Iglesia el proceso de helenización. Con San Pablo, y a lo largo de su actividad misionera, el evangelio no adoptó una cultura propia, sino que transformó las demás culturas. Cuando el Sanedrín dio orden de matarlo, la Iglesia lo envió a la misión. Fueron 3 los viajes de San Pablo:

-invocación del Espíritu y eucaristía,
-imposición de manos y envío eclesial,
-una zona geográfica delimitada: Chipre y Asia Menor[11].

-choque de culturas, en torno a la circuncisión, sacrificios…
-dos líneas misionales, la clásica de Pedro y la independiente de Pablo.

-volvió a visitar las comunidades del Asia Menor,
-fundó las primeras Iglesias griegas.

-predicó en Efeso,
-escribió las primeras cartas: Gálatas y Corintios,
-visita Jerusalén, pasando por Corinto,
-es apresado en Jerusalén por los judíos,
-apela a Roma,
-llega a Roma (año 63), en que vive hasta su muerte (año 64).

Hechos de los Apóstoles alude a que, en estos territorios griegos, los judíos “se llenaron de envidia”[12], y a que hubo “oposición de los notables”[13].

-más por la cuestión de la “resurrección de los muertos”[14],
-que por el tumulto de los judíos de Roma del año 49[15].

Tuvo en Pedro a su fundador honorífico[16] y primer obispo de la ciudad[17]. De hecho, Pablo hablaba de Roma como una comunidad que no era suya.

Muy pronto (hacia el año 49) el cristianismo ya había alcanzado un gran auge dentro de la ciudad. Tanto que muy pronto comenzaron a fusionarse los cargos religiosos de la Iglesia con los cargos civiles de Roma[18].

Estuvo marcada por el conjunto de leyes que dictó Nerón y sus sucesores, al ver como el pueblo judío[19] expandía el cristianismo dentro de Roma[20]. Ya anteriormente, el Imperio había mostrado indiferencia hacia el cristianismo[21], e incluso en ocasiones el pueblo judío había sido utilizado como elemento para mantener la paz[22].

Existen dos hipótesis sobre la persecución anti-cristiana de Nerón (54-68):

-el incendio de Roma[23],
-el Institutum de leyes para declarar malvado el cristianismo[24].

La 2ª teoría es más plausible, pues ya desde sus comienzos Nerón había atacado a los filósofos y moralistas que atacaban su conducta, y había eliminado a cónsules y senadores que ponían en riesgo su poder. Así, y para contrarrestar su vida inmoral, Nerón empezó a acusar al cristianismo de superstición “nueva y malvada”, por su “infanticidio”, “canibalismo” y ser “enemiga del emperador”.

La 1ª teoría también tuvo su fondo histórico, pues tras el incendio de Roma[25] Nerón volvió a publicar la culpabilidad de los cristianos, por “querer destruir el culto a los dioses, para instaurar su propia religión”. Pablo[26] y Pedro[27] fueron los principales mártires de esta persecución neroniana del 64.

En el año 66 comenzó la Revuelta judía de Palestina contra los romanos, reprimida bajo los emperadores Vespasiano (69-79) y Tito (79-81)[28]. En ella no participaron los cristianos[29], y se terminó con la completa destrucción de Jerusalen-70. Luego el Cristianismo demostró:

-que no tenía políticas cristianas,
-que era posicionable a favor del poder imperial.

Con la llegada de Domiciano (81-96) se retomó la persecución contra los cristianos, contestando la Iglesia con el Apocalipsis[30]. En Roma y Asia Menor, el motivo había sido:

-la instauración del culto al emperador[31], al que se negó el cristianismo,
-la declaración del cristianismo como “ateo”, castigado con la pena capital.

Coincidió con la dinastía de los Antoninos, emperadores amantes de la filosofía[33], y que cambiaron radicalmente la relación imperial con el cristianismo.

Nerva (96-98) volvió a la política pre-neroniana, considerando a la religión como un elemento pacificador. Bajo su mandato, la Iglesia se re-estructuró, se dotó de jerarquía y multiplicó su literatura cristiana.

Con la llegada de Trajano (98-117), Plinio el Joven[34] insinuó al emperador derogar el Institutum Neronianum, a lo que Trajano contestó que los cristianos “no debían ser buscados”. Se les toleró, pues, pero se siguió castigando a los que eran denunciados por su fe, bajo proceso judicial con pruebas[35].

Adriano (117-138) y Antonino Pío (138-160) añadieron a la medida de Trajano la de igualar la causa civil cristiana a la de los demás ciudadanos, no persiguiéndose por la fe sino por el quebrantamiento de la ley.

Estuvo marcada por la publicación de nuevos decretos imperiales, que acusaban a los cristianos de sacrílegos y ladrones. Destacó entre ellos el Manifiesto de Celso[37], que hablaba de Jesús como hijo de María y de un soldado romano.

El motivo imperial estuvo amparado en el surgimiento de la herejía del montanismo[38], amenazante contra la paz imperial y que generó una persecución brutal contra el cristianismo en todo el arco norte africano.

No obstante, a la llegada de Cómodo (180-192), casado con Marcia[39], empezaron a paralizarse las persecuciones anti-cristianas y a normalizarse la situación.

Comenzó con la dinastía de los Severos, emperadores cultos que abrieron las puertas a la tolerancia religiosa. Fue el momento en que el sincretismo llegó a Roma, y en que la Iglesia aprovechó para consolidarse en estructuras y numerosos bienes[41].

Bajo Caracala (211-217) se afianzó el catecumenado, las escuelas catequéticas[42] y una filosofía cristiana mucho más comunicativa con el mundo exterior[43].

Coincidió con una época de anarquía militar imperial, con jefecillos militares romanos que se iban sublevando uno tras otro. Y de un cristianismo plenamente implantado ya en todos los sitios.

Bajo Decio (249-251) surgió una de las mayores persecuciones anti-cristianas, tan brutal que dio lugar a otra literatura apocalíptica[45].

Con los decretos de Valeriano (253-260) todavía arreció más la persecución imperial, paralizada tan sólo bajo Galieno (260-268), en su idea de obtener apoyos aristocráticos cristianos para la estabilidad política interior.

Bajo Diocleciano (284-305) y su Tetrarquía[46] y división imperial[47] se retomó el culto al emperador, obligando a los cristianos a quemar todos sus libros, según el Edicto del 303. Surgió aquí:

-numerosos traditores-traidores que entregaron sus libros,
-la herejía donatista[48], que predicaba el rigor contra los débiles,
-la no aceptación en la Iglesia de los dos grupos anteriores, dividiéndose la Iglesia entre ortodoxa y donatista.

Comenzó con la restitución que hizo Majencio (306-312) a la Iglesia de todas sus propiedades confiscadas[50], mediante el Edicto de Sárdica-311. No obstante, su opositor y sucesor Constantino (312-337) será quien se apropie de esta restitución, para ganarse al cristianismo a su favor, bajo forma de cesaropapismo[51].

En Oriente, Galerio (305-311) mantuvo la persecución anti-cristiana hasta el lecho de su muerte-311, en que firmó el Edicto de Tolerancia de Majencio.

Tuvo por cronista a Eusebio de Cesarea, obispo que trató de mostrar a Constantino como el enviado por Dios para salvar a la Iglesia. Se trató, por tanto, de un doble dilema:

-el de su persona, al ignorarse si fue un converso o un táctico político,
-el de su donación, que según los teólogos fue posterior a su reinado.

-se bautizó en el lecho de su muerte como confesión, y no como conversión[52],
-se alió “con el Dios más fuerte”, a forma de panegírico[53],
-en el 313 habló de su victoria sobre Majencio, gracias a una nueva divinidad[54].

-la fragmentación imperial, político-social y económica,
-la decadencia de los cultos paganos,
-las nuevas espiritualidades cristianas, que podían dar respuesta a sus problemas.

En este sentido, trascendental fue su Edicto de Milán-313, y fue el momento clave para la tolerancia y libertad religiosa imperial, dando a la Iglesia un estatuto privilegiado:

-al que debían adaptarse las nuevas leyes imperiales,
-para potenciar los centros de culto y cultura cristiana.

Renovó y amplió, por tanto, el Edicto de Sárdica-311 de Majencio, dando un nuevo estatuto privilegiado a los cristianos:

-con influencia en todas las esferas del estado,
-con legislaciones de inspiración netamente cristianas[55].

Consistió en la fusión de los terrenos político y religioso, que originó Constantino en su reforma imperial, con intervención del poder civil en la vida de la Iglesia y viceversa[56].

-el emperador podía entrar en el poder eclesial, asumiendo competencias internas,
-los obispos podían entrar en el poder civil, asumiendo competencias externas.

-leyes generales, como la ley de unidad religiosa y símbolo de la cruz,
-leyes materiales, como la ley de absolución de las acusaciones anteriores,
-leyes espirituales, como la ley de prohibición de todo lo que fuera inmoral,
-leyes particulares, con privilegios civiles a la jerarquía eclesiástica.

Tuvo aquí su base subyacente la teología de las 2 espadas del papa Gelasio (año 494), donde un papa dotado ya con poder espiritual y temporal (Dios en la tierra) empezó a delegar su poder civil al emperador, en el transcurso futuro de los siglos[57].

Surgieron en la Iglesia con la idea de responder a las preguntas que se iban formulando sobre el misterio de Cristo[58], desde el trasfondo de la unidad absoluta de Dios.

-no dar derechos ni cuerda al error,
-dejar libertad para adherirse a la doctrina eclesial, sin coacción.

-había que compaginar la divinidad y humanidad en Cristo,
-había que sumar, matemáticamente, que Jesucristo era Dios y criatura.

Fueron causados por Arrio, sacerdote de Alejandría que, tratando de conjugar las 3 partes de Cristo, creyó encontrar la solución en la “simpleza” de Cristo, como Verbo:

-creado, siendo la criatura más excelente,
-el primer creado, y más próximo a Dios y puente con los hombres.

Ante el escándalo provocado y auge que iba tomando la herejía, el propio Constantino en persona tuvo que intervenir, mandando al obispo de Alejandría que convocara un concilio regional. En el Sínodo de Alejandría-321, el obispo alejandrino Alejandro excomulgó a Arrio.

No obstante, Arrió consiguió convencer a dos amigos muy cercanos a Constantino, Eusebio de Nicomedia y Eusebio de Cesarea, para que el emperador:

-escribiese al obispo de Alejandría, pidiéndole todo lo posible para la paz religiosa[59],
-enviase a la zona al obispo Osio de Córdoba, para intentar conciliar las voluntades[60].

Ante la carencia de resultados y avances, el propio Constantino decidió convocar personalmente un concilio universal, para intentar solventar la crisis.

Constantino convenció al papa Silvestre I para que preparase un magno concilio, el Concilio de Nicea-325, y dotó a la Iglesia de todo lo necesario para su celebración, tanto a nivel de dinero y soldados como al propio Osio de Córdoba.

Las primeras sesiones conciliares trataron de buscar soluciones intermedias (semi-Dios, el demiurgo platónico…). Hasta que al final logró llegarse al consenso del término homousios (lit. de la misma sustancia), del cual derivarían las 2 naturalezas de Cristo.

Se trató de una solución que solventó el problema que se cuestionaba en Nicea. Pero muy pronto se vino a convertir en fuente de problemas futuros, al casarse 1 persona divina con 1 naturaleza humana. No obstante, Nicea solucionó lo que se le cuestionaba.

Constantino pidió a todo el Cristianismo la confesión conciliar, y optó por desterrar a Arrio al exilio. Eusebio de Cesarea advirtió de que esto no traería la paz religiosa, y el emperador repuso de nuevo a Arrio y Eusebio de Nicomedia[61].

Fue el momento en que Constantino murió, y el nuevo emperador Constancio vino a dar un giro a la situación original hacia el 350, poniéndose de lado arriano[62] y desterrando a todos los obispos enemigos de Arrio[63].

En esta coyuntura, el papa Liberio se ve obligado a intervenir, intentando que Constancio volviera a la fe de Nicea. No obstante, también el propio papa acabó desterrado.

Con la llegada de Juliano el Apostata hacia el 360 se pasó, incluso, de defender el arrianismo a defender los cultos paganos[64].

Fue la llegada de Teodosio la que, en el Edicto de Tesalónica-380, zanjó radicalmente la cuestión:

-prohibiendo el arrianismo y el paganismo[65],
-proponiendo al cristianismo de Pedro como la única religión del estado.

Con Nicea (1 persona y 2 naturalezas) algunos creyentes llegaron a pensar que en Cristo había 2 personas. Ambiente de confusión que fue en el que surgieron varias voces intentando aportar una explicación al dilema. Fue el momento en que surgió Apolinar, sacerdote de Laodicea y que ante esa exageración de las 2 personas afirmó:

-que en Cristo sólo había 1 persona y 1 naturaleza, ambas divinas,
-que la supuesta 2ª naturaleza de Cristo[66] no tenía alma humana sino divina[67].

En un primer Sínodo de Alejandría-362, el conflicto no hizo sino arreciar. Así, fue el mismo emperador Graciano el que tuvo que convocar otro concilio universal, con sede en Constantinopla.

El Concilio de Constantinopla-381 condenó a Apolinar, renovó la enseñanza de Nicea, e introdujo en el Credo la afirmación del filioque[68] para hablar del Espíritu Santo, como procedente del Padre y del Hijo.

Surgieron en torno a las 2 naturalezas de Cristo, y a su procedencia ambas del Padre, o no ambas del Padre. Secundariamente salpicó también al papel de María, y sobre cuál era su papel y de quién era ella madre.

En este contexto, y en medio de una homilía, el sacerdote Nestorio de Alejandría vino a afirmar que María era madre de Jesús, pero no madre de Dios.

Inmediatamente, el obispo Cirilo de Alejandría pidió al papa la convocación de un concilio, aunque defendiendo él también una postura equivocada: la apolinarista[69].

Al Concilio de Efeso-431 los partidarios de Nestorio asistieron con la idea y pretensión de ceder en todo lo que hiciese falta, para zanjar el asunto marino. Pero llegaron tarde, y el concilio ya había definido la maternidad divina de María, junto a la unión hipostática de las 2 naturalezas en 1 persona.

[1] Como parte de los viejos ritos bautismales que venían practicando los esenios.

[2] Como parte de ritos totalmente nuevos, aún con la base de la Pesaj-Pascua judía.

[3] A los que se dirá que JESUCRISTO es la plenitud de la revelación.

[4] A los que se dirá que su inquietud religiosa tiene pleno cumplimiento en JESUCRISTO.

[5] cf. Romanos 15, 19-20.

[6] De donde vendrá el problema de los falsos profetas, que querrán desvirtuar la doctrina apostólica.

[7] cf. Hechos de los Apóstoles 11, 19.

[8] Discípulo de GAMALIEL, del que PABLO aprendió a ser un gran estudioso de la época.

[9] Por ser natural PABLO de Tarso de Cilicia, ciudad con privilegios especiales desde MARCO ANTONIO (en concreto, el privilegio de ciudadanía romana a todos sus habitantes, pues había sido en Tarso donde el césar romano se había enamorado de su querida CLEOPATRA).

[10] Lo que hace ver que él no inventó nada nuevo. De hecho, nada más convertirse se pone a los pies de los apóstoles.

[11] Donde los cristianos se van a ver perseguidos por los judíos.

[12] cf. Hechos de los Apóstoles 13, 45.

[13] cf. Hechos de los Apóstoles 13, 50.

[14] Según el rechazo que el propio PABLO había experimentado en su discurso al Areópago de Atenas.

[15] Tras lo cual el emperador CLAUDIO tuvo que expulsar a los judíos de Roma, por su enfrentamiento con los cristianos y por el excesivo número de judíos presente en Roma.

[16] Por eso los párrocos de Roma (hoy cardenales) son los que eligen al papa universal.

[17] Por eso el obispo de Roma es el que pasa a ser cabeza de todos los obispos del mundo entero.

[18] Como fue el caso de TEOFILO, nombrado por San Pablo como kratistos (lit. caballero), cargo aristocrático civil de Roma, y término que utilizó LUCAS para significar la entidad cristiana en la alta aristocracia romana, antes de la misma llegada de PABLO a Roma. (cf. BARDY, G; La conversión al cristianismo, ed. Encuentro, Madrid 2005, y SORDI, M; Los cristianos y el Imperio romano, ed. Encuentro, Madrid 1999).

[19] Pues al cristianismo se le consideraba en Roma una secta judía.

[20] De forma apoteósica hacia el año 53 (momento en que el cristianismo ya había entrado en la aristocracia senatorial, sin causar problemas).

[21] De hecho, la expulsión de CLAUDIO-49 fue dirigida contra los judíos, y no contra los cristianos.

[22] Como se ve en el caso de PILATO, que cuando ejecutó rebeldes galileos hizo enfurecer al emperador TIBERIO.

[23] Sostenida por TACITO.

[24] Sostenida por SUETONIO y TERTULIANO.

[25] Del año 64, y provocado posiblemente, aunque sin pruebas concluyentes, por el propio NERON.

[26] Muerto el primero, cortándosele la cabeza.

[27] Muerto el segundo, crucificándosele boca abajo.

[28] Padre e hijo, y ambos profundamente religiosos, que llegaron a entablar contactos con los cristianos de Palestina, a nivel de amistad y favores.

[29] Pues los judíos cristianos ya no se sentían judíos, sino sólo cristianos.

[30] Donde DOMICIANO era la bestia del Anticristo.

[31] Consistente en jurar por el emperador, y hacerle sacrificios como a un dios.

[32] “No deben ser buscados”.

[33] De corte más bien esotérico.

[34] Gobernador en Asia Menor.

[35] Así se evitaban las falsas denuncias, con castigo incluido para los falsos acusadores.

[36] Nuevas leyes imperiales.

[37] Filósofo pagano griego del s. II, y cercano a los círculos paganos romanos.

[38] Secta impulsada en Ardabau-165 por MONTANO y sus 2 profetisas PRISCA y MAXILA, que creían inminente el fin del mundo y que querían hacer del cristianismo una religión política:

-cogiendo armas contra los romanos,
-siguiendo un rigorismo moral perfeccionista y excluyente.

[39] “Mujer temerosa de Dios”, según las crónicas.

[40] Paz larga y buena.

[41] Como los domus ecclesiae, catacumbas, arte paleocristiano…

[42] Como la Escuela de Alejandría, fundada por ORIGENES y que asumió todo lo positivo del resto de escuelas filosóficas de la época, con las que dialogó.

[43] Con figuras como los Padres Capadocios GREGORIO DE NISA, GREGORIO DE NAZIANZO, BASILIO DE CESAREA… los Padres occidentales IRENEO DE LYON, FILON DE ALEJANDRIA…

[44] “Deben ser castigados”.

[45] Como fueron los comentarios al libro de Daniel, considerándose que había llegado otro Anticristo.

[46] En la que el propio DIOCLECIANO asumió la jefatura de los 4 poderes.

[47] En torno a sus 4 capitales imperiales de Occidente (Roma augusta y Milán cesáera) y Orientales (nicomedia augusta y Tréveris cesárea).

[48] Surgida en Numidia-312 por parte de DONATO, y en la que se afirmaba que sólo los sacerdotes de vida intachable podían celebrar los sacramentos, y que los débiles debían ser apartados de la Iglesia.

[49] Libertad de religión.

[50] Con la idea de ganarse a los cristianos, para que engrosasen las filas de su ejército.

[51] Fenómeno que se alargará en la historia hasta el s. XIX, en todas sus vertientes.

[52] Esquivando así el tener que hacer penitencia pública.

[53] Lo que no dudó en hacer público, teniendo para ello que romper con la tradición romana.

[54] Cuyo emblema Crismón (“in hoc signo vinces”) CONSTANTINO había impreso en los escudos de sus ejércitos.

[55] En ese sentido, el futuro TEODOSIO no hará sino continuar la política iniciada por CONSTANTINO, de convertir al cristianismo en religión oficial del Estado:

-sin necesitar de un acto o edicto oficial al respecto, pues ya lo había hecho Constantino,
-aclarando, eso sí, que la religión petrina era la oficial del estado, y no la religión arriana.

[56] Fenómeno alargado a lo largo de los siglos, pues los mismos principados modernos alemanes han estado regidos por obispos-príncipes hasta el s. XIX.

[57] Como hará en el futuro:

-LEON III con el rey franco CARLOMAGNO-800, a quien delegó su poder temporal con la imposición de manos,
-JUAN XII con el rey sajón OTON I-962, y a su esposa Adelaida como emperatriz,
-INOCENCIO III con el rey alemán FEDERICO II-1220, último emperador de Occidente, que en su coronación se puso a bailar ante el papa como el pequeño David.

[58] Misterio que ya había empezado a ser descrito por los evangelios (unos evangelios que comenzaron por los textos de la pasión y resurrección, en torno a la idea de que Jesucristo era el Mesías).

[59] Pues los grupos enfrentados se habían armado hasta los dientes.

[60] Cosa que se hizo, pero con un estrepitoso fracaso.

[61] Los cuales van a ir recuperando paulatinamente su poder.

[62] Por su peso y número de seguidores, que estaban en su máximo apogeo.

[63] Incluido SAN ATANASIO DE ALEJANDRIA.

[64] Como se ve en la política de sus sucesores, como VALENTINIANO..., que continuaron la misma línea defensiva del paganismo.

[65] Con destrucción incluida de falsos ídolos, como SAN CIRILO DE ALEJANDRIA le sugirió.

[66] La humana.

[67] Pues su lugar estaría ocupado por la esencia humana, siguiendo el principio tricotómico filosófico de:

-cuerpo,
-alma sensitiva,
-alma intelectual, que en este caso se correspondería con la persona divina.

[68] Futuro origen de separación entre la Iglesia Oriental e Iglesia Occidental.

[69] Atribuida a APOLINAR DE LAODICEA y recogida por CIRILO DE ALEJANDRIA (entre otros, y en un intento de combatir la doctrina arriana), según la cual el alma de la naturaleza humana de Cristo era solo divina (pues vino a sustituir a la humana en el momento de la encarnación).