BASÍLICA BOM JESUS DE GOA

 

Planificada por Portugal en 1510

y centro de operaciones católicas en Asia

 


Altar mayor de la Basílica, ideado para la profunda adoración eucarística

Madrid, 1 marzo 2019
Manuel Arnaldos, historiador de Mercabá

            El comercio de las especias entre la India y Europa había sido siempre uno de los motores de la economía mundial, y un auténtico eje catalizador durante el período de exploraciones del s. XVI.

            La búsqueda de riqueza y prosperidad había llevado a España al descubrimiento de América en 1492. Sólo 6 años después, el 18 mayo 1498, Portugal bajaba hasta Cabo Esperanza, atravesaba Persia y el Indico, y se plantaba en la India. Vasco de Gama desembarcaba con todo su séquito en el puerto de Calicut, y obtenía los permisos papales para operar en la ciudad de Rajah.

            En 1502 Portugal establecía su centro comercial en Kerala, en 1505 era nombrado Francisco de Almeida virrey de la India, y en 1510 Alfonso de Albuquerque conquistaba a los musulmanes[1] la ciudad de Goa. Los portugueses cerraban así una cadena de puestos avanzados[2] a lo largo de la costa malabar, y desde ellos iban colonizando las islas de la zona, incluida Ceilán.

            Comenzaba entonces a desarrollarse en torno a Goa una política de matrimonios mixtos (de soldados lusos con indígenas indias), originando una gran diversidad de razas en la costa malabar[3]. Al mismo tiempo que daba comienzo la tarea evangelizadora que Portugal desarrolló en la India, encomendando a los jesuitas el papel fundamental, y a San Francisco Javier el más trascendental[4].

            Portugal llenaba así de comercio[5] y cultura[6] las calles[7] de Goa[8], al tiempo que surgían las primeras rivalidades comerciales[9] y la envidia de otros europeos, que poco después también se embarcaron hacia la empresa india[10].

a) Arte goano

            Goa supo entrelazar las diversas religiones y filosofías que existían en su entorno, así como coordinar el mecenazgo que desarrollaron algunos de los dirigentes coloniales y locales de la ciudad. Supo así mismo armonizar sus 5 improntas culturales (hindúes, budistas, helénicas, islámicas y cristianas), relacionarlas entre ellas[11] y aportar como elementos comunes goanos:

-la visualización de todas sus filosofías,
-la espontaneidad de una cultura atada a la vida,
-la comprensión por una tierra y animales que eran salvajes,
-la humanización de la religión y entes celestiales,
-la necesidad de ir por delante en todo, innovando lo que hiciese falta.

            Desde estas ideas, y con el dinero aportado por los mecenas locales y coloniales, Goa empezó pronto a abundar en arquitecturas de arcos y bóvedas[12], en esculturas de líneas curvas y en pinturas naturalistas de vides y zarcillos.

            Pero se trató de un estilo goano sencillo, que no distinguía lo decorativo de lo mural, ni lo decorativo de los grandes conocimientos científicos de la ciudad (sobre todo anatómicos, matemáticos y astronómicos). Marcó un estilo que iba evolucionando al ritmo de las nuevas influencias sociales y políticas[13], así como al ritmo de los modismos populares de la época.

a.1) Estilo colonial

            El arte goano se desarrolló en el s. XVI en la capital india como una derivación del plateresco portugués, aunque con desarrollos más primigenios y materiales totalmente autóctonos.

            En todos sus casos (basílica del Bom Jesus, puentes fluviales, edificios administrativos...), Goa mostró la fusión sincrética entre las formas artísticas de la potencia colonizadora y los elementos indígenas anteriores al proceso colonizador.

            Se trató de un estilo con clara visión del espacio, y de un elemento central al que apuntaban todos los demás. No obstante, su ineludible mezcla de contrastes provocaba en el espectador una sensación de asombro:

-por su dinamismo masivo y exagerado,
-por su apertura de visión a lo extraordinario sin extraordinariez,
-por su cultivo de efectos teatrales y dramáticos,
-por los contrastes que provocaban sus focos de luz y de sombras.

            En su parte arquitectónica, Goa introdujo las superficies onduladas, las plantas elípticas, las trabazones[14], las exageraciones y la monumentalidad, dentro de sus limitaciones culturales y económicas.

a.2) Estilo jesuítico

            El estilo constructivo de los jesuitas respondió a las necesidades de evangelizar y educar a los jóvenes de la misión. Y todos sus edificios (colegios, hospitales, universidades...) a las necesidades de difundir la palabra de Dios y educar.

            Y esto se trasplantó también a la ciudad de Goa, donde la Compañía de Jesús:

-impuso a la ciudad su propia espiritualidad artística,
-optimizó mediante la arquitectura el desarrollo de su misión evangelizadora,
-supeditó las peculiaridades escultóricas y pictóricas a objetivos concretos pedagógicos.

            Respondió, eso sí, a la moda general barroca y colonial, planificada por los portugueses. Pero también a la fusión de elementos colonizadores y colonizados, para hacer posible el proceso de evangelización.

            Y ese fue el método elegido por los jesuitas en Goa, para:

-unificar sus grandes ambientes misionales,
-dar acogida a particularidades aborígenes de los misionados.

            Ese había sido el compromiso jesuítico de fidelidad a la Contrarreforma de la Iglesia Católica[15], en público y en oposición total a las nuevas corrientes protestantes. No obstante, se trató de un estilo contrarreformista a su manera, y que en cada caso fue implantado según la idiosincrasia local de cada lugar.

            Las construcciones jesuíticas en Goa se fueron sucediendo según los jesuitas las iban necesitando:

-desde la obligación a disponer de un edificio físico capaz de albergar a miles de personas,
-hasta la plasmación de un parámetro cultural que les permitiera desarrollar y unificar sus tareas.

            Otros procesos intermedios, como la difusión de ideas o ampliación de patrimonio cultural, también tuvieron cabida en el proyecto jesuítico sobre Goa, pero sin perder su primer y principal objetivo: la completa formación espiritual.

b) Basílica Bom Jesus de Goa

            Fue comenzada a levantar por Portugal en 1510, y terminada de levantar en 1594 por la Compañía de Jesús[16], los primeros con la idea de visibilizar su nuevo Patriarcado luso de Goa, y los segundos con la idea de albergar en su interior los restos mortales de su gran misionero asiático San Francisco Javier. Con todo ello, acabó siendo el nuevo corazón espiritual de la Asia europea, y el gran Complejo jesuítico San Pablo de Goa[17].

            Pronto se convirtió en centro de peregrinaje[18] para toda Asia, adquirió el rango de basílica menor[19], fue declarada patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y empezó a realizar novenas anuales[20] y exposiciones públicas de sus relicarios cada 10 años[21].

c) Exterior de la Basílica

            Terminó sus trabajos arquitectónicos el 24 noviembre 1594[22], y fue abierta al público el 15 mayo 1605, en ambos casos bajo el mandato del patriarca primado indio Aleixo Menezes, y del mecenazgo de Jerónimo de Mascarenhas[23].

            Se trata de una iglesia barroca colonial, situada en pleno casco viejo de Goa. Y comparte con la jesuítica Iglesia Gesu de Roma no sólo las características arquitectónicas, sino también su mismo nombre[24] y monograma IHS en la presidencia de su fachada barroca.

            Utilizó como materiales la piedra y el granito negro para la fachada principal[25], las baldosas para la techumbre y el basalto[26] para los pilares y tallas de detalles exteriores.

            Impuso en todo su perímetro el interés por el movimiento, tanto en las plantas y alzados como en los propios elementos aislados. Pero todo ello con armonía y equilibrio dinámico, y gusto por los contrastes:

-cromáticos, utilizando diferentes materiales,
-lumínicos, alternando zonas de luz y zonas de sombras.

            Respecto al alzado, levantó la basílica 3 niveles[27] para su perímetro exterior y 4 para su fachada[28], junto a los clásicos:

-frontones y entablamentos,
-pilares decorativos
[29], y no tanto sustentantes,
-constantes entrantes y salientes
[30],
-muros de carga, en busca del movimiento,
-gruesos contrafuertes y arbotantes exteriores
[31], que descargaban el peso de los muros de carga.

            La torre-campanario, a la altura exterior del transepto, quedó por dentro cubierta mediante un enlucido que fingía hacer de falso cielo[32].

            Su fachada mide 20 m. alto x 16 m. ancho. Mantiene un continuo movimiento, desde las volutas superiores y medallón del nivel 4º, hasta los continuos ejes diagonales y pilares desprendidos del muro. Muestra gusto por la escenografía y el ilusionismo, generado por perspectivas atrevidas y decorativas. Y combina los estilos dórico, jónico y corintio, todos con notable simplicidad.

            Mantiene adosados la basílica, como edificios colindantes, el Noviciado de la Compañía[33] y un Museo de Arte moderno[34].

d) Interior de la Basílica

            Gira en torno a una planta basílical, compuesta de una única nave central de 55 m. largo x 16 m. ancho, en forma de cruz latina. Utiliza siempre, así mismo, los arcos de medio punto y las bóvedas de cañón.

            Como materiales interiores, la basílica incorpora el mármol y piedras preciosas para el suelo, el yeso y estuco para las paredes laterales, el oro para el altar mayor, la plata para el sarcófago del santo protector, y la madera para el púlpito y altares laterales.

            En cuanto a elementos arquitectónicos interiores, la basílica del Bom Jesus de Goa se decidió por:

-1 ábside, en el que se custodia un cofre de hierro[35] con una rosa de oro en su interior;
-1 altar mayor
[36],
ricamente adornado, cubierto en oro, y a cuyos pies se puso la tumba de Balthazar da Veiga[37];
-2 altares flanqueantes al altar mayor
[38],
decorados con columnas salomónicas (retorcidas en hélice) y pintura dorada bañándolo todo;
-2 capillas laterales en el crucero
[39], una en el crucero norte y otra en el crucero sur;
-2 altares traseros bajo el coro
[40], ambos de madera;
-1 cenotafio central
[41],
con la tumba de Jerónimo de Mascarenhas;
-1 púlpito
de madera, proyectado desde la pared sur y tallado con dosel y adornos florales, y tallas en sus 3 lados visibles[42];
-1 coro
encima de la entrada a la iglesia[43], sostenido por columnas;
-1 sacristía
[44],
tras virtuosa puerta exquisitamente tallada en madera;
-varias pinturas laterales, sobre la vida de San Francisco Javier,
-1 mosaico centralizador, en estilo corintio.

            El mausoleo de San Francisco Javier se sitúa hoy día en el transepto derecho de la basílica[45]. Se trata de un ataúd de cristal hermético, colocado dentro de un cofre de plata tallado con epigrafías asiáticas, y con 7 paneles a cada lado donde se muestran los hechos más prodigiosos del santo misionero.

            Junto al mausoleo nos encontramos hoy con el pasillo-galería que va a la sacristía, y en cuyas paredes quedaron representados los retratos de varios santos.

            Se trata, en definitiva, de un interior destinado para un uso teatral de la luz, mediante fuertes contrastes de sombra y luz que realzan:

-la profundidad del espíritu, necesitada de silencio y soledad en la oscuridad,
-la luminosidad del evangelio, mediante los frescos pintados con escenas y milagros de San Francisco Javier.

Madrid, 1 marzo 2019
Mercabá, artículos de Cultura y Sociedad

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[1] Que mantenían la isla de Goa como su emporio más rico y comercial, dotado de diferentes gentes de Asia, y con numerosos edificios de la belleza del palacio de ADIL SHAH.

[2] Como fueron los fuertes de San Angelo, Kannur, Daman, Diu, Chaul, Baçaim, Salsette y Mumbai.

[3] La mejor descripción de la Vieja Goa ha sido la aportada por FRANCISCO P. RAMPONI, artista enviado por COSIMO III DE TOSCANA para erigir el mausoleo de San Francisco Javier.

             En efecto, escribe Ramponi que “lo que me llenó de admiración fue la llegada, cada ocho días, de flotas de 20-30 barcos cargados de telas de Brasil, oro de Cochín, porcelana de China, algodón, pimienta, drogas, marfiles, ébano, tapices… productos que eran cargados y descargados en tiendas de campaña a la largo de la calle Baniani…

             … También vi con asombro la llegada de los comerciantes de piedras preciosas guseratti, que llevan bolsitas llenas de diamantes, rubíes, esmeraldas, topacios, diacinti... Y la de los comerciantes de la porcelana fina contadori y de los frascos gurgulettas, que dan color de carmín con el jugo de las hierbas”.

[4] La invasión portuguesa de Goa dio lugar a la difusión del cristianismo. De hecho, un 26% de la población goana es hoy cristiana. Por otro lado, más de 2 millones de personas visitan cada año Goa, la mitad con la intención de venerar las reliquias de SAN FRANCISCO JAVIER.

[5] Comercio que, en boca de PYRARD DE LAVAL, “ofrecía las más selectas rarezas de la India, con intercambios entre gentes de todas las nacionalidades del Oriente, que llevaban allí sus productos y los cambiaban por otras materias primas en abundancia. Y es que hasta 1000 buques al año podían atracar allí, cargado las mercancías”.

            O comercio que, como también decía TALBOYS WHEELER, “cada mañana ofrecía en Goa las escenas de culíes marinos cargando y descargando en el río, comerciantes exhibiendo sus mercancías, esclavos trayendo los suministros de agua y provisiones, el ruido de las oficinas y los bazares, y las campanas de las iglesias y monasterios”.

[6] Además de ciudad comercial, Goa también fue transformada por Portugal en un enorme enclave educativo, con infinitos colegios (de San Pablo, de San Buenaventura…), la Universidad de Populo, la 1ª imprenta de la India-1556… y un gran centro difusor de la cultura colonial portuguesa.

[7] Destacando entre ellas la Rua Direita, la Rua Leiloes, la Rua Ourives, la Rua Judeus...

[8] A la que los portugueses llamaron Goa Dourada, Rainha do Oriente, Roma do Este. Lo que acabó generando el famoso proverbio de QUEM VIU de que “quien ha visto Goa ya lo ha visto todo en Lisboa”.

[9] Entre los diferentes bazares, como el Bazar de Graride, Bazar de San Caetano, Bazar de Peixe, Bazar de Baratilha…

[10] Holanda, Inglaterra, Francia y Dinamarca también establecerían puntos y colonias comerciales en la India a lo largo del s. XVII, hasta que Inglaterra logre imponerse sobre los demás, y pasar a custodiar por completo su “joya de la Corona británica”.

[11] Inter-relación que ya apuntó KAPILA VATSYAYAN, al definir que “las clásicas arquitectura, escultura y pintura india… desarrollaron sus propias reglas no condicionadas por sus respectivos medios de comunicación, sino compartiendo entre sí las creencias subyacentes, las espiritualidades populares, las filosofías de la mente y los procedimientos mediante los cuales las relaciones de símbolos y estados vitales han ido siendo elaborados en detalle”.

[12] Como se ve en los templos, mezquitas, castillos, palacios, monasterios indios… Así como en el Tal Mahal construido por SHA JAHAN para enterrar allí a su esposa. Y es que en todos ellos se puede apreciar la influencia de la arquitectura vaastusashtra, basada en la combinación de los 5 elementos naturales: sol, agua, tierra, cielo y aire.

[13] Hoy en día, por ejemplo, la política cultural del gobierno goano se ha marcado 3 objetivos primordiales:

-la conservación del patrimonio cultural de Goa,
-la inculcación de la conciencia del arte entre los estudiantes,
-la promoción de un alto nivel creativo y escénico de las artes.

[14] Unión de dos o más de tres cosas entre sí.

[15] Que había ido forjando su propia idea y utilización del Arte para la Misión en su CONCILIO DE TRENTO-1545.

[16] Que se instaló en Goa en 1542, tras la fundación del campamento católico San Pablo que hizo el gran San Francisco Javier en la vieja ciudad india el 6 mayo 1542.

            Campamento que sería trasladado poco después a los arrabales de la ciudad en 1554, como Colegio jesuítico de novicios, Hospital y universidad, y con la misión de albergar ese mismo año los restos mortales del santo misionero, traídos desde Japón a través de Malaca.

[17] Complejo jesuítico que pasó al Patriarcado de Goa en 1760, cuando el MARQUES DE POMBAL expulsó a los jesuitas de Portugal y mandó arrestar a los de Goa. Y que sería devuelto por el patriarcado de Goa a la Compañía de Jesús en 1956, una vez que PÍO VII restauró la Orden de los Jesuitas-1814, Portugal derogó sus leyes anti-jesuíticas-1933 y el Concordato de 1940 entre la Santa Sede y la India permitió el regreso de los jesuitas a Goa.

[18] Con casi 2 millones de peregrinos anuales directos, que se acercan expresamente a Goa para contemplar el cuerpo incorrupto de FRANCISCO JAVIER.

[19] Otorgado por PIO XII en 1946.

[20] En los principales idiomas y dialectos del subcontinente indio.

[21] Con conferencias interculturales, exposiciones artísticas de la India, juegos de luces y sonidos alrededor de la basílica... Pero siempre coincidiendo con los años acabados en 4: 2004, 2014, 2024...

[22] Por una inscripción que permanece sobre uno de los pilares de la nave de la basílica.

[23] Dado el cenotafio encontrado en la pared norte del centro de la nave, en que se resalta al aristócrata portugués (capitán de Ormuz y Cochín) como el benefactor de la iglesia.

[24] Nombre dedicado al Dulce nombre de Jesús, muy celebrado en todo el mundo por la Compañía de Jesús todos los 2 de enero. Nombre que los goanos, no obstante, conocen familiarmente como Goencho Saib (lit. Señor de Goa).

[25] Para facilitar la percepción visual y poder distinguir donde empiezan y terminan cada una de las partes principales de la fachada.

[26] Traído desde la cantera de Bassein, a 300 kilómetros de distancia de Goa.

[27] El 1º con salientes cuadrados, el 2º con salientes rectangulares, el 3º con salientes redondos.

[28] Añadiendo otra 4ª altura superior, flanqueada por 2 volutas a forma de aletón (para cubrir la diferencia y unificar los niveles) y en la que preside geométricamente todo el conjunto arquitectónico el esculpido barrocamente monograma IHS.

[29] Junto a las 8 columnas redondas corintias que flanquean el triple pórtico principal, en el piso 1º de la fachada.

[30] Que no dejan hueco libre en la superficie mural. Y entre los que se establecen las 3 líneas de ventanas exteriores que rodean todo el perímetro eclesial.

[31] Dotados de estéticos arcos de medio punto, que además permitían la práctica de circulación de peregrinos a su alrededor exterior.

[32] Pues en su proyecto original la basílica contaba con un techo abovedado, suprimido con el paso del tiempo.

[33] Anterior a la edificación de la basílica, además de:

-terminado en 1585, bajo la supervisión del padre DOMINGO FERNANDES,
-incendiado en 1663,
-reconstruido en 1783, con enlucimiento en cal.

[34] Primera galería de arte, y hoy referencia turística por excelencia, en todo el continente asiático. Pues contiene 36 piezas tanto de arte indio como de arte italiano, destacando los oleos de JORGE D’SA sobre madera del Juicio Final y Génesis.

[35] Regalo que hizo a la basílica el papa PIO XII, en 1953.

[36] Dedicado al Niño Jesús, y por encima del cual se sitúa:

-la estatua de SAN IGNACIO DE LOYOLA, fundador de la Compañía de Jesús,
-el medallón de la Compañía, con su inscripción SU (hacia la que mira el fundador, e imagen de la Santísima Trinidad).

[37] Un BALTHAZAR DA VEIGA que fue el costeador de la nueva y definitiva sacristía, en 1659.

[38] Altares dedicados a San Miguel y a N. Sra. de la Esperanza, y trabajados por parte de los gremios de Goa.

[39] Capillas dedicadas al Santísimo Sacramento (la del crucero norte) y al Mausoleo de SAN FRANCISCO JAVIER (la del crucero sur).

[40] Altares secundarios dedicados a San Antonio (el de la derecha) y a San Francisco Javier (el de la izquierda).

[41] Un JERONIMO DE MASCARENHAS que fue el gran benefactor de la basílica.

[42] Tallas de Jesús, los 4 evangelistas y los 4 doctores de la Iglesia (debajo de los cuales se muestran 7 cifras enigmáticas, a forma de sostén para los 4 doctores).

[43] Como elemento típico de la arquitectura colonial.

[44] Sacristía abierta al público en 1659, tras la reforma que se hizo de la antigua.

[45] Mausoleo que adquirió su forma definitiva y actual en 1698, mediante la talla que hizo el escultor florentino FOGGINI y sufragó COSME III DE MEDICIS.