HISPANIA ROMANA

 

Conquistada el 218 a.C. por Escipión,

y romanizada al completo por más de 700 años

 


Estrecho de Gibraltar, clave para el cerrojo del Imperio Romano al mundo entero

Madrid, 1 junio 2018
Manuel Arnaldos, historiador de Mercabá

            Roma fue el resultado de una laberíntica política interior, y de las conquistas legionarias llevadas a cabo hacia el exterior. Una fuerza y otra, centrípeta y centrífuga, que se acoplaban y crecían a la perfección. Cuatro fueron las fases de conquista romana del mundo antiguo entero:

            -del Lazio (509-358 a.C), tras las victorias de Spurio Cassio sobre los latinos, de Furio Camilo sobre los etruscos, y del senado romano sobre los sabinos, volscos, ecuos y campanos, firmantes todos de las obligadas ligas con Roma y otras 29 ciudades del entorno;

            -de Italia (358-272 a.C), gracias a las victorias de Roma en las I, II y III Guerras Samnitas, sobre todas las colonias griegas del sur italiano y sobre las ciudades etruscas del norte, y en las que los mares Adriático y Tirrénico pasaron a ser mares romanos;

            -del Mediterráneo occidental (264-146 a.C), gracias a la victoria de Roma sobre la púnica Cartago en las I, II y III Guerras Púnicas, y en las que Sicilia, Córcega y Cerdeña pasaron a ser provincias romanas[1], Hispania y Lusitania pasaron a ser provincias romanas[2], Africa pasó a ser provincia romana[3], y los mares Atlántico y Mediterráneo pasaron a ser mares romanos;

            -del Mediterráneo oriental (196-129 a.C), tras las victorias de Roma sobre los griegos, macedonios, jonios, gálatas, sirios, armenios, persas, partos, egipcios, árabes... en las trascendentales batallas de Cinóscefalos-196 a.C[4], Pidna-168 a.C[5] y Actium-31 a.C[6], y en la que los mares Negro, Caspio, Rojo y Pérsico pasaron a ser mares romanos.

            No obstante, el punto de inflexión de la conquista romana del mundo se debió a su victoria sobre Cartago en las I, II y III Guerras Púnicas. Unas guerras en las que se enmarcó la conquista romana de Hispania:

-porque Hispania era el granero e invernadero de la púnica Cartago,
-porque al conquistar Hispania se hacía Roma con el estrecho de Gibraltar.

            Así, durante el transcurso de la II Guerra Púnica, del  218 al 201 a.C, Roma pasó a dominar en la península Ibérica la costa mediterránea de Gibraltar a Cataluña, el bajo valle del Ebro y el valle del Guadalquivir, así como el borde montañoso septentrional de Sierra Morena[7].

            Del 201 al 160 a.C, Roma extendió sus conquistas al pie del Pirineo, Navarra, Aragón, el medio valle del Ebro, el valle del Jalón, la meseta meridional y el territorio portugués al sur del Tajo[8].

            Del 153 al 133 a.C, y merced a sus victorias en las Guerras Celtibéricas y Guerras Lusitanas, Roma conquistó también la meseta septentrional y los territorios del noroeste al sur del río Miño. En el año 123 a.C. se anexionaron las islas Baleares[9].

            Finalmente, del 29 al 19 a.C, Augusto completó la conquista del norte peninsular, tras las victorias romanas en las Guerras Cántabras y Guerras Astures[10].

a) Conquista de Hispania

Comenzó con el desembarco de las legiones romanas en las costas españolas el año 256 a.C, como estrategia para combatir Roma a la africana Cartago en las guerras púnicas[11]. Se trataba de cortar la base de aprovisionamiento del ejército cartaginés, ya que éste reclutaba mercenarios de Hispania para la campaña de Italia[12], así como bases invernales y materia prima para la construcción naval.

Así, el ejército que los Escipiones trajeron a Hispania no tuvo otra finalidad que frenar la presencia de cartagineses en la Península, así como impedir:

-las expediciones de Asdrúbal y Magón hacia Italia,
-el reforzamiento del ejército de Aníbal,
-la planificación cartaginesa de cerrar a Italia por dos frentes distintos.

En total, invernaban en Hispania:

-del ejército cartaginés, 55 naves, 20.000 infantes y 11.000 marinos[13],
-del ejército romano, 50 naves, 10.000 infantes y 1.000 jinetes
[14].

El Desembarco de Ampurias-218 a.C. introdujo en Hispania 60 naves y 2 legiones romanas a las órdenes de Cneo Escipión. Desde ahí, Publio Escipión seleccionó 10.000 hombres y 700 jinetes y salió a cortar el paso por la retaguardia a Aníbal, que había atravesado los Pirineos[15] y se dirigía hacia la llanura del Po.

El Desembarco de Tarraco-217 a.C. introdujo en Hispania 30 naves[16], 1 legión romana[17] y un gran acopio de provisiones[18].

Tras deshacerse de los cartagineses, el inicio de la conquista romana de Hispania contó con 4 legiones y el liderazgo de:

-Claudio Nerón, que contó con 13.000 hombres en total[19],
-Escipión, que contó con 25.000 infantes, 2.500 jinetes y 3.000 indígenas
[20].

Se trató de un ejército romano que recibió desde sus inicios mercenarios indígenas:

-celtibéricos desde el 212 a.C, para las campañas contra los cartagineses[21],
-prisioneros desde el 208 a.C, cuando comienzan las campañas contra los hispánicos.

          Y así, poco a poco se fue consumando la caída de las plazas de:

-Cartago Nova, en el 208 a.C,
-Baecula, Bastetania, Ilipa, Astapa e Iliturgi, en el 207 a.C,
-Cástulo y Gades, en el 206 a.C.

          Tras 30 años de continua pacificación hispánica, los soldados romanos comenzaron a mostrar fatiga[22] y deseo de volver a Roma el año 180 a.C[23], y eso a pesar de que todo lo que obtenían de los saqueos era abundante y para ellos. Pero es que suponía para ellos la campaña hispánica tener que:

-convivir con mercenarios indígenas,
-recorrer inmensas distancias,
-acampar en inhóspitos lugares del interior…

          Hasta que decidieron los soldados casarse con las mujeres ibéricas, y dieron pie así a un nuevo periodo de paz de otros 30 años, sin apenas llegada de nuevos refuerzos de Roma.

Hacia el 150 a.C. volvieron a sonar nuevas alarmas en el Senado romano, y a llegar continuos refuerzos de Roma para las guerras hispánicas:

-la Guerra Lusitana, que duraría del 155 al 136 a.C,
-la Guerra Celtibérica, que duraría del 154 al 133 a.C.

          Se trató de unas guerras de fuego[24], pues tan pronto parecían extinguirse en un lugar cuanto brotaban con mayor fuerza en otros lugares. Y eso a pesar de la política conciliadora del delegado especial Marcelo. En ellas participaron directamente:

-el cónsul[25],
-las 4 legiones iniciales, más 2 adicionales
[26],
-20.000 auxiliares itálicos y 40.000 auxiliares indígenas
[27].

Las principales derrotas romanas se produjeron con:

-Mumio, cuyo ejército pretoriano perdió 9.000 de sus 15.000 efectivos, en una emboscada del indígena Césaro,
-Cayo Vetilio, cuyo ejército pretoriano fue derrotado por el indígena lusitano Viriato,
-Plautio Hipseo, cuyo ejército pretoriano fue derrotado doblemente por el indígena Viriato.

          Así como las principales victorias romanas se produjeron con:

-Fabio Máximo, que tuvo que incorporar a su ejército consular a 17.000 reclutas bisoños,
-Máximo Emiliano, que trajo de Roma para el caso a 1.600 jinetes bien adiestrados,
-Servio Galba, que pudo someter definitivamente Lusitania y Celtiberia, una vez que Italia y Sicilia se vieron libres de las revueltas de cimbrios y esclavos.

          Del 130 al 80 a.C. gozó Hispania de un proceso de paz y romanización intensa[28]. De hecho, los mismos romanos fueron los que empezaron a hacerse la guerra, como fue el caso de los ejércitos de Sertorio y Cayo Annio[29], y el preludio de las guerras civiles de César y Pompeyo[30].

          Hasta que en suelo hispano estallaron las guerras civiles entre romanos[31], entabladas[32]:

-entre el bando de Pompeyo[33], enviado legal del Senado romano para centralizar todavía más a la autónoma Hispania,
-entre el bando de César
[34], llegado por su propia cuenta para que los senadores romanos no se hiciesen con los botines de Hispania.

Momento en que empiezan a ingresar en el ejército romano los apresados[35]:

-por César, de los indígenas que reclutó en sus conquistas de Córdoba e Hispalis, para su Guerra de las Galias,
-por Pompeyo, de los esclavos ibéricos que compró, bajo promesas de libertad, para su Batalla de Farsalia-47 a.C.

Con la llegada a Hispania de Augusto, el año 41 a.C, tiene lugar la Guerra Cántabra, desbaratada completamente a través de 7 legiones enviadas por el emperador a la zona[36], de las cuales 4 decidieron hacer campamentos invernales:

-la I Alauda y VI Victrix, alrededor del Macizo Cantábrico,
-la X Gemina, en torno a Astorga,
-la IV Macedónica, alrededor de Aguilar de Campó.

Los campamentos romanos invernaban por doquier. Destacaron los cuarteles de:

-Tarraco, plaza elegida por Escipión desde el 217 al 206 a.C. para su guarnición, y que poco a poco se fue haciendo plaza romana fuerte en torno a la desembocadura del Ebro,
-Sucrón, desde el 206 al 190 a.C, en la desembocadura del Júcar, y que contó con algún episodio de motín interior,
-Ampurias, elegida por Catón para su guarnición el 180 a.C,
-Córdoba, donde fueron preparadas por Atilio las fuerzas de asalto a Numancia, el año 152 a.C, moraron Máximo Emiliano, Fabio Quintio… y recibieron asilo los enviados por Sila para destronar a Sertorio años después,

-Carteia, donde solía invernar el cuestor Vetilio con sus ejércitos hasta el 146 a.C, recibiendo allí los refuerzos llegados por mar desde Italia,
-Cornistorgis, donde invernó el cónsul Galba con sus ejércitos hasta el final de las guerras lusitanas,
-Cástulo, donde invernó el cónsul Sertorio con su guarnición hasta el 94 a.C,
-Vasconia, donde invernó Pompeyo del 76 al 74 a.C, así como su principal legado Titurio y 15 cohortes adyacentes,
-Cartago Nova, donde invernaron los ejércitos de César y las legiones del pro-augusto Asinio Polión.

En cuanto a las guarniciones romanas, éstas fueron colocadas por los generales en:

-Castaca, por Escipión el año 206 a.C,
-Ebura, por Fulvio Flaco el año 181 a.C,
-Mundobriga, por Sempronio Graco el año 179 a.C,
-Coca, por Lúculo el año 151 a.C,
-Carmona, por Marco Varrón el año 74 a.C,
-Ategua, Osuna y Córdoba, por Pompeyo para las guerras civiles,
-Munda e Hispalis, por César para las guerras civiles…

          En cuanto al reglamento militar romano, fueron muchos los tránsfugas del ejército romano que se escaparon de la legión y pasaron a vivir en las poblaciones indígenas. De ahí los constantes castigos de:

-corte de manos, impuesto por Fabio Máximo el año 140 a.C,
-esclavización, impuesto por Iunio Bruto el año 138 a.C.

b) Colonización de Hispania

         Dejando al margen la fenicia Cádiz[37], púnica Cartagena[38] y griega Ampurias[39], todas ellas de antiquísimo precedente pre-romano[40], se puede decir que Roma colonizó Hispania ex-novo y de principio a fin, sobre todo en los ss. III-I a.C.

Así, todo el conglomerado de poblados indígenas, así como de factorías, puertos y necrópolis pre-romanas... pasaron a integrarse en el inédito proceso de urbanización llevado a cabo en Hispania por Roma, salvo alguna excepción[41].

Tarraco fue fundada por Escipión ex-novo[42] el 217 a.C, con muralla de moda etrusco-helenística[43] del 200 a.C[44] y puerta de acceso a toda la Hispania[45]. Fue el principal puerto de desembarco entre Roma e Hispania, y el lugar de residencia del pretor de la Provincia Citerior.

Itálica fue fundada por Escipión el 206 a.C, con todos los materiales y esculturas que Mummio había saqueado en Grecia[46]. Sirvió para asentar a los heridos de la Batalla de Ilipa, así como para alojar en adelante a numerosas tropas italianas, muy cerca del Mar y de la Bética.

Grácoris fue fundada por Sempronio Graco el 179 a.C, como nudo fluvial de comunicaciones entre Rioja, Tudela y Zaragoza, sobre el río Ebro. Albergó población celtibérica junto a la colonia italiana, sujeta a derecho latino con el tiempo.

Carteia fue fundada por Canuleio[47] el 171 a.C, sobre las maravillas costeras del estrecho de Gibraltar. Fue lugar de retiro para los licenciados de guerra y sus esposas indígenas[48], acumulando una población de 4.000 ciudadanos de derecho latino.

Córdoba fue fundada por Claudio Marcelo el 151 a.C[49], como punto de control sobre Sierra Morena. Fue la colonia más recurrida de todos los conflictos, como centro de planificación, manutención y alojamiento que fueron haciendo sucesivamente Sertorio, Pompeyo, César y Augusto.

Otras colonias romanas fueron en Hispania:

-Castra Seruilia, fundada por Servilio Cepión el 139 a.C, como sede del pretor de la Ulterior,
-Valentia, fundada por Junio Bruto el 138 a.C. con veteranos de la Guerra Lusitana,
-Olisipo, fundada por Junio Bruto el 136 a.C, como un fortín en la desembocadura del Tajo,
-Palma y Pollentia, fundadas por Metelo el año 123 a.C. y entregadas a la romana Gens Sergia, para combatir desde allí a los piratas baleáricos,
-Colenda, fundada por Marco Mario el 102 a.C. para compensar y alojar allí a los celtibéricos auxiliares de guerra
[50],
-Castra Liciniana, fundada por Craso Licinio el 96 a.C. para albergar al procónsul de la Ulterior
[51],
-Medellín, fundada por Cecilio Metelo el 79 a.C. para combatir desde allí el pillaje lusitano,
-Castra Aelia, fundada por Sertorio el 77 a.C. en la desembocadura del Jalón,
-Pompaela, fundada por Pompeyo el 67 a.C. en Roncesvalles
[52], para ir almacenando allí los víveres y tropas traídas de Aquitania,
-Ucubi y Urso, fundadas por César el 45 a.C. para ir almacenando allí a toda la plebe repobladora que se fue trayendo de Roma, bajo ley constitucional,
-Iulia Noua y Iulia Celsa, fundadas por Lépido el 42 a.C. para ir reclutando allí el procónsul de la Citerior a todos los ejércitos de Augusto,

Las colonias de Augusto, que sembraron Hispania de romanidad y multiplicaron la población hispano-romana a los 9 millones, constituyeron la columna vertebral del presente y futuro de España, destacando entre ellas Barcino, Emérita, Astúrica, Ilici, Castellum, Cesaraugusta, Ebora, Tuy, Lisbiosa…[53]. En total, en el año 0 Hispania contaba con[54]:

-37 ciudades con status romano,
-28 ciudades con status latino,
-376 agrupaciones de ciudades indígenas, con administración romana y pago de impuestos a Roma
[55],
-114 agrupaciones de poblados indígenas, con administración indígena y control regional romano
[56].

          El tipo de colonos que llegaron a Hispania desde Roma fue predominantemente italiano y comercial, y su goteo fue constante en todas las épocas. Pero otro gran número procedía de otros lugares imperiales, como era el caso de las tribus de:

-sammios, sabinos y óseos, traídos por Escipión de Italia del Sur para las guerras púnicas, lusitana y celtibérica del s. II a.C[57],
-cilicios y cretenses, introducidos por Sila para las guerras civiles del s. I a.C, de lo que confiscó y pirateó por Asia Menor
[58],
-rutenos y galos, traídos por César para las guerras civiles del s. I a.C, de lo que reclutó en la Guerra de las Galias.

c) Red viaria de Hispania

Abarcó realidades terrestres y marítimas, y sirvió para conectar y civilizar los pueblos hispánicos, aparte de agilizar el correo y legiones romanas. De hecho, allí donde no llegó la comunicación, su civilización escaseó y el salvajismo pervivió[59].

En efecto, los romanos se entregaron pronto, al igual que en Etruria y resto del Imperio romano, a la tarea de construir vías, con fines militares principalmente. Pero pronto se convirtieron en auténticas arterias de civilización. Nada más que Augusto, fiel a su programa de prosperidad material, se vio obligado a construir en Hispania más de 2.000 km de vía romana.

Costeó la costa del Mediterráneo la famosa Vía Hercúlea[60], citada ya por Polibio con anterioridad al 124 a.C[61]. Iba “desde las columnas de Hércules hasta el Ródano”, según las distancias de[62]:

-de Gades a Cartago Nova, 1.300 estadios,
-de Cartago Nova a Emporion, 1.600 estadios,
-de Emporion a Narbona, 600 estadios,
-de Narbona al Ródano, 1.600 estadios.

Este fue el camino seguido por Escipión en su marcha desde Tarragona a Ilipa, cuando en el año 208 a.C. venció a Asdrúbal[63]. La Vía Hercúlea fue recorrida en 27 días por César, cuando vino desde el Ródano a Obulco. Esta vía estaba en función del comercio, de la explotación de las minas de Cartago Nova y andaluzas.

Por motivos económicos, la Vía Hercúlea fue ampliada en el año 9 a.C. por Augusto a lo largo de Sierra Morena, siguiendo la ruta:

-de Saetabi a Cástulo y Córdoba, en el centro de la Bética,
-de Córdoba a Astigi e Híspalis,
-de Híspalis a Gades, con salida hacia importantes puertos.

Se trata de una Vía por la que huyó Pompeyo de Córdoba a Cartago, al final de la guerra civil y el desastre de Muda ante el ejército de César.

Entre los Pirineos y Tarragona se han hallado miliarios procedentes de[64]:

-Mario Sergio, procónsul de la Hispania Citerior del 120 a.C,
-Fabio Labeo, procónsul de la Hispania Citerior del 124-114 a.C; estos dos últimos miliarios han aparecido en Lérida.

Entre los Pirineos y el Cantábrico se situaba una vía de 2.400 estadios que partía de Tarragona e iba a Pamplona y Oyarzun, ciudad limítrofe entre Aquitania e Iberia.

Una vía militar conectaba el Guadiana con Sierra de Gredos[65], por obra de:

-Cecilio Metelo, que el 139 a.C. la inició,
-Metelo que el 79 a.C. la terminó.

En torno a la Lusitania, y para obtener el estaño de la zona, fue construida por Metelo la Vía de la Plata[66], que iba de Metellinum hasta Vicus Caecilius, y que Augusto prolongaría hasta Salamanca y Caesaraugusta.

En la zona minera fue construida por Augusto la Vía Astúrica-Emérita[67], junto a sus ramales:

-de Segisama a Portus Blendius,
-del puerto de la Mesa a la costa central asturiana,
-de Astorga a Iria, Tuy y Brácara.

d) Civilización de Hispania

Fue fomentada de arriba abajo, y más enérgicamente que en ninguna otra provincia del Imperio romano. Provocó que casi toda España asimilara rápidamente los usos y civilización romana, y que hasta se latinizara antes que las demás provincias transmarítimas.

Fue debida a[68]:

-la presencia del ejército romano en la Península,
-la creación, desde la época de los Escipiones, de centros itálicos y colonias después,
-la concesión del derecho de ciudadanía, principalmente por César,
-la administración implantada por Roma,
-la construcción de vías de comunicación,
-el uso del latín como lengua oficial, primero en el ejército y luego en las clases cultas.

A estas causas habría que añadir:

-el comercio,
-la presencia de tropas hispanas en los ejércitos romanos,
-el influjo sobre los indígenas de las grandes personalidades que estuvieron en la Península.

Algunas de estas causas, como la construcción de vías y uso del latín, son más efectos y causas de la romanización, pero contribuyeron a su vez a extender la romanización.

Se trató de un proceso dinámico y no estático sino dinámico, que hubo de realizarse a lo largo del Imperio e incluso después de su caída.

Comenzó a ser patente en una serie de signos exteriores, como el vivir a la manera romana y el olvidar el idioma propio, a lo que seguirá el obtener el derecho y ciudadanía romana, así como:

-la plena posesión del status jurídico romano,
-el cambio de estructura política, social y económica.

e) Latinización de Hispania

Comenzó a ser una realidad hablada en el seno de las tropas indígenas que sirvieron en los ejércitos romanos, pues allí tuvieron que aprenderlo cuanto antes para poder comunicarse con sus nuevos amos. Yugurta fue el primer caso hispano que habló latín[69], tras haberlo aprendido en el campamento romano que asedió Numancia.

En el 127 a.C. algunos numantinos hablaban y escribían latín, pues después de la derrota ante Mancino:

-sostuvieron una conversación con Graco,
-guardaron por escrito todo lo acordado entre ambas partes
[70].

La Bética fue el primer lugar donde comenzó a ser hablado el latín de forma continua, como se desprende del latín arcaico que fue utilizado en las Inscripciones de Cástulo[71].

Muchos caracteres latinos empezaron a extenderse por[72]:

-Cartago Nova, llena de inscripciones llegadas de fuera,
-Vasconia, donde se mezclaron palabras latinas con arcaísmos autóctonos,
-Castra Caecilia, donde poetas indígenas empezaron a celebrar las hazañas de los generales romanos.

Hacia el 80 a.C. el latín era hablado de forma habitual en:

-Hispalis, Córdoba y Tarraco, donde se celebraban asambleas de hispanos con los generales romanos, sin necesidad de intérpretes,
-Turdetania, primera provincia que olvidó en bloque el idioma autóctono, y habló sólo latín
[73].

          El 45 a.C. desaparece prácticamente el bilingüismo y Roma implanta el latín como idioma oficial de Hispania.

f) Política de España romana

Tras la Conquista de Cádiz-206 a.C, y expulsión definitiva de todos los cartagineses[74], el Senado romano decide enviar a Hispania tantos magistrados como hiciese falta, para gobernar a los indígenas y mantenerlos en paz.

En el 205 a.C. Hispania es dividida en 2 provincias[75], y en el 197 a.C. llegan a las mismas los primeros pretores[76]:

-capacitados para negociar,
-dotados cada uno con 8.000 infantes, y 400 expertos italianos,
-ayudados cada uno por 12 lictores, 1 cuestor y 1 legado,
-dos encargados de la Hispania Citerior y dos de la Hispania Ulterior.

          Cartago Nova y Tarraco fueron las sedes alternas del prefecto, encargado de dictar justicia y recorrer para ello toda la Hispania al completo.

En el 195 a.C, y tras el aniquilamiento indígena del pretor Sempronio Tuditano, el Senado romano aprueba el nombramiento para Hispania de 1 cónsul[77]:

-capacitado para licenciar,
-dotado de 15.000 infantes, 800 jinetes y 20 naves para sí,
-reforzado con otros 10.000 infantes más para ayudar directamente a los pretores
[78].

          Para las circunstancias extraordinarias de conflicto el Senado romano se guardó la capacidad de:

-prorrogar o no los mandatos anuales de cada cargo hispánico[79],
-enviar generales con poder pro-consular
[80],
-enviar legados dotados de los máximos poderes
[81].

          Con la llegada de Augusto, las provincias hispanas pasaron a ser 4[82], y quedaron repartidas desde el 27 a.C:

-para el emperador, la Tarraconense y Lusitania[83],
-para el Senado, la Cartaginense y Bética.

          Así, mismo, deja de recaer toda la justicia en un mismo prefecto, y pasan a ser designadas como conventus de justicia[84], al mando de un magistrado:

-en la Tarraconense, las sedes de Tarraco, Cesaraugusta, Astúrica y Brácara,
-en la Cartaginense, la sede de Cartago Nova,
-en la Bética, las sedes de Gades, Córdoba e Híspalis,
-en la Lusitania, la sede de Emérita.

          El cometido principal de los gobernadores locales era gobernar a romanos e indígenas:

-defendiéndolos de los saqueadores[85],
-distribuyendo las tierras y asentamientos
[86],
-saneando las costumbres salvajes
[87],
-estableciendo acuerdos con otras ciudades,
-enviando a Roma los asuntos espinosos
[88],
-bajo fórmula de populus
[89], más que de oppidum[90],
-respetando las gentilidades indígenas
[91] y centurias romanas[92], clase social intermedia.

          En cuanto al pago de impuestos:

-los pretores fijaban el precio y tasaciones de los productos,
-Hispania pagaba sus contribuciones en especies
[93], metales[94], otros productos[95] y excepcionalmente dinero[96].

Caben destacar las comitivas especiales que de Roma desembarcaron en Hispania en:

-el 210 a.C, en que una comitiva de Escipión llega por mar desde Puteoli,
-el 209 a.C, en que una comitiva de Lelio llega a Tarraco desde Ostia, tras 34 días de navegación,
-el 203 a.C, en que Roma proporciona naves para atracarlas en Sagunto,
-el 195 a.C, en que una comitiva de Catón desembarca en Ampurias,
-el 180 a.C, en Fulvio llega a Hispania con una comitiva de licenciados,
-el 176 a.C, en que la comitiva y víveres del pretor Bebio pereció ante un ataque costero de los ligures,
-el 154 a.C, en que Roma abrió un paso invernal costero para llegar a la incomunicada Península, tras vencer para ello a los oxybios y deciates,
-el 153 a.C, en que Nobilior llega para asegurar los pasos marítimos y terrestres,
-el 137 a.C, en que una comitiva de Mancio desembarca en Hispania,
-el 76 a.C, en que Fonteyo envía desde Italia numeroso dinero, para pagar a los soldados y su manutención de trigo galo,
-el 48 a.C, en que Casio naufraga en la desembocadura del Ebro, al intentar llegar hasta Málaga en pleno invierno.

g) Economía de España romana

Hispania fue una colonia de Roma en continua explotación, y en ella se volcó desde los primeros siglos debido a su extraordinaria riqueza.

La compra-venta de esclavos fue la 1ª actividad comercial desarrollada en Hispania, como se ve en:

-el 212 a.C, en que Escipión conquista Sagunto y lleva a los turboletas a Roma,
-el 207 a.C, en que Nerón conquista Orongis y coge “una inmensa turba de cautivos”,
-el 206 a.C, en que Escipión libera Baecula de los cartagineses, y vende al cuestor los cartagineses capturados (mientras deja libres a los indígenas),
-el 195 a.C, en que Catón vende un contingente de vergistanos,
-el 188 a.C, en que Acidino captura 2.000 celtíberos en las proximidades de Calagurris,
-el 184 a.C, en que Terencio vendió en la Citerior a los habitantes de Corbión,
-el 182-179 a.C, en que Fulvio Flaco esclavizó 4.000 celtibéricos (año 181 a.C), apresó 5.500 celtíberos (año 180 a.C) y capturó 4.257 celtíberos (año 179 a.C),
-el 167 a.C, en que Paulo Emilio vendió 150.000 hispanos en Delos (en un puerto que vendía 10.000 esclavos diarios),
-el 149 a.C, en que Galba vendió en la Galia a todas las mujeres y niños que había capturado en Lusitania (engañosamente, pues les había prometido repartirles tierras),
-el 142 a.C, en que Serviliano se apoderó de Iscadia, Obulcola y Gemela, y vendió 9.500 de sus habitantes,
-el 141 a.C, en que Escipión exhibe en Roma a los 50 supervivientes de Numancia,
-el 140 a.C, en que Bruto apresa al rey Tangino de Brácara, y éste se suicida con sus mujeres (antes que ser reducido a la esclavitud),
-el 137 a.C, en que Dido vendió a los habitantes de Kolenda, después de sitiar la ciudad 9 meses,
-el 73 a.C, en que Sertorio subastó a los supervivientes de la matanza de Cástulo (por haberle preparado una emboscada años atrás)…

En otras ciudades se compraban esclavos indígenas para la clientela local[97], como se ve en los casos consentidos de:

-esclavos celtibéricos sirviendo en las ciudades de Cissa y Salamanca,
-esclavos entre los habitantes de Hasta y Talabriga,
-un esclavo matando a Amílcar, para vengar así la muerte de su señor
[98].

La actividad comercial fue floreciente desde los inicios, y provocó un fuerte intercambio de influencia y beneficios. De hecho, el comercio fue el principal factor de romanización de Hispania[99], ya que a través de los productos comerciales podían penetrar las modas, formas de vida, costumbres y cambio de mentalidad. Augusto marcó el momento cumbre del comercio hispano, una vez que pudo extirpar totalmente la piratería, y la navegación se hizo totalmente segura[100].

Los mercaderes dedicados al comercio debieron ser muy numerosos desde el primer momento, ya que Hispania era “el dorado de Occidente”[101]. Pero mención especial recibieron los mercaderes del s. II a.C. de:

-Cissa, en cuyo botín de conquista figuran relaciones marítimas y terrestres,
-Astapa, cuyos habitantes capturaron a unos mercaderes que atravesaban sus campos con un botín que habían comprado de esclavos.

Las relaciones marítimas Hispania-Italia fueron primordiales y continuas, sobre todo hasta el 153 a.C (en que el transporte terrestre entre ambas fue equiparable al marítimo[102], salvo el de correo[103]). De hecho, el año 160 a.C. Servilio Cepión tuvo que crear la Turris Caepionis, para que los buques evitasen el banco de Salmedina en la desembocadura del Guadalquivir.

Esto favoreció el desarrollo de compañías navieras especializadas, que traían provisiones desde Ostia y Puteoli (del 200 al 100 a.C) y Sicilia (tras las matanzas sertorianas del 73 a.C), sobre todo para las legiones.

Cabe destacar los núcleos comerciales de:

-Turdetania, la provincia con mayor número de barcos comerciales con Italia[104],
-la Bética, desde donde se exportaba trigo, vino y aceite, cera, miel, pez, cochinilla, minio, salazones, metales, tejidos... todo ello bajo control de los semitas
[105],
-Gades, la ciudad con mejores empresas mercantiles del Atlántico y Mediterráneo occidental, y principal aliada de Alejandría a nivel manufacturero
[106],
-Cartago Nova, Córdoba, Hispalis e Islas Baleares, todas ellas con buenos puertos marinos o fluviales.

Pero el principal recurso económico de Hispania consistió en la explotación minera, que Roma desarrolló desesperadamente en:

-las Minas de Cástulo, que desde el 206 a.C. aportaron a Roma los pozos llenos de plata abiertos por Aníbal,
-las Minas de Cartago Nova, que desde el 200 a.C. aportaron a Roma miles de lingotes de plomo y plata, 40.000 obreros diarios
[107] y 25.000 dracmas diarias,
-la Mina de Almadén, cuya explotación de mercurio fue concedida por Tiberio a una sociedad mercantil afín,
-la Mina Samariense, que rentabilizaba 200.000 libras anuales,
-la Mina Antoniana, que rentabilizaba 400.000 libras anuales,
-la Minas de las Médulas, la Unión

          En cuanto a la emisión de monedas, fueron permitidos los viejos privilegios de Cádiz[108] y Ampurias[109] y nada más[110], se usó la plata y el bronce[111], se impuso como obligatorio el latín[112] y la estampa del magistrado del momento y lugar[113], y fueron aprobadas 17 nuevas cecas[114] acuñadoras de moneda.

h) Romanización de España

            El concepto de Romanización fue algo que comenzó al mismo tiempo que la conquista peninsular por parte de Roma, terminó exactamente el último día de su presencia conquistadora en Hispania, y no fue en todos los lugares o momentos igual. Se puede decir que la Romanización de Hispania contó con los dos ritmos genéricos de:

-inicial gradualidad,
-posterior globalidad.

            En este proceso temporal, las regiones conquistadas con más anterioridad se romanizaron antes y de manera más profunda que las que fueron conquistadas más tarde[115]. Pero también hubo excepciones, o casos de no romanización, en enclaves temporalmente “romanizados”.

            Muchos lugares y sociedades locales guardaron, pues, distintos grados de romanización, según su posición geográfica, temporal o estratégica, a los planes colonizadores de Roma.

h.1) Elementos de Romanización

            Pero los auténticos elementos de juicio para analizar la romanización de la península Ibérica son los aportados por Blázquez y Plácido: el económico y el político.

            En efecto, fue la necesidad de explotación económica la que llevó a Roma a la creación de rutas o vías de comunicación, colonias itálicas y concesión del derecho de ciudadanía latino, implantación de destacamentos legionarios… e incluso la asimilación de tradiciones indígenas. La economía fue el auténtico móvil de operaciones de la República e Imperio romano[116].

            Y junto al móvil económico, el móvil político, esa política global de ecumene romana que absorbía pueblos y provincias. En este sentido, y como apunta el profesor Bravo, ya en el comienzo de la época imperial Augusto no configuró el nuevo orbe romano como un simple conglomerado de provincias, sino como un sistema centralizado de poder:

-militar, religioso, judicial y legislativo, en la persona del emperador,
-territorial, con limes o fronteras fortificadas de forma estratégica
[117].

h.2) Romanización económica

            Tuvo lugar a través de una serie de mecanismos, implantados ex profeso en Hispania por Roma, y que actuaron en adelante por sí mismos. Fue el motor del resto de romanizaciones en la península Ibérica.

            Es el punto de vista de J. M. Blázquez, para el que Roma se volcó en la Península con el único fin de la explotación de sus riquezas. En este sentido, la asimilación que hizo Roma de los nativos, fue realizada por la necesidad que tenía de ellos para la explotación de sus riquezas.

            Roma ofrecía a Hispania, a cambio, ventajas de todo tipo:

-envío continuo y estratégico de tropas,
-control de Levante ante posibles saqueos de población del centro,
-administración moderna y eficaz,
-construcción de grandes vías de comunicación,
-el uso del latín y posibilidad de contactar con otros pueblos mediterráneos,
-escuelas y apertura de la literatura autóctona,
-la apertura comercial.

            A cambio, Hispania recibía de Roma el inconveniente de ser explotada económicamente.

h.3) Romanización política

            Tuvo lugar a través de la política romana de la ecumene, según apunta el profesor Plácido, y como sistema aplicado por Roma para integrar la multiplicidad de pueblos y personas de toda la Hispania al completo. En ese sentido, la ecumene fue, según Plácido, la universalización que hizo Roma de la contingencia, de la diversidad y del caos, realizada en Hispania a través de múltiples dinámicas.

            En la época republicana, la diversidad de Hispania fue integrada en la lógica interna del sistema esclavista de Roma, que tenía necesidad de que existiera diversidad para imponer sobre ella su hegemonía. La romanización política consistió, pues, en una composición heterogénea, en la que la unidad vino definida por la implantación de la hegemonía. Fue la implantación que hizo Roma en Hispania de una realidad desigual.

            En paralelo, se estableció el control ideológico. Pues por un lado se tuvo que integrar a los explotados, y por otro desarrollar algo parecido a la globalización. Se trataba, pues, de conseguir que una parte de la población se especializase y acostumbrase a ser pobre.

            En la época alto-imperial, la construcción del limes-frontera imperial cambió los métodos ecuménicos romanos en Hispania. Dos fueron las intenciones del limes:

-la marginalidad, siguiendo a Estrabón, al referirse a las provincias imperiales,
-la señal encargada de evitar el conflicto, siguiendo las crónicas de Ovidio.

            En este sentido, la romanización política imperial se pareció a la imagen de la chora, con un centro poderoso y espacios limítrofes marginales.

            La Roma imperial fue una entidad incluyente. De ahí la importancia de lo griego como ideología ecuménica, y la exclusión de todo lo que fuese bárbaro.

            En la época bajo-imperial, el proceso de pérdida de libertad comenzó a ser percibido en Hispania desde la época de los Antoninos. Así, tuvo lugar la introducción de factores contrarios a lo que fue la ecumene romana, republicana o imperial.

            La integración de cristianos y bárbaros, como protagonistas de la decadencia en lo positivo y en lo negativo, fue el espíritu de la romanización tardo-imperial.

h.4) Romanización cultural

            El hibridismo cultural hispano-romano alcanzó todas las escalas. Así, en una ciudad de la Bética, una persona podía vestir toga romana, comer a la manera turdetana, orar según la tradición púnica, y enterrar a sus muertos según ritos concluyentes.

            La romanización trajo consigo a Hispania un marco de nuevos modelos culturales romanos: sus hábitos, costumbres, gustos artísticos, creencias religiosas.

            No obstante, la sentencia de Estrabón de que “falta poco para que todos se hagan romanos” estaría aludiendo más bien a categorías jurídicas que culturales. Eso sí, las lenguas vernáculas hispanas fue uno de los factores que quedaron rápidamente olvidados, tras una larga etapa de bilingüismo.

            La interacción cultural indígena-romana trajo consigo fenómenos de convergencia y validación de antiguas tradiciones, a lo largo de un gran periodo de tiempo. En este sentido, también es explicable el apoyo de la ciudad romana a la ciudad indígena preexistente, como una estructura válida.

            Los ingredientes prerromanos diluyeron su indígena identidad en la identidad romana, a juicio del profesor Bendala, como unas “legumbres”[118] que introdujésemos en una “batidora” y que, tras su acción, quedaran subsumidas todas en una pasta homogénea.

            En este símil, el nuevo plato indígena-romano:

-era degustable sin poder separar los ingredientes,
-era saboreado con apreciación de la aportación de cada uno.

            Cabe ver que la menestra fue cambiando de color dominante, según iban desapareciendo los componentes indígenas previos y se incorporaban los nuevos componentes romanos (madurez republicana, inmigración itálica…).

h.5) Romanización social

            Es verdad que en la Bética y en contadas excepciones, la batidora romana descrita por Bendala integró “legumbres” indígenas junto con las romanas. Los Relieves de Osuna-49 a.C. nos informan, por ejemplo, de una sociedad ibérica en la que persistía la influencia de los patrones artísticos ibéricos, de armamento e indumentaria. Las cecas indígenas de la Hispania Ulterior, por ejemplo, acuñaron también hasta esta época moneda con letreros ibéricos. Por la misma época, también, un grupo de ciudades prerromanas y feno-púnicas, como Almuñécar y Málaga, seguían acuñando moneda con letreros semitas.

            Pero generalizar tres o más casos particulares[119] a regla general, en el espacio de casi 500.000 km2 y a lo largo de 6 siglos de historia, parece algo bastante poco probable.

            Es verdad que hubo focos locales que no fueron romanizados del todo, que “escaparon” a cierto grado de romanización[120], y que el interés prioritario de Roma en Hispania[121] fue principalmente económico, y de ahí todo lo demás. Pero los hechos están ahí: lengua latina, cultura romana, vías y calzadas de comunicación… y fósiles directores romanos por doquier.

            Las excepciones, pues, sólo pueden circunscribirse a ciertos focos locales, que:

-no escaparon a la romanización,
-sí que mantuvieron elementos indígenas durante una familia o generación.

            No obstante, estas excepciones tampoco presentaron proceso de continuidad ni paralelismo alguno con otras parecidas[122].

h.6) Romanización militar

            Roma fue ante todo una potencia militar, y el calendario legionario marcaba el día a día de Roma en Hispania[123].

            Así, la anexión de Hispania como provincia romana fue igual a la del resto de provincias, aunque tuviese alguna particularidad. Fue, ante todo, una anexión militar, con procónsul, pretor, autoridad civil senatorial y ecónomo imperial a su servicio.

            Destacaremos 4 momentos importantes en esta romanización militar de Hispania.

            El primero, ocurrido en los años 218-206 a.C, tuvo por exponente a Escipión, que en el transcurso de la II Guerra Púnica desembarcaba en Ampurias-218 a.C[124] y conquistaba Cartagena, Bailén y Cádiz-206 a.C, fundando además la colonia de Itálica para preparar a los soldados para la Batalla de Zama-202 a.C. A su vuelta de Africa, el general romano dejaba en Hispania el primer contingente de itálicos, los soldados heridos que no tenían fuerzas para regresar a Italia[125].

            El año 171 a.C. el Senado romano decide crear la colonia de Carteya para los hijos de soldados romanos, casados con mujeres hispanas.

            En el 138 a.C. Junio Bruto funda la colonia de Valentia con los veteranos del ejército, combatientes de las Guerras Lusitanas.

            En el 123 a.C. Cecilio Metelo crea las colonias de Palma y Pollensa, con 3.000 romanos oriundos de la península.

            Así, toda la Hispania fue paulatinamente militarizándose, casando a matrimonios mixtos de soldados romanos con indígenas y romanizando por la vía militar las estructuras familiares, urbanas y sociales. Hubo, no obstante, regiones prerromanas como la Turdetania y Beturia, que no renunciaron nunca a la idea de ser independientes, llegando sus afanes hasta la época de Viriato.

h.7) El caso del norte de España

            Según el profesor Vigil, una de las causas de la escasa o “aparente” romanización del norte peninsular fue el bajo nivel cultural y económico, encontrado por los romanos cuando llegaron y lo conquistaron.

            Pero estudiemos el caso mediante un ejemplo: la ritual Inscripción de Erudino-399 d.C, dedicada al dios indígena Erudino en Pico de Dobra-Torrelavega, y perteneciente al final de la estancia romana en Hispania.

            En efecto, en la Inscripción de Erudino nos encontramos con:

-dedicación a un dios indígena,
-datación romana, con la fecha del año,
-elementos de culto público,
-el nombre romano del dedicante.

            Luego:

-el cristianismo todavía no había impregnado el norte de España,
-los funcionarios imperiales eran incapaces de imponer la ley romana.

            Analizando la epigrafía completa del dedicante de la inscripción anterior, nos encontramos con que su nombre era Cornelius:

-del vico de los Aunigainos,
-perteneciente a un gentilicio indígena.

            Luego el simple empleo de nombres romanos no era prueba segura de romanización, y sí de un modo distinto de romanización que sufrió el norte hispano, en comparación con el resto peninsular.

            Esta “aparente” o escasa romanización del norte peninsular quedó también al descubierto en la utilización de nombres norteños en la Alta Edad Media, con estructuras indígenas y no con estructuras romanas.

            En efecto, fueron estructuras indígenas bajo-imperiales (y alto-medievales):

-poner el nombre propio (poner el nombre propio),
-poner el nombre de filiación (poner el nombre de pila del padre),
-poner el gentilicio (poner la preposición de).

            Podemos concluir, con el profesor Vigil, que Roma contribuyó a romper toda organización tribal del norte de España. Pero esos grupos menores rotos fueron posteriormente identificándose con el territorio ocupado, sin perder la noción de su origen y de su unidad de sangre.

            Cada región del norte siguió diferentes ritmos en este proceso de romanización, y el País Vasco fue con mucho el más lento.

Madrid, 1 junio 2018
Mercabá, artículos de Cultura y Sociedad

________

[1] En la I Guerra Púnica, del 264 al 241 a.C.

[2] En la II Guerra Púnica, del 219 al 201 a.C.

[3] En la III Guerra Púnica, del 149 al 146 a.C.

[4] Donde Siria pasó a control de Roma.

[5] Donde Macedonia pasó a control de Roma.

[6] Donde Egipto pasó a control de Roma.

[7] 1ª fase de conquista romana en la península Ibérica.

[8] 2ª fase de conquista romana peninsular. Según algunos autores, el suroeste peninsular portugués debe incluirse en la siguiente fase ocupacional, tras las Guerras Lusitanas-147 a.C de Roma contra Viriato, que se alargaron hasta el 139 a.C.

[9] 3ª fase y más importante, de la conquista romana peninsular.

[10] 4ª fase y última, de la conquista romana de la península Ibérica.

[11] Siendo los cónsules MANLIO VULSON y ATILIO REGULO los primeros romanos en pisar suelo español, en una campaña del 256 a.C. en la que trasladaron 40.000 infantes al Africa cartaginesa, a través del litoral español.

[12] Como bien manifestó ASDRUBAL, al aludir al “espíritu de caudillaje de la clientela hispánica”, cuando fue proclamado en Cástulo como general de todos los ibéricos, con plenos poderes de actuación.

[13] Un 50% del ejército de reserva cartaginés (compuesto en total por 102 naves, 46.000 infantes y 22.000 marinos).

[14] Un 33% del ejército operativo romano (compuesto por idénticos números que en sus operaciones de Sicilia y Cerdeña, y un total de 150 naves, 30.000 infantes y 3.000 jinetes).

[15] Con 80.000 infantes y 12.000 jinetes cartagineses.

[16] Según datos de TITO LIVIO.

[17] Según datos de VALERIO MAXIMO, que alude a que en ese momento las fuerzas de Roma se encontraban agotadas (lo mismo que repite PARETI, que cifra en 8.000 el número de hombres totales llegados, incluyendo todos los estamentos de la tripulación).

[18] Según datos de POLIBIO.

[19] Según BOSCH GIMPERA.

[20] Según datos de POLIBIO.

[21] A lo largo de toda la costa ibérica, hasta que este contingente de 120 soldados celtibéricos desaparezca al completo en la derrota de Cástulo-211 a.C.

[22] Pues el servicio militar abarcaba un contrato de 6 años seguidos, incluyendo veranos e inviernos.

[23] De hecho, a la muerte del último ESCIPION ningún hispanista se presentó a general, e incluso los romanistas CORNELIO y LICINIO CRASO pusieron excusas para no venir a Hispania.

[24] Según POLIBIO.

[25] Cargo que fueron ocupando sucesivamente:

-NOBILIOR, que logró reclutar otros 20.000 hombres en el 153 a.C,
-CECILIO METELO, que logró reclutar 30.000 hombres y 2.000 jinetes para el Asedio de Numancia-143 a.C,
-MANCINO, que logró reclutar otros 20.000 hombres en el 137 a.C.

[26] De 5.000 soldados cada una, sin selección previa y por sorteo,

[27] Según SCHULTEN.

[28] De hecho, el ejército consular de SERTORIO no llegaba en el 80 a.C. a los 2.700 soldados romanos y 700 auxiliares libios.

[29] Episodio que cuenta PLUTARCO. Pues SILA había aprobado por su cuenta la entrada en Hispania de su delegado CAYO ANNIO, al mano de 1 legión de 5.000 soldados. Tras lo cual, y una vez que atravesó los Pirineos, SERTORIO le salió al encuentro con 3.000 soldados, y logró vencerlo en el 79 a.C.

[30] Que en el caso de Hispania obedecieron a un doble movimiento:

-de POMPEYO, que fue enviado desde Roma para intentar controlar más de cerca a la lejana Hispania, apoyando la línea abierta por SILA (que había ido enviando con anterioridad y estrepitosamente a CAYO ANNIO, AQUINO y METELO);
-de CESAR, que acudió por su cuenta desde las Galias para intentar impedir que la línea de POMPEYO se apoderase de la bien administrada y normalizada Hispania (gobernada por SERTORIO y sus colaboradores HIRTULEYO y PERPERNA VENTO).

[31] Todas ellas con la presencia en suelo hispano de los mejores generales de que disponía Roma, según relata CICERON.

[32] Hasta la decisiva Batalla de Munda, en que las 9 legiones de CESAR destrozaron a las 6 legiones supervivientes de POMPEYO, e Hispania quedó a merced del nuevo líder romano, camino desde entonces del Rubicón-Roma.

[33] Integrado por las legiones de:

-CAYO ANNIO, llegado de la Galia el 82 a.C,
-PACCIANO, llegado de Roma el año 79 a.C,
-LUCIO MANLIO, llegado de Narbona el 78 a.C,
-AFRANIO, PETREYO, VARRON…

[34] Integrado por las legiones de:

-JULIO SALINATOR, que destrozó a Annio el 81 a.C, y se quedó a vigilar las entradas por los Pirineos,
-SERTORIO, que destrozó a Pacciano el 79 a.C,
-HIRTULEYO, que destrozó a Manlio el 78 a.C,
-PERPENA VENTO, CASIO LONGINO, CAYO FABIO…

[35] Pues el derecho de guerra romano autorizaba a vender los prisioneros.

[36] La I Augusta, la II Augusta, la IV Macedónica, la I Alauda, la VI Victrix, la IX Hispania y la X Gemina.

[37] Auténtico emporio de comercio marítimo y nº 1 en relaciones con Africa y el Atlántico, que aportó a los colonos romanos sus viejos hornos de vasijas y elaborado del garum (para ser distribuido desde allí a todo el Imperio romano).

[38] Mejor puerto de todo el Levante, y nº 1 en intercambio de mercancías con el exterior, que aportó a Roma sus ricas minas de plata de 40.000 obreros diarios y rentabilización al pueblo romano de 25.000 dracmas diarias.

[39] Verdadera joya de la civilización helénica, que aportó a los romanos llegados de Italia sus estupendas estructuras urbanísticas, como templos, teatros, stoas, esculturas, pavimentado… así como su perfecta organización social.

[40] cf. mercaba.es/enciclopediadehistoria/españa_prerromana.htm.

[41] Como fue el caso de Cástulo-Linares, las minas de La Unión, los templos de Rodas…

[42] Y no sobre un antiguo asentamiento etrusco, como bien ha demostrado ALMAGRO.

[43] Muy parecida a la de Perugia. Y es que en esta época helenística Roma continuaba con la moda etrusca de adornar las puertas de las ciudades con cabezas ornamentales (aunque con cierto carácter apotropaico, como se venía imponiendo desde la Puerta de Volterra).

[44] Pues las recientes catas efectuadas en el material de relleno de las murallas han proporcionado fragmentos de Campaniense B, que dan una cronología alrededor del año 200 a.C. Fecha que también está confirmada por la cabeza de la Torre San Magín de Tarragona.

[45] Como quedó patente en su Puerta Principal, con 2 cabezas que posiblemente representaban a las puertas del Hades y al difunto delante de ellas, simbología de que Tarraco, a pesar de ser un puerto malo, era la gran cabeza-puente de la conquista romana en Hispania.

[46] Según GARCIA BELLIDO.

[47] Pretor de la Hispania Ulterior.

[48] Por petición expresa de los propios licenciados, que pidieron al Senado romano la fundación de una colonia, con esas cualidades, para su nueva situación.

[49] Según SCHULTEN, pues su fecha de nacimiento es todavía muy discutida por THOUVENOT, BLEYE y BOSCH-GIMPERA.

[50] Hasta que el año 94 a.C. decidió destruirla completamente el cónsul DIDIO.

[51] En cuyos dominios (entre Mérida y Toledo) han sido descubiertos numerosos documentos alertando de una repentina llegada de religiosos orientales.

[52] Lo que acabó convirtiéndose en un gran foco de romanización de los vascones.

[53] Así como Acci, Asido, Astigi, Traducta, Tingis, Tucci, Norba, Salaria, Scallabis, Pax Iulia, Virtus Iulia, Castra Iulia, Castra Vinaria, Castra Gemina, Vicus Augustus, Pagus Augusti, Aqua Augusta…

[54] Según datos de ESTRABON.

[55] Sobre todo en la Hispania Citerior y la Bética, mucho más desarrolladas que el resto.

[56] Sobre las regiones lucense, cluniense, bracarense, asturicense…

[57] Según MENENDEZ PIDAL, que sigue la línea de BERTOLDI y BADDINGER.

[58] Según ROSTOVTZEFF, que cifra en 80.000 el número de estos moradores, casi todos prisioneros de la Guerra de Mitridates.

[59] Como fue el caso del norte de Hispania, del que ESTRABON dice que “su rudeza y salvajismo no se debe sólo a sus costumbres guerreras, sino también a su alejamiento. Pues los caminos marítimos y terrestres que conducen a estas tierras son largos, y esta dificultad de comunicación les ha hecho perder toda sociabilidad y toda humanidad”.

[60] ESTRABON describe minuciosamente esta Vía Hercúlea, y anota todas las rectificaciones sufridas sobre el antiguo trazado.

[61] Año en el que, según POLIBIO, los romanos terminaban de medir el último tramo de la vía y empezaban a colocar miliarios sobre ella.

[62] Según las distancias entre las diferentes estaciones de la vía que va citando POLIBIO.

[63] Según sospechas de SANCHEZ ALBORNOZ, sobre las alusiones que hace TITO LIVIO al respecto.

[64] Según MOMMSEN, entre los Pirineos y Tarragona se han hallado miliarios “como en ninguna otra provincia occidental de la República romana.

[65] Según las conclusiones a las que llega SCHULTEN, derivadas de la existencia de Castra Seruilia y Vicus Caecilius (estación más avanzada de la Sierra de Gredos).

[66] Siguiendo la ruta de los antiguos caminos tartésicos, como bien ha visto GARCIA BELLIDO.

[67] En la que han aparecido cuantiosas pinturas pompeyanas, posiblemente porque ya antes de AUGUSTO se habían comenzado obras de pavimentación.

[68] Según PARETI.

[69] Si exceptuamos el enigmático caso del 171 a.C, en que dos legados provinciales (hispanos según SANCHEZ ALBORNOZ, pero sin datos contrastados) fueron enviados por los indígenas al Senado romano, para quejarse en latín de la conducta de los magistrados romanos en Hispania.

[70] Según relata APIANO.

[71] Estudiadas y publicadas por GOMEZ MORENO.

[72] Como lo prueban los caracteres latinos impresos por los indígenas hispanos en:

-las Inscripciones de Peñalba de Villastar, Cogul, Lamas de Moledo y Cabeço das Fraguas,
-el Tesoro de Paredes de Nava,
-las Téseras de Merchana, Sasamón y Arcobriga, de cronología muy segura.

[73] Según cuenta ESTRABON.

[74] Con aniquilamiento de ciudades enteras (como fue el caso de Astapa, Alce…)

[75] Hispania Citerior (Levante y Bética) e Hispania Ulterior (Lusitania y Cantábrico).

[76] Llamados CORNELIO LENTULO y MANLIO ACIDINO.

[77] Que pasó a ser CATON.

[78] Que en ese momento eran FABIO BUTEO y MINUCIO TERMO.

[79] A veces hasta los 5-6 años de duración (como ocurrió con LENTULO y ACIDINIO).

[80] Sobre todo para los casos de guerra (como ocurrió con CETEGO, BLASIO y ESTERTINIO, a petición de los ESCIPIONES).

[81] Como fue el caso de:

-CATON en el 195 a.C, para supervisar el proceso,
-una Comisión Senotarial del 140 a.C, para tratar la paz con los celtibéricos,
-una Comisión de Expertos del 132 a.C, para ayudar a TITO DIDIO a recomponer la situación, tras la Caída de Numancia,
-LEPIDO en el 47 a.C, para poner en relación a Hispania con las Galias.

[82] Tarraconense, Cartaginense, Bética y Lusitania.

[83] Cada una cuales pasaron a ser administradas por AUGUSTO a través de 2 legados personales:

-1 pretoriano y 1 consular,
-dotados cada uno con 3 legiones y 3 legados segundos

[84] En los cuales el magistrado de justicia dictaba sentencia bajo “permisu Caesaris Angusti”.

[85] Como fue el caso de:

-los cuneos y blastofenicios, defendidos en la Lusitania por los romanos frente  al bandido Púnico y sus secuaces,
-los vacceos, autrigones y turmódigos, defendidos en Vasconia por los romanos frente a los cántabros

[86] Sobre todo entre:

-los soldados, que acababan su servicio militar, o se casaban con indígenas, o cuyos hijos mixtos pedían su derecho a tierras;

-los indígenas colaboradores, que fueron siempre bien tratados (como fue el caso de los caudillos ibéricos MOERICO y BELLIGENO, que ayudaron a MARCELO en el 212 a.C. y recibieron un generoso número de yugadas; o como fue el caso de los reyes turdetanos ATTENES y EDECON, que ofrecieron sus servicios a ESCIPION en el 209 a.C; o como fue el caso del rey CULCHAS, que entregó sus 28 ciudades y 3.500 hombres a ESCIPION en el 206 a.C);

-los indígenas conquistados, siempre asentados en las afueras de la urbe, en los llanos y no montañas (como hizo DIDIO con los habitantes de Termancia, obligándolos a trasladar su ciudad a un llano; o como hizo POMPEYO con los vascones, obligándolos a bajar de los picachos pirenáicos y estableciéndolos en la nueva Conuenae; o como hizo CESAR en la Sierra de la Estrella, donde expulsó a todos los indígenas de Mons Herminius para evitar su bandidaje), nunca en zonas fértiles, o en poblados para el caso (como hizo EMILIO PAULO en el 189 a.C. en Hasta, al decretar que todos los conquistados habitaran juntos en Torre Lascutana; o como hizo MARCO MARIO el año 102 a.C. en las afueras de Colenda, para asentar celtíberos).

De todas formas, la concesión de tierras fue suficiente por parte de Roma, “para evitar que la necesidad no impulsara a nadie al bandidaje” (como pidió CEPION al Senado romano el año 139 a.C, refiriéndose a los soldados del ejército de TARTALO).

[87] Como tuvieron que hacer:

-CRASO, que en el 96 a.C. prohibió a los bletonenses sacrificar seres humanos a los dioses,
-CESAR, que en el 69 a.C, prohibió a los gaditanos quemar vivos a los criminales.

[88] Como fueron los casos de:

-SEMPRONIO GRACO, que en el 152 a.C. envió una embajada de arévacos al Senado romano, solicitando la paz,
-CLAUDIO MARCELO, que en el 149 a.C. envió una embajada de belos al Senado romano, solicitando castigar a los titos,
-POPILIO LENAS, que en el 139 a.C. envió una embajada de numantinos al Senado romano, quejándose de la ruptura del Tratado de Paz por parte de QUINTO POMPEYO…

[89] Bajo organismos administrativos primarios, y dependencia de la administración provincial.

[90] Que también se permitió, bajo forma de entidades constitutivas del propio pueblo.

[91] Como fue el caso de las gentilidades familiares respetadas de los pelendones, carpetanos, vetones, cántabros y astures… y otras 193 a lo largo de toda la Península.

[92] En un total de 19 centurias, según RODRIGUEZ ADRADOS.

[93] Sobre todo con las capas del 5% de las cosechas de trigo, aparte del 10% de las cosechas de cereales y grandes cantidades de sal. Lo que supuso que en algunas ocasiones, como en el trigo reclutado el 203 a.C. para las Guerras Púnicas, se provocase un auténtico superávit en Roma y la subsiguiente bajada de precios.

[94] Sobre todo de plata, hierro, joyas y oro. Lo que provocó la implantación de un tribunal jurado especial que hizo el Senado romano en el 171 a.C. para juzgar los excesos en Hispania, cometidos sobre todo por:

-TITINIO, pretor de la Citerior (170-166 a.C),
-FURIO FILON, pretor de la Citerior (174-133 a.C),
-MATIELLO, pretor de la Ulterior (173 a.C).

[95] Como fue el caso de la entrega a Roma de sagos (para proteger al ejército del frío), togas y túnicas, etc.

[96] Como fue el caso general del año 179 a.C, que GRACO impuso a toda Hispania el pago de 2.400.000 sestercios.

O como fueron los casos particulares de:

-SEMPRONIO GRACO, que en el 154 a.C. impuso un tributo brutal a los habitantes de Segeda,
-CLAUDIO MARCELO, que en el 152 a.C. pidió 30 talentos de plata a la ciudad de Ocilis, y 600 a toda la comarca celtibérica,
-SERTORIO, que en el 77 a.C. pidió una simbólica cantidad a los habitantes de Contrebia…

[97] Y es que, como decía PLINIO, “el esclavo hispano era muy valorado”.

[98] Según JUSTINO.

[99] Según señaló el propio CESAR, al referirse a los pueblos de Galia y de Germania.

[100] Sobre todo por la calidad de la madera del barco, que fue mejorando a medida que los nativos de un país fueron encargándose de su construcción. Así como también favoreció la navegación segura:

-la mejora en la navegabilidad de los ríos,
-la construcción de canales fluviales adyacentes, para el repostaje.

[101] Como bien escribe PIGANIOL.

[102] Como se ve en los viajes que a Hispania hicieron:

-CAYO ANNIO, por tierra en el 82 a.C,
-PERPERNA, por mar en el 77 a.C,
-POMPEYO, por tierra en el 76 a.C,
-ANTONIO CRETICO, por mar en el 73 a.C,
-COSCONIO, por mar en el 62 a.C,
-CESAR, por tierra de Roma a Sagunto (1.500 km, en 27 días) y por mar de Gades a Marsella (en 7 días),
-AUGUSTO, por tierra de Roma a Tarraco, y por mar de Tarraco a Calpe.

[103] Sobre todo de Hispania a Italia, en que todo el correo fue enviado por mar hasta el 43 a.C, por miedo al bandidaje terrestre existente (sobre todo en Sierra Morena).

           Aunque a veces también existió bandidaje marítimo, sobre todo hasta el 202 a.C (como ocurrió en las naves de Ostia-Tarraco del año 217 a.C, casi todas apresadas por la flota cartaginesa).

[104] Como dice ESTRABON, “la excelencia de las exportaciones de Turdetania queda manifiesta en el gran número y el gran tamaño de las naves… Los mayores navíos de carga que arriban en Dicaiarcceia y Ostia proceden de aquí (Turdetania), y su número es casi igual al que viene de Libye”.

[105] Según testimonia el propio ESTRABON.

[106] De hecho, las proas de los barcos gaditanos estaban confeccionadas de forma diferente a las del resto, para que al llegar al puerto alejandrino fuesen distinguidas de las demás.

[107] Prisioneros de guerra capturados en el Norte, según nos cuenta POLIBIO.

[108] Que pudo seguir emitiendo moneda bajo el logotipo fenicio (salvo los nuevos sestercios, que debía imprimirlos bajo las leyendas de AUGUSTO y GADES).

[109] Que pudo seguir emitiendo moneda bajo el logotipo griego e ibérico (salvo los nuevos sestercios, que debía imprimirlos bajo las leyendas de AUGUSTO y AMPURIAS). Y es que la moneda ampuritana era la más antigua en acuñar caracteres ibéricos de Hispania, desde el año 250 a.C.

[110] Suprimiéndose la emisión de moneda:

-de Sagunto, que tuvo que abandonar sus trióbulos y calcos griegos, en pro de los logotipos de Tarento;
-de Saitabi, que hubo de abandonar su numerario ibérico en pro de usar el logotipo romano de un amorcillo montado en un delfín.

[111] Siendo estas 2 monedas las primeras en acuñarse fuera de Roma.

[112] Junto a la lengua indígena hasta el 45 a.C, y solamente en latín desde ese año en adelante.

[113] Aunque se permitió imprimir ciertos caracteres ibéricos, pero siempre bajo la autoridad y metrología romana.

[114] Las de Segóbriga, Bilbilis, Osca, Calagurris, Celsa, Ilerda, Turiaso, Ercavica, Cartago Nova, Caesaraugusta, Ilici, Acci, Tarraco, Iulia Romula, Itálica y Ebora.

[115] Es interesante, pues, todo el análisis realizado por VIGIL en torno a las inscripciones rituales indígenas del mundo cántabro, y al alto grado de “ausencia” romanizadora en toda la vertiente norteña peninsular. Pero las razones son obvias. Pues los pueblos del norte fueron los últimos en ser conquistados por los romanos (ya se había intentado en 138-132 a.C sin éxito), y nadie antes lo había logrado. De hecho, hasta 7 legiones tuvieron que ser movilizadas para ello, hasta que el 25 a.C. Roma alcanzara la victoria.

           Otro elemento es interesante en el análisis del profesor VIGIL. El año 23 a.C, el 100% de astures y cántabros fueron vendidos como esclavos a Aquitania, o aniquilados. AGRIPA degolló a todos los hombres con edad de llevar armas, y vendió como esclavos a los ancianos, niños y mujeres. A otros pueblos los obligó a abandonar las montañas y establecerse en los valles, para poder ser vigilados más estrechamente. ESTRABON, OVIDIO, VIRGILIO, PLINIO y OROSIO no pararán de recordar esta situación política del área norte peninsular.

            No es extraño, pues, cierta repulsa hacia lo romano en aquellas gentes, o como dice Marcelo VIGIL, que “esos grupos menores, rotos por los romanos, fueran posteriormente identificándose con el territorio ocupado, sin perder la noción de su origen y de su unidad de sangre”.

[116] En época imperial, las reformas económicas fueron n-ésimas, destacando sobre todo las de DIOCLECIANO y CONSTANTINO ante el grave peligro que suponía, políticamente para la península itálica y militarmente para el sostenimiento de las legiones, un decaimiento o devaluación de cualquier tipo de resorte económico, como la moneda, sistema de alimenta, prestamos a jóvenes, subsidios familiares… De hecho, la causa económica será una de los graves detonantes de la caída del Imperio romano.

[117] cf. BRAVO, G; Historia de la Roma Antigua, ed. Alianza, Madrid 2008, p. 67.

[118] Pone como ejemplo BENDALA.

[119] Existen, por supuesto, muchos más casos de indigenismo en la época romana en Hispania. En la Bética, y según PRESEDO, una aristócrata de Guadiaro-Cádiz adornaba una estatua de Diana con adornos semitas. Pero no dejan de ser elementos puntuales o aislados.

[120] Muestren elementos indígenas o no.

[121] Como decía BLAZQUEZ.

[122] Lo que no quita generalizar que eso ocurrió.

[123] El mes de Marzo (o de Marte, dios de la guerra) primero, y el mes de Ianuarus (o de Juno, cuyo templo quedaba abierto en tiempos de guerra) después, significaban el comienzo de todas las campañas militares, el inicio del curso militar.

[124] El ejército romano expedicionario que desembarcó en Ampurias, según datos de BLAZQUEZ, fue de 60 naves y 10.000 hombres.

[125] A ESCIPION se debe la creación de Itálica, en el año 206 a.C., para asentar los heridos del ejército romano de la Batalla de Ilipa, ciudad que puso en manos de Escipión toda la Baja Andalucía y le abrió el camino a Cádiz.