Con la Ñ de España

Dame, Señor, inteligencia y maña

para hacer este poema de España,

Tierra de María, nuestra Señora,

Tierra de olivos y viñas,

de madroños y castaños.

Desde La Coruña hasta Cataluña,

pasando por Logroño y por Iruña1,

unidos como dedo y uña,

pedimos al Señor

que el mal no meta su cuña,

pues el Bien… la Victoria ya empuña.

El mapa de España parece un corazón,

con el centro en el Señor,

Jesucristo es Nuestro Dios.

Y así de España… su entraña

es la Cruz y la espadaña.

Para España todo mi amor y cariño

desde el mayor hasta el niño,

desde el Guadalquivir hasta el Miño.

Santiago Apóstol de Campaña

nos ampara a los pueblos de España,

desde Ocaña hasta Villacañas,

desde el Coto de Doñana

hasta las Pirineas montañas,

hasta el Océano y el mar que la baña.

Con el Amor bien se apaña,

que nada malo la empaña,

nunca jamás fue tacaña

con María, mi Dueña y mi Doña,

nuestra Señora de España.

De Jesús la Compañía

con España se fundaría

con Íñigo de Loyola y con María

llenos de Paz y alegría.

Santo Domingo… español,

Santa Teresa… española,

con oración ermitaña

por los caminos de España,

amor y misterio que entrañan

los santos, mis compañeros,

las glorias grandes de España,

suben de la santidad los peldaños

siempre igual como antaño.

Formemos España una piña

con el Papa y su Primacía,

con los Obispos y su Jerarquía,

somos todos la Viña, la misma Viña,

plantada por el Señor de la Vida

y de la española campiña,

sin regaños y sin riñas.

 

Los mayores y pequeños,

imiten a Jesús el Dueño,

lleven de la Cruz el Leño,

con este cristiano diseño,

con este español gran empeño.

 

Y así los Núñez y los Ibáñez,

los Iñakis, los Muñoz y los Ordóñez,

nada a mi España la extraña,

ya que María la acompaña,

a España nada le daña,

ni el enemigo la engaña,

aunque el mal ataca con saña,

queriendo meter su cizaña

como maligna piraña.

 

Nunca será una patraña

nuestra bandera de España,

la Verdad por señal y contraseña…

el obrar que desempeña,

pues como español sí me ataña,

aunque me cueste un riñón,

todo el Amor a mi España.

Oh María, Nuestra Señora,

Nuestra Santiña de la Montiña,

la Inmaculada Niña,

Virgen bendita del Carmen, la Carmiña,

María, Nuestra Reina, Nuestra Dueña,

la Almudena madrileña,

la Victoria malagueña

y la de Peña extremeña,

o del Pilar mañica Señora,

entrañable Virgen de Begoña,

de los españoles fiel Señora,

a ti España te implora,

de ti Salvación añora,

en este año y en esta decisiva hora,

de Cristo será siempre España

ayer, hoy y mañana,

desde el Rocío y Doñana

hasta Montserrat la Montaña,

y así será heroica hazaña

dar la vida por Dios… y por España2.

 

Notas:

(1)  Iruña es el nombre vasco de Pamplona en Navarra.

(2)  Nada más añado, nada que amañar, nada que apañar.

Gustavo Johansson
sacerdote diocesano
Director espiritual de Mercabá