E.P: Hábleme de su infancia.

            Yo nací en Hamburgo, de donde eran originarios mis padres. Mi padre era pastor de la Iglesia, y un día decidió que nos trasladásemos todos de Hamburgo a Uckermark, en Brandenburgo, para predicar también en la RDA. Pues él decía que la Iglesia necesitaba pastores bien forjados en la RDA. Allí decidió abrir un seminario, para ofrecer los servicios religiosos.

E.P: Así que vivió Ud. a la sombra de un cura.

            Sí, crecí en una familia que vivía la creencia en Dios y la cercanía a la parroquia. Y esto ocupó mi tiempo y mi formación infantil. El cristianismo moldeó mi forma de vivir, y todos los lugares de mi vida.

E.P: ¿Cuáles fueron sus principales lecturas?

            Las historias bíblicas, por sus excelentes historias y ejemplos.

E.P: ¿Cómo fue esa experiencia, en la RDA?

            Nuestro lugar de residencia se llamaba Templin, en la zona de Waldhof. Allí vivimos. Lo que más recuerdo son las duras penas con que pude desarrollar mi formación académica. Porque los comunistas negaban a los cristianos la posibilidad de crecer en las fases de la educación, y tan sólo nos encomendaban a los discapacitados, diciéndonos que ahí los teníamos, para que los educásemos nosotros.

E.P: ¿Y eso?

            Muchos intelectuales tuvieron dificultades en la sociedad comunista de la RDA, por su adhesión a la fe y la Iglesia. Pues si una persona decidía profesar su fe, y ser un miembro activo de la Iglesia, podía prepararse para desventajas muy significativas. Eso afectó especialmente a la educación escolar, a la libre elección de carrera y a la obtención de títulos.

E.P: ¿Cómo fue su vida juvenil, en la RDA?

            Mi brújula interior fue siempre Dios y la Iglesia, con los que desde muy joven me comprometí. No obstante, la mayoría de los jóvenes rechazaban esas opciones, y no fue fácil defender mi posición. Sobre todo cuando asistí a la catequesis de confirmación.

E.P: ¿Y que le aportó esa experiencia?

            Aprendí que se puede ser correcta, y al mismo tiempo pensar y decidir de manera diferente al resto de personas. Esa idea me ayudó mucho en aquel momento, y también sirve para hoy día, en que todo parece indiferente para la mayoría. Porque no todo es indiferente, y sí vale la pena trabajar por objetivos específicos.

E.P: Veo que es Ud. crítica.

            Mi fe me permite cuestionar críticamente muchas cosas. De hecho, Jesucristo también examinó críticamente todo lo existente, y nunca estuvo satisfecho con las condiciones existentes, ni seculares ni religiosas.

E.P: Veo que se parecen ambos en eso.

            Jesucristo fue sorprendentemente diferente a los demás, y por eso daba a las personas las soluciones a sus preguntas. Y también fue diferente por su forma de vivir, y la manera con que trataba a las personas. Él se dirigió a la gente con palabras claras, inequívocas y simples. Palabras que se limitaban a lo esencial, y ponían lo esencial a la vista de todos. Hoy en día, él sigue siendo un salvavidas para muchas personas, en sus horas débiles.

E.P: ¿Cuál podría ser su leit motiv?

            Distinguir lo esencial de lo no esencial, mirando al ser humano. Y dejar claro que todos tenemos dignidad, incluso aquellos a los que calificamos de impuros, y no lo son. Por eso vale la pena vivir.

E.P: Y eso, ¿le mueve a seguir luchando?

            Yo me tomo muy en serio los conflictos, y mi capacidad para lidiar con ellos. Porque no hay soluciones simples y rápidas a los problemas tan complejos de nuestro tiempo, y menos en el campo de la política. Me desconcierta ver que la gente quiera obtener resultados de forma rápida, cuando hay cuestiones difíciles que requieren respuestas sosegadas, para poder vivir todos en paz. A veces, también hay que ser capaz de soportar opiniones contradictorias, incluso provenientes de las propias filas.

E.P: ¿En las propias filas?

            Sí, a veces me gustaría que la gente de mi propio partido cultivara más este enfoque abiertamente cristiano.

E.P: ¿Y no le podría traer eso algún que otro desaire?

            Sí, especialmente por el coraje y fuerza con que expreso lo que pienso, no solo en privado sino también abiertamente, en el mundo de los negocios y de la política.

E.P: ¿Qué dirección debería emprender el mundo actual?

            Yo diría que la vuelta a la raíz cristiana, y también una cultura bien desarrollada. Esas podrían ser dos buenas brújulas, para esta era y momentos decisivos. Los Diez Mandamientos podrían ser una buena base para la vida social, por su doble mandamiento del amor. Y también tener todos el poder creativo, para captar e imponer los cambios necesarios, que necesitan hoy todas las fases de la vida.

 

* Angela Dorotea Merkel (Hamburgo 1954) es la actual canciller de Alemania desde el año 2005, aparte de haber sido presidenta de la UE en 2007, presidenta del G8 en 2007-08 y 2015-16 y presidenta actual de la CDU alemana. Doctora en Física Cuántica por la Universidad de Leipzig (RDA), con sobresaliente en su tesis doctoral Reacción Biomolecular a Velocidades espaciales, trabajó Merkel de fisico-química en varias empresas alemanas, hasta que decidió dar su paso hacia la política en 1990, tras la caída del Muro de Berlín y como joven ministra de Juventud nombrada por Helmut Kohl. Sucesora de Kohl en 1998 para la CDU, se presentó al Bundesrat en 2002 (rompiendo su mayoría rojiverde) y Bundestag en 2005 (arrasando a todos los oponentes), como 1ª mujer presidenta y canciller de la República Alemana. Casada tardíamente en 1998 con su marido Joachim, del que dice ser una “gran ayuda para no alejarme de la vida normal”, no ha podido tener Merkel hijos durante su vida, a pesar de “amar profundamente todos los aspectos de la vida familiar”.