E.P: Viene Ud. muy temprano a la cita.

            Bueno, me levanté para ello a las 2:30 de la mañana.

E.P: ¿Y para qué se levanta a esa hora?

            Sí, estoy bastante derrotado en este momento, ja, ja. Pero me queda el resto del día, y es la mejor manera de comenzar el día. Todos están dormidos, y puedes ir preparando todas las cosas con tranquilidad.

E.P: ¿Es esa su costumbre diaria?

            Sí, aquí en Los Ángeles. Pues éste puede ser un lugar muy malo si pasas todas las noches por ahí, y te vas metiendo en nuevos ambientes. Yo prefiero acostarme y levantarme temprano. Por la mañana, empiezo el día con la oración, voy a hacer ejercicio al campo de golf, vuelvo a casa y desayuno con mi familia. Aquí hace buen tiempo, y hacer todo eso es bastante agradable.

E.P: ¿Y eso de la vida nocturna, aquí en Los Ángeles?

            Bueno, me refería al peligro de quedar atrapado en el mundillo de la fiesta y vida nocturna. Pero eso puede suceder en cualquier lugar de Estados Unidos, o en cualquier campus universitario.

E.P: ¿Se siente Ud. afortunado, aquí en Hollywood?

            Sí, de eso me di cuenta desde el principio. Tuve una oportunidad para trabajar en este mundo, y no quise arruinarla. Pero aquí hay que estar lo más preparado posible, para hacer el mejor trabajo posible.

            También es verdad que Hollywood me permite hacer lo que quiero, y llevar mi vida personal y espiritual de la manera que quiera. Fui muy afortunado al tener esta oportunidad, y eso lo agradeceré siempre, trabajando al máximo todos los días y lo más duro que pueda.

E.P: Hábleme de su infancia y juventud.

            De niño solía faltar a la escuela, y de joven empecé a meterme en los problemas callejeros de Boston, consumiendo droga y teniendo problemas con la policía, al saltarme más de 20 veces la ley. Fui enviado a prisión a los 16 años por un asalto y robo violento, y en la cárcel fue muy difícil para mí estar todo el día de espaldas y contra la pared. Sin embargo, un día fui a hablar con el padre Jim Flavin, y mi vida comenzó a cambiar.

E.P: Y eso, ¿es normal para un joven?

            Mucha gente se mete en problemas, y va a la cárcel por ello. Yo intentaré agradecer siempre a Dios todas sus bendiciones. Si todo terminara hoy, ya estaría feliz, pues Dios me ha permitido hacer un viaje increíble en la vida. Eso sí, me gustaría compensar los errores que cometí, y el dolor por el que hice pasar a muchas personas.

E.P: Entonces, ¿confía Ud. en las personas?

            Sí, para que me mantengan en el camino correcto, y siempre me digan la verdad sobre lo que tengo que hacer. Yo tuve un amigo que me ayudó a poner las cosas en perspectiva, que me dijo: "realmente no sabes lo importante que es Dios, y no lo aprecias con todo lo que tienes".

            Mucha gente no quiere escuchar esto, pero es importante, ¿sabes? Incluso si estás disparando a toda máquina en una película, y crees que las cosas van bien, a veces necesitas a alguien que hable con realismo contigo.

E.P: ¿Qué intenta Ud. transmitir en sus películas?

            Trato que la gente sienta que soy auténtico, y en cada papel que interpreto intento ser yo mismo.

E.P: ¿Y cuál es la manera de conseguirlo?

            Trabajar mucho y darlo todo, de forma gratificante e incluso cuando las cosas no salen como quieres. Así te sientes mejor, cuando has hecho todo lo posible por lograr los objetivos del director y la productora. Es mucho mejor cuando se gana, pero también hay que seguir trabajando cuando no se gana.

E.P: Hábleme de Instant Family, su última película.

            Se trata de una nueva comedia que coprotagonizo con Rose Byrne, basada en la historia real de Sean Anders. En ella, Byrne y yo interpretamos a una esposa y un esposo que deciden adoptar a tres niños, una de 15 años y sus dos hermanos pequeños.

            En la película aparece el enamoramiento de la pareja, los momentos de su luna de miel y los momentos difíciles de su convivencia. Con la llegada de los niños, vuelven a enamorarse locamente el uno del otro, y empiezan a luchar por esos niños.

            Cuando la gente salga de ver esta película, ya te digo que tendrá la sonrisa más grande que hayas visto. Creo que las tasas de adopción van a ir por las nubes.

E.P: Hábleme de Patriot's Day, del año pasado sobre los atentados de Boston.

            Se trata de un proyecto cercano a mi corazón, debido a la forma en que mi ciudad natal se unió tras el ataque. Me llenó de orgullo que me llamaran para la Bostoniana.

E.P: ¿Qué sintió Ud. el día de ese atentado?

            Me golpeé el pecho, al igual que lo haría seguramente Larry Bird y todos los Patriots juntos. Pero ese día surgió en Boston un amor y una fuerza muy poderosos, y gracias a eso pudimos salir adelante. Un evento horrible fue capaz de eso, de irradiar tanto amor a los bostonianos.

E.P: ¿Está trabajando otra vez con David Russell?

            Sí, con él ya he trabajado en The Fighter, Three Kings y I Heart Huckabees. En este caso, se trata de la película biográfica del padre Stu Long, el boxeador convertido en sacerdote que se convirtió en una figura muy querida alrededor de su casa en Helena (Montana), y que inspiró a miles de personas cuando una enfermedad degenerativa se comió sus músculos. De hecho, tanto impactó su ejemplo que intentaron convertirlo en santo.

E.P: ¿Qué es lo más importante de su vida?

            La fe y mi familia. Esas dos cosas me permiten ser feliz en las cosas que hago. Yo me centro en ser un buen siervo de Dios, así como buen esposo y padre de familia.

E.P: Veo que es Ud. religioso.

            Yo soy católico practicante, con asistencia a la iglesia y a la oración diaria. De Dios saco las fuerzas, y él impulsa mi vida diaria. La fe es la parte más importante de mi vida. Nunca hubiera podido cambiar mi vida, ni tener el amor que tengo, sin la fe.

E.P: Y por lo que veo, también es practicante.

            Voy a la iglesia todos los días. Así es como empiezo mi día. Me gusta estar allí por unos 15 ó 20 minutos, y decir mis oraciones.

E.P: ¿Y qué le reza a Dios?

            Rezo para ser un buen padre, un buen esposo, un buen hijo, un buen amigo, un buen hermano, un buen tío y un buen vecino. Y también rezo por los menos afortunados, por aquellos que necesitan ayuda y orientación.

            Mis oraciones diarias están inspiradas en un devocional filipino de 365 días, que un amigo me regaló hace 8 ó 9 años. Me gustó tanto ese regalo, que le pedí a mi esposa que me buscara otra copia del libro. Ella lo consigue para mí todas las Navidades, y me lo regala cada 1 de enero. Pero también se compra otros dos para ella: uno para su mesita de noche y otro para llevar en su bolso mientras viaja.

E.P: ¿Y no le da corte estar en la iglesia, en medio de la gente?

            Cuando estoy en la iglesia, la gente se acercará a mí y me dice: "¿te importa si me siento y rezo contigo?". Y comenzamos a rezar entre los dos. Entonces, a partir de esa oración, salgo y trato de conquistar el día.

E.P: Se dice que una noche en Nueva York, Ud. canceló una obra en Broadway por ir a la iglesia.

            Sabes, necesitaba terminar el día así. Eso fue todo.

E.P: ¿Y si tuviera que cambiar de lugar, costumbres o personas?

            Sería todo drásticamente diferente, y ciertamente no sería feliz, ni igual de positivo y productivo que lo soy ahora.

E.P: Hábleme de su familia.

            Tengo dos espacios de dos horas al día, reservados para Rea y para mi hijos.           

E.P: ¿Y qué les gusta hacer en sus días libres?

            Si los niños han sido buenos, tendré rosquillas preparadas para ellos a las 6:30 de la mañana, y les diré: "¡dejad que mamá duerma!". Luego iré a la iglesia a las 7:30, y todos estarán desayunando cuando regrese a casa. Luego iremos a la iglesia nuevamente, a la misa de 10:30. Y si las cosas no están demasiado agitadas, pasaremos el resto del día jugando con los niños. Será un lindo día familiar.

E.P: ¿Qué legado le gustaría dejar?

            Lo más importante de tener éxito es tu servicio a la comunidad, a la Iglesia y a tu familia. A mí me gustaría ser una influencia positiva para la vida de las personas. No hay nada que no puedas lograr, si estás dispuesto y haces tu trabajo.

 

* Mark Robert Wahlberg nació en Boston en 1971, en el seno de una familia católica de ascendencia irlandesa, y en la que él era el más pequeño de sus 9 hermanos. Escapado de clase cada dos por tres, el pequeño Marky se unió al grupo rapero New Kids on the Block, con el que obtuvo la fama mundial y fue calificado a sus 15 años como el nuevo sex symbol de la juventud. No obstante, su vida alocada acabó llevándole a un robo callejero, y éste a la cárcel, con apenas 16 años. Salido de la cárcel, cambió su vida de forma radical, adentrándose en el mundo del cine y obteniendo en todos los concursos de los años 90 el nº1 de la belleza mundial, del mayor encanto y del sex symbol, por delante de Brad Pitt, George Clooney, Leonardo Di Caprio, Cameron Díaz y Pamela Anderson. No obstante, su vida de fe no volvió nunca a las andadas juveniles, sino que se comprometió con su esposa Rea y sus 4 hijos, a los que dedica todo su tiempo y dedicación, así como a su parroquia Good Sheperd de Beverly Hills, en Los Ángeles.