ÉTICA
SOCIAL
a)
Metodología
b)
Persona humana
c)
Ley y Conciencia
d)
Libertad y Responsabilidad
f)
Familia
g)
h)
Economía
La ética social consiste en el conjunto de enseñanzas
del magisterio pontificio y conciliar, que se han ido plasmando[1]
sobre la cuestión contemporánea social[2].
La ética social reflexiona, pues, sobre
todo lo contemporáneo, siguiendo la estructura de: criterios de
juicio + principios originarios y secundarios + pautas de acción.
Conviene distinguir que, dentro de la ética social, se
puede hablar de:
-doctrina
social de la Iglesia, en base al magisterio pontificio,
-doctrina
social católica, en base al magisterio conciliar y episcopal.
Dentro de la historia de la ética social, se puede hablar de 3 periodos:
-de
1891 a 1922, de León XIII a Benedicto XV, sobre la nueva realidad económica,
-de
1922 a 1963, de Pío XI a Juan XXIII, sobre la paz y totalitarismos políticos,
-de
1963 a hoy día, de Pablo VI a Benedicto XVI, sobre los desafíos de la bioética.
El periodo leoniano[3]
fue gestado a finales de la I Revolución industrial-1890, y tuvo sus momentos
álgidos en los procesos de descolonización-1900, I Guerra Mundial-1914,
Revolución bolchevique-1917. Destacó la encíclica Rerum Novarum-1891, en que León XIII convulsiona el mundo y provoca
la adhesión del mundo sindical[4].
El periodo piano[5]
fue gestado a inicios de la Unión Soviética-1922, y tuvo sus momentos álgidos
en la Crisis financiera-1929, II Guerra Mundial-1939[6],
Guerra Fría-1945, Derechos de la ONU-1948, Estado de Israel-1948, Unión
Europea-1957.
El periodo paulino[7]
fue gestado por el Concilio Vaticano II-1965, y tuvo sus momentos álgidos en la
Conquista de la Luna-1969, Caída del Comunismo-1989, Crisis de
Occidente-2008…
La ética social goza de legitimidad:
-ad
intra, por educar a sus católicos[8],
-ad
extra, invitando a los hombres de buena voluntad
La
ética social bebe de 2 fuentes
principales:
-la
razón natural[10],
como elemento pre-jurídico y pre-político,
-la
revelación divino-positiva
La ética social tiene 6 características:
-inducción[12],
y no método meramente deductivo,
-asimilación
-elaboración
sucesiva[14],
y no instantánea,
-continuidad
y progreso
-vida
práctica
Enjuician los contextos en que se mueve el hombre, analizando lo que es
beneficioso y lo que puede ser perjudicial. Los criterios que enjuicia la ética
social son:
-conocimiento
cierto del objeto[17],
-capacitación
de la persona
-formación
de la conciencia
-ejercicio
de la prudencia
Consisten en la serie de pasos que da la ética social para aproximarse
lo más posible a la solución acertada. Son pautas de acción de la ética
social:
-respeto
al hombre[21],
-ejercicio
del diálogo
-lucha
por la justicia
-experiencia
de la vida
-compromiso
político
Son todos ellos universales, inamovibles e inmutables. Ahora bien, pueden
ser originarios (de 1º grado), o derivados (de 2º grado).
Son principios originarios de la ética
social:
-principio
teológico[26],
-principio
cristológico
-principio
antropológico
-principio
de orden natural
Son principios derivados de la ética
social:
-principio
de solidaridad[30],
-principio
del bien común
-principio
de subsidiaridad
-principio
de participación del gobernado
-principio
de estructura orgánica social
-principio
de justicia social
Dice
la Biblia que al principio creó
Dios los cielos y la tierra. Dios creó todas las cosas de la nada, con sabiduría
y con bondad, y se las encomendó al hombre, al que creó a su imagen y
semejanza, y al que le reveló su voluntad divina.
Anteriormente,
Dios ya había creado también al gran ejército de los ángeles (seres sólo
espirituales) para que guardaran a sus hijos los hombres en su peregrinar por la
tierra.
Además
de la creación, Dios dio también a todas las cosas la capacidad de evolucionar. Ahora
bien, la evolución se produce sólo en las criaturas materiales, y nunca lo
hace en el alma espiritual, que es creada directamente por Dios para cada
persona.
En
este mundo creado por Dios, vemos que existen multitud de cosas que podemos ver
y tocar (los sentidos, los instintos, los sentimientos…). Son el conjunto de
las cosas
materiales que Dios dejó al hombre para que las disfrutara y
utilizara.
No
obstante, Dios también creó otra serie de cosas
espirituales (que no vemos ni tocamos, pero sí sentimos), que no
caducarán con este mundo, y que revelan la gran dignidad que lleva dentro el
hombre. Son la alegría, la inteligencia, el arte, los idiomas… que hacen al
ser humano distinto a todo lo demás.
El
hombre, en cuanto persona humana, está compuesto de dos elementos totalmente
distintos, y que son:
-Cuerpo.
Es la parte material de la persona (uñas, ojos, tobillos…), que nace, crece,
se reproduce y que acabará muriendo y descomponiéndose.
-Alma.
Es la parte espiritual (divina) de la persona, que es creada directamente por
Dios para cada persona, y que es única, diferente e irrepetible. El alma no
nace, no crece, no se reproduce y no acabará muriendo ni descomponiéndose.
Volverá a Dios, que decidirá su forma y su destino.
Al
principio, vio Dios que no era bueno que el hombre estuviera solo. Decidió
entonces Dios crear a la mujer como una ayuda adecuada a ese hombre que había
creado, y para que el hombre pudiera cuidar de la tierra.
El
hombre y la mujer son iguales
en cuanto que tienen los mismos derechos y las mismas oportunidades (estudios,
familia, trabajo…), ya sean de diferente cultura, credo o edad.
Y
son diferentes
en cuanto que tienen diferentes funciones, psicología y formas de ser, y se
necesitan el uno al otro para complementarse y enriquecerse.
En
el principio, Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y le comunicó “su
espíritu”. Este espíritu que Dios introdujo en el hombre fue su imagen y su
semejanza.
Tener
la imagen
de Dios significa tener su misma forma, sus mismas cualidades sin falta de
ninguna, y no perder este privilegio por ninguna circunstancia de la vida.
Ser
semejantes
a Dios quiere decir que esta imagen de Dios se puede acrecentar (haciendo el
bien, su voluntad) o se puede disminuir (haciendo el mal, lo contrario a su
voluntad).
Desde
siempre, en el hombre ha habido un deseo
de felicidad ilimitada. Esta felicidad que siempre el hombre ha deseado debe
estar basada en:
-el
buen uso de las cosas[36],
-el
respeto absoluto por los bienes ajenos
Ahora
bien, la felicidad en este mundo sólo puede ser conseguida de forma agridulce y de forma
relativa, pues sólo en el otro mundo está la otra cara de la moneda de lo que
aquí nos falta por entender.
En
la vida de las personas, vemos que todas las cosas tienen una finalidad y una
utilidad, y que todo precisa un orden adecuado para su mejor funcionamiento. Todo por
dentro, por fuera, y para que mejor convenga, requiere unos mecanismos que
podemos llamar ley.
La
ley es el conjunto de mecanismos que permiten un mejor funcionamiento de todas
las cosas. Para que algo sea ley, debe reunir ese algo 3 reglas o grados de preceptos:
-primarios.
Tiene que ser universalísima y evidente para todos[38];
-secundarios.
Tiene que ser conocida casi sin esfuerzo de nadie
-remotos.
Debe sacar conclusiones, obtenidas de los casos anteriores, y fruto del
razonamiento
La
ley eterna
es la ordenación del universo que Dios estableció cuando creó el mundo. La
ley eterna:
-pertenece
a Dios,
-decide
el destino del universo y el orden de todas las cosas,
-no
cambia nunca.
Un
ejemplo lo tenemos el gigantesco y perfectísimo funcionamiento de todos los
astros. Con más de 200.000 billones de estrellas conocidas… todo guarda su
equilibrio, velocidad, gravedad, sin precipitarse ni caer en la confusión.
Aparte
de la ley que Dios dio a todo el universo, también quiso Dios dar a cada cosa
particular sus propias reglas de funcionamiento. Estas reglas interiores de cada
cosa natural se llama ley
natural, y son invisibles, están escritas en el corazón de cada
criatura natural, y se manifiestan por fuera en que siempre siguen unas mismas
pautas. La ley natural:
-pertenece
a la naturaleza,
-decide
lo que se puede hacer o no,
-no
cambia nunca.
Un
ejemplo lo tenemos en el curso de los ríos, que nadie sabe por qué pero
siempre sigue y seguirá su cauce, o en el nacimiento de las personas, que
siempre lo hacemos con 2 brazos, 2 ojos, 2 pies…
Las
leyes humanas
son las que han sido promulgadas por la legítima autoridad, en orden al bien
común. La legítima autoridad tiene que ser elegida democráticamente, y no
excederse de sus competencias. Y el bien común tiene que ser fruto del
razonamiento, y no del capricho personal. Las leyes humanas:
-pertenecen
a los gobiernos,
-deciden
lo que es razonable o no,
-pueden
y deben cambiar con el tiempo.
Un
ejemplo le tenemos en las señales de circulación. Hoy un gobernante pone el
stop aquí, pero mañana otro distinto lo puede poner allá.
Todas
las leyes humanas tienen que ser respetadas y obedecidas. Sólo existen dos
casos de incumplimiento:
-la
objeción de conciencia. Sólo en el caso de que violen mi intimidad privada
o religiosa;
-la
insumisión. Sólo si atenta contra la ley natural o eterna.
La
ley cristiana
consiste en el decálogo que Dios dictó a Moisés, que se ha ido perfeccionando
sucesivamente en la revelación, y que culminó con la venida de Cristo al mundo
y su doble mandamiento del amor. La ley cristiana:
-pertenece
a Jesucristo,
-decide
lo que está bien y lo que está mal,
-es
aplicada por la Iglesia.
Los
10 mandamientos son el núcleo de la ley cristiana. Fueron dictados por Dios,
ninguna autoridad y nunca los podrá modificar, y la Iglesia es la encargada de
custodiarlos, explicarlos y actualizarlos.
La
brújula es un pequeño instrumento muy útil. Su aguja orienta siempre hacia el norte, y
con eso se sabe por dónde ir en un camino. Dentro de nosotros tenemos algo
semejante a una brújula, que nos indica lo que está bien y lo que está mal:
es la conciencia.
La
conciencia, por tanto, es la que juzga
nuestras propias acciones, la capacidad espiritual (invisible) que todos tenemos
de saber, recordar o advertir, si algo lo hemos hecho bien o mal.
Para
que esta capacidad nos oriente siempre bien y nos dé un juicio en buen estado,
debe ser alimentada, cuidada y respetada por parte nuestra (la brújula puede
envejecer, estropearse o romperse). Es la necesidad de educar la conciencia.
Las
personas somos distintas unas a otras, y no hay dos personas iguales. Sin
embargo, en las formas
de razonar sí que se pueden establecer distintos grupos o maneras de
pensar (el escrupuloso que sigue medicamentándose aunque ya esté sano, el
desconfiado que cree que el médico lo va a envenenar…).
Hay
5 tipos de conciencia:
-verdadera.
Es la que juzga rectamente, y acierta con lo que ha sucedido;
-errónea.
Es la que toma lo malo por bueno, y se queda tal cual, equivocando y sin
importarle a la persona;
-culpable.
Es la que no ha querido enterarse de la verdad, ya sea por descuido, negligencia
o maldad;
-inculpable.
Es la que nunca ha oído la verdad, y sí que rectificaría en una siguiente
oportunidad;
-dudosa.
Es la que no sabe a qué atenerse, no sabe cómo actuar.
En
caso de conciencia dudosa, hay siempre que hacer “el mal menor” o “lo
menos arriesgado”.
El
objeto
de la acción es la acción concreta que se realiza, y es independiente de todo
lo demás, finalidad o circunstancias. Y es que una acción:
-o
es buena en sí misma[41],
-o
es mala en sí misma
El
objeto de la acción responde al “qué” se ha hecho, y es lo más importante
para que una acción sea buena o mala.
El
fin
de la acción es la intención que se propone la persona al actuar. No es lo más
importante (lo más importante es qué se realiza), pues:
-el
fin no justifica los medios,
-algo
no depende de la intención con que se ha hecho.
El
fin de la acción responde al “para qué” y “por qué” se ha hecho algo,
y apunta al deseo y a la manera de conseguirlo.
Las
circunstancias
de la acción son los elementos accidentales de la acción, e influyen sólo de
modo secundario en la moralidad de los actos. Responden al:
-quién
lo ha hecho[43],
-dónde
se ha hecho
-cómo
se ha hecho
En
algunas ocasiones el papel de las circunstancias sí puede llegar a modificar
profundamente el relato de los hechos.
Para
que un acto sea realmente humano, y así pueda ser moralmente bueno, es preciso
que la persona lo realice libremente.
La
libertad,
pues, es la capacidad que tenemos para obrar de una manera u otra. Nosotros,
porque así Dios lo ha querido, podemos decidir si queremos una cosa o la otra.
Ahora bien, la libertad:
-debe
ajustarse a la verdad,
-debe
escoger siempre lo mejor,
-requiere
llevar un orden en el uso de las cosas.
No
obstante, las obras que libremente realizamos pueden ser buenas o malas. El libertinaje
y, como consecuencia toda obra mala, es el resultado del mal uso de la libertad.
El libertinaje, como mal uso de la libertad, lleva a:
-imperfecciones:
errores, meteduras de pata, y toda serie de torpezas;
-vicios:
malos hábitos, que se adquieren yendo por malos caminos.
Se
calcula que por cada año de vicio o pasión desordenada, yendo por malos
caminos, se requiere 4 años de virtud o ejercicio contrario para estar
totalmente curados.
Para
que un acto sea plenamente libre, y no mediatizado ni obligado por nada ni
nadie, se requiere en primer lugar que se sepa claramente lo que se está
haciendo.
El
conocimiento
es el ejercicio que hace la inteligencia (que todos tenemos), y que de forma
consciente o refleja:
-nos
da noticia de lo que hacemos,
-nos
advierte los pros y las contras.
Nuestro
conocimiento de las cosas es independiente de que nos interesen o no, y siempre
intenta favorecernos en el ejercicio de los actos y antes de ponernos a hacer
algo.
Una
vez que el conocimiento nos ha dado la noticia del hecho que vamos a hacer o
estamos haciendo, todas las personas poseemos otra capacidad, llamada
consentimiento, y que consiste en aceptar totalmente las consecuencias de lo que
hemos o estamos realizando. El consentimiento
es el ejercicio que hace nuestra voluntad (no la inteligencia) y que con más o
menos ganas:
-acepta
las consecuencias de lo que hacemos,
-admite
estar implicados totalmente en lo realizado.
El
consentimiento es necesario para que algo lo hayamos hecho porque hemos querido,
porque nada nos lo ha impuesto, y porque hemos sido totalmente libres.
La
libertad que gozamos las personas lleva consigo que cada uno es responsable del uso
personal que hace de ella. Por otro lado, también la sociedad es
responsable del destino
de los demás, que han puesto en ella toda su confianza.
La
responsabilidad, pues:
-es
el buen uso o no de la libertad,
-es
independiente de lo que se piense o entienda,
-debe
ser premiada o castigada.
En
ocasiones, habrá decisiones
responsables que no serán reconocidas[46],
y en otros casos sucederá que graves irresponsabilidades quedarán impunes[47]
o no serán tan mal vistas[48].
La
responsabilidad
propia es la que tenemos cada uno de nosotros, y consiste en que cada
uno tiene que responder de sus propias obligaciones[49].
La responsabilidad propia puede ser:
-culpable,
cuando se ha descuidado, omitido o desvirtuado, por pereza o negligencia;
-inculpable,
si ha faltado la entera libertad para ejercerla plenamente.
Cada
uno debe dar cuenta de sus actos, y para ello no debe dejarse llevar de lo que
se vea o piense la gente, de si estará bien visto o no.
La
responsabilidad
común es la que tenemos todos los ciudadanos como sociedad, y
consiste en que todos somos responsables del destino de todos, en que todos
tenemos que colaborar para crear un bien común que luego a todos nos pueda
beneficiar[50].
Los que tienen la responsabilidad del bien común son culpables si:
-han
sido cómplices, y no han evitado el mal que sí podían haber evitado[51];
-han
escandalizado, y han hecho el mal con los medios públicos
Hemos
visto hasta ahora cómo la moralidad de los actos se mide por la objetividad[53].
No obstante, también se requiere tener plena libertad y el juicio de conciencia
que ha hecho el sujeto sobre su acción. Entonces, ¿se podría pensar que el
bien o el mal son según me parece a mí? El subjetivismo
nos dice que:
-las
cosas son como son, no como me parezcan a mí,
-mi
opinión sí es importante,
-la
realidad es más importante que mi opinión.
Por
tanto, yo no puedo poner mi opinión por encima de lo que deba ser, y una acción
no depende de si a mí me parece bien o mal.
Ahora
bien. Quien colabora a sabiendas en el mal que comete otra persona actúa mal, y
comete el mismo pecado que el que peca. “Yo no he hecho el mal, pero he
ayudado a que otro sí lo hiciera”. La cooperación
al mal puede ser de dos maneras:
-cooperación
formal, cuando se colabora voluntariamente con el mal[54];
-cooperación
material, cuando se ha colaborado con el mal pero no se quiere lo que se está
realizando[55].
Es
la ciencia que estudia el comportamiento ético en el uso de la vida. Inyecta los
principios morales para defender y mejorar sanamente la vida:
-desde
el nacimiento: desde el primer segundo en que un embrión es concebido;
-en
el crecimiento: en el momento de la fecundación, de la procreación, a lo
largo de las etapas de la vida, y en el uso médico de la salud;
-hasta
el momento de la muerte: concluyendo la vida con dignidad, dando ejemplo en
el dolor, y nunca muriendo como animales o con intereses egoístas.
La
bioética no puede anteponer la ciencia a la vida, y no puede experimentar con
personas, bebés o embriones. Aunque sí
admite la parvedad de materia (o distintos
grados en el uso o abuso de la vida).
La
vida se nos ha dado para preservarla y para comunicarla a los demás. Se puede
llegar incluso al caso de tener que morir por el bien de los demás.
Consiste
en desear el
mal a otro. “Habéis oído que se dijo no matarás -dice la
Biblia-. Pues Yo os digo: todo el que se encolerice contra su hermano, será reo
ante el tribunal”. Y es que la vida humana es sagrada, imagen de Dios, y se
nos ha dado para amar.
Son
atentados frutos del odio:
-riña:
formar altercados con alguien;
-infanticidio:
abusar de un niño;
-fratricidio:
pelearse con un hermano;
-parricidio:
maltratar a un padre.
El
odio no es normal, pues las personas nacemos por amor y para amar. El odio sale de
dentro del hombre, de
perder la cabeza, o de
fracasos sentimentales en el amor, y es lo que puede hacer malvada a
una persona, o crear una doble personalidad.
Es
el mal que cometen tanto el que mata como los que cooperan o están de acuerdo.
Consiste en quitar
la vida a alguien, ya sea:
-asesinato:
de forma directa;
-complicidad:
no queriendo evitarlo;
-suicidio:
aunque sea la propia vida.
O
quitar la
libertad a otro, como es:
-heridas:
mutilar o lesionar la salud;
-secuestro:
encerrar a una persona;
-tortura:
atormentar o angustiar a alguien;
-toma
de rehenes: retener en contra de su voluntad;
-velocidad
temeraria: poner en peligro la seguridad vial, marítima o aérea.
Existe
un caso dudoso
de homicidio, que hoy está mal pero puede que en otra época o circunstancia,
no:
-pena
de muerte: hoy día, vengarse de un delincuente.
Y
existe un caso
permitido, si se han agotado antes todas las posibilidades:
-legítima
defensa: quitar la vida al agresor que me ataca.
Consiste
en matar al
bebé en
el seno materno. No tiene excusa alguna, y está castigado por la
Iglesia con la pena de excomunión. El aborto atenta contra:
-la
ley eterna: al manipular los planes de Dios;
-la
ley natural: que requiere cuidar y no matar a los seres inocentes;
-la
ley humana: pues la vida es un derecho por encima del capricho personal.
“Si alguien no quiere a su bebé, que me lo dé a mí”, decía Madre
Teresa de Calcuta a todos los presidentes de gobierno del mundo entero.
Consiste
en la medida médica de matar
al enfermo terminal. Es siempre y en todos los casos inmoral. Puede
ser:
-directa:
inyectando sustancias que matan al enfermo;
-indirecta:
desconectando las ayudas médicas que mantienen al enfermo.
La
medicina
existe sólo para curar, y nunca para otros fines. El dolor se puede curar con
calmantes, y si una persona está sufriendo se le puede curar el sufrimiento,
pero no otra cosa.
Todas
las personas tenemos el derecho a morir con dignidad,
a seguir el ciclo natural de la vida, y a dar ejemplo a los demás de saber
enfrentarnos al dolor y a la muerte, recibiendo en esos momentos más cariño
y dedicación.
La
vida humana, y toda vida en general, existen para ser defendida y cuidada. Todo
maltrato, acabe o no con la vida, atenta contra su dignidad.
La
droga es el acto por el que se envicia
la persona a malas costumbres y se deteriora
la salud. Incluye:
-drogas
duras: sustancias narcóticas o estupefacientes (siempre);
-drogas
sintéticas: mezclas químicas de las anteriores o con variantes (siempre);
-drogas
blandas: tabaco, alcohol o medicamentos (si se abusa o se utiliza mal).
La
droga:
-esclaviza
totalmente la voluntad y libertad,
-deteriora
seriamente la salud y personalidad,
-no
alcanza ni se interpone en la afectividad.
Consiste
en luchar por
ideas políticas, raciales, comarcales, sin respetar los ideales de
otros y eliminando para ello la convivencia pacífica.
Se
puede considerar que una guerra es justa sólo si cumple estrictamente:
-el
agresor es injusto,
-se
han agotado todos los recursos,
-se
va a conseguir un bien mayor,
-no
se utilizan medios desproporcionados.
Son
actos de guerra:
-sedición:
formar pandas peligrosas;
-terrorismo:
infundir terror para conseguir objetivos;
-tráfico
de armas: armarse más de lo necesario;
-destrucción:
arrasar las cosas de otro;
-desmembración:
dividir la unidad de otro;
-subversión:
desordenar la armonía entre todos;
-conspiración:
conjurarse entre ambos contra alguien;
-sublevación:
alzarse rebeldemente contra algo;
-racismo:
odiar y perseguir a una raza;
-nazismo:
creer que una raza es la mejor;
-esclavitud:
dominar por la fuerza a otro.
“En
el principio, vio Dios que no era bueno que el hombre viviese solo”, nos dice
la Biblia. Así, “decidió Dios darle al hombre una ayuda adecuada, para que
ambos creciesen juntos y se multiplicaran. Desde entonces, dejó el hombre a su
padre y a su madre, y se unió a su mujer, y fueron los dos una sola carne”.
Y
es que en este mundo, se puede hablar de 3 estratos
sociales:
-estado.
Es el formado por la unidad de destino, y en él nos enriquecemos entre todos
con nuestra diversidad y riqueza común;
-ciudad.
Es el formado por la unidad de tierra, y en él compartimos unos mismos ideales
y agrupaciones;
-familia.
Es el formado por la unidad de sangre, y en él transmitimos el amor y el cariño
a las nuevas generaciones.
El
estrato social más importante es la familia, y la base de los otros dos.
Fue
Juan Pablo II, en su Familiaris Consortio-1981,
quien formuló la 1ª
explicitación de la familia, dada la deriva social, ataques y
revolución sexual de 1960[56].
Fue de aquí de donde se extrajo la Carta de derechos de la familia, en que se
definió:
-la
principalidad de la familia,
-la
premeditada guerra externa contra la familia.
El modelo de la Sagrada Familia, y las ideas de familia como Iglesia doméstica
y Esposa de Cristo… vienen a configurar el núcleo
doctrinal de la comunidad matrimonial católica. A nivel social, se
puede decir que todos los fundamentos de la convivencia moral surgen de la
familia, de cada unidad familiar.
Hoy día, la Iglesia habla de la civilización
del amor, con todo su alcance de aldea global… y aldea familiar. Se
trata de realzar el modelo familiar, independientemente de las realidades
irregulares a que hoy se esté asemejando.
Por el lado mundano, según Thomas
Robert Malthus el mundo debería haber desaparecido ya, ante la falta de
recursos naturales de la humanidad, y amparándose en su propuesta de descenso
generalizado de la natalidad.
Por el lado católico, Pacem
in Terris-1963 de Juan XXIII hablaba del derecho de inmigración como
apuesta novedosa[57]
en pro del aumento natalicio.
Hoy en
día se constata la razón de la postura católica, que nunca apostó
por los métodos anti-conceptivos[58].
Ya Pío XI constataba hacia 1900 que
el s. XX sería el siglo de la secularización y estatalización, y hablaba de
la educación sexual como el elemento necesario para enfocarlos.
Según la Etica más actual, la educación
va más allá de los conocimientos e instrucción. Pues debe incluir cómo el
hombre debe ser y comportarse, y apuntar a la más alta finalidad de la vida.
Se trata de una educación cristiana que:
-ha
de comenzar en la familia,
-deber
ser completada a través de otras instituciones.
Al estado le corresponde la función subsidiaria en materia
educativa estatal, para que:
-los
padres puedan cumplir con su misión educadora,
-los
centros estatales puedan completar la educación y formación,
-la
relación educadores-educados sea activa,
-el
futuro esté salvaguardado, y forjado de buenos caracteres.
Son peligros en la educación, que
atentan contra la importancia familiar:
-el
auto-aprendizaje sajón, que deja a cada uno forjar su propio carácter[59],
-la
educación diferenciada privada, que separa sexos y educación física común
Es
el primer paso en orden a construir una familia. Es el tiempo de preparación en que los
futuros cónyuges deben conocerse y complementarse, para ir haciéndose una sola
carne.
Consiste
en hacer madurar el amor conyugal, queriéndose de forma limpia y generosa.
Tiene 3 pasos:
-enamoramiento.
Es el flechazo, esa intuición de que el otro es el destinado para mí y no hay
otro, y de que a él le pasa o siente lo mismo. Es la parte sentimental;
-estabilización.
Es la etapa de salir juntos, de hablar, conocer las familias y costumbres del
otro, y de ir dejando otras cosas y personas para una entrega cada vez mayor. Es
la parte racional;
-boda.
Es la unión definitiva de ambas vidas y el comienzo de abrirse a nuevas vidas,
futuro y circunstancias. Es la unión de lo sentimental y racional.
Y
es que el amor
conyugal consiste en querer al amado y el bien del amado, y se va
desarrollando dando la vida y la muerte por entero a él. El amor entre ambos cónyuges
conlleva:
-convivencia
de la pareja. Madurando afectiva y psicológicamente, compartiendo en común
alegrías y padecimientos, buscando momentos de unión más intensa;
-paternidad
responsable. Ampliando de forma natural (y nunca con métodos artificiales)
el ámbito y núcleo familiar, como el número de hijos, su educación,
alimentación y futuro.
Es
la forma
natural de existir la vida en la tierra, ya sea:
-para
procrear la tierra (ley eterna),
-por
atracción de hombre y mujer (ley natural),
-para
mayor felicidad del hombre (ley humana),
-para
buena educación de hijos (ley cristiana).
La
forma natural de matrimonio es, pues:
-unidad:
uno y una;
-indisolubilidad:
para siempre;
-fecundidad:
con los hijos que Dios quiera.
Se
excluye todo método
artificial, por regla general, aparte de todo lo que suponga atentar
contra la institución familiar.
Se trata de una unión civil y social, con
reiterada protección en el Código Civil[61].
Va vinculado al tema de la familia[62],
la mujer[63]
y la educación sexual[64],
y acaba proponiendo el matrimonio como:
-unión
de hombre y mujer,
-concierto
de voluntades y bienes
El Código Civil contempla la nulidad, separación[66]
y disolución[67]
matrimonial, pero no el divorcio[68].
Son impedimentos al matrimonio civil:
-no
ser iguales ante la ley,
-la
falta de uso de razón, o incapacidad insuperable para cumplir las obligaciones,
-la
falta de consentimiento, o mostrar consentimiento al divorcio,
-el
miedo grave,
-la
falta de buena fe ante la indisolubilidad,
-no
querer compartir residencia ni bienes,
-la
falta de juez autorizado, o mala administración de la boda.
No
obstante, se trata del primer bien social, por su estabilidad civil. De ahí que
sean deberes
jurídicos del Código Civil respecto al matrimonio:
-la
igualdad en derechos y deberes,
-es
respeto a los bienes esponsales,
-la
fidelidad y socorro entre los cónyuges,
-la
educación de los hijos.
Se trata de una unión pública[69],
estable[70],
única, indisoluble, heterosexual y sacramental[71],
realizada por el consentimiento entre ambas voluntades, para el bien:
-de
los cónyuges,
-de
la prole
El Código de Derecho Canónico admite
la nulidad o separación[73],
pero nunca el divorcio.
Son impedimentos al matrimonio canónico:
-la
minoría de edad, de 14 a 16, sin consentimiento paterno,
-la
consanguinidad, hasta el 2º grado de primos,
-estar
ya casados, sin resolución previa en caso necesario,
-la
viudedad por asesinato, del cónyuge anterior,
-el
consentimiento condicionado, engañado, fingido,
-la
negativa a tener hijos.
Son condiciones al matrimonio canónico:
-el
conocimiento, del contrato obtenido,
-el
consentimiento, o palabras de pasado, presente y futuro,
Son antecedentes que hacen nulo el
matrimonio canónico:
-la
carencia del bautismo, salvo permiso eclesial y compromiso educativo personal,
-un
matrimonio precedente, sin sentencia ratificada por la Rota católica
-un
sacerdocio o voto religioso precedente,
-el
rapto o presión hacia algún contrayente,
-cualquier
pública deshonestidad,
-la
impotencia, perpetua y conocida
Son agravantes de vicios y errores
del matrimonio canónico:
-el
racismo, contra la fidelidad,
-los
anticonceptivos, contra la prole.
Los
padres
son los miembros más importantes de la institución familiar. Son los que
fundaron la familia y los responsables de su buen funcionamiento. Ellos son
también los que reciben de Dios la gracia necesaria para llevar a cabo esa
tarea.
Son
deberes de los padres:
-compaginar
trabajo y familia: horarios y labores domésticas, compañeros y mujer,
vacaciones, puntualidad…
-educar
a los hijos: alimentarlos, corregirles los defectos, enseñarles los
valores, orientar su profesión…
El
evangelio nos revela que Jesús, siendo Dios, “estaba sujeto a María y José”.
Él iba creciendo en estatura, en sabiduría y en gracia ante Dios y ante los
hombres. Y es que los hijos,
el día de mañana serán buenos padres sólo si han sido buenos hijos, y fundarán
un hogar con lo que hayan mamado en el suyo.
Son
deberes de los hijos:
-sacar
sus estudios: conseguirse una formación personal, un proyecto profesional,
una cultura mínima intelectual…
-obedecer
a los padres: amándolos, estándoles agradecidos, aprendiendo sus mandatos
y lecciones de la vida…
Por
último, los abuelos
son el último referente del núcleo familiar. Unen todas las ramificaciones
familiares y orientan a los padres con su sabiduría y experiencia. Cuidan también
de los nietos y les transmiten el cariño y la ternura.
Son
deberes de los abuelos:
-unir
a la familia: aportando su conocimiento por cada uno de sus miembros y su
historia;
-transmitir
cariño a los nuevos miembros: a todos los que van naciendo desde que ellos
se casaron.
Un
deber que corresponde a padres e hijos respecto a los abuelos, es su cuidado y
estima, ya sea porque están viejos, enfermos o en soledad, y porque nunca
estorban en la familia.
JUSTICIA Y VERDAD
Dentro
del mundo del trabajo, y de la economía en general, debe existir una virtud que
sea la que lo regule todo: es la virtud de la justicia.
La
justicia consiste en dar
a cada uno lo suyo y lo que necesita, y puede ser de 3 tipos:
-conmutativa,
consistente en recibir según se rinda[76];
-distributiva,
consistente en recibir según se necesite[77];
-social,
consistente en dar todos al bien común[78].
También
hay que tener
en cuenta, para que haya justicia, que:
-no
todo lo legal es moral,
-no
todo lo que se puede es necesario.
La
moral está siempre por encima de lo legal, y la necesidad está siempre por
encima de lo moral. Lo posible lleva a lo bueno, lo bueno lleva a lo mejor.
Pueden
cometerse tanto a nivel personal como a nivel laboral. Son atentados a
nivel personal:
-avaricia:
apetito desordenado de dinero;
-despilfarro:
gastar excesivamente el dinero;
-juegos
de azar: gastar en vicios lo que se necesita para otra cosa;
-apuestas:
jugar con el futuro y la suerte;
-lucro:
vivir solamente para ganar dinero.
Son
atentados a
nivel laboral:
-robo:
apoderarse del bien ajeno;
-hurto:
poseer el bien ajeno;
-retención:
retener lo que es de otro;
-reclamos:
devolver lo que no estaba dañado;
-corrupción:
amenazar al que toma las decisiones.
Consiste
en expresar
con rectitud el juicio de una cosa. Requiere, por tanto, claridad en
el entendimiento y humildad para reconocer las cosas. La verdad ve las cosas:
-como
son (objetividad),
-como
hayan de ser (honestidad).
La
verdad no elimina mi opinión, pero sí la pone en su sitio. No tiene parvedad
de materia (toda mentira es mentira, sea gorda o menos gorda).
Excluye la restricción
mental (montarme yo el mundo en mi cabeza), y debe reparar
el daño cometido.
La
verdad no puede ser dicha sólo en el caso de que sea secreto:
-de
sumario: de un juez o médico (en casos determinados);
-de
sigilo: de un sacerdote (siempre).
Pueden ser cometidos tanto a nivel de palabra, como de obra u omisión.
Son atentados de palabra:
-mentira:
intentar engañar a otro;
-falso
testimonio: afirmar lo contrario de lo que es verdad;
-murmuración:
hablar sobre cosas de otro;
-calumnia:
dar ocasión a falsos juicios;
-burla:
sacar defectos de alguien;
-crítica:
juzgar a otro con o sin fundamento.
Son atentados de obra:
-hipocresía:
fingir cualidades o sentimientos;
-suplantación:
ocupar el lugar de otro;
-simulación:
exhibir lo que no se es;
-demagogia:
dominar haciendo facciones o con palabrerías;
-duplicidad:
tener doble careta, rasero...
-vanagloria:
jactarse o presumir de uno mismo;
-manipulación
informativa: tergiversar imágenes o informaciones.
Son atentados de omisión:
-sospecha:
pensar mal sin motivo;
-desconfianza:
no creerse lo que es verdad;
-secretos:
publicar un sumario judicial, violar el anonimato del paciente, romper el sigilo
confesional;
-omisión:
dejar de decir la verdad.
En
el principio “creó Dios todas las cosas y se las entregó al hombre, para que
las disfrutase, les pusiera nombre y las trabajase”, nos dice la Biblia. Por
eso todos los bienes están para uso de todos, sin abusar ni excluir a nadie, y
todo es de todos.
La
economía es el medio que permite al hombre organizar
y distribuir todos los bienes, y mejorar
la calidad de vida.
Para
ello, la economía tiene que tener 4 características:
-armónica,
en todos los sectores,
-global,
de todos los pueblos,
-sostenible,
a largo plazo,
-ecológica,
sin agotar los recursos.
El
desarrollo económico es bueno, aunque no debe olvidar a los más necesitados, y
sí debe
excluir:
-el
bienestar por bienestar,
-la
compra-venta de personas o dinero.
La
economía debe seguir sus propias
reglas de funcionamiento, como ley humana que es. Así, va variando
con los tiempos y según las circunstancias. Hoy en día existen 4 tipos o
modelos económicos:
-monopolio,
consistente en que uno lo controla todo[79];
-oligopolio,
consistente en varios que se surten de uno
-autarquía,
consistente en que el estado contrata a los que quiere
-competencia,
consistente en que varios luchan en el sector
Ninguno
de los 4 modelos es perfecto, y los cuatro no son ni buenos ni malos. Los tiene
que haber.
Es
el conjunto de
bienes propios que todas las personas tenemos derecho a poseer en
privado, y que representan los tres pilares o termómetro de una verdadera
riqueza.
Son:
-Saber.
Lo que está sucediendo a mí alrededor, una educación personal óptima para mi
desarrollo, una formación profesional adecuada para poder competir en el
mundo de la economía.
-Tener.
La confianza de que el presente continuará en un futuro seguro, un trabajo
digno que genere unos ingresos, la propiedad en privado de todo lo que he
conseguido en mi vida.
-Disfrutar.
La vida y las cosas bellas de la vida, los adelantos que la economía va
generando, unas vacaciones o descanso remunerado, mis propios logros o adelantos
profesionales.
Pueden ser tanto en el campo de la macro-economía como en el campo de la
micro-economía.
Son
atentados en el campo de
la macro-economía:
-apropiación:
utilizar el bien público para uso privado;
-pago
por liquidez: rebajas, descuentos...
-comisiones:
primas, corretajes por servicio;
-estafa:
atraer fondos de otra empresa;
-influir
en mercado: poseer noticias beneficiosas;
-especulación:
enriquecerse por tasación;
-fraude:
frustrar expectativas a la otra parte;
-soborno:
corromper interesadamente a otro, halagar al preferido;
-falsificación:
introducir dinero, cheques, facturas falsas;
-esclavitud:
compra-venta de personas;
-bolsa:
compra-venta de dinero;
-capitalismo:
primar el dinero sobre el trabajo;
-socialismo:
idea totalitaria de lo público;
-huelga:
recurrir, sin agotar recursos, a la violencia o insumisión;
-hambre:
repartir desigualmente la riqueza.
Son atentados en el campo de
la micro-economía:
-usura:
prestar con interés;
-interés:
cobrar más de lo correspondiente;
-contrato
opresivo: beneficiarse del que está necesitado;
-salario
precario: pagar menos de lo trabajado;
-pago
en mercancía: pagar otra cosa de lo estipulado;
-aumento
de precios: subir unilateralmente el precio de una cosa;
-daños:
deteriorar el producto de otro, quitarle la fama;
Manuel
Arnaldos
Mercaba,
diócesis de Cartagena-Murcia
versión
imprimible
Indice:
www.mercaba.org/EnciclopediadeHistoria/1.htm
_________
[1]
Desde la encíclica Rerum Novarum-1891
de LEON XIII, en que la Iglesia pasó a valorar las pautas económicas a
nivel internacional. Campo económico desde el que el papa empezó a emitir
otras orientaciones en otros campos de la vida, proponiendo modelos aptos
para las diversas circunstancias de lo tratado.
[2]
Es decir, sobre todo lo que afecta a la condición humana, sobre todo
lo que los seglares son capaces de llevar a cabo.
[3]
Llamado así por su iniciador LEON XIII (1878-1903). Aunque en él también
participaron PIOX (1903-1914) y BENEDICTO XV (1914-1922).
[4]
Tanto en sus ramas de:
-sindicatos
verticales, de trabajadores del mismo sector,
-sindicatos
horizontales, de trabajadores de igual rango.
Siendo el 1º en seguir las
directrices pontificias el sindicalismo católico austriaco. Pues el
sindicalismo vertical trató de crear corporativismo en la sociedad, y
terminó alienando al hombre.
[5]
Llamado así por su iniciador PIO XI (1922-1939). Aunque en él también
participaron PIO XII (1939-1958) y JUAN XXIII (1958-1963).
[6]
En que el papa queda confinado en el Vaticano, desde donde PIO XII continuará
la emanación de la DSI a través de mensajes radiofónicos:
-condenando
todo totalitarismo político, soviético, alemán, mexicano…
-promoviendo
la verdadera democracia, de nuevo orden mundial, derecho positivo,
hermandad global...
[7]
Llamado así por su iniciador PABLO VI (1963-1978). Aunque en él también
participaron JUAN PABLO I (1978-1978), JUAN PABLO II (1978-2005) y BENEDICTO
XVI (2005-2013).
[8]
A los que exhorta con imperativos para afrontar la vida, y aporta vínculos
comunes de acción.
[9]
Como cristianos no católicos, creyentes no cristianos, no creyentes… De
hecho, la Iglesia ha sido requerida en infinitud de casos para mediar como
árbitra en conflictos internacionales.
[10]
Situando al hombre donde le corresponde, sin quitarle ni añadirle, y desde
esa fuente pre-jurídica y pre-política que se llama razón natural. Así,
la Ética social previene frente a los tópicos actuales, poniendo cada cosa
en su sitio, relacionando los bienes comunes con los individuales…
[11]
Recurriendo a:
-la
Sagrada Escritura, que introdujo en el mundo el perdón y la caridad,
-los
Santos Padres, que aplicaron lo revelado a cada criatura creada,
-los
documentos pontificios, que unifican magistralmente los diversos cambios
surgidos en la historia,
-la
teología, que ha inventado el Derecho Internacional, Derecho de Gentes,
libre comercio, legítima defensa, tasaciones no especulativas…
[12]
Adecuándose a cada problema particular, sin hacer leyes generales.
La Ética social está pendiente, pues, de 2 direcciones:
-enjuiciar
las situaciones concretas,
-agrupar
las problemáticas comunes de solución universal.
[13]
Desde la conciencia de que hay cosas que benefician al hombre, y de que
otras le perjudican (aunque no se tenga conciencia de ello).
[14]
No como ocurrencia personal de un papa en un momento dado, sino como
continuación de una tradición que se ha ido gestando, sin agotar ni cerrar
cada problemática.
Se funda la Etica social, pues, en el análisis de nuevas
cuestiones, pero dentro de la línea tradicional precedente:
-en
fidelidad al hilo conductor,
-perfeccionándola
poco a poco.
[15]
No anclada en su fecha de nacimiento 1891, sino cambiando siempre los
viejos accidentes por otros nuevos, los viejos enfoques por otros nuevos.
Eso sí, sin cambiar la sustancia interna.
[16]
Para ser puesta en práctica, y no con la finalidad de asentar teoría.
[17]
Conociendo lo que se va a juzgar desde todos los puntos de vista, para no
incurrir en juicios erróneos, parciales o sectoriales (lo que llevaría a
consecuencias más perjudiciales).
[18]
Desde el momento de elaborar la información (donde participan todo tipo de
expertos en la materia) hasta el momento de emitir el juicio.
[19]
De acuerdo con la herencia cristiana, y tratando de evitar las conciencias
laxas, escrupulosas, extremadas.
[20]
A la hora de emitir los juicios en su momento adecuado, sin precipitación,
sin pasar por alto omisiones, situándose en el término medio, sin cobardía
ni temeridad.
[21]
Desde las infinitas concepciones antropológicas, compaginando lo compatible
de ellas y rechazando lo incompatible.
[22]
Como el mejor modo para resolver conflictos. Y es que muchas veces lo
que hay que resolver es conflictivo, y se requiere un medio adecuado para
alcanzar un fin adecuado. Hay que buscar puntos en común con otras
opiniones, pero sin saltarse los puntos intocables de la doctrina.
[23]
Buscando la mejor solución, y no una cualquiera. Y es que no todo vale en
la lucha por la justicia (como robar a ricos…), el fin y los medios deben
ser positivos, y no se puede aplicar el principio de doble efecto (realizar
algo bueno aunque tenga consecuencias negativas, o realizar algo malo porque
tiene consecuencias positivas).
[24]
Con puestas en práctica, tras haber aprendido algo, y asunción de nuevas
tesis de asimilación-rechazo sobre los logros que va consiguiendo la
humanidad.
[25]
En medio del actual hastío y saturación por lo político y políticos.
Pero es que, aunque la política haya pasado de ser real a nominal (de
nombre), y se hayan pervertido los políticos de hoy día (que sólo buscan
su propia utilidad, y no su papel de servicio), el voto es importante, y el
orden de los factores políticos también.
[26]
Que afirma que “Dios existe y fue el Creador del Universo”. Además, y
con muy poco más de razonamiento teológico, se puede llegar a la conclusión
de su paternidad, bondad, providencia, ordenamiento. Se trata de una verdad
de razón.
[27]
Que afirma que “el misterio de Dios se descubre en su hijo hecho
carne”, hecho como nosotros para salvarnos, rey de todas las cosas. Se
trata de una verdad de fe.
[28]
Que afirma que “el hombre tiene la primacía sobre todo el entorno”, por
poseer la propia imagen y semejanza del Creador. Luego:
-todo
debe someterse al hombre (causa 2ª de la Creación, y administrador de la
tierra),
-la
libertad y responsabilidad deber ser ejercidas implícitamente por el
hombre.
Y
es que, según BOECIO, el hombre es una “sustancia individual de
naturaleza racional”, “subsistente y lo más perfecto de la
naturaleza” según TOMAS DE AQUINO.
En
cuanto al conocimiento,
éste comienza a los 7 años, es el que hace al hombre distinto del animal,
y el que mueve al hombre a actuar desde su racionalidad y voluntad (si lo
ve, si lo desea).
En
cuanto a su libertad,
el hombre es capaz del bien y del mal, y busca siempre su bien subjetivo,
coincida o no con el bien objetivo (pues “el bien es aquello que todos los
seres apetecen”, puntualizaba ARISTOTELES).
En
cuanto a la responsabilidad,
todo acto humano tiene sus consecuencias, y puede estar agravada, atenuada,
eximida… por las circunstancias (por el miedo insuperable…).
En
cuanto a su dignidad,
el hombre está dotado de:
-dignidad
ontológica, por lo que es (superior al resto de seres del entorno).
Dignidad que no se puede perder ni acrecentar, y que hace a todos los
hombres iguales. Es la imago Dei;
-dignidad
funcional, por lo que hace (actos individuales). Dignidad que puede
perderse o aumentarse, y que hace que no todos los hombres sean igualmente
dignos. Es la semejanza Dei.
Se
trata de una verdad de razón, iluminada por la fe.
[29]
Que afirma que “la naturaleza está ordenada desde su creación, y
sigue siempre su cauce”. Lo que significa que:
-todas
las cosas tienden a su propio fin,
-nada
hay arbitrario sino que todo está subordinado,
-el
orden interno de la naturaleza está ahí para poder ser analizado por
cualquiera.
Cabe aquí distinguir entre:
-derecho
natural, el que le corresponde a cada uno, por propia naturaleza,
-derecho
positivo, el que le conviene a cada uno, por convenio común.
Se trata de una verdad de razón.
[30]
Como adhesión circunstancial a las empresas o ideas del otro.
Del término solidus-sólido, hoy es un término talismán para cualquier
proyecto económico o jurídico. En la Iglesia está vinculado a la caridad
y fraternidad universal. En la sociedad está vinculado a la eficacia y
exigencia de un mismo rumbo para todos.
Incluye:
-remuneración
del trabajo, de forma digna y familiar,
-distribución
de bienes, aún con sus normales desigualdades,
-integración
de diversas clases sociales, regionales, étnicas,
-colaboración
internacional, desde la idea de aldea global comunicativa,
-difusión
de bienes espirituales, como aportación de la sobrenaturaleza a la
naturaleza.
[31]
Finalidad común entre todos, sin eliminar los ámbitos propios de
cada uno. Es la finalidad de toda sociedad, la legitimidad de toda autoridad
civil, y en él tiene que converger:
-la
autoridad, desde su primacía instrumental (impuestos…),
-los
gobernados, desde su primacía teológica (bienes propios…).
Bien común que sólo puede ser administrado perfectamente por la
Iglesia y el Estado (las 2 sociedades perfectas), como realidad elástica,
cambiante, subordinada, moralmente vinculante. Y en la que se tiene que
potenciar:
-el
progreso universal,
-la
paz, seguridad y manutención básica estatal,
-el
acceso e integración ciudadana en el grupo social,
Siendo importante destacar que el bien común no puede suplantar:
-la
identidad y misión de las comunidades intermedias, sin fronteras ni obstáculos,
-el
desarrollo libre y vocacional de los individuos particulares.
[32]
O acción subsidiaria de la autoridad, pues a ella le corresponde decidir
las acciones estatales (subsidio de empleo…) para ayudar y servir a la
sociedad.
Se trata del “hacer hacer” estatal, y “dejar hacer” a las
comunidades privadas (sin invadir su terreno, ni usurpar su misión), para
que la sociedad rinda al máximo y dé los mejores resultados (que,
efectivamente, se dan en las sociedades que priorizan lo que les gusta y
mejor sabe hacer cada individuo).
Son competencias exclusivas de la autoridad:
-recibir
benevolencia, respeto y gratitud, por parte de los inferiores,
-promulgar
leyes, y promover la obediencia de los inferiores,
-no
perder tiempo, en lo que pueden hacer los inferiores,
-dirigir,
urgir, vigilar y castigar, lo que han hecho los inferiores,
-hacer
prosperar lo que hacen los inferiores, mediante un orden jerárquico de
prioridades.
La legitimidad de la autoridad tiene que ser recibida de otro, y no
de sí misma. Ésta puede ser:
-legitimidad
de origen, o razón adecuada para su nombramiento,
-legitimidad
de ejercicio, o razones que van refrendando su nombramiento.
En caso de que una autoridad esté provocando males mayores que la
ausencia de autoridad, existe derecho natural de reprobación e insumisión.
[33]
Que requiere la participación de las 2 partes. Pues el hombre es el sujeto
social, no un objeto social, y es el protagonista de la sociedad (la
sociedad es para el hombre, no el hombre para la sociedad).
De ahí que el hombre tenga los deberes de:
-participación,
para crecer personalmente, intervenir en el bien común, prevenir la
abstención (salvo que ésta sea una manera de participar),
-virtud,
para ser coherente con la naturaleza humana, revertir en el bien de la otra
persona, aportar pautas permanentes, cambiar a mejor la sociedad.
[34]
Costeado mediante el dinero y leyes públicas. Marco público que
debe ayudar a superar el individualismo, a organizar todo en cuerpos
intermedios, a que la iniciativa privada pueda tener capacidad de regirse y
sostenerse por sí misma.
Y es que la clave del éxito orgánico social no depende de la
estatalización, sino de los auténticos agentes de socialización:
-el
progreso científico,
-la
productividad económica,
-el
nivel de vida del ciudadano.
Sin estos 3 agentes de socialización puede haber proceso
socializador, pero éste será mera apariencia y estará siempre en peligro
de:
-excesos
de autoridad, bajo forma de totalitarismo, intervencionismo…
-grupos
sociales manipuladores, que impedirán que otros crezcan en el sector.
[35]
Justicia social que va más allá de la mera justicia (dar a cada uno lo
suyo) o justicia jurídica (dar a cada uno lo que le corresponde), tratando
siempre que la dignidad de la persona sea sagrada.
Es verdad que la justicia social no tienen ningún modelo ni régimen
político perfecto. Pero o se tiende a ello y se ponen los medios, o nunca
se estará cerca. Son funciones de la justicia social:
-crear
todo aquello que colabore en la búsqueda de lo mejor (frente a las
arbitrariedades del poder, ideologías erróneas, falsas antropologías…),
-denunciar
todo aquello que viole la búsqueda de lo mejor (como los presupuestos
meramente materialistas, campos de concentración socialistas…),
-reformar
todo aquello que se encamina a lo mejor (perfeccionándolo, alejándolo de
la rutina, convirtiendo los corazones
individuales…).
Puede ser de 3 tipos:
-conmutativa,
en proporción aritmética y deuda entre particulares,
-distributiva,
en proporción geométrica y deuda de la autoridad a sus gobernados,
-legal,
o deuda de los gobernados a la autoridad.
La justicia conmutativa es la que se da en la mayoría de los casos
(contratos, compra-venta…), con prestaciones y contra-prestaciones.
La justicia distributiva se plantea casi siempre a nivel de
seguridad, normativa comunitaria, premios-castigos ante las acciones…
Puede ser igual para todos (el orden) o no (en caso de expropiación
necesaria, por reconocimientos heroicos…).
La justicia legal suele plantearse a nivel de obediencia, tributos
fiscales, honores debidos, benevolencia… siempre que la autoridad esté y
siga estando legitimada.
[36]
Dios nos permitió disfrutar de todo menos de lo que Él prohibió.
[37]
Todos tenemos derecho a disfrutar de todo.
[38]
Como, por ejemplo, “no hagas a otros lo que no quieras para ti”.
[39]
Como, por ejemplo, “hay que dar a cada uno lo que es suyo”.
[40]
Como, por ejemplo, “es malvado el uso de la venganza”.
[41]
Trabajar bien, obedecer a los padres…
[42]
Estafar al cliente, odiar a un hermano…
[43]
Si es novato, reincidente…
[44]
En público, en privado…
[45]
Conscientemente, alcoholizado…
[46]
Como los deberes de un gobernante.
[47]
Como los excesos de velocidad.
[48]
Como la manipulación informativa.
[49]
Un vecino, por ejemplo, no es el que tiene que dar cuenta de la educación
de un padre a su hijo.
[50]
Un hospital, por ejemplo, nunca existiría si entre todos no diéramos un
porcentaje de nuestros ingresos.
[51]
Policía, justicia…
[52]
Medios de comunicación…
[53]
Las cosas son buenas en sí mismas o no lo son.
[54]
A sabiendas.
[55]
Sin convencimiento.
[56]
Revolución sexual que ya había sido encarada por PABLO VI
en su Humanae Vitae-1968.
[57]
30 años antes de que la ONU así misma lo propusiese.
[58]
Métodos ineficaces, y gastos inútiles por otra parte, para todos aquellos
países que los promovieron. Salvo en casos particulares de epidemias
pro-creativas (como ya la Iglesia también había permitido).
[59]
En ausencia total del concepto de autoridad, del concepto de grupo social, y
de una razón universal.
[60]
En ausencia de concordancia entre todos, mezcla de elementos comunes a
todos…
[61]
De ahí que la española Ley del
divorcio-2005 eliminara brutalmente la ley sin causa justa necesaria
(algo inédito en la historia del Derecho mundial).
[62]
Aunque haya hijos surgidos fuera del matrimonio (pues, civilmente, el lugar
del hijo es el matrimonio).
[63]
De ahí que la española Ley de paridad sexual-2007 discriminara positivamente a la mujer
(pues si tiene que haber igual número de mujeres que de hombres, se
presupone que están ahí porque tienen que estar, aunque carezcan de la
misma altura intelectual que el hombre), tratándola de minusválida
intelectual.
[64]
De ahí que la española Ley de matrimonios homosexuales-2005 destrozara la obligatoriedad de
heterosexualidad para el matrimonio civil.
[65]
Excluyendo, pues, “ir al matrimonio por el patrimonio”.
[66]
Donde entrarían los casos de:
-malos
tratos,
-abandono
de los hijos desde hace 6 meses,
-abandono
del hogar desde hace 3 años,
-estar
en la cárcel desde hace 6 años,
-convertirse
en alcoholizado, drogado, perturbado mental.
[67]
Donde entrarían los casos de:
-defunción,
-desaparición
desde hace 12 años,
-divorcio
por causa justa (hoy, y temporalmente en España, sin causa justa).
[68]
Salvo en la española Ley del divorcio-2005,
en que se puede abrir un proceso judicial por parte de alguna de las partes,
para dirimir si se concede el divorcio o no.
[69]
No como los medievales matrimonios por sorpresa, realizados válidamente
pero no lícitamente, ante un sacerdote no ordinario, sin haberse seguido el
proceso normal.
[70]
Para el futuro, tras haber educado catequéticamente a los cónyuges, y
eliminado toda posible ligereza:
-de
pensar que el marido ya cambiará, o la esposa nunca cambiará,
-de
pensar que los hijos sacarán la belleza de ella o inteligencia de él, pues
pueden salir feos y tontos.
[71]
Dentro de una eucaristía, tras estar confirmados y haber recibido la
penitencia (salvo excepciones).
[72]
Siendo los hijos un deber, y nunca con derechos sobre ellos. Y
es que el hijo no es patrimonio de los padres, a pesar de tener sobre él el
derecho a la patria potestad (patria potestad que no puede inmiscuirse en
otras competencias ajenas, como encerrar a los hijos…).
[73]
Rompiendo la indisolubilidad canónica, pero no la indisolubilidad
civil.
[74]
Tribunal eclesiástico, donde debe decidir el “defensor del vínculo”
sobre la existencia o no de vínculos pasados o presentes.
[75]
No la fertilidad.
[76]
Si has trabajado 4 horas, recibes 4.
[77]
Si es minusválido, recibe por 4 horas lo trabajado en 3.
[78]
Si has trabajado 4, das un 0,4%
al tesoro común.
[79]
Como, por ejemplo, Microsoft.
[80]
Como, por ejemplo, las petroleras.
[81]
Como, por ejemplo, la selección española de fútbol.
[82] Como, por ejemplo, las tiendas de ropa.