9 de Mayo

Jueves VI de Pascua

Equipo de Liturgia
Mercabá, 9 mayo 2024

a) Hch 18, 1-8

         La ciudad de Corinto estaba situada estratégicamente en el istmo que unía la Grecia continental con la península del Peloponeso, y era un centro de comunicación griega norte-sur (por el itsmo de Corinto) y este-oeste (por sus 2 puertos Céncreas y Lejeum, a través del Canal de Corinto).

         Se trataba de un emporio griego que fue totalmente arrasado por Roma el 146 a.C (en su Conquista de Grecia) y reconstruido por Julio César el 44 a.C, pero esta vez como colonia romana y capital de la provincia romana de Acaya (ca. 27 a.C). Se trataba de una ciudad fuertemente comercial, de población cosmopolita (de orientales, occidentales, esclavos...) y famosa por su desenfreno sexual y fuertes contradicciones (comerciales, políticas, personales...).

         A su llegada a Corinto, Pablo se encuentra con la pareja judía Aquila y Priscila (v.2), recién llegada de Italia por haber decretado el emperador Claudio la expulsión de todos los judíos de Roma. Según Suetonio, Claudio expulsó a los judíos por una revuelta impulsada por un tal Crestus (ca. 49), lo que tradicionalmente se interpreta como problemas surgidos en la comunidad judía a causa de los cristianos y la predicación de Cristo.

         Pablo estuvo 1 año y 6 meses en Corintio, de diciembre del 50 a junio del 52. Y mientras Pablo se va estableciendo en Corinto (en casa de Aquila y Priscila), Silas y Timoteo llegan a Corinto desde Macedonia, con una gran ayuda económica (aportada posiblemente por los fieles de Filipos y Tesalónica).

         Quizás esta ayuda traída por Timoteo y Silas fue la que permitió a Pablo "dedicarse enteramente a la Palabra" (v.5). No obstante, Pablo preferirá seguir desarrollando su trabajo manual (de artesanía de tiendas), aunque con un nuevo ánimo para "dedicarse enteramente a la Palabra", una vez que tuvo a su lado a su equipo misionero.

         La dedicación completa de Pablo a la Palabra, junto con Timoteo y Silas, provocó el rechazo de los judíos y la decisión de Pablo de dirigirse desde ahora a los gentiles (v.6). Pero no por ello va a dejar Pablo de ser perseguido por los judíos (como volverá a ocurrir muy pronto en Efeso; Hch 18,18). No obstante, y por el momento, rompe Pablo con la sinagoga judía y encuentra el apoyo de Ticio Justo (un temeroso de Dios, cuya casa estaba contigua a la sinagoga). También Crispo (el jefe de la sinagoga) creyó en el Señor con toda su casa.

         Como se ve, Pablo rompe con la sinagoga judía, pero tiene inmediatamente a su disposición 2 comunidades cristianas en 2 casas diferentes: una comunidad gentil y otra judía (vv.7-8). Muchos corintos griegos también creyeron al oír a Pablo, y se bautizaron (v.8).

         Lo que sucedió era lo que Pablo ya temía: que los judíos, de común acuerdo, lo denuncian ante tribunal del procónsul Galión, bajo la acusación de que "éste persuade a la gente para que adore a Dios, de una manera contraria a la ley" (v.13).

         Y lo que narra Lucas, a continuación, no tiene desperdicio: los judíos "agarraron a Sóstenes (jefe de su sinagoga) y le dieron una paliza ante el tribunal de Galión" (v.17). ¿Quienes golpean a Sóstenes? ¿Los judíos frustrados por la mala conducción de Sóstenes del juicio ante el procónsul? ¿O son los corintios no-judíos enojados por el desorden ante el tribunal?

         En cualquiera de los casos, Lucas nos quiere mostrar que la persecución contra Pablo (y contra el cristianismo) se vuelve contra los mismos judíos, sea como división interna entre ellos o sea como persecución externa contra ellos. La situación, favorable para Pablo, le permite a éste quedarse todavía bastantes días en Corinto, antes de seguir su viaje (v.18).

         En ese contexto Pablo tiene en la noche la visión de Jesús que le dice: "Deja de tener miedo, sigue hablando y no calles", pues "un pueblo hay para mi numeroso en esta ciudad" (v.10). La consecuencia de la visión es evidente: Pablo se queda 18 meses en Corinto, enseñando la palabra de Dios (v. 11).

         La presencia de Pablo ante el procónsul Galión (vv.12-18) tiene una importancia histórica de vital importancia, a la hora de elaborar la cronología de Pablo. Galión era procónsul de la provincia senatorial de Acaya, donde se nombraba como procónsul a personas muy respetadas por el Senado romano.

         Galión era hermano del filósofo Séneca e hijo adoptivo de Julio Galión (un rico patricio romano), y había sido nombrado procónsul bajo el emperador Claudio (un cargo que duraba 1 año). Según una Inscripción de Delfos, habría gobernado el año 52. Y si tomó posesión del cargo en verano (como era costumbre), habría gobernado de junio del 51 a junio del 52. Luego Pablo estuvo en Corinto de diciembre del 50 a junio del 52.

Maertens-Frisque

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         Ayer veíamos cómo Pablo salía deprimido y consternado del Areópago de Atenas. Y hoy vemos cómo llega entusiasmado a Corinto, para poner las bases de una nueva comunidad (que será una de las más florecientes de la Iglesia primitiva). Los judíos le rechazan (a excepción de Crispo) y unos cuantos paganos (latinos y griegos) se van convirtiendo, constituyéndose así los cimientos (cosmopolitas) de la nueva comunidad. Pero la consolidación no es repentina.

         Pablo va a permanecer en Corinto un año y medio, y de lo que sucede en Corinto sólo quiero acentuar un dato, quizás irrelevante pero sí llamativo: Pablo se puso a trabajar en la fabricación de tiendas de campaña, en el negocio familiar de Aquila y Priscila.

         La imagen de este Pablo obrero, que se gana el sustento con su propio trabajo, es también modélica para los evangelizadores de hoy. No sólo porque representa un modo de vida semejante al del resto de ciudadanos, y evita sobrecargar las facturas a la comunidad. Sino porque permitió a Pablo (y nos permitiría a nosotros) experimentar por dentro cómo es la vida de trabajo y familia. Por eso, cuando más adelante se consagre enteramente a la predicación de la Palabra, no podrá prescindir del aprendizaje realizado en su particular Nazaret. Y podrá conectar mejor con las preocupaciones y necesidades de sus interlocutores.

         Pablo permanece un tiempo prolongado para acompañar y consolidar la compleja pero ardiente comunidad de Corinto. Buena clave para no querer ver en nuestras tareas éxitos inmediatos, objetivos cumplidos en tiempo récord. Entre la siembra y la cosecha puede pasar mucho tiempo. Es bueno recordarlo hoy que tantas familias religiosas se encuentran en alarma vocacional, en angustia de futuro. Aunque la recogida sea tarde, no por eso la siembra fue inútil. Es cierto que hay en la vida momentos bajos. No más cierto que muchas veces son preludio de momentos de gozo.

Gonzalo Fernández

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         Después de Atenas, Pablo marchó a Corinto y allí se puso a trabajar como tejedor de lona en el negocio de Aquila, al tiempo que misionaba en la sinagoga y empezaba la evangelización de los gentiles. Se trata de un texto que nos da informaciones varias: estancia de Pablo en Corinto (una de sus comunidades más amadas y problemáticas), persecución imperial llegada desde Roma, trabajo diario para ganar el pan, participación valiente en las disputas de la ciudad, oposición de la Buena Noticia de Cristo y desencanto de Pablo respecto del judaísmo.

         Pero quisiera detenerme en el elemento estrella de la evangelización: la cruz, signo de los misioneros apostólicos. Pues como decía San Cirilo de Jerusalén:

"No nos avergoncemos de la cruz del Salvador, antes bien gloriémonos en ella, porque el mensaje de la cruz es escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; mas para nosotros, salvación. Y ciertamente, para aquellos que están en vías de perdición es necedad; mas para nosotros, que estamos en el camino de la salvación, es fuerza de Dios. Porque el que moría por nosotros no era un hombre cualquiera, sino el Hijo de Dios hecho hombre. Si alguno no cree en la virtud de Cristo crucificado, pregunte a los demonios, y si no le convencen las palabras, que mire a los hechos. Muchos han sido los crucificados en el mundo, pero a ninguno de ellos temen los demonios; en cambio, solamente con ver la cruz de nuestro Salvador, los demonios se echan a temblar; porque aquéllos murieron por sus propios pecados, mas él, por los de los demás" (Catequesis, XIII).

         Con el Salmo 97 de hoy cantamos al Señor que revela a las naciones su victoria, como hemos visto en la lectura anterior. También nosotros nos alegramos con esa victoria y decimos:

"Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas y su diestra le ha dado la victoria (su santo brazo). El Señor da a conocer  su victoria, revela a las naciones su justicia, se acuerda de su misericordia y su fidelidad... y todo ello en favor de la casa de Israel. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad".

Manuel Garrido

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         Un mismo mensajero, unas mismas palabras... y toda una serie de reacciones opuestas, por lo menos en Corinto. Efectivamente, las palabras de Pablo provocan la incredulidad e incluso la hostilidad hacia quien las pronuncia (por un lado), mientras al mismo tiempo provocan en otros la fe.

         Decía San Agustín que "el Dios que te creó sin contar contigo, no te salvará sin ti", y que por eso él nunca se impone, sino que se propone, llegando hasta ahí y no dando un paso más. Está a las puertas de nuestra vida, pero hace falta que libremente lo acojamos. ¡Cuánto nos cuesta aceptar y respetar la libertad del otro! Sobre todo cuando vemos que la está ejerciendo en contra suya.

         Pablo nos enseña en Corinto cuáles son las respuestas que vamos a experimentar en la evangelización: el rencor, el llevar cuenta, el enfado y la despreocupación ("allá se las entienda", "peor para él"...). Y también cuáles han de ser nuestras actitudes ante esas reacciones: la mano pacientemente ofrecida, y mantenida para que pueda ser asida. Una paciencia que tiene como fundamento un amor sin condiciones, que asume y respeta la libertad del otro y que se sigue poniendo a tiro. Sólo así seremos signos, sacramentos, mediaciones de nuestro buen Padre Dios para nuestros hermanos.

         Una vez más se nos muestra que la voluntad salvífica de Dios es universal y para siempre, se vale de todos los medios para hacer llegar la salvación a todos. Y así la incredulidad de los judíos es el medio (el detonante) que provoca en Pablo (y en toda la Iglesia) la apertura del anuncio de la Buena Noticia a los no-judíos a todos los hombres y mujeres de todo el mundo. Si esto no hubiera ocurrido, seguramente ahora el cristianismo sólo sería una secta más dentro del judaísmo.

Juan Artiles

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         Desde Atenas, y seguramente con una cierta sensación de fracaso (a pesar de que se ha constituido un pequeño núcleo de cristianos), Pablo pasa a Corinto, de momento él solo y sin acompañantes.

         Corinto era una ciudad de especial movida, de política romana (capital de la provincia de Acaya) y muy activa en su comercio de Oriente a Occidente, saltando a la fama mundial por sus corruptas costumbres. Aquí va a estar Pablo un año y medio (entre el 50 y el 52), fundando una comunidad cristiana a la que luego escribirá 2 cartas.

         El pasaje de hoy nos da detalles muy expresivos del estilo evangelizador de Pablo:

-trabaja para su propia manutención, al menos hasta que vienen Silas y Timoteo, que le permiten dedicarse de lleno a la predicación;
-colabora con Aquila y Prisca, un matrimonio que acaba de ser expulsado de Roma por el decreto de Claudio (ca. 49), y que se dedica a la fabricación de tiendas;
-va a la sinagoga los sábados, a predicar a Jesús como el Mesías esperado;
-rompe con los judíos, que no le aceptan y que provoca que Pablo se rasgue las vestiduras;
-se dedica a predicar a los paganos, que en buen número se convierten (incluido Crispo, el jefe de la sinagoga).

         En un ambiente difícil como Corinto, Pablo cosecha éxitos y fracasos a la vez. Los judíos le rechazan (salvedad hecha de Crispo), y muchos paganos (latinos, griegos y orientales) se van convirtiendo y constituyendo el núcleo duro de la comunidad, en medio de una ciudad tan predispuesta al anti-evangelio como Corinto.

         Nunca había sido fácil a Pablo hablar de Cristo, pero hacerlo en Corinto... Aprendamos la lección de Pablo, que nunca se quejó de ninguna sociedad paganizada, ni siquiera de esta tan sobrepaganizada. El ejemplo que nos da Pablo, permaneciendo un tiempo prolongado en esta ciudad, nos estimula también a nosotros.

         En efecto, no podemos pretender que las cosas lleguen a cuajar a la 1ª de cambio, y muchas veces la evangelización exige esfuerzos prolongados. Entre la siembra y la cosecha puede pasar mucho tiempo, y puede ser también que recoja los frutos el que no ha sembrado. Pero no por eso ha sido inútil la siembra, sino al contrario.

         También nos da Pablo un ejemplo de desinterés económico. Aunque el que trabaja por la comunidad podría hacer valer el derecho de ser ayudado por la misma comunidad (que es lo que recuerda precisamente a los corintios, en 1Cor 8), él prefiere trabajar (en la fabricación de tiendas) para no ser gravoso a nadie. Los que trabajan en la evangelización deberían evitar siempre toda sospecha de que lo hacen por dinero, aunque reciban la conveniente ayuda para poder dedicarse a su trabajo.

José Aldazábal

 Act: 09/05/24     @tiempo de pascua         E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A