UNIVERSIDAD
MEDIEVAL
b)
Ciencia proto-universitaria
c)
Centros proto-universitarios
d)
Primeras universidades de la historia
e)
Primeros síntomas universitarios
Regine Pernoud (Chinón-1909, París-1998), fue paleógrafa y doctora en Historia Medieval, directora del Museo de Reims, del Museo francés de la Historia, de los Archivos Nacionales de Francia, gran Premio de la Villa de París-1978, gran Premio Gobert de la Academia francesa-1997… y una de las especialistas con mayor reconocimiento mundial en la historia de la Edad Media.
Así
mismo, su trabajo mostró el lugar privilegiado de la mujer[1]
en la Edad Media, y la rehabilitación de la Edad Media como sociedad cultural
por excelencia[2].
Tomaremos, pues, de él la principal óptica para este apartado de mundo
medieval, cultural por excelencia.
“La
Edad Media fue hábil en introducir su cultura en todos los ámbitos de la vida,
y en mantenerla eterna en ellos en el transcurso de los siglos”, comienza
diciendo la prestigiosa Pernoud[3].
En
cualquier parte, sigue añadiendo la dra. Regine, los vestigios culturales de la época
medieval son más numerosos que los de todas las demás épocas reunidas. Es
imposible circular por Europa sin ver un campanario del s. XII-XIII. Es más,
cualquier región europea no suele poseer ningún museo importante, y en cambio
amontona riquezas en monasterios, literatura popular, arte parroquial rural,
frescos románicos[4]….
Así mismo, la afluencia de turistas es habitual en los edificios
medievales. El Mont Saint Michel recibe más visitantes, por ejemplo, que el
mismo Louvre de París.
En todos los lugares se han ido creando clubes arqueológicos, talleres
de restauración y excavación, sobre todo resto medieval.
b)
Literatura medieval
Si el Renacimiento recurrió a las fuentes de la Antigüedad, por poner
un ejemplo, la Edad Media batió record
en sentido literario.
Bernardo
de Claraval manejó una prosa completamente nutrida de citas antiguas. Incluso
fue tan asiduo el cultivo de los autores latinos y griegos por parte del entorno
erudito de Carlomagno, que se ha llegado a hablar del “Renacimiento
Carolingio” del s. VIII-IX, aparte del “Renacimiento del s. XII” y del
constante “Humanismo medieval”.
Por
otro lado, cabe recordar la filosofía
aristotélica del s. XIII, por no seguir ahondando en la enorme
riqueza literaria popular, proliferación de los primeros best sellers,
memorización de romances y géneros épicos… a lo largo de toda la Edad
Media.
Tomando
el relevo del Imperio romano, cuando Carlomagno emprende la reanimación
de la enseñanza y la cultura, lo hace siguiendo las normas romanas:
-fundando
en Aquisgrán la Academia palatina,
-trayendo
y agrupando a los mejores gramáticos, letrados y poetas de todos los lugares.
El poeta franco Angilberto, el visigodo Teodulfo, el inglés Alcuino… y
todas las artes medievales siguieron los modelos de las formas clásicas,
llegando a convertirse en los nuevos Homero, Píndaro y Virgilio.
Menos de 200 años después de la muerte de Carlomagno renació la vena céltica,
la Chanson de Roland, Baudri de Bourgueil, Mardobio, Guillermo de Aquitania, Bernat de Ventadorn, Jaufre
Rudel, por no citar las leyendas del rey Arturo, la Tabla Redonda, la Demanda del
Grial, Erec y Enide, Tristán
e Iseo…
Por último, el teatro fue practicado en la Edad
Media desde fecha muy temprana, añadiendo al teatro clásico mayor vida
interior y valor educativo.
Las referencias a la mujer en la Edad
Media se han producido a un ritmo impresionante. La mujer en la sociedad india de Siam,
en cambio, o en el derecho maliki musulmán,
no hablaban de ella para nada. Es igualmente inútil buscar un estudio sobre la
mujer en las sociedades célticas.
¿No es sorprendente, en efecto, pensar que en los tiempos feudales la
reina era coronada como el rey, con dominio real?
Un rápido repaso de las reinas
da una idea bastante exacta de lo que pasó en la sociedad. Mientras que la
mujer en los tiempos antiguos era constantemente relegada, incapaz de reinar, de
ejercer su derecho sobre sus bienes… en tiempos medievales los muchachos y
muchachas se encontraban en pie de igualdad rigurosa.
En efecto, a mitad del s. XIII la universidad tuvo que dispensar el
derecho romano porque no admitía más que el pater
familias. Por otra parte, la difusión del cristianismo había ido
introduciendo desde sus comienzos la libre
elección de los esposos.
Las tonterías que se han vertido sobre que “la mujer no tenía alma”
para la Iglesia medieval presentan serias lagunas:
-pues
en la Iglesia la mujer ha gozado siempre de alma, y la Iglesia
nunca ha cambiado sus criterios,
-pues
la Iglesia no dispensa los sacramentos a seres sin alma,
y a ellas siempre se los han administrado,
-pues
la Iglesia ha propuesto siempre modelos femeninos de santas y heroínas, a diferencia de
la cultura pagana.
También es sorprendente que la enciclopedia más conocida del s. XII
emanara de una religiosa, la abadesa Herrade de Landsberg, o que multitud de
religiosas cristianas gobernaran abadías,
escribieran, enseñaran griego, hebreo, literatura… ya desde su más joven
edad. La Iglesia, pues, ha sido la única en la historia que ha dado
protagonismo absoluto a las mujeres y un lugar de poder. Eso sí, desde un punto
de vista distinto, femenino, y siempre eminente.
Pues bien, la sociedad civil introdujo en su derecho los mismos estatutos
de la mujer, que estas gozaban en el seno de la Iglesia:
-casadas
y actuando por sí mismas,
-abriendo
tiendas y comercios sin tener que presentar autorización marital.
No será hasta la Edad Moderna, en los Decretos del Parlamento
de Francia-1593 (casi s. XVII), cuando a la mujer se le aparte tristemente de
toda función estatal.
En pleno s. XIII, ya Brunetto Latini había explicado en su obra Tesoro
que la tierra
era redonda; luego no fue Galileo el primero en decirlo ni saberlo.
Por
otro lado, los procesos contra la brujería
alcanzaron su máximo auge en la Edad Moderna, en la época de la Ilustración y
siglo de la Razón (en el s. XVII, 3.000 brujas fueron enviadas a la hoguera por
el juez Nicolás Remy, o por el abogado real Jean Bodin, sin mencionar los
peores casos de brujería, los ocurridos en la propia corte francesa). En
Burdeos, en pleno s. XVIII, todavía tenían lugar procesos civiles contra la
brujería, terminando con la hoguera.
En
cuanto a los herejes,
fue el conde de Tolosa, Raimundo V, el primero que llamó a combatir
militarmente a esta “plaga pútrida, que genera peste y ruinas”, entre otras
cosas porque generaba la incultura. Ante el cariz que tomaban las cosas, el papa
Gregorio IX fundaba la Inquisición en 1231, para investigar y así poder juzgar
a los herejes. El termino Inquisición significaba, de hecho, indagación, como investigación permanente y no sólo puntual, para
no juzgar alocadamente.
En los casos juzgados por la Inquisición eclesial, en los lugares en que
sus registros se han conservado, el porcentaje ha resultado ser:
-el
10%
culpables, e inocentes el 90%,
Incluso los reyes, a pesar del juicio benévolo de la Iglesia, mandaron
reos a la pena capital, como Roberto el Piadoso (que mandó en Orleans a 14 clérigos
y laicos a la pena capital), o como Federico II de Alemania (que promulgó el
endurecimiento de las penas contra los herejes, siendo el prototipo de
“monarca ilustrado”).
En cuanto a las cruzadas, fue en el Concilio de
Clermont-1095 donde Urbano II decidió hacer un primer llamamiento a la cruzada.
El papa, expulsado de Roma, y errante en Francia:
-no
dudó en abrir el concilio excomulgando al rey de Francia, ante la mirada atónita
de la diplomacia europea,
-fue
enérgico en el llamamiento que hizo a la cristiandad europea, para que
recobrara el feudo que le correspondía, y que le había arrebatado el Islam.
Por último, las órdenes de caballería,
hospitalarias con el enfermo (para ellas, era el “señor de la casa”), no
dudaron en llamar “Casa de Dios” a los lugares en que acogían a los pobres,
enfermos y miserables.
La Edad Media supuso un avance sobre la Edad Antigua, al igual que la
Edad Moderna avanzó sobre la medieval. A nivel social, es difícil creer que se
reprodujeran a conciencia errores del pasado, o no se conocieran las formulas
para luchar, por ejemplo, contra enfermedades ya encaradas en el pasado. En el
campo de la ciencia, menos creíble es que un periodo de tiempo posterior a otro
no tratase de superar obras de arte o letras ya plasmadas en el pasado.
Lo que fue la academia ateniense de filosofía en el cénit de la cultura
griega, se convertirá ahora, por ejemplo, en mega-universidades de medicina,
derecho y geometría, con estatutos para alumnos tanto internos como
extranjeros, tanto en Bolonia como Oxford y París. Lo que fue la figura del pedagogo
griego, a especie de esclavo-cuidador-correa del niño, se convierte ahora, a
inspiración de Guillermo de Champeaux y otros cientos de rectores más, en
profesorado cualificado y dotado de licentia
docendi.
Para
terminar y no ahondar más, desempolvar dos definiciones, sobre el “alma de la
mujer”, de dos épocas en litigio:
-según
Aristóteles, máxima cima (y biólogo) de la cultura antigua, “la mujer
carece de los mismos dientes que el hombre”,
-según
Tomas de Aquino, máxima cima (y teólogo) de la cultura medieval, “la
mujer (y el hombre) son la más perfecta imagen que nos lleva a la contemplación
de Dios”.
Se puede decir, por tanto, y a pesar de los intentos de la masonería y
de E. Gibbon[5],
en orden a sembrar prejuicios en la que fue una cultura más cristiana que
nunca, que la Edad Media[6]:
-eliminó
la esclavitud de la Antigüedad, salvo excepciones islámicas o bizantinas, y
hasta que fue recobrada por el Mundo moderno;
-fue
cristiana, y tuvo imperativos cristianos;
-tuvo
a Europa occidental por debajo de otra civilización (el Islam), luchando por
sobrevivir, uniendo en una única identidad a los pueblos bárbaros más
diversos, balcánicos o vikingos;
-tuvo
al Islam como auténtico protagonista, viviendo su época gloriosa;
-fue
configurando la ciencia, las letras y los estados.
CENTROS
PRE-UNIVERSITARIOS
La Cultura Clásica había sido hecha pedazos por los invasores bárbaros
del Imperio romano, y fue sumergida bajo la barbarie. Sin embargo, ahí estuvo
la Iglesia para volver a edificar la ciudad terrena, en todos los ámbitos de la
vida y también en el cultural.
En
efecto, del Mundo Antiguo tan sólo había sobrevivido en la Edad Media, y como
residuo más bien privado y localizado en el entorno de Italia, la figura de las
escuelas
parroquiales, de escasez preocupante de alumnos, y como programa
catequético[7]
que se mantenía vivo en puntos muy dispersos. No obstante, muchos de los médicos
y notarios de los s. V y VI habían pasado por ellas[8],
y el mismo Leandro de Sevilla las había importado a su sede hispalense en el s.
VI[9].
Tras
este primer precedente sistemático de estudio universal, se puede decir que las
escuelas catequéticas cedieron el testigo
a:
-las
escuelas episcopales, desde los decretos del Concilio de Vaisón-529 en
adelante,
-las
escuelas monacales, desde la fundación del Monasterio de Vivarium-540 en
adelante.
Hacia el año 787, y mucho más de ahí en adelante, el mismo emperador
Carlomagno pidió, mediante la constitución especial De
Scholis per Episcopia et Monasteria instituendis del 787, y mediante la Epístola de litteris colendis al abad de Fulda en 799, la “obligación
de que en todas las iglesias catedrales y en todos los monasterios hubieran
escuelas con maestros que enseñasen las letras y artes humanos, como medio para
penetrar mejor en lo divino”[10].
Así,
tanto los obispos con sus sacerdotes (primero), como los abades con sus monjes
(posteriormente), llevaron a sus iglesias catedrales y
monacales todos los saberes y artes de la Antigüedad[11],
a los que sumaron sus propios conocimientos, bibliotecas, ciencia, principios
artísticos y escuelas de enseñanza.
b)
Escuelas monacales
Fueron
auténticos e impresionantes centros de studium
para la juventud de los alrededores, en torno a la enseñanza, con scriptorium
para la elaboración de códices, bibliotecas con más de 600 códices por
monasterio, miles de talleres de arquitectura, escultura y pintura…
Dos
eran los ámbitos
que abarcaron las escuelas monacales:
-la
schola interior, dentro de los claustros, y reservada a los novicios que
estudiaban bajo los monjes más sabios,
-la
schola exterior, a la que concurrían los niños y jóvenes de los
alrededores, para educarse literaria y religiosamente.
Fueron primigenias las escuelas del italiano Monasterio de Vivarium-540, del francés Monasterio de Luxeuil-590, del inglés Monasterio de Canterbury-590, del irlandés Monasterio de Durham-610, del exuberante Monasterio de Corbie-660[12]…
Y fueron celebres las escuelas monacales:
-irlandesas,
como la de Bangor[13],
-alemanas, como las de Fulda, Reichenau, Salisburgo, Tegernsee y San Ereman de
Ratisbona,
En el trasiego entre escuelas, e idas y
venidas de monasterio en monasterio, los monjes dieron a conocer en Francia y
Alemania muchas obras literarias de Inglaterra e Irlanda. También de Roma, Rávena y Pavía se copiaron importantes códices manuscritos. Se puede decir que
en este trabajo “amanuense” monacal:
-se
cotejaron y confrontaron códices,
-se
seleccionaron y separaron las distintas obras antiguas,
-se
introdujo la crítica filológica de autores y ediciones precedentes.
En cuanto a sus bibliotecas, las escuelas
monacales conservaron cientos de miles[19]
de manuscritos sobre:
-el
derecho, ya fuera el romano, teodosiano, justinianeo e incluso popular alemán,
-la
filosofía clásica, sobre más de 200 autores griegos y latinos,
-biografías
antiguas, de pensadores, santos y políticos,
-reglas
gramaticales, sobre poemas y tipos de letra.
Pero
los monjes no sólo fueron los mejor cualificados transmisores del saber antiguo a
los siglos futuros, sino que también supieron unir, no ya en una óptica
estudiantil sino también social y vital, sus obras de:
-evangelización
de las nuevas oleadas de pueblos bárbaros analfabetos,
-civilización
de las nuevos reinos establecidos.
Llamadas también como episcopales o capitulares, funcionaron desde el año 529[20] a la sombra de la cátedra-catedral del obispo, dirigidas por el carcelario del cabildo, y centrándose propiamente en la formación de los seminaristas a nivel literario, científico y artístico. Se trató, pues, de unas escuelas catedralicias[21] organizadas por el clero secular.
Aunque su propósito principal fue educar a los futuros sacerdotes para ser hombres de Dios más letrados, con el tiempo también se admitió a otros individuos que deseaban contar con esta formación, aunque sin querer ordenarse sacerdotes[22]. De hecho, muchos de los futuros universitarios y funcionarios del Estado acabarían tomando los títulos propios catedralicios (los de canciller, preboste, decano…), que en su origen fueron utilizados por los funcionarios de los capítulos de la catedral[23].
En el 742, y bajo el impulso del obispo Crodegando de Metz, con su famosa
Regla de canónicos regulares[24],
todas las escuelas catedralicias fueron ordenándose de manera común, para que
sus estudiantes pudiesen llevar una vida
comunitaria durante su etapa de aprendizaje. Deberían estar a su
cargo[25]:
-un
scholasticus,
-un
magister scholae,
-un
grammaticus,
-un
didascalus.
En el Concilio de Roma-853 fue cuando se implantó, por primera vez, la jerarquía
docente:
-desde
la necesidad “in universis episcopiis”
-de
crear “magistri et doctores
constituandur”
-“qui
studia
-litterarum,
-liberaliumque
artium,
-ac
sancta habentes dogmata
Las primigenias escuelas
catedralicias fueron:
-en
Francia, las de Reims, Sens, Lyon, Metz, Orleans, Laón, Chartres y París,
-en Inglaterra,
-en España,
-en Holanda, la de Tournai,
-en Alemania,
En
cuanto a sus bibliotecas,
las escuelas catedralicias que destacaron fueron:
-Metz, con el mayor registro de volúmenes musicales,
Interesante también fue la aportación que las escuelas catedralicias
fueron haciendo de sus scriptorium[29],
donde hábiles copistas y miniaturistas dejaron códices y pinturas
insuperables, por toda Europa[30]
y también en España[31].
Materiales
básicos de estudio en las escuelas catedralicias fueron:
-San
Agustín[32],
con su Enchiridion, Antihereticum,
Sermones y De Civitate Dei[33],
CIENCIA
PROTO-UNIVERSITARIA
Fueron
el auténtico motor de la cultura medieval, la apuesta más decidida de la
Iglesia medieval, y el sistema de formación más universal y permanente que jamás
hayan tenidos los estudiantes y maestros de la humanidad.
Surgidas
en las viejas escuelas catequéticas de Italia,
bajo el mandato y aliento desde Rávena del rey ostrogodo Teodorico (454-526)[38],
habían sido materializadas bajo sus impulsores:
-Boecio,
traductor en Europa de toda la obra de Aristóteles, y gran teórico de la música,
Fueron continuadas, bajo el nombre de artes liberales, por las escuelas catedralicias de España
(bajo el impulso de Isidoro de Sevilla) y Francia
(bajo Gregorio de Tours, Alcuino…), y las monásticas de Irlanda (bajo Beda el Venerable), con la misma división
estricta que había establecido Casiodoro, entre[40]:
-letras:
gramática, retórica y dialéctica (trívium),
-ciencias:
aritmética, geometría, astronomía y música (quadrivium).
Fue en estos siglos VI-VII cuando la visión
aristotélica[41]
vino a imponerse sobre la neo-platónica y patrística, por la necesidad de ir
clasificando más científicamente cada arte impartido.
En cuanto al trivium, los estudiantes y
maestros del mundo medieval aprendieron a estar curtidos en:
-Derecho
romano[42],
En cuanto al quadrivium, los estudiantes y
maestros medievales aprendieron a estar curtidos en:
-Matemáticas
y Astronomía[47],
Fue
la síntesis de métodos científicos[52]
y principios doctrinales[53]
que fue moviendo la enseñanza de todas las artes impartidas en las escuelas
catedralicias:
-haciendo
disputar entre sí a las diversas tendencias (tesis),
-purgando
racionalmente todos los principios (antítesis),
Los orígenes del método filosófico
escolástico se remontan a los mismos San Isidoro (+636), San Beda (+735),
Alcuino (+804) y Rabán Mauro (+856), con sus florilegios y enciclopedias y su
inserción en las escuelas episcopales[55].
Con
Juan Escoto
(+877), para muchos el primer escolástico, se introdujo la necesidad de
planteamientos universales, a la hora de abordar las problemáticas y
conocimientos particulares.
Con
Anselmo de
Canterbury (1033-1109) se dio otro paso gigante, con el
reconocimiento de dos vías distintas de conocimiento filosófico: la razón y
la fe[56].
Pero
el impulso decisivo proto-universitario, y el que introdujo todo el aparato
escolástico en la universidad, fue el que desarrolló Pedro Abelardo (1079-1142), con
el recogimiento que hizo:
-de
todas las contradicciones entre las ciencias paganas clásicas y ciencias
cristianas medievales[57],
Tuvo varias escuelas o grupos de tendencias[59]:
-la
escuela hilemórfica, introductora de la contingencia y esencia, materia y
forma, en todas las formas científicas[60];
No obstante el buen funcionamiento de las escuelas monacales y
catedralicias, y de las artes liberales y escolástica, en general, la dureza
del s. X (con derrota incluida
ante el Islam, a todos los niveles) y sus principales secuelas internas
(investiduras laicas[65],
simonía[66],
nicolaitismo[67])
llevó a los pontífices de Gregorio VI[68]
a[69]
Gregorio VII[70]
a una reforma
total y sin precedentes en la Iglesia[71].
Fueron pasos dados en pro de la reforma
gregoriana:
-el
Concilio de Reims-1048, donde fue proclamada la independencia papal[72],
Y fueron aportaciones gregorianas, venidas
de forma colateral, y que influyeron en el devenir de los centros de estudio
eclesiales:
-el
dictatus papae[76],
con poder universal y directo sobre cada lugar,
-la
interconexión entre los nuevos metropolitanos, implantados por Gregorio VII,
-la
sustitución de los ritos locales por el rito único romano,
-la
distinción entre el poder civil y el poder eclesial,
-el
fin de las intromisiones del rey en los centros eclesiales.
La oposición del emperador Enrique IV de Alemania fue total, con intento de
asesinato al papa en la Basílica de Letrán[77].
Pero la reforma ideada por el papa Gregorio VI y ejecutada por Gregorio VII fue fulminante
en resultados. El arte, la ciencia eclesial, la luminosidad litúrgica,
la vida de santidad… pivotado todo sobre la nueva teología eucarística, fue
ya hecho realidad en el Concilio de Roma-1075, y sirvió al papa Víctor III para su
plasmación en el nuevo invento eclesial: la Universidad.
PRIMERAS
UNIVERSIDADES
La
universidad, tal y como la conocemos hoy en día[78],
como “universitas studium” con la
capacidad de otorgar “licentia ubique
docendi”, fue inventada por el papa Víctor III (1026-1087), que como
cardenal había forjado ya esta idea en Salerno, y que como pontífice otorgó
la primera bula completa universitaria a Bolonia-1087. Recibió la catalogación
de “studium particulare”, y no ya el clásico “studium generale” que la Iglesia había mantenido abierto a los jóvenes
e infancia, en monasterios y catedrales[79].
“Nos, Universitas magistrorum et
Scolarium parisiensum, dirá en París el papa Honorio III, al hacer unas
donaciones de terrenos para la fundación de la universidad de París, y
recordando que por derecho canónico él tenía potestad directa sobre todos los
dominios civiles eclesiales … dispensamus
licentia ubique terrarum et universae facultates: corpus, consortium, collegium,
communio et societas”[80].
Tuvo
por función la universidad, pues, especializar para la docencia de la ciencia,
y requería venir ya con capacidad e instrucción previa. Como corazón o alma
universitaria, la formación impartida debía ser para todos igual:
artística, liberal, legal, médica y filosófica, aparte de teológica.
Los
cursos se daban en latín, y los maestros solían leer los libros de texto. No
había exámenes en los cursos individuales (sino disputatio…),
pero sí había que pasar un examen oral a final de grado, para obtener la
titulación.
A finales de la Edad Media, el papa había concedido más de 80 bulas fundacionales de universidad por toda Europa, junto con algunas fundaciones que algunos monarcas franceses se habían arrogado por sí mismos. Pero vayamos por partes.
La
1ª universidad del mundo fue la Universidad de Bolonia-1088[81],
que pronto se convirtió en centro de estudio del
derecho romano (de corte justinianea), y cuyo primer rector Irnerio
supo atraer a estudiantes de toda Europa, seglares e individuos que necesitaban
estudiar para desempeñar funciones en la administración civil.
Sus colegios universitarios surgieron en 1118, con la idea de proteger espiritualmente a los alumnos que estudiaban (y a los que se les consideró al mismo nivel que los ordenados de grado menor clerical).
Aunque el cuerpo docente también se organizó como grupo, el colegio estudiantil cobró mayor influencia, obteniendo:
-una
promesa de libertad de movimientos,
-regulación
del precio de los libros y de hospedaje,
-multas
a los profesores que faltaban a clase o comenzaran tarde sus lecciones.
En
el centro de Europa, la Universidad de París-1110 se convirtió en la primera universidad prestigiosa.
Sus profesores, que habían recibido su licencia para enseñar en la escuela
catedralicia de Notre Dame-París, comenzaron a aceptar estudiantes extra por
una paga.
Sus
gremios
estudiantiles acabaron degenerando en auténticos códigos
universitarios, como el formulado por su rector Guillermo de Champeaux en 1122,
renovado de forma periódica, y con integración de las diferenciaciones
nacionales de:
-la
honoranda natio Gallicana-Francia,
-la
constantissima natio Anglicana-Inglaterra,
En
Inglaterra, la Universidad de Oxford-1168 fue organizada siguiendo el modelo de
la de París, y apareció mencionada por primera vez en 1208. Fue fundada en
medio de la polémica, por un grupo de estudiantes ingleses
expulsados de la Universidad de París en 1167[83].
Otra migración de académicos, de Oxford hacia Cambridge en 1209, condujo a la
fundación de la Universidad de Cambridge-1209.
En
cuanto a sus colegios
universitarios, la disputa entre grupos estudiantiles estaba servida
desde su fundación. En efecto, en el curso 1208-1209 dos escolares resultaron
muertos por las revueltas entre estudiantes y habitantes de la ciudad. Oxford
pidió la expulsión de los responsables, y más de 3.000 alumnos (según Mateo
Paris) emigraron a la enemiga universidad cantabrigense. Aun así, Oxford se
repondría en 1229, merced a la llegada de estudiantes parisinos (tras otra
revuelta estudiantil), lo que hizo que en 1230 el papa en persona, Inocencio IV,
tomara la universidad oxoniense bajo su propia tutela y protección.
Fue
fundada por Alfonso IX de
León el año 1218[84],
registró su legislación fundacional el 8 mayo de 1254 en carta otorgada por el
nuevo rey Alfonso X[85],
y fue expedida en Roma-1255 por bula pontifica de Alejandro IV[86].
La
regulación de estudios y vida académica fue obra exclusiva del papado durante
sus primeros 300 años[87],
y del monarca y su consejo (a través de los visitadores) a partir del s. XVI[88],
ambos bajo la figura del rector[89].
Las
normativas medievales estuvieron conformadas de acuerdo con el derecho
romano-justinianeo y las decretales canónicas pontificias. Y las disciplinas a
impartir, orientadas según: la teología metafísica catedralicia, la medicina
de Galeno e Hipócrates, la filosofía de Aristóteles, la geometría de
Euclides, la astronomía de Ptolomeo, y la colección de clásicos latinos y
griegos[90].
En
cuanto a sus colegios
universitarios,
destacaron el Colegio Mayor de San Bartolomé[91],
el Colegio Mayor de Oviedo, el Colegio Mayor de Cuenca, el Colegio Mayor de
Santiago, el Colegio Santa Cruz de Valladolid y el Colegio San Ildefonso de
Alcalá.
PRIMEROS SÍNTOMAS UNIVERSITARIOS
La
Universidad pasó a ser, desde el momento de su nacimiento en 1088, “la
institución europea por excelencia”, nos recuerda el profesor Jacques Verger[92].
Y
es que, nos sigue recordando la profesora Rabade, “desde su mismo nacimiento
en el Medioevo, la Universidad ha sabido desarrollar y trasmitir el conocimiento
científico, la tradición intelectual europea y el nacimiento de la élite académica,
destinada a jugar uno de los papeles más relevantes de la sociedad mundial”[93].
Además de las universidades ya citadas, entre 1200 y 1250 empezaron a nacer en Europa más de 20 universidades[94] casi simultáneamente[95].
De 1250 a 1300 nacieron otras 14 universidades más[96], otras 24[97] de 1350 a 1450, y otras 18[98] de 1450 a 1500.
En España, la decana de las universidades españolas fue Salamanca-1218[99], seguida de las de Valladolid-1299, Lleida-1300 y Huesca-1354[100], y otras que vinieron ya en el s. XV[101].
En cuanto a los vínculos fundacionales, la Iglesia fue la que acaparó, por 300 años, el proceso de gestación, nacimiento y crianza de cada universidad europea[102]. Esta relación se mantendrá hasta el s. XV, en que la institución universitaria empiece a mostrarse más cercana a los soberanos y a las autoridades seculares, y a las clases dominantes de los estados.
La estructura interna de la universidad se centró, desde su nacimiento, en el papel que las diferentes instancias de poder ejercían en la toma de decisiones:
-el
rector y sus consejeros, que actuaban autónomamente,
-los
delegados diocesanos, que ayudaban en todo al rector y consejeros.
Pero la universidad necesitaba, aparte de ser dirigida disciplinalmente, conseguir todo tipo de recursos financieros:
-los
propios, o procedentes de los estudiantes,
-los
externos, provenientes de la diócesis, la municipalidad, el rey, o las
donaciones de particulares.
En cuanto a infraestructuras, su dotación vino determinada por la población estudiantil de cada universidad. En sus inicios, la universidad utilizó edificios religiosos (los claustros catedralicios) para impartir la docencia. Progresivamente iría pasando a adquirir sus propias aulas, bibliotecas y colegios universitarios[103].
El
profesorado,
por último, fue el colectivo que impartía las materias, pudiendo ser:
-ordinario,
que impartía las materias esenciales y fundamentales,
-extraordinario,
que impartía materias ofrecidas con ritmos alternativos.
Reflejó la misma estratificación que presentaba la sociedad de la época[104]. En este sentido, fue importante para el estudiante poder contar con el factor movilidad[105], hasta que empezaron a extenderse y generalizarse nuevos nacimientos universitarios.
En cuanto a los temarios que llenaron la vida del estudiante:
-la
facultad de Artes recogió la tradición de impartir siempre el trivium
y el quadrivium;
-la
facultad de Medicina proporcionó un tipo de formación económica, demográfica
y urbana, enfrentándose en ocasiones con los métodos alternativos de la curación
y magia;
-la
facultad de Derecho contó con la pericia de los mejores juristas del
momento, y enfrentó a los alumnos con el derecho romano y todo tipo teórico de
sistema legal.
La Universidad vino a ser hija de su tiempo, y nació con los rasgos raciales de su tierra.
En efecto, y mucho más avanzadamente de lo que hoy día podría ser concebido en cualquier recinto universitario, la universidad de 1088 vino a ser:
-una
comunidad de profesores y estudiantes,
-dotados
de autonomía administrativa,
-con
libertad de cátedra y derecho a la asociación,
-argumentando
críticamente todos los conocimientos,
-para
levantar, todos a una, la más grande generación civilizacional.
Se trató de una institución europea capaz de:
-traspasar
las fronteras nacionales,
-dialogar,
argumentar y razonar hasta la extenuación,
-alcanzar
y transmitir el conocimiento científico y humanístico,
-inventar
nuevos métodos de análisis y estudio,
-crear
una élite académica, civil y laica, imbuida en valores.
Se trata, por tanto, la universidad, de la institución europea más genuina, que una joven Europa supo buscar, inventar y criar, y que, con toda su frescura juvenil, un día dejó plasmada al hombre, como patrimonio de toda la Humanidad.
Manuel
Arnaldos
Mercabá,
diócesis de Cartagena-Murcia
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Indice general de Enciclopedia Mercabá de Historia
________
[1] Asunto al que dedicó varios libros, entre ellos La mujer en el tiempo de las catedrales y Leonor de Aquitania, así como los estudios que le valieron ser una de las mayores especialistas en Juana de Arco.
[2] Aparte de su tesis doctoral, con Ensayo de la Historia del Puerto de Marsella desde sus orígenes hasta el fin del Siglo XIII, presentada en la Facultad de Artes de la Universidad de París-1935, PERNOUD ha sido autora de: La unidad francesa-1944, Luces del Medioevo-1944, Vida y muerte de Juana de Arco-1953, Cristina de Pizán, ¿Qué es la Edad Media?, Para acabar con la Edad Media, Hildegarda de Bingen, San Martin de Tours, Blanca de Castilla, Eloisa y Abelardo, La mujer en el tiempo de las catedrales, Leonor de Aquitania-1969, y Los hombres de las cruzadas: historia de los soldados de Dios-1987 .
[3]
cf. PERNOUD, R; Para acabar con la
Edad Media, ed. Olañeta, Palma de Mallorca 1999, p. 21.
[4]
cf. PERNOUD, R., op.cit, p. 36.
[5]
Según GIBBON, y sus tesis recogidas en su History of the decline and fall of the Roman Empire-1776, las
causas de descomposición del Imperio romano, y consiguiente e irreversible
decadencia del mundo medieval, hay que buscarlas en la difusión del
cristianismo, y en la implantación de su doctrina en todos los ámbitos
sociales.
[6]
cf.
RODRIGUEZ DE LA PEÑA, A; Apuntes de
Alta Edad Media, ed. CEU-SP, p. 3.
[7]
Programa, por otro lado, nada desdeñable, pues en él se mantenían vivas:
-las
filosofías de los padres orientales y capadocios,
-las
exégesis bíblicas de ORIGENES, SAN AGUSTIN, SAN JUAN CRISOSTOMO...
-los
materiales de jurisprudencia de TERTULIANO, BOECIO, CASIODORO…
-las
gramáticas de DONATO y PRISCIANO,
-la
retórica de MARIO VICTORINO y CICERON,
-algunas
traducciones de ARISTOTELES y PORFIRIO,
-muchos
textos clásicos latinos, de OVIDIO, TERENCIO, SENECA, HORACIO y sobre todo
VIRGILIO.
(cf. LLORCA, G; VILLOSLADA, R; LABOA, J.M; Historia de la Iglesia Católica, Edad Media, vol. II, ed. BAC, Madrid 1996, p. 255).
[8] cf. LLORCA, G; VILLOSLADA, R; LABOA, J.M., op.cit, p. 254.
[9]
Lo que abre una nueva duda al respecto, sobre si la introdujo:
-por
vía bizantina, aunque su destierro a Constantinopla fue posterior a la
creación de la Escuela catequética de Sevilla, y casi una consecuencia de
ello, pues en ella forjó el anti-arrianismo en los hijos de LEOVIGILDO,
enviados a estudiar con él;
-por
vía occidental, a forma de emular las escuelas italianas, de las cuales
también se consumó el experimento de la Escuela monacal de Vivarium-540.
[10] Misivas que fueron dirigidas ambas “ad omnes suffragantes tuosque coepíscopos et per universa monasteria” (cf. Monumenta Germaniae Historica, vol. I, cap. I, 79).
[11] Ya decía AMALARIO DE METZ, en el s. IX, que solamente los clérigos, libres de lazos familiares y negocios temporales, eran los que se empleaban en la ciencia y la enseñanza (”Dent lectores, sive doctores, pretium Domini, id est, verba legis, et recipiant scholasticas mentes, scilicet, vacantes ab emptione villae, ab emptione boum quinque iogorum, a ductu uxoris” (cf. AMALARIO DE METZ; De ecclesiasticis officciis, IV, II-105).
[12] Por no citar las primeras escuelas monásticas fundadas en la región renana (donde ya habían instalados monasterios en Maguncia, Espira, Worms, Tréveris, Colonia, Toul, Verdun y Metz), los de la Selva Negra (donde surgieron centros monásticos en las zonas de Friburgo y Brisgovia)… que “llegaron a sembrar Europa como un manto blanco”, dirá R. CRASER.
[13]
Fundada por SAN COLUMBANO el año 610, como centro potentísimo de ciencia y
esplendor.
[14]
Unida al esplendor de la de Montecasino, está claro.
[15]
Fundada por ALCUINO DE YORK, ya en época carolingia.
[16] Que nunca bajaba del número de cien alumnos, según decía AGILBERTO.
[17]
Ultima de las fundaciones benedictinas en Francia, y primera de la nueva
orden reformadora francesa.
[18] Conocidos son los libros que SAN EULOGIO DE CORDOBA se trajo a su ciudad de los monasterios navarros.
[19]
Nada más que en el periodo del 820 al 842, la biblioteca del monasterio de
Reichenau había producido y almacenado 450 manuscritos sobre autores clásicos
y cristianos (cf. LLORCA, G; VILLOSLADA, R; LABOA, J.M., op.cit,
p. 255).
En
ese sentido, habría que mencionar:
-la
Biblioteca papal de Letrán, que parece ser que iba recibiendo códices
originales sobre todas las obras editadas por los monasterios, según las
directrices marcadas por el CONCILIO DE ROMA-649;
-la
llamada a tener todos los abades bien organizadas sus librerías, según se
pidió en el CONCILIO DE COMPOSTELA-1054.
En España, destacaron las bibliotecas:
-del
s. VIII, de los monasterios de Ripoll,
Silos, Asán, Samos, Tuñón, Santa María de Obona, San Pedro de los Montes…
-del s. IX, de los monasterios de Sahagún, Arlanza, Almerezo, San Félix
de Oca…
-del s. X, de los monasterios de Albelda, Negrillos, Lorvao, San
Millán de la Cogolla…
[20]
Por expreso mandato del CONCILIO DE VAISON-529, que:
-mandó
la erección de escuelas parroquiales rurales,
-recomendó
como positiva la experiencia de la Escuela episcopal de Toledo (la primera
de la Historia, y erigida por mandato expreso del II CONCILIO DE TOLEDO, del
17 mayo 527, bajo reinado del visigodo ALARICO y del obispo MONTANUS DE
TOLEDO).
[21] Hacia el año 900 eran 20 las escuelas catedralicias contabilizadas en Europa, aunque su número se disparó hacia el año 1000, contabilizándose casi 300 por toda la geografía continental. Primigenias fueron las visigodas y francas, exuberantes las carolingias de Chartres, Reims, París, Laon, Soissons... aunque lo más importante fue la implantación, salvo excepciones y en cada sede episcopal, de una escuela catedralicia.
[22] De aquí surgirá el futuro rango de universitario, de la mezcla de clérigos más no clérigos que cursaban unos mismos estudios universales.
[23] cf. portalplanetasedna.com.ar/universidad_medieval.htm.
[24] Impuesta como obligatoria por el SINODO DE AQUISGRAN-799, e inspirada en SAN AGUSTIN y SAN ISIDORO, la regla de CRODEGANDO DE METZ fue rápidamente conocida y establecida en toda Francia, Alemania, Italia e Inglaterra, originando además la floreciente Escuela episcopal de Metz.
[25]
cf. LLORCA, G; VILLOSLADA, R; LABOA, J.M., op.cit, p. 257.
[26] cf. MANSI, Concilia, XIV (CONCILIO DE ROMA-853), p. 1008.
[27] Futuro papa SILVESTRE II (Auvernia 938-Roma 1003, y principal aupador de HUGO CAPETO al trono francés, y de OTON II y OTON III el Grande como emperador “augusto” romano), GERBERTO DE AURILLAC introdujo en Roma las matemáticas y astronomía del gran obispo ATTON DE VIC, y la geometría y aritmética helenísticas, aprendidas en la Escuela episcopal de Vic del mundo árabe. Ya antes como cardenal, también había dirigido la Escuela episcopal de Reims, así como la Escuela monástica de Reichenau (cf. LLORCA, G; VILLOSLADA, R; LABOA, J.M., op.cit, pp. 133-135).
[28] “Illic invenies veterum vestigia patrum; quidquid habet pro se Latio Romanus in orbe, Graecia vel quidquid transmisit clara Latinis, Hebraicus vel quod populus bibit imbre superno” (cf. ALCUINO DE YORK, Poetae lat. Aevi carolini, I, p. 203, 1535-1539).
[29] Salas situadas junto a la Iglesia catedral, llenas de luz y grandes mesas, y bien provistas de cálamos, pinceles, plumas de ave, tinteros y pinturas, la greda, la piedra pómez, el escalpelo-raspador y el graphium… sobre los que se inclinaban los clérigos para copiar los códices con letras visigóticas, lombardas, carolingias y luego góticas (cf. LLORCA, G; VILLOSLADA, R; LABOA, J.M., op.cit, p. 258).
[30] Como los Salterios escritos por GODESCALCO, DAGULFO, DROGON, HARTMOTO, SINTRAM, tanto en el mundo franco como irlandés e italiano.
[31] Como las Biblias españolas:
-del s. X, de San Pedro de Roda,
San Isidoro de
León, Hispalense...
-del s. XI, de San Millán, San Pedro de Cardeña, Avulense...
Así como los Apocalipsis de BEATO, FACUNDO, EMETERIO, FLORENCIO, MAGIO, VIGILA… (cf. MARQUES DE LOZOYA; Historia del Arte Hispánico, Barcelona 1931, vol. I, pp. 312-326).
[32] Como figura cumbre del pensamiento antiguo, máxima recapitulación del pensamiento mundial, y magna y genial apología del mundo eclesial. Se dice, incluso, que ante su negativa a hacerse SAN AGUSTIN sacerdote, fue literalmente agarrado por la multitud de Hipona y no soltado hasta que ocupase “la cátedra del obispo”.
[33]
Donde todos los alumnos aprendían sus “dos ciudades”,
representación de los dos reinos (el de Dios y el del mundo-demonio), a
modo de profunda reflexión sobre la caída de la Epoca Clásica y la Nueva
Epoca de los godos. Memorizadas fueron, por tanto, por todos los
universitarios medievales, las dos partes de De
Civitate Dei:
-la
primera, en que se rechazaba las acusaciones paganas contra la Iglesia,
y se criticaba al paganismo;
-la
segunda, en la que surgía la inevitable confrontación entre los “dos
reinos”, su origen, desarrollo y final. Todo terminando con la separación
del día final, pues hasta ahora tenían que coexistir mezclados en el
transcurso de los siglos.
No obstante, resultó interesante el ahondamiento que hicieron las escuelas catedralicias en las dos ideas fundamentales agustinianas: la exterior ciencia-sabiduría; el interiorismo-alma humana.
[34]
En cuya primera actividad como papa, SAN GREGORIO MAGNO se había dedicado
al bien espiritual del clero y pueblo romano, y al fomento de la ciencia
eclesiástica, fundando las estaciones
de Roma, publicando su Regla pastoral,
reformando y fijando definitivamente la liturgia mediante su Sacramentario,
y distribuyendo con sabiduría y estrategia, y según recoge en su Registro, el patrimonio jerárquico de San Pedro, por todas sus
provincias y estados (cf. GREGORIO MAGNO, Registro
V, 6).
[35] Importante por su fijación de formas y características que debía tener el canto sagrado, que paso a llamarse canto gregoriano.
[36] Líber regulae pastoralis, como carta dirigida primeramente a SAN LEANDRO, con quien había entablado estrechísima relación durante su estancia en Constantinopla, y a quien le pedía consejo para completar el libro Librum regulae pastoralis quem in episcopatus mei exordio scripti. La idea nuclear de la Regla giraba en torno a la grandeza de la dignidad episcopal y a los deberes de los obispos y sacerdotes (cf. LLORCA, G; VILLOSLADA, R; LABOA, J. M., op.cit, p. 626).
[37] Quizás la materia más trascendental estudiada en las escuelas catedralicias, con infinitas lecturas que se han seguido haciendo a lo largo de la historia, y donde la Iglesia de Roma fijó la administración de su patrimonio (en reinos, condados, ducados, sedes metropolitanas, estados pontificios…) por toda la humanidad.
[38] Que, educado en Bizancio por encargo de su padre, e influido por la corte de Constantinopla, había tratado de crear un Imperio romano-germánico en occidente, utilizando para ello la nueva capital de Rávena.
[39] Lugar donde implantó finalmente la división pedagógica de las ciencias en el trivium (artes para los sermones) y el quadrivium (artes para la vida), todas las cuales las resumió el arriano de la siguiente manera: “Lingua, tropus, ratio; numerus, tonus, angulus, astra” (cf. LLORCA, G; VILLOSLADA, R; LABOA, J. M., op.cit, p. 259).
[40]
De hecho, esta misma y estricta división fue la que se mantuvo en los
momentos de surgimiento del pensamiento universitario, hasta bien entrados
los gremios estudiantiles del s. XIII, y la necesidad de un nuevo sistema de
estudios, junto a una nueva metodología (que traería la universidad de París,
dando fuerza insospechada a la labor científica ya comenzada por las
escuelas catedralicias).
Parece ser que la idea de mantener el número 7 como número de artes
liberales a estudiar (por su significado hebraico y cristiano de perfección
del universo) fue clave para su inamovilidad, a pesar de los nuevos saberes
que se iban incorporando (“Ad istas tres scientias paratae sunt, tanquam
viae, septem liberales artes, quae in trivio
et quadrivio continentur… Nullus perfectionem illius triplicis
sapientiae potest attingere, nisi in his septem prius extiterit perfectus”
(cf. Códice Bamberg, en GRABMANN,
Método escolar universitario, II,
Friburgo 1933, p. 39).
[41]
Sobre todo con el estudio de sus Perihermeneias, Categorías
y Analíticas, mediante las
traducciones de BOECIO y MARIO
VICTORINO. De hecho, tan impregnado llegará a estar el s. XII de la ciencia
aristotélica (no sólo ya de la Logica
vetus de sus Perihermeneias, Categorias y Analíticas,
sino de toda su Logica nova, con
sus Tópicos, Física, De caelo et mundo,
De generatione et corruptione, Meteoros,
De anima, Metafísica, Etica
Nicomaquea, Magna Moralia, Política, Retorica…)…
que el mismo PEDRO CALLENSE no parará de repetir que “no plantemos junto
al altar la selva aristotélica” (“et non est nemus aristotelicum
plantandum iuxta altare”, cf. PEDRO CALLENSE, Mosaici
tabernaculi expositio, I, 202).
No obstante, las luchas pro y anti-ARISTOTELES fueron interminables,
con:
-permiso
definitivo promulgado por el papa URBANO IV para la universidad de París
(cf. UNIVERSIDAD DE PARIS, Chartularium
Universitatis Parisiensis, I, 278),
-aprobación
musulmana a las traducciones panteístas de sus autores (de AVERROES,
AVICENA, ABENTOFAIL y ABU KEKR, que habían influido en el panteísmo de los
maestros parisienses AMALRICO DEL BENE y DAVID DE DINANT, expulsados de la
docencia por el CONCILIO DE PARIS, presidido por el arzobispo metropolitano
de Sens, PEDRO DE CORBEIL).
Con
todo, no sería hasta la llegada de GUILLERMO DE MOERBEKE (el definitivo
traductor latino sobre los textos originales griegos) hasta que comenzara
su andadura, en la Iglesia y en el mundo, la ciencia peripatética aristotélica.
(cf. GRABMANN; “Guglielmo di Moerbeke, il traduttore delle opere di Aristotele”, en Miscellanea Historiae Pontificiae, vol. II, Roma 1946, p. 20 y ss).
[42]
De corte justinianea, y como continuación de la impresionante
reforma del Derecho romano llevada a cabo por JUSTINIANO (527-565), su auténtica
joya y en la que él mismo fue su impulsor, junto a la labor del jurista
TRIBONIANO, que había dividido el cuerpo de leyes en 3:
-digesto,
o recopilación en un volumen de todas las leyes imperiales de la historia,
desde su existencia inicial. Se transmitió el Derecho romano, así, a toda
la posteridad;
-novella,
o conjunto de leyes nuevas del propio Justiniano, escritas en latín, y que
mejoraron algunas leyes viejas imperiales (como fue la ley de esclavitud,
exclusión de la mutilación, la ley de matrimonio con mejora de la
mujer…) o empeoraron otras más recientes (con las leyes contra los judíos,
por ser herejes y paganos, y a los que se les impedía ser médicos, vivir
dispersamente, poseer esclavos, recibir cargos públicos, hacer
proselitismo…);
-instituciones, o conjunto de principios de derecho, a forma de código y manual explicativo del derecho, a la hora de hacer leyes y de entender su justo sentido.
[43] Como artes del razonar y argumentar. Aquí es donde se introdujo el método escolástico por excelencia, con la introducción de la disputatio como complemento a la lectio.
[44] De corte patrístico, tanto oriental (en base a los padres capadocios BASILIO DE CESAREA, GREGORIO DE NISA, GREGORIO DE NACIANZO, los bizantinos SAN JUAN CRISOSTOMO y JUAN DAMASCENO…) como occidental (en base a los padres alejandrinos FILON, ORIGENES y CIRILO, cartagineses TERTULIANO, CIPRIANO, y SAN AGUSTIN, romanos CLEMENTE ROMANO e IRENEO DE LYON…).
[45] Mediante la Historia Natural de PLINIO, comentada por ISIDORO DE SEVILLA. Sin embargo, los conocimientos geográficos serán todavía muy limitados, retomando a lo mucho el modelo cartográfico del Anónimo de Rávena.
[46]
Mediante la Isagogé de PORFIRIO.
Fue aquí donde se consiguió el triunfo definitivo de la nueva Dialéctica
sobre la vieja Retórica, fundamental para el auge y neutralidad, por
ejemplo, de la futura Universidad de París.
[47]
Mediante el Elementos de EUCLIDES
(en matemáticas) y el Astrolabio
de GEBERTO (en astronomía).
[48]
Mediante la Botánica de COLUMELA,
ampliada luego por las anotaciones de WALAFRIDO.
[49]
Mediante la Música Teórica, de
MARCIANO.
[50] Mediante el Phyica de ARISTOTELES, trasplantado a Occidente por medio de las traducciones árabes.
[51]
Sobre todo en la ESCUELA EPISCOPAL DE SALERNO y sus contactos médicos
con los árabes, de cuyos experimentos fueron resultadas:
-la
Escuela de Medicina de Salerno, como edificio adyacente pero
independizado respecto al claustro catedralicio, obra del obispo ALFANO (s.
IX),
-la
Escuela de Traductores de Salerno, encrucijada de las culturas griega,
latina, africana y judía, encargada al cartaginés CONSTANTINO (s. IX),
-la
primera Proto-universidad de la Historia, mediante la idea que de ella
tomo el papa VICTOR III, pues en ella había sido su estudiante y rector
durante muchos años, antes de tomar posesión en Roma (s. XI).
[52] Rigurosos y pivotados sobre la matemática, e investigando nuevas técnicas científicas, con la idea de quitar a toda verificación de postulados las alegorías y simbolismos retóricos (cf. FRAILE, G; URDANOZ, T; Historia de la filosofía. Edad Media, vol. II (1º), ed. BAC, Madrid 1986, pp. 273).
[53] Siguiendo el principio de superioridad de la auctoritas bíblica sobre la sapientia pagana, y según recogieron ALEJANDRO DE VILLEDIEU en su Doctrinale, CONRADO DE HIRSCHAU en su Dialogus super auctores, y EVERARDO DE BETHUNE en su Graecismus.
[54] Como se llevará, de manera análoga, al mundo del micro y macrocosmos, dentro de la forma más literal y tropológica (cf. JUAN DE SALISBURY, Metalog. I, 24).
[55] cf. LLORCA, G; VILLOSLADA, R; LABOA, J.M; Historia de la Iglesia Católica, Edad Media, vol. II, ed. BAC, Madrid 1996, p. 781.
[56] “Neque enim quaero intelligere ut credam, sed credo ut intelligam” (cf. ANSELMO DE CANTERBURY, Obras completas, trad. de J. Alameda, ed. BAC, Madrid 1952, donde se incluyen sus famosos Proslogium y Monologium, De Veritate, Cur Deus homo, De libero arbitrio, etc).
[57] Que le valió todo tipo de críticas, pues PEDRO ABELARDO ponía en enfrentamiento, y no en sintonía, a la razón contra la autoridad, y abría la puerta a la admisión de errores en ambas formaciones. No obstante, él distinguió entre error y error pertinaz, que es lo que podía llevar a la irracionalidad o herejía. En este sentido fueron sus obras Sic et non y Dialogus inter Philosophum.
[58] Momento en que PEDRO ABELARDO introduce el libre pensamiento científico, como indispensable de base para toda investigación científica, y descubrimiento que hay que hacer de la verdad en las disciplinas liberales. En ese sentido fueron sus obras Theologia christiana, Introductio ad theologiam y Iudaeum et Christianum.
[59] Todas ellas, como decía GUIBERTO DE TOURNAI, llenas de palpitación vigorosa en un esfuerzo intelectual y científico creador (“Nec unquam veritas invenietur, si contenti fuerimus inventis… Qui ante nos scripserum, non domini nostri sed duces fuerunt. Veritas patet ómnibus, nondum est occupata”, cf. GUIBERTO DE TOURNAI; De modo addiscendi, n. 226).
[60] A especie de escuela de la vieja teología, como plasmaron PEDRO DE POITIERS, ROBERTO DE MELUN, PEDRO CANTOR, SIMON DE TOURNAI, ALANO DE LILLE, GUILLERMO DE AUXERRE, GUILLERMO DE AURILLAC, HUGO DE SAINT CHER… y llevó a su culmen ALEJANDRO DE HALES en París con su Summa universae theologiae, y ROBERTO GROSSETESTE en la Universidad de Oxford.
[61] Según proponían los seguidores de DUNS SCOTO, y él proponía en sus Sentencias en la Universidad de París, sometiendo a crítica todos los procedimientos filosóficos anteriores.
[62]
Liderada por ALBERTO MAGNO, que decía que “Duo sunt modi revelationis,
unus quidem modus est per lumen generale in nobis, et hoc modo revelatum est
artis: hoc enim lumen non potest esse nisi a primo lumine Dei” (cf.
ALBERTO MAGNO; Summa Theologica, I,
tr.3, p.4 ad 5).
Y por TOMAS DE AQUINO, que decía que “Unde haec est ultima perfectio ad quam anima potest pervenire secundum ars, ut in se describatur totus ordo universo et causarum eius” (cf. TOMAS DE AQUINO; De Veritatis, 2, 2c).
[63] Como propuso ESTEBAN HARDING en su Charta charitatis fundacional del Císter, y lideró SAN BERNARDO y HUGO DE SAN VICTOR (Didasc. II, 9),
[64] En contraposición a la teoría del “res et verba” del realismo radical escolástico, a modo de movimiento iniciado por HEIRICO DE AUXERRE y ROSCELIN, y llevado a su culmen por GUILLERMO DE OCKHAM (que en su Lógica vetus trató de apoyarse inútilmente en las teorías de la Indiferencia de GUILLERMO DE CHAMPEAUX, de los Respectus de ADELARDO DE BATH, de los Status de GUALTERIO DE MORTAGNE, y de la Collectio de JOSCELIN DE SOISSONS) (cf. GUELLUY, R; Philosophie et theologie chez Guillaume d’Occam, Lovaina 1947).
[65] Son terribles las frases con que GEROCH DE REICHESBERG pintaba la desvergüenza de los reyes, que nombraban párrocos e incluso obispos a sus cómplices y cercanos, de forma totalmente torpe y vil (“Abbatissarum reginarumque subactor per adulterium sumpsit episcopium”, cf. GEROCH DE REICHESBERG; Syntagma de statu ecclesiae, p. 194).
[66] Como compra-venta de objetos o lugares religiosos.
[67] Como consecuencia de lo anterior, y manifestado en que los clérigos no guardaban el celibato, y vivían con sus mujeres e hijos en la parroquia.
[68]
Nacido en Sajonia, el papa GREGORIO VI (1045-1046) fue el gran inspirador y
teólogo de la reforma gregoriana, rodeándose de los consejeros HILDEBRANDO,
PEDRO DAMIANO y SILVA CANDIDA, para llevar a cabo la mayor de las reformas
eclesiales de la historia.
En medio de un contexto exterior difícil (pues en ese momento convivía con 2 anti-papas: SILVESTRE III y BENEDICTO IX), y sobre todo por la oposición del emperador ENRIQUE III DE ALEMANIA (que eligió a su propio papa en el Concilio de Sutri-1046, a CLEMENTE II), GREGORIO VI logró prender la mecha de la reforma, tanto en el nuevo anti-papa Clemente II como en sus sucesores.
[69]
CLEMENTE II (1046-1049) continuó la idea reformista de GREGORIO VI,
intentando por primera vez reducir la corte papal, acabar con la
compra-venta de cargos religiosos, y atajar la vida inmoral del clero.
LEON
IX (1049-1054) fue el gran universalizador de la reforma gregoriana, a través
de sínodos provinciales que fue presidiendo él mismo, destacando entre
ellos el Concilio de Reims-1049 y el Sínodo de Maguncia-1049. Los señores
feudales, tanto grandes como pequeños, fueron el principal foco de oposición
a esta reforma gregoriana, ya empezada a ejecutar, y motivado por las
riquezas que podían ver en peligro.
VICTOR
II (1054-1057), de lleno en la aplicación gregoriana, fue el convocador del
gran Concilio de Florencia-1055, y el que consiguió detectar y afrontar los
problemas reales.
NICOLAS
II (1058-1061) fue el convocador del trascendental I Concilio de Letrán-1059,
teológicamente insuperable, y eliminador del influjo feudal en la Iglesia.
Finalmente, también la ORDEN DE CLUNY favoreció la expansión de la reforma gregoriana, en la forma de estructurar la vida interior, y en las fundaciones autónomas que se iban haciendo al exterior.
[70] Sucedido por el papa VICTOR III, que como se analizará en su momento, será el auténtico fundador, ideológico y material, del fenómeno conocido como “universidad”.
[71] Ya de cardenal y asesor de los pontífices posteriores a su maestro GREGORIO VI, HILDEBRANDO DE SOVANA o GREGORIO VII (1073-1085, cerebro de la reforma, y de estatura e inteligencia preclaras, según descripciones de GUILLERMO DE MALMESBURY) había visto la necesidad de una reforma total eclesial en 1033, cuando vio subir al trono de Pedro a un muchacho de 18 años, BENEDICTO IX, envuelto en toda serie de de desórdenes e incapacidades. Fue fundamental también el apoyo que recibió el todavía cardenal Hildebrando de PEDRO DAMIANI y el card. SILVA CANDIDA, para poder llevar a cabo esta renovación “teológica”, con independencia absoluta del emperador, ENRIQUE III DE ALEMANIA y ENRIQUE IV DE ALEMANIA después.
[72] Aparte de deponerse a todos los obispos que hubiesen comprado sus cargos, y condenar la intromisión del rey en la vida interna de la Iglesia.
[73] Aparte de reducir al estado laical a los sacerdotes concubinatarios.
[74] Como consecuencia del revuelo que entre los señores feudales y nobles estaba provocando la reforma de HILDEBRANDO DE SOVANA, al quedarse ellos sin sus privilegios, dominios y posesiones, y al ver como los papas gregorianos implantaban los principios gregorianos sin arruga ninguna y con todas sus consecuencias.
[75] Ante la previsión de nuevas oleadas de herejías en este sentido (sobre la transubstanciación, presencia real, unicidad, predestinación… y hasta la participación y exposición, que llevó a hacer de las iglesias auténticos cuerpos de Cristo eucarístico), y en la que LANFRANCO se constituiría como el alma de esta nueva teología eucarística, y reclutador de una nueva oleada de discípulos para la causa, como ANSELMO DE CANTERBURY… También se establecieron en este Concilio I de Letrán decretos fundamentales, como la 1ª imposición universal del celibato sacerdotal, y la 1ª normativa universal para la elección papal.
[76]
Con medidas como ser:
-el
poseedor de las insignias imperiales,
-besado
en sus pies por los príncipes,
-el
legislador universal de la Iglesia,
-el
único capacitado para deponer emperadores, trasladar obispos, ordenar clérigos,
convocar sínodos, aprobar capítulos canónicos, permitir libros y escuelas
estudiantiles, excomulgar y expulsar profesores, ejércitos, monarquías…
[77]
Del que salió ileso el papa GREGORIO VII gracias al pueblo romano, ese pueblo que
tras la muerte de NICOLAS II en 1073 se había entrometido en el cónclave
cardenalicio, eligiendo al que de momento era solamente archidiácono, como
papa por aclamación popular.
[78] Con profesorado, estudiantes, grados académicos… y todo tipo de elementos de la Baja Edad Media. Derivada de la palabra universitas, que la Iglesia utilizó para significar a esta corporación o gremio, la Universidad hacía referencia al gremio de maestros y estudiantes, entre clérigos y laicos (cf. portalplanetasedna.com.ar/universidad_medieval.htm).
[79]
cf. LLORCA, G; VILLOSLADA, R; LABOA, J.M., op.cit, Madrid 1996, pp. 759-832.
[80]
cf. Ibid, p. 767.
[81]
Con todos los respetos por la precedente ESCUELA DE MEDICINA DE SALERNO, de
Sicilia.
[82] cf. Ibid., p. 774.
[83] Según los informes de la universidad de París, estos alumnos (entre ellos el filósofo ADELARDO DE BATH, el teólogo ROBERTO PULLEYN, el jurista VACARIUS DE KENT…) no prosperaban gran cosa, hasta que vino un contingente enorme enviado por ENRIQUE II DE INGLATERRA, que hizo que se les expulsase a todos de la capital francesa.
[84]
De origen disputado es la fundación de la universidad, pues desde 1157
hasta 1230 las dos noblezas de la corona, la leonesa y la castellana, habían
estado funcionando independientemente, hasta la integración definitiva que
hizo FERNANDO III DE CASTILLA en 1230.
En
efecto, a su muerte en 1157, ALFONSO VII DE CASTILLA había entregado el reino a su hijo
SANCHO III DE CASTILLA (1157-1158, y que tras su muerte repentina, delegará en su joven
hijo ALFONSO VIII DE CASTILLA, 1158-1214, el héroe de las Navas). A su otro hijo,
FERNANDO II DE LEON, (1157-1188), había entregado el condado-corona de León, que a
su vez se lo transmitirá a su hijo ALFONSO IX DE LEON (1188-1230), ambos a modo
honorífico, sin interferir en los devenires del reino castellano, y
reducidos al propio ámbito de la nobleza leonesa.
FERNANDO
III DE CASTILLA (1217-1252) volverá a insertar a León en la vida cotidiana de
Castilla, al heredar el reino por parte de su madre BERENGUELA (1214-1217, mujer de ENRIQUE I
DE CASTILLA, que enterró a su marido a los
pocos días de reinar, y se casó ilegalmente con el noble ALFONSO IX DE
LEON,
de quien tuvo a Fernando), y de su padre Alfonso IX de León.
La universidad, si bien pidió la bula papal con ALFONSO IX DE LEON, ésta y los primeros pasos vinieron con FERNANDO III DE CASTILLA. Además, era la nobleza castellana la que estaba dando los pasos repobladores y fundacionales universitarios, en Palencia (señorío episcopal), Burgos (capital, sede real y episcopal) y Osma (sede episcopal).
[85] Por la que se establecían las normativas de organización y dotaciones financieras.
[86]
Por la que:
-se
confirmaba la fundación universitaria,
-se
reconocía la validez universal de los grados por ella otorgados,
-se
le concedía el privilegio de tener sello propio.
[87] Así, sus constituciones fueron obra del papa BENEDICTO XIII en 1411, retocadas en 1422 bajo el papado de MARTIN V.
[88] De aquí vendrán los estatutos de 1538, 1551, 1561, 1594, 1604 y 1618.
[89] Como fueron, a lo largo de sus 400 primeros años: BERNARDO DE COMPOSTELA (1299-1318),ORDOÑO DE VALMASEDA (1321-1334), GONZALO MARQUEZ (1337-1347), ARNALDO BONAL (1349-1362), JUAN DE CASTRILLO, BELTRAN BELTRANEZ y BENEDICTO PEREZ (1362-1385), los 3 de forma litigiosa, tras la muerte de Arnaldo Bonal; FERNANDO DE PIEDRAHITA (1385-1409), G. FERNANDEZ DE SORIA (1409-1410), A. RODRIGUEZ DE SEGOVIA (1416-1439), A. GUILLEN DE MURCIA (1439-1442), A. FERNANDEZ DE MADRIGAL (1446-1454), J. RUIZ DE CAMARGO (1454-1477), G. ALVAREZ DE TOLEDO (1477-1496), ALONSO MANRIQUE (1496-1499), JUAN DE VELASCO (1499-1504), SANCHO DE CASTILLA (1504-1525), cuya entrada produjo muchos descontentos, encabezados por JUAN DE LANDEIRA, teniendo que intervenir Alejandro VI a favor del primero, que fue el legítimamente elegido; PEDRO MANRIQUE (1525-1527), FRANCISCO DE MENDOZA Y BOBADILLA (1527-1533), JUAN DE QUIÑONES (1533-1563), F. GASCO DE SALAZAR (1584-1599), y J. LLANO DE VALDES (1599-1615).
[90] cf. campus.usal.es/web-usal/Universidad/Historia/Historia2.shtml.
[91]
De consultas importantes internacionales, como los autos que dictará en el
futuro sobre el derecho de Indias, divorcio de ENRIQUE VIII DE INGLATERRA con CATALINA DE
ARAGON, etc. Incluso entre este Colegio de San Bartolomé y el Colegio de
Santo Domingo de los Dominicos, será donde la nobleza castellana discutirá
con CRISTOBAL COLON sobre su expedición a la India por el camino atlántico,
y su visto bueno que aquí le dieron los reyes católicos.
[92]
cf. VERGER, J; Les universites au Moyen Age, ed.
Privat,
Toulouse 1986, p. 2.
[93] cf. RABADE OBRADO, M. P; Las universidades en la Edad Media, ed. Arco Libros, Madrid 1996.
[94] Sin contar los studia y escuelas catedralicias que continuaron como tal, y como fue el caso de Salerno, Reggio y Piacenza.
[95] Vicenza, Montpellier, Arezzo, Padua, Nápoles, Vercelli, Toulouse, Orleans, Siena y Angers, más las estudiadas con antelación.
[96] Lisboa, Avignon, Roma, Perugia, Coimbra, Treviso, Cahors, Grenoble, Verona, Pisa, Praga, Florencia y Perpignan.
[97] Pavía, Cracovia, Orange, Viena, Pécs, Lucca, Erfurt, Heidelberg, Colonia, Ferrara, Buda, Würzburg, Turín, Leipzig, Aix-en-Provence, St. Andrews, Parma, Rostock, Dole, Lovaina, Poitiers, Caen, Burdeos y Catania.
[98] Glasgow, Valence, Tréveris, Griefswald, Friburgo de Brisgovia, Basilea, Nantes, Bourges, Pozsony, Venecia, Génova, Copenhague, Maguncia, Tubinga, Uppsala, Aberdeen y Frankfurt-del-Oder.
[99] Dado que el status del Studium de Palencia-1208 parece que fue cuestionado (y lo perdió hacia 1249). En este mismo caso se encuentra la Universidad de Sevilla-1254, cuyo status desapareció en 1270.
[100] Desaparecida hacia 1410, pero restablecida en 1464.
[101]
Girona-1446, Barcelona-1450, Zaragoza-1474, Palma de Mallorca-1483, Sigüenza-1489,
Alcalá de Henares-1499 y Valencia-1500.
[102] Dado papel preponderante que el papado y la jerarquía eclesiástica tenían en la época.
[103]
Infraestructuras que fueron viniendo:
-de
fundaciones piadosas, encargadas de alojar estudiantes con pocos medios,
-de
instituciones regionales, que fueron creando ambientes ideales para el
estudio.
[104] Nobles, ricos, pobres, artesanos, campesinos, burgueses… aunque estuvo casi siempre integrado mayoritariamente por población urbana.
[105]
Que al principio empezó a fascinar a los jóvenes, que tenían que estar
viajando y conociendo mundo continuamente.