REINO ASTUR

a) Con capital en Cangas
b) Con capital en Oviedo
c) Con capital en León

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a) Con capital en Cangas

a.1) Pelayo

            Del 718 al 737. Noble visigodo[1], y caudillo de la 1ª resistencia[2] ante la invasión islámica, fue el fundador de la monarquía y reino astur[3].

            En efecto, supo hacer don Pelayo de Asturias y Cantabria los primeros núcleos de resistencia cristiana a la invasión islámica sobre Hispania[4], y que desde el principio mantuvieran madurez política y territorial.

            Y es que, un poco más al sur, el Islam había dejado sin dominar muchas zonas de España, como el entorno del río Duero, y se había centrado tan sólo en los núcleos prósperos y fortificados[5].

            En la Batalla de Covadonga-722 hizo frente y expulsó Pelayo a los moros que inspeccionaban la zona norte, marcó el inicio de la Reconquista, y fundó el primer núcleo de resistencia en Cangas de Onís.

a.2) Alfonso I de Asturias

            Del 739 al 757. Yerno de don Pelayo[6], imprimió a la monarquía astur una vocación expansiva, ampliando las fronteras norte del cristianismo español[7].

            Así, supo aprovechar Alfonso I la Sublevación berebere-742 en Al Andalus, junto a otras incursiones africanas sobre el sur peninsular, para hacerse con Burgos y Alava (que pasaron definitivamente a control cristiano[8]).

a.3) Tras Alfonso I de Asturias

            Los movimiento de Alfonso I no habían pasado desapercibidos para el Islam de Al Andalus. Así, los monarcas astures que le sucedieron (757-791) vieron cómo los andalusíes les echaron el ojo y les tuvieron sometidos a pagar su libertad[9].

            Bajo férreos tributos ante los emires cordobeses, como el “tributo de las 100 doncellas” y muchos otros, los reyes asturianos tuvieron que pagar para seguir viviendo en paz.

a.4) Repoblación astur del s. VIII

            Los pueblos del norte, de baja romanización, fueron los principales repobladores de toda España[10], no sólo en esta etapa de dominio astur-leonés sino en los siguientes predominios de Castilla y Aragón[11].

            En el s. VIII el reino de Asturias, y su 1ª repoblación, se centró en el entorno del desierto poblacional del Duero. En efecto:

-los bereberes se habían retirado del Duero para bajar hacia el sur[12],
-los cristianos empezaron a instalar allí campamentos fortificados
[13].

            Se puede hablar, pues, de una desestructuración en las zonas Duero-Cantábrico, con fuerte migración de unos sitios a otros, y fuertes cambios de hábitats.

            Alfonso I fue el primer organizador de la España cristiana del norte, y de los territorios que sobrevivieron a la invasión árabe. Puso la frontera en la línea del Nervia al Nervión (hoy Cordillera Cantábrica), y abarcó un territorio de 300 km. largo x 60 km. ancho, sumando 18.000 km2.

            Hasta el 770 ese primer territorio se repobló desde Alava a Finisterre, gracias al flujo de población venida del sur, del norte de Portugal y de la Rioja. Empezaron a surgir fuertes contrastes regionales, y unas coordenadas comunes en torno a:

-la presura[14], u ocupación individual de tierras vacías, sin dueño conocido,
-la creación de pequeños o medianos propietarios,
-la creación de grandes dominios, aristocráticos y eclesiales.

            Junto a la labor del rey, la Iglesia fue la otra gran repobladora del norte cristiano[15], pues fue ella la promotora de la presura, y la que fue estableciendo diferenciaciones regionales en torno a los obispados y monasterios.

            Campesinos, montañeros y grupos de familias fueron los principales grupos de población que se fueron instalando. Empezaron a surgir, así, los primeros poblados, que se fueron moviendo de un sitio a otro, según tuvieran terrenos para explotar y capacidad para defenderse.

b) Con capital en Oviedo

b.1) Alfonso II de Asturias

            Del 791 al 842. Fue el gran reactivador de la Reconquista, tras la paralización llevada a cabo por los monarcas anteriores. De hecho, accedió al trono de Cangas como reacción a la sumisión a Córdoba.

            En la Batalla de Lutos-794, y tras haber organizado un ejército fiel, consiguió Alfonso II la primera victoria campal sobre el Islam, a campo abierto y sin guerra de guerrillas.

            Pasada Asturias a la ofensiva, Alfonso II:

-conquistó Galicia entera, y la repobló con mozárabes venidos del sur,
-se adentró en el corazón de Portugal, plantándose a las puertas de la misma Lisboa.

            Supo establecer Alfonso II una gran monarquía asturiana, con la religión como paladín, y con una estructura eclesial alejada de la influencia musulmana. Trasladó la corte real y eclesial a Oviedo, recogiendo el testigo de la primada Toledo, y vinculándose estrechamente a la Iglesia carolingia de Carlomagno y su hijo Luis el Piadoso.

            Implantó la herencia goda por todo el reino astur, en cargos, curia, edificios civiles y religiosos, y en sus Crónicas Asturianas pasó a relatar la ascendencia goda de todos los reyes astures.

            El año 813 recibió la noticia del descubrimiento de la tumba de Santiago de Compostela, e inmediatamente mandó levantar encima suyo un santuario-basílica, como buque insignia del cristianismo español, independiente ya totalmente de las iglesias del sur.

            Otros hitos de Alfonso II fueron:

-establecer lugares para los mozárabes y muladíes venidos del sur,
-adoptar el Líber Iudiciorum o Fuero Juzgo de la jurisdicción visigoda.

b.2) Ordoño I de Asturias

            Del 850 al 866. Fue el artífice del gran crecimiento demográfico astur, así como del incremento del prestigio exterior de Asturias, a nivel de cortes internacionales.

            Conquistador total del Duero, Ordoño I amplió la frontera hasta la línea Oporto-Zamora, planteando el traslado de la corte de Oviedo hacia el sur.

            Ordoño I universalizó la idea de la Reconquista española, hizo incursiones sobre posesiones árabes en Al Andalus, intervino en diferentes revueltas musulmanas, puso en dificultades al mismo emirato de Córdoba, y apoyó sin cesar las revueltas mozárabes del sur.

b.3) Alfonso III de Asturias

            Del 866 al 910. Caudillo y liberador de España, trasladó la corte real de Oviedo a León, convirtiéndose en Alfonso III el Magno (de artículo posterior).

b.4) Repoblación astur del s. IX

            El s. IX fue un siglo de fuerte crecimiento de población cristiana en el reino de Asturias, fruto de las presuras. Esto propició que los monarcas buscaran nuevos avances en la frontera, y trasladasen la corte de Cangas a Oviedo, y de Oviedo a León.

            Ordoño I y Alfonso III habían logrado establecer:

-la línea Oporto-Simancas-Zamora, obra de Ordoño I
-la línea Braga-Astorga-León-Amaya-Briviesca-Miranda, obra de Alfonso III.

            La Rioja por parte de los leoneses, y Burgos y Nájera por parte de los navarros, también fueron repobladas en este s. IX[16].

            La organización política de esta nueva fase de repoblación, la 2ª, siguió el modelo de los mandationes[17]:

-distritos municipales,
-de rentas importantes,
-con personajes que actuaban en distintas partes,
-dotados de monasterios y edificios áulicos obispales,
-fortificados bajo murallas o castillos.

c) Con capital en León

c.1) Alfonso III de León

            Del 866 al 910. Caudillo y liberador de España, trasladó la corte real de Oviedo a León, convirtiéndose en Alfonso III el Magno (de artículo posterior). Dio por cerrada, así, la etapa del reino astur (711-866), y abrió la nueva etapa del reino leonés (866-1035).

c.2) Ordoño II de León

            Del 914 al 924. Coincidió con el momento de mayor brillantez de Al Andalus, al mismo tiempo que veía cómo por dentro surgían los primeros intentos independentistas castellanos[18].

            Así, se limitó Ordoño II a hacer tablas con Abderramán III, tras:

-vencer en la Batalla de Gormaz-Soria,
-vencer en la Batalla de Nájera-Rioja,
-perder en la Batalla de Valdejunquera-Navarra
[19].

c.3) Ramiro II de León

            Del 931 al 951. Retomó la corona astur-leonesa tras unos años de desorientación general.

            No obstante, supo Ramiro II ampliar la frontera cristiana hasta Salamanca, y eso que el Islam andalusí vivía su época dorada por todo el sur peninsular.

            Venció a los musulmanes en la Batalla de Osma-933 y la Batalla de Simancas-939.

            No obstante, también  tuvo que sufrir los intentos independentistas castellanos, con revueltas incluidas, y nuevo aire que esto daba a los musulmanes.

c.4) Bermudo II de León

            Del 982 al 999. Sucedió a 5 monarquías débiles y desgastadas, de 30 años en que el reino astur-leonés estuvo sometido a pagar tributos al Califato de Córdoba.

            Efectivamente, Bermudo II tuvo que experimentar cómo las constantes disputas leonesas-castellanas eran aprovechadas a la perfección por el Islam, para acampar a sus anchas por los territorios cristianos.

            Bermudo II vivió la época de terror de Almanzor, y vio como todo su territorio portugués, gallego, asturiano, cántabro, vasco, castellano y leonés... era saqueado una y otra vez, y hasta las propias campanas de Compostela eran deportadas a Córdoba.

c.5) Alfonso V de León

            Del 999 al 1027. Fue el héroe que logró sacar a España del callejón sin salida en que Castilla había puesto a León, y el caudillo que:

-venció de la nada al temible Almanzor,
-tumbó al Califato de Córdoba en su propio esplendor.

            En efecto, y sin que nadie apostara por ello, en la Batalla de Calatañazor-1002 logró Alfonso V vencer al invencible ejército califal, dando muerte en las estepas sorianas a su máximo caudillo y gloria andalusí, Almanzor.

            Tras tumbar al Califato de Córdoba, y abrir así un inesperado y nuevo frente en la Reconquista de España, empezó a mirar Alfonso V hacia Navarra, debido a la fuerza que Sancho III de Navarra había empezado a desarrollar[20], y que podía utilizarse para unir más fuerzas ante los rescoldos del Islam andalusí.

c.6) Bermudo III de León

            Del 1027 a 1037. Fue el último monarca leonés, ya que no pudo evitar que Castilla, ese rebelde condado leonés engendrado en el corazón de España, ahora:

-alcanzase su status de reino por parte de Navarra[21],
-se independizase y quitase del medio todo vestigio leonés
[22].

             La nobleza y toda resistencia leonesa fue aplastada por Fernando I de Castilla en 1037, y en 17 años León pasó a estar al servicio de Castilla.

c.7) Repoblación astur-leonesa del s. X

            Coincidiendo con el siglo de oro andalusí, el reino de León contó en el s. X con dos imprevistos:

-las incursiones y presiones musulmanas,
-los intentos internos independentistas de Castilla.

            No obstante, y a pesar el esplendor del Califato de Córdoba, León supo ganarse a Navarra para la causa reconquistadora, y mediante Sancho III de Navarra consiguió aumentar la frontera cristiana hasta el Sistema Central, repoblándola con pueblos asturianos, gallegos y cántabros.

            En este nuevo avance se retomó de nuevo la presura del s. VIII (para los nuevos terrenos adquiridos), que junto a las mandationes del s. IX, originaron en el s. X una red llena de aldeas[23]:

-de decenas de personas,
-muy cercanas unas a otras,
-son su propio patrón,
-con propias parroquias, centralizadoras de la gente,
-con huertos, cereales, pastos y bosques para su explotación.

            En este modelo poblacional, el 3º, de aldeas, empezaron a surgir las primeras comunidades aldeanas, con deberes de explotación común del pasto y derechos adquiridos. Estas comunidades propiciaron:

-nuevas diferencias regionales[24],
-los concejos
[25] municipales.

            También en este s. X comenzó a expandirse la aristocracia, diferenciando así jerárquicamente al campesinado. Surgieron los infanzones[26], destacados del resto de campesinos y a modo de notables de cada población, por su poder económico y protagonismo militar.

c.8) Nacimiento de Castilla

            Comenzó a surgir hacia el 900 en la zona oriental de León, con población de origen vasco-cántabro poco visigotizada, y que ocupó los lugares más atacados por los musulmanes (los condados alaveses y burgaleses), por sus tierras llanas y aptas para incursiones sarracenas. Tuvo en Medinaceli-Soria su primer núcleo castellano, fronterizo con Aragón, el Islam y con León.

            Se trataba de una zona carente de monasterios y riqueza, y diferenciada por su población, norteños venidos hacia el centro. No quería someterse al Fuero Juzgo del reino de León, ni a la reivindicación visigoda, ni al sometimiento a nadie. Sólo quería seguir sus propias leyes locales.

            Con la llegada de Fernán González (951-956), caudillo de los castellanos, ya le será concedido a Castilla un condado autónomo, e independiente de León. No obstante, se unirá a León en el campo conquistador, hasta la llegada de Fernando I de Castilla en 1035, hijo de Sancho III de Navarra[27] y primer rey de Castilla, por la herencia y status de “reino castellano” que había recibido de su padre.

 

Manuel Arnaldos   
Mercabá, diócesis de Cartagena-Murcia    

más información
Diccionario Mercabá de Arqueología

Indice general de Enciclopedia Mercabá de Historia   

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[1] TEODOFREDO  &  RECILONA
                              
/  /
            RODRIGO  y  LUZ   &  FAVILA
                                            /  /
                            PELAYO  y  ERMESINDA  &  ALFONSO I DE ASTURIAS

 

[2] PELAYO, cuando WITIZA conspiró para asesinar a su padre FAVILA (Rex asturiensis, según la crónica Albeldense-866 de Oviedo), huyó a Asturias, donde tenía amigos y familia. Allí permaneció hasta la entronización de RODRIGO, del que era partidario. Con éste ocupó el cargo de conde de espatarios de la guardia del rey, y como tal combatió en la Batalla de Guadalete-711. Tras la batalla se refugió en Toledo y, a la Caída de Toledo-714, mientras otros escapaban a Francia, él volvió a Asturias, custodiando el tesoro del rey visigodo.

[3] La monarquía astur-leonesa, según dirá ALFONSO X DE CASTILLA en sus Partidas, vino a ser de origen divino, siendo el rey elegido por Dios para ser su instrumento eficaz, “para cumplir la justicia y dar a cada uno su derecho”. Este origen divino del rey, no trasladado después a los señores feudales, fue la clave del auge de las monarquías españolas, ante el enemigo islámico enfrente.

            Pero el rey astur, aunque recibía el poder directamente de Dios, también necesitaba el reconocimiento del pueblo (al contrario que en Francia, donde la aprobación del pueblo no era necesaria).

            Si la realeza goda había introducido en España el tipo monárquico electivo, ahora la monarquía astur-leonesa pasó a ser hereditaria masculina, hasta que ALFONSO X DE CASTILLA introduzca una nueva reforma en sus Partidas, con el favoritismo por el primogénito.

            No obstante, el principal error de la monarquía española fue el dividir los reinos entre los hijos, pues esto deshacía lo que se había conseguido, e introducía las luchas intestinas.

[4] La España medieval fue 2 cosas:

-sociedad de frontera, de España ante el Islam,
-nacimiento de internas nacionalidades, entre los reinos cristianos.  

[5] Para impedir las incursiones cristianas hacia el sur.

[6] Dux godo de Cantabria, ALFONSO I DE ASTURIAS se había casado con la hermana de don PELAYO, ERMESINDA.

[7] El ejército astur-leonés no fue estable ni homogéneo. Cada hueste real tenía: mesnadas de la nobleza, señores feudales y obispos, milicias locales. En pocos meses, tenían que reunirse estas tropas, actuar rápidamente por la falta de recursos, y disolverse.

            Con la llegada de Castilla en el s. XI, también se incorporarán órdenes militares y cruzados venidos de fuera, e incluso mercenarios.

[8] La administración astur-leonesa estuvo pivotada sobre el eje curia-corte real, y recayó siempre en los funcionarios reales, que no sabían distinguir lo privado de lo público. Las curias más destacadas fueron la cancillería (que recaía en un eclesiástico), la Casa Real, el tribunal de justicia y los cargos militares. Y junto a ese eje, la nobleza siguió teniendo sus propios poderes locales.

            Con la llegada de Castilla en el s. XI, el poder local de los pueblos pasará a ser la clave de la vertebración de España, siendo los merinos, o gobernadores reales territoriales de las 18 merindades castellanas, los auténticos inspectores del estado.

            En la Castilla del s. XIII aparecerá la figura de los adelantados, que sustituirán a los merinos en los nuevos reinos incorporados, y que se ocuparán de la inspección civil y del reclutamiento militar.

            En Aragón será siempre clave el conde de Barcelona, que tendrá que dividir su condado en vizcondados y veguerías (recayendo en el veguer la administración judicial). En Baleares y Valencia el reino se dividirá en gobernaciones, con mayor participación directa del rey aragonés.

[9] El fisco astur-leonés careció siempre de dinero, y no hizo distinciones entre lo privado y lo público, pues todo dependía del monarca.

             Con la llegada de Castilla en el s. XI, las conquistas y botines conseguidos a los moros ya posibilitarán un auténtico fisco, basado en:

-las regalías-rentas reales sobre las salinas,
-las monedas y tráfico comercial,
-las rentas feudales,
-la manieria-impuesto de sucesiones,
-el portazgo-impuesto de las puertas urbanas y el pontazgo-impuesto en los puentes,
-el yantar-alimentación del ejército al pasar por un pueblo…

[10] BARRERO y VIGIL hablan de la baja romanización del norte, basado en grupos clánicos, y que ahora lucharon contra los moros al igual que lo hicieron contra los romanos y visigodos. No obstante, el concepto de municipio no surgirá hasta la llegada de Castilla, en el s. XI.

[11] Según SANCHEZ ALBORNOZ, se puede hablar de 3 etapas hasta la total repoblación de España:

-s. VIII, por parte de Asturias,
-ss. IX-X, por parte de León,
-ss. XI-XIV, por parte de Castilla y Aragón.

[12] Pues esas tierras les habían tocado en reparto, y no acababan de gustarles, en comparación con las existentes en Andalucía. Así, dejaron en vacío poblacional el Duero.

[13] A modo de campamentos móviles, que en cualquier momento podían desplazarse, como ocurrió con las incursiones y saqueos de ALMANZOR, que provocaron la huida temporal a la montaña. Con la llegada de FERNANDO I DE CASTILLA se multiplicaron estos campamentos fortificados en Toro, Tordesillas, Cuéllar, Olmedo, Arévalo… al mismo tiempo que se fue repoblando toda la zona desértica  del Duero.

[14] Cualquiera podía ocupar y explotar las tierras que quisiese, pero siempre y cuando las acotara y pusiera en explotación, ya fuera individual o colectivamente.

[15] Lugo, Oviedo y el Valle de Mena comenzaron a repoblarse, junto a otros lugares futuros, según los modelos y distribución eclesiales.

[16] La repoblación tan rápida que sucedió en el reino Astur-leonés no va a ser igual de fácil en el resto de reinos cristianos, por las constantes incursiones sarracenas desde Toledo y Zaragoza.

[17] Alfoces, según se siga la terminología latina o árabe.

[18] Que no pararían durante 50 años, desde su aparición en el 900 al este de León, hasta la concesión de un condado propio castellano en el 955, bajo el caudillaje de FERNAN GONZALEZ.

[19] En la que había luchado junto a SANCHO GARCES DE NAVARRA.

[20] SANCHO III DE NAVARRA (1002-1035) había llegado a someter todo el Aragón, Cataluña, Gascuña-Francia y Castilla, a las que había avasallado, a forma de introducir en España el feudalismo. ALFONSO V DE LEON vio en esto una oportunidad para unir a todos los reinos españoles y hacer frente definitivo al Islam.

[21] Concedido por el mismo SANCHO III DE NAVARRA, que prácticamente había dominado toda la España cristiana, había incorporado el condado de Castilla a sus propias filas, y a su muerte concedió el rango de reino a los condados de Castilla y Aragón.

[22] En efecto, en la Batalla de Tamarón-1037 BERMUDO III DE LEON fue derrotado y asesinado por FERNANDO I DE CASTILLA, hijo de SANCHO III DE NAVARRA y heredero del condado de Castilla (ya con el status de reino concedido por Navarra).

[23] En Cantabria, no obstante, surgió la “organización del valle”, con pequeños caseríos que se fueron agrupando en las zonas bajas y más fértiles de los valles.

[24] Como fueron los clanes de Vizcaya, las reminiscencias ancestrales de Galicia, o la organización del valle de Cantabria.

[25] Asambleas en las que participaban todos los vecinos, y que se reunían en la Iglesia a toque de campana. Con el tiempo, se convertirán en los auténticos protagonistas de la historia de España, hasta la instauración de las Cortes por parte de los monarcas de Castilla y Aragón.

[26] Infanzones, u hombres buenos del pueblo, que posteriormente derivarán en los hidalgos (no grandes aristócratas pero sí destacados del campesinado).

[27] SANCHO III DE NAVARRA se había anexionado Castilla por vía matrimonial. A su muerte, producida el 1035, concedió a Castilla el título de reino, y entregó éste a su hijo FERNANDO I DE CASTILLA.