ARTE
ETRUSCO
Ejecutado por un pueblo misterioso, de origen, ideología y lengua desconocida
Madrid, 1 diciembre 2018
Existen fuentes primitivas que hablan del mundo etrusco, de
sus personajes y hazañas. Pero su veracidad es
desigual, y depende del traductor romano que las tradujo y transmitió, del
etrusco al latín, y una vez que el pueblo etrusco fue devorado por el romano.
En general, habían sido fuentes cronológicas orales etruscas: -sus
relatos, populares, gentilicios y aristocráticos, Y también habían sido fuentes cronológicas etruscas, escritas y traducidas al latín: -los
Annales maximi de sus sacerdotes[3],
que iban recopilando todos los sucesos de Etruria, y pasaban a ser documentos
oficiales, Conocer, por tanto, las propias explicaciones etruscas sobre sus hazañas y manifestaciones, es imposible. E interpretarlas, una osadía. Nos limitaremos en este estudio, por tanto, a una descripción genérica de sus principales obras artísticas, detrás de las cuales se podrá intuir algo de lo que palpitaba en el interior este pueblo misterioso, llamado por los romanos etrusco[6].
Los
etruscos
fueron un pueblo de origen desconocido, que se establecieron entre la Toscana y
el río Tíber hacia el s. IX a.C, forjaron una liga coordinada de 12
ciudades-estado bajo nombre de Etruria[7],
y fueron introduciéndose en el mundo latino hasta la fundación de Roma en el
s. VIII a.C[8].
Probablemente procedían de Lidia (según Herodoto), conocían a la perfección
todos los modelos griegos (y su religiosidad délfica, clave de su unión), emigraron al
Danubio por motivos sin aclarar, y acabaron recayendo en el norte de
Italia hasta su derrota ante la República Romana, en la Batalla de Monte Algido-431
a.C.
Se
puede decir que los etruscos gozaban ya en el s. VIII a.C. de un urbanismo
precoz[9],
con: -ricas
casas,
También
alcanzaron una arquitectura[10]
precoz que, entre los siglos VIII-VI a.C. vino a introducir: -la
bóveda de cañón, importada desde el Oriente, y usada aquí para usos
restringidos: pasadizos, alcantarillas, acueductos, puertas ciudadelas… pero
nunca para las viviendas o templos;
-pórtico
abierto,
La
lengua etrusca[11]
fue todo un misterio. Hacia el 700 a.C. los etruscos estaban en contacto con los
griegos, de donde obtuvieron un alfabeto etrusco griego, aunque con propias
reglas escriturísticas. Todavía está sin descifrar el contenido de su
escritura, al no estar emparentada con ninguna lengua conocida. No es
indoeuropea, y tampoco es griega. Por último, los 3 primeros reyes históricos de Roma fueron etruscos, originarios de Tarquinia, y descendientes de comerciantes corintios. b)
Arte civil etrusco
Fue
rica y articulada desde sus comienzos, alcanzando una arquitectura,
civil y religiosa, perfecta en sus dimensiones. E igualmente exquisita en escultura
y pintura,
como ha quedado patente en sus necrópolis, auténticas ciudades de los muertos,
y estudiadas a continuación.
En materiales empleados, los
etruscos utilizaron la materia prima local, obtenida de sus yacimientos mineros
de Montes de la Tolfa en el Lazio, de las Colinas Metalíferas de la
Campigliense, y de la isla de Elba en la Toscana. Aparte, gozaron de orfebrería
de lujo importada del Oriente, como vasijas de plata, marfil esculpido, vasos de
fayenza. En la Etruria meridional abundó la toba y el calcáreo sedimentado.
En técnicas empleadas, innovaron el
uso del torno, y florecieron talleres expertos en la elaboración del bronce y
producción de vasijas. Las aportaciones del mundo griego sirvieron para
combinar todo un repertorio decorativo local. En técnicos destacados, se establecieron en Etruria numerosos artesanos venidos de Samos, Mileto y Focea, aprendiendo las nuevas técnicas y metales empleados, y ayudando a intercambiar materiales y modas de un lado a otro del Mediterráneo.
Perteneció al s. VI a.C. Medía
45 cm. de alto, su material fue la terracota
y fue trabajada en
molde y a mano[13].
Formaba parte de un conjunto de antefijas[14]
que conformaban un conjunto orgánico más amplio. Y representaba a uno de los personajes pertenecientes a
las leyendas sobre divinidades volsinienses, elaboradas en sus
santuarios. En concreto, representa a la diosa Minerva, protectora de la ciudad[15], con yelmo, con chitón y con egida, en fuga hacia la izquierda. Su cabeza está mirando hacia atrás con un misterioso gesto. A su lado aparece Cilens, divinidad nocturna de parecido funcional a Fortuna, con chitón y capa, y en un gesto más tranquilo.
Perteneció al s. V a.C. Medía 16,5 cm. de
alto
y fue esculpida en bronce
fundido. Hoy se conserva en el Museo Arqueológico de Florencia.
Representa a un joven togado[16],
cuya mano izquierda sale del manto, y cuya mano derecha sostiene el borde del mismo. Muestra reflejos muy modestos y pobres de productos helenísticos corrientes, y muy difundidos también en santuarios laciales. Su significado viene relacionado con el ritual de iniciación del joven, paso de la infancia a la adultez que se realizaba en la fiesta de los Liberalia[17].
Pertenecieron al s. IV a.C. Medían 28,5 cm. de alto (la cabeza femenina) y 13 cm. alto
(la cabeza masculina), y fueron esculpidas en terracota
(la cabeza femenina) y bronce fundido
(la cabeza masculina). Fueron descubiertas en
el Santuario de Pozzarello (Bolsena), y hoy se conservan en el Museo Arqueológico de
Siena, Al igual que el resto de depósitos y objetos del Santuario de Pozzarello, ambas cabezas estuvieron muy en relación con el rito del sacrificio cruento de la ofrenda[18], y del culto a las divinidades de la salud. Fueron esculpidas para un área cuya organización del s. IV a.C. también estuvo muy en relación con el desarrollo de la ciudad de Roma, y cuyos elementos religiosos continuaron siendo frecuentados hasta la mitad del s. III d.C. Estos cultos con los que estuvieron relacionadas estas cabezas, al igual que el resto de cabezas etruscas y de objetos del mismo santuario, aparecen descritos en los Documentos de Volsini, y eran idénticos a los que los etruscos realizaban en Selvans, y a los que los romanos de Cerere ofrecían a su Buena Diosa. Fueron cultos vinculados a la salud, al inframundo y a la fertilidad, y encuentran un estrecho parangón con la tipología de los depósitos votivos[19] y de los altares bothros[20]. La Cabeza votiva femenina[21] representa una cabeza femenina totalmente adornada, con velo, peinado sofisticado, diadema alta, fajas verticales segmentadas y aros que marcan la forma del racimo. Señal del alto status al que estaba elevada la mujer en Etruria. La Cabeza votiva masculina[22] muestra una raza noble y diferente, con ausencia de todo tipo de adornos, fisonomía marcada en sus pómulos y labios, y conjunto global casi carente de necesidad idealizadora. Señal de la seria religiosidad que inundaba al hombre en Etruria. c)
Arte funerario etrusco En sus inicios, los sepulcros etruscos del s. IX a.C. fueron ricos en ajuares uniformes, y más heterogéneos en el s. VIII a.C. En ambos casos, con tumbas aristócratas en cámara[24] y elementos orientalizantes. En el s. VII a.C. los centros tumulares de tumbas pasaron a tener dimensiones imponentes, incorporando grandes cellas de planta circular o cuadrangular, precedidas de un largo dromos ( corredor de entrada) y cubiertas con una bóveda o falsa cúpula, mediante hileras de lastras progresivamente salientes. Sus interiores mostraban auténticas obras maestras de la arquitectura, con variedad de tipologías y soluciones de capacidad artística elevadísima[25].
La
decoración
funeraria fue exuberante en objetos lujosos de marfil, hueso tallado, ámbar,
oro, plata, pasta vítrea, vasijas para el simposio, armas de hierro y bronce,
cetros principescos, pyxis (recipientes
tapados), flabelos (abanicos) e incensarios.
En otra serie de elementos funerarios etruscos: -sus
piezas de orfebrería
fueron del más alto nivel artístico,
Como colofón funerario etrusco, cabe destacar: -sus
frescos
sobre la vida cotidiana, de inspiración griega arcaica, y que incluso en la misma
Grecia no quedaron conservados,
c.1) Mater Matuta de Chianciano
Perteneció al s. V a.C. Medía 90 cm. de alto
x 50 cm. de ancho, y fue esculpida en piedra fétida[27].
Fue hallada en la
necrópolis de la Pedata (Chianciano), y hoy se conserva en el Museo
Arqueológico de Florencia.
La pieza fue encontrada en el interior de una tumba
de cámara
excavada en la roca, con la entrada adornada por dos leones. En su interior, además de las cenizas de la difunta,
fue hallado un
pequeño vaso ático, un broche, un anillo y dos aretes en forma de espiral de
oro, que lamentablemente han sido perdidos por el museo florentino.
La así llamada Mater Matuta[28]
perteneció a la Escuela de Chiusi de estatuas cinerarias[29],
en las cuales se conservaban los restos de los difuntos en una cavidad realizada en
la parte alta de un busto, que se tapaba con una cabeza (realizada aparte).
Formó parte de un grupo monumentos de tipo
orientalizante, con figuras femeninas apoyadas sobre un trono, con
los brazos apoyados en forma de esfinge, sentadas con función honorífica... y
repitiendo el esquema de la figura
masculina arcaica griega. En este caso, la mujer lleva en brazos un niño.
Se trata, por tanto, de una mujer como muchas otras, en toda su
opulencia
de mater familias. El atributo ultraterreno de la
granada[30],
presente en muchos otros monumentos, no es suficiente para identificar a la
Mater Matuta con Persefones (la diosa del Hades), o con otras imágenes divinas o
divinizadas, como algunos creen ver. c.2) Urna de Sarteano Perteneció al s. IV a.C, y representa la pieza cumbre del arte etrusco. Su tapa medía 82 cm. de largo x 47 cm. de ancho, y su caja 81 cm. de largo x 52 cm. de ancho. Fue esculpida en mármol alabastrino. Fue hallada en la tumba[31] de los Sentinate Cumere (Sarteano), y hoy pertenece al Museo Arqueológico de Siena.
Representó a uno de los ejemplares de mayor calidad en el ámbito de la producción
chiusina de cinerarios
de alabastro[32].
Se trató de un material muy difundido en
Volterra, que se empleó también en
Chiusi para satisfacer las exigencias de la clase media del territorio. Hasta
que el
periodo de romanización hizo a los etruscos abandonar el empleo de este
alabastro (sin que se sepa el porqué),
sustituyéndolo por el uso barato de la toba[33]. Sobre la tapa de la urna funeraria[34] funeraria encontramos una figura varonil recostada, con torso desnudo, con una guirnalda en el cuello, con un rython[35] en la mano derecha, y celebrando un simposio[36]. Sobre el borde de la tapa está escrito en etrusco el nombre del difunto: Larth Cumeresa.
Las
partes desnudas del cuerpo representado están levigadas[37],
mientras los elementos del ropaje están realizados con cincel de punta. Se
crea, así, un contraste entre la superficie áspera de la tela, con la lisa que
corresponde a la parte del cuerpo
sin ropa[38]. Sobre la parte frontal de la caja está representado el ciclo de Eteocles y Polinices, los hermanos tebanos e hijos del rey Edipo, que se mataron por la herencia del padre. Madrid, 1 diciembre 2018 ________ [1] Entre las que cabe destacar las Elogia Tarquiniensia, sobre las hazañas de la familia etrusca de los SPURINNA. [2] Sobre todo hacia el 720 a.C. [3] Annales que serían traducidos al latín el año 123 a.C, a instancias del pontífice máximo de Roma (figura copiada del pontificado máximo etrusco), llamado MUCIO ESCEVOLA. Traducción que ocupó 80 libros completos. [4] Costumbre que luego copiaría la República Romana, del año 509 a.C. en adelante. No obstante, el propio emperador CLAUDIO se quejó de la versión etrusca del origen de Roma, y mandó armonizar lo que ésta tenía escrito con lo que autores romanos ya habían empezado a relatar en el s. IV a.C. (cf. MARTINEZ PINNA, J; Los orígenes de Roma, ed. Síntesis, Madrid 2009, p. 23). [6]
Del latín etrusci, que es como
los llamaron en el futuro los romanos. Aunque en su origen eran llamados por
los griegos como los tyrrenoi, y
por ellos mismos como los rasennos. [7] Etruria perteneció a la cultura villanoviana (de Villanova, necrópolis de Felsinia, Bolonia), proveniente de los pueblos del Danubio que bajaron a la zona en la Edad de Hierro (del 1.800 a.C. en adelante), y que se caracterizó por la agricultura y la extracción de metales. Fue la cultura que introdujo el latín y el véneto.
Por otro lado, hubo etruscos que también se establecieron entre
la parte oriental del valle del Po, la Campania Central (Capua) y costa suroccidental (Salerno). [8]
La fundación de Roma se hizo según el ritual etrusco de fundación de
ciudades: -los
augures designaban el lugar de ubicación,
Los
tres primeros pasos se dieron en el 753 a.C. para la fundación etrusca de
Roma (según la tradición), y el cuarto o urbanístico tuvo lugar hacia el
625 a.C. (según la arqueología). [9] cf. BRAVO, G; Historia de la Roma antigua, ed. Alianza, Madrid 2008, pp. 26-27. [10]
cf. LOZANO LUCEA, M. D; Apuntes de
Roma, ed. SP-CEU, Madrid 2009, p. 3. [11]
cf. LOZANO LUCEA, M. D., op.cit,
p. 5. [12]
cf. CIANFERONI, C; Los etruscos,
ed. MEC, Madrid 2007, pp. I-XIII. [13]
Método etrusco del impasto
o empaste, habitual en Etruria para trabajar materiales no depurados. Con
distintos desengrasantes, y trabajado a mano, se podía cocer a temperaturas
más bajas que los materiales puros; esto confería a las piezas mayor
solidez y resistencia. [14]
Elementos ornamentales usados en la arquitectura etrusca, y antigua
en general, para ocultar los extremos de las tejas de los templos y proteger
el techo. Los etruscos utilizaban las antefijas coloreadas. [15]
Una especie de lo que para los griegos significó Atenea. [16]
Prenda principal del vestido de los ciudadanos libres, consistente en un paño
de lana, de color púrpura (para los senadores) o blanco (para los
candidatos), y forma semicircular con una parte de pliegues. [17]
Fiesta dedicada al dios LIBER (Baco), y celebrada el tercer día después
de los Idus de Marzo (el 5 ó el 17). [18]
Fiesta del sacrificio de un animal con cantos, que los dioses podían
recibir o rechazar. Si los sacrificios eran aceptados, se hacía una libación
con vasos en su honor. [19] Los ex-votos eran ofrendas de cualquier tipo que hacía una persona a la divinidad, al mismo tiempo que hacía una promesa. En el mundo etrusco son conocidos desde el s. VII a.C, y solían ser de terracota o bronce, con representación de las partes del cuerpo, y cuya función consistía en pedir o agradecer a la divinidad la curación de lo representado.
También
fue usual en Etruria representar a niños en pañales para expresar la
esperanza de la prole. [20]
Fosas-altares cultuales de los santuarios etruscos de los siglos
VIII-V a.C, o especie de grandes altares cerca del templo, con pozos
sagrados donde se metían las ofrendas ofrecidas en los rituales. [21]
cf. CIANFERONI, G. C; Los
etruscos, ed. MEC, Madrid 2007, pp. 214-217. [22]
cf. CIANFERONI, G.C., op.cit, pp.
218-219. [23]
cf. CIANFERONI, C., op.cit, p. 99. [24]
Formadas inicialmente por una caja hecha con lastras, sobre la que se
situaba el túmulo, delimitado a veces por un círculo de piedras. A partir
del s. VII a.C. los túmulos empezaron a alcanzar 10 m. de altura. [25]
cf. Ibid., p. 111. [26] Como las famosas escrituras halladas en el Circolo degli Avori de Marsiliana d’Albegna. [27]
Piedra calcárea o caliza, característica de la zona de Chiusi. [28]
cf. RASTRELLI, A; La tomba a tramezzo di Poggio alla Sala nel quadro dell’ Chiusi,
Florencia 2000, pp. 159-177. [29]
Objetos que contienen las cenizas que resultan de la cremación de un cadáver
en sus piras funerarias. [30]
Ofrenda de semillas de granada, que junto a palomas y cisnes, se ofrecían a
la diosa Turan-Venus. [31] Las tumbas etruscas eran autenticas cistas a lo grande, enterramientos con forma de caja y consistentes en cuatro losas laterales y una quinta usada como tapa. Podían estar hechas de piedra o bronce.
Las cistas
pequeñas, o recipientes pequeños con tapas (cajitas, cofres) para guardar
objetos ceremoniales o artículos de tocador, también fueron usadas en los
rituales etruscos de enterramiento. [32]
cf. MANGANI, E; Le fabbriche a figure rosse di Chiusi e Volterra, Florencia 1992,
pp. 115-143. [33]
Piedra caliza muy porosa, calcárea y de origen local. [34]
Las urnas eran recipientes realizados de distintos materiales, con
tapa, y utilizadas para depositar las cenizas de los muertos, acompañadas
de elementos personales de su ajuar. De tipología variada, en forma,
factura y decoración. [35]
Vaso ritual para beber, con figuras de cabeza de toro. De origen
minoico. [36]
De symposium, término de
origen indoeuropeo que significa “los propios”. Alude a los banquetes
que se desarrollaban entre la aristocracia etrusca (incluyendo a mujeres y
hombres, ambos recostados en un mismo nivel de igualdad), y en los cuales se
comía, bebía, y discutía sobre política o cotilleos. [37]
Desleídas en agua, por estar compuestas de sustancia
pulverulenta-polvorienta. [38] Técnica etrusca muy común, y aplicada al grupo de tapas en toba, con un estilo definido y meticuloso. |