ATENAS CLÁSICA

 

En el 3.000 aniversario de su urbanización,

realizada por los jonios hacia el 1.017 a.C

 


Templo Poseidón de Sounion, en la falda sur de Atenas, y en el punto 0 del Mar Egeo

Madrid, 3 febrero 2017
Manuel Arnaldos, historiador de Mercabá

            Grecia contó siempre con una historia, desde sus inicios egeos del 2.000 a.C[1] hasta que fue conquistada por Roma el 168 a.C[2], de ciudades hermanadas y rivales, que se turnaban la hegemonía las unas sobre las otras. Se fundamentó siempre sobre el concepto de polis, comunidad independiente de ciudadanos:

-dotada de leyes y gobierno ciudadano,
-dirigida espiritualmente por los aristos-mejores,
-concentrada en un asty-centro urbano y su chora-extrarradios rural,
-imbuida de polemos-espíritu guerrero e hybris-soberbia hacia lo extranjero.

            Tebas, Olimpia, Corinto, Megara, Argos, Delos... componían el mapa griego clásico, aunque Esparta y Atenas sobresalían sobre las demás.

            También fue Grecia la historia de las apoikias, o colonias comerciales helénicas[3]:

-que resistieron y vencieron a los persas, provocando la satisfacción  generalizada exterior, sobre la zarpa oriental[4];
-que sufrieron la resaca y nostalgia interior, por lo que un día se fue en auge comercial, y que por propias rivalidades se estaba empezando a perder
[5].

            Así pues, pensadores como Sócrates y Demóstenes, artistas como Policleto, historiadores como Tucídides... intentaron unir siempre ambos polos, exterior eufórico e interior nostálgico, mediante un único pensamiento panhelénico[6], llamado Hélade, y basado en la seriedad y la madura reflexión, sin opción a poder equivocarse.

            No obstante, se mantuvo siempre en Grecia la dualidad política entre dos modelos dominantes y antagónicos:

-el de Atenas[7], principal enclave griego hacia el Egeo, y que se había convertido en la líder política indiscutible de toda Grecia, dirigiendo al resto de ciudades-estado en las Guerras Médicas contra la invasión persa del 490 a.C;
-el de Esparta
[8], situada en el sur del Peloponeso, que había conquistado a su vecina Mesenia, se había anexionado la mayoría de enclaves cercanos, y derrotó a Atenas en las civiles griegas, como líder militar indiscutible de toda Grecia.

            No obstante, incluso después de haber cedido su hegemonía a Esparta[9], ni Atenas ni Esparta conseguirían seguir siendo ya centros de unión políticos de Grecia, sino que este peso recaería en Macedonia.

a) Nacimiento de Atenas

            Atenas contaba desde 1.400 a.C. con una importante población micénica a las faldas de la Acrópolis, con muralla ciclópea incluida. No obstante, no fue hasta 1.017 a.C. hasta que las tribus jonias de la Atica decidieron su total pavimentación[10], en plena edad oscura griega y mediterránea. Hasta entonces no había pasado de zona pobre con escasas cosechas, por lo que su urbanización no fue de gran interés para los pueblos invasores.

            Sin embargo, pronto Atenas empezó a consolidarse como un propio estado, posiblemente cuando se llevó a cabo la unificación de la Atica. Las diferentes comarcas pasaron entonces a depender del centro urbano implantado en la acrópolis ateniense, y los problemas que empezaron a originarse de superpoblación fueron solventados gracias a la expansión territorial.

            Atenas creció rápidamente hasta alcanzar los 2.600 km2, y hacerse con el control de todo el comercio del Egeo. Esto perjudicaba a otras ciudades de la zona, como Corinto o Megara, que pidieron ayuda a Esparta, tradicional enemiga de Atenas por causas políticas: mientras Esparta era partidaria de la oligarquía, Atenas favorecía la democracia.

            A pesar del espíritu democrático de la vida ateniense, Atenas fue un estado esclavista, manteniendo a más de 200.000 personas realizando las tareas productivas de la ciudad, mientras los atenienses podían dedicarse a la filosofía y a la política, ya que no tenían que trabajar.

b) Crecimiento de Atenas

            Tras las victoriosas Guerras Médicas contra Persia, Atenas vio cómo empezaban a aumentar los puestos de trabajo, las construcciones navales, grandiosas obras públicas, la artesanía y los intercambios comerciales. Creó, así mismo, una camarilla de intelectuales y artistas, entre los que estaba Fidias (autor del Partenón), el filósofo Anaxágoras, el trágico Sófocles, el historiador Herodoto o el arquitecto Hipodamo.

            Instaló Atenas, así mismo, colonias militares en las costas del Egeo con habitantes atenienses, distribuyendo así la población excedente y abriendo nuevas economías, colocando guarniciones en puntos estratégicos y vigilando a los aliados de dudosa fidelidad.

            En cuanto a obras intelectuales, se puede considerar la época de Pericles como una de las más productivas de la historia de la cultura. Y es que Atenas, destruida por los persas tras la Batalla de las Termópilas-480 a.C[11], necesitaba de un ambicioso plan de reconstrucción material y moral. Las principales obras que materializaron el proyecto de Pericles fueron:

-el Telesterion y el Odeón,
-el Partenón y la Acrópolis al completo,
-la muralla entre Atenas y su Puerto del Pireo,
-el Templo de Poseidón, Templo de Némesis, Templo de Hefesto y Templo de Dionisio
,
-el Templo de Atenea y su estatua de Atenea de 12 m. altura en oro y marfil...

c) Política ateniense

            Según los modelos de la Grecia oscura, y siguiendo la definición que los aristócratas daban para la polis y para todo, cada estado debía estar gobernado por un sistema oligárquico de eupatridad, es decir, por los buenos padres de la patria.

            Mientras que la enemiga Esparta sufría la stasis[12] y otros estados tenían tiranías[13], Atenas optó desde sus comienzos por modelos distintos, buscando soluciones en torno a la gobernabilidad.

            Varios fueron los intentos realizados en esta dirección a lo largo del s. VII a.C:

-Cilón, que intentó una tiranía suavizada,
-Dracón, que reformó los abusos de poder con medidas severas,
-Solón, que quitó las cargas que caían sobre el campesinado, y censó a la población no por linaje sino por otros conceptos (en este caso el de la riqueza o número de dimnos poseídos),
-Pisístrato, que potenció a la gente sin recursos y creó las estructuras comerciales, religiosas, intelectuales y económicas básicas para el posterior florecimiento de la ciudad,
-Clístenes, que remodeló todas las instituciones políticas atenienses en:

-Ecclesia, o Asamblea popular legislativa,
-Bulé, o Senado de los 500 senadores,
-Arcontado, o Tribunal judicial,
-Helieo, o Tribunal popular,
-Areópago, o Consejo de aristócratas,
-Estrategia, o Consejo de alcaldía, gestionado por los 10 estrategas militares.

            La llegada de Pericles (495 a.C-429 a.C) significó la transformación total de Atenas desde un estado aristocrático hacia un estado democrático (proceso que ya habían iniciado Solón y Clístenes). La Bulé aumentó su autoridad, los cargos públicos eran asignados por sorteo y no por elección (excepto en casos especiales), y la Ecclesia se reservaba la decisión final en materias relevantes.

            El pueblo pasaba a ser el soberano estatal, y él se daba a sí mismo los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. Las magistraturas electivas aumentaron su influencia, y los 10 estrategas se convirtieron en centro del ejecutivo. Los heliastas y arcontes (y desde el 457 a.C. también los zeugitas, los buleutas y los pritanos) participaron y pudieron tomar parte en la vida de la polis. Esta situación de equilibrio y colaboración entre las diversas clases sociales aumentó el bienestar del pueblo.

c.1) Democracia ateniense

            En el campo de las aportaciones positivas, se aprecia cómo en las bases de esta democracia ateniense existía:

-respeto a la tradición,
-conciencia del progreso hacia algo mejor,
-igualdad esencial entre ciudadanos,
-identidad colectiva en torno a la ciudad, no a la estirpe,
-elogio de las instituciones y carácter de los atenienses, que se crean mutuamente,
-no ser indistinto el modo de vida que se elija,
-caracteres que han de ser modelados desde la ciudad, y cada uno de ellos contribuyendo al todo,
-reconocimiento de los méritos,
-el modelo ejemplar de los muertos para los jóvenes,
-el valor de la antigüedad,
-el valor social del ciudadano, pues el individuo solo no es pensable.

            En el campo de las contradicciones, nos encontramos en primer lugar con el sistema de sorteo para la ocupación de magistraturas, consejerías o congresos legislativos (impuesto por Pericles), incompatible con sus deseos de ejemplo ante el mundo de sabiduría y juicio.

            En segundo lugar nos encontramos con el enorme derroche de dinero tenido que ser desembolsado para pagar a los funcionarios estatales. Se dice incluso que éste era el incentivo que muchos buscaban al ocupar cargos, y no otro.

            La debilidad exterior y militar, pese a los reiterados intentos de que no se perdiera, acabaron perdiéndose. De hecho, nunca más en adelante Atenas pudo llevar a cabo una batalla definitiva, sino siempre parciales y de contención.

            Por último, multiplicar entes sin necesidad, o peritos por 2 años sin control, acabó cavando su propia fosa para los momentos de debilidad, ocurridos cuando la guerra y peste asolaron Atenas, y a él se le echó, literalmente, todo el pueblo encima.

c.2) Sofismo ateniense

            Después de sus victoriosas Guerras Médicas, Atenas se convirtió en poderosa cabeza democrática de ligas helénicas, y el predominio de la aristocracia fue sustituido por el poder del pueblo.

            En esta situación, la falta de formación debida del populacho fue aprovechada por un grupo de maestros de la retórica (con Protágoras a la cabeza) para inundar de ambigüedades toda la política ateniense, con:

-relativismo, bajo la forma de “todo se muda y todo cambia”,
-subjetivismo, bajo la forma de “las cosas son como a mí me parece, pues soy la medida de todas las cosas”,
-indiferentismo, bajo la forma de “no hay cosas buenas o malas, todo depende”,
-convencionalismo, bajo la forma de “las leyes son convenciones para vivir en sociedad”,
-oportunismo, bajo la forma de “si los medios son buenos, todo fin vale”,
-utilitarismo, bajo la forma de “sigue tu conciencia y muévete”,
-agnosticismo, bajo la forma de “sobre los dioses, nadie puede saber si existen o no”,
-frivolidad, bajo la forma de “con tu palabra, fundarás una ciudad o la destruirás”,
-venalidad, bajo la forma de “todo tiene que ser retribuido”.

            En efecto, nada más ser inventada la democracia, empezaron a surgir en Atenas los sofistas, maestros hábiles en el manejo de la palabra, que recorrían la ciudad organizando discusiones. Protágoras[14], principal del sofismo ateniense, llegaba a decir que el hombre era la medida de todas las cosas, y cada uno debía actuar según su conveniencia.

            Aristófanes[15] decía que los sofistas eran capaces de pronunciar un discurso justo y otro injusto sobre el mismo tema.

            El mismo Sócrates[16] tuvo que oponerse violentamente a este sistema lacroso político. Pensaba que los hombres debían superar la conveniencia individual y ocuparse de la verdadera sabiduría, que saca de los bienes el bien, y pone en duda todos los conocimientos adquiridos por medio de la política.

d) Sociedad ateniense

            Aparte de potenciar la fiesta de las panateneas[17], Atenas se dio cuenta de que su democracia necesitaba ser llenada a nivel moral y cultural, y no sólo por medio de dracmas y lechuzas en sus escudos.

            Así, el teatro fue la mejor manera de llevar a cabo todo ello, como vía de propaganda, pasatiempo y educación moralizante para cada democracia de turno. En Atenas, el género y la tragedia, en forma de competición, fomentaron una verdadera conciencia ciudadana y un sano sentimiento afectivo hacia la ciudad[18]. Sófocles, Aristófanes, Eurípides, Apuleyo, Esquilo, Jenofonte... darían buena cuenta de ello, en las 3 modalidades teatrales de:

-tragedia, destinada a unificar las costumbres,
-comedia, destinada a animar a la vida social,
-épica, destinada a memorizar las hazañas militares.

            En cuanto al deporte, Atenas destacó por su compromiso con los Juegos Olímpicos (de Olimpia, cada 4 años), Píticos (de Delfos, cada 8 años), Nemeos (de Nemea, cada 2 años) e Istmicos (de Corinto, cada 2 años), existentes desde la I Olimpiada griega-776 a.C. En todos ellos, los atenienses sobresalieron por sus grandes paidotribes-entrenadores de atletas, a los que entrenaban ungiéndolos de aceite y arena, y a los que dotaban de su invento estrella llamado estrígil-cuchilla de afeitar.

            Cinco fueron las modalidades en las que participaron los atenienses (carrera, salto, disco, jabalina, lucha), a las que se añadieron las pruebas de exhibición de correr desnudos con escudos, y del pugilato-boxeo. Todo esto hizo que Atenas estuviese llena de gimnasios y palestras-cuartos de lucha y baño.

            A diferencia de la espartana, la educación ateniense no fue estatal sino privada. A los 7 años los jóvenes iban a la escuela acompañados por un pedagogo, que los ayudaban en sus lecciones de lectura, escritura y aritmética. La formación había de ser tanto intelectual como física, y debía ser siempre escrupulosamente planificada por cada aprendiz, tanto en tablillas de madera encerada como en papeles de cáñamo.

            Y, en cuanto a la religión, Atenas optó por su culto permanente a Zeus (dios supremo helénico) y Atenea (diosa protectora de la ciudad), aunque para las decisiones graves recurrió a los oráculos de Delfos:

-ofreciendo el fuego sagrado a Apolo,
-invocando a los manteis-sacerdotes la decisión a tomar,
-siendo respondidos por las pitonisas, que publicaban el veredicto sacerdotal.

d.1) Mujer ateniense

            La mujer no era una ciudadana en la ciudad de Atenas. Su categoría social estaba equiparada a la de “no ciudadanos” y “hombres sin linaje”. La mayor parte del tiempo debía estar recluida en casa, en la habitación más interior posible. Se puede decir que dos eran las concepciones ciudadanas respecto a la mujer:

-la de Platón[19], que decía que la mujer debía dedicarse a la sociedad, como propiedad estatal que era, y ofrecer sus servicios a los guerreros;
-la de Jenofonte
[20], que decía que la mujer debía dedicarse a familia, como propiedad marital que era, y ofrecer sus servicios a los maridos y los hijos.

            Esta fue la concepción que llevaría pocos años después a definir, en boca del propio Aristóteles[21], que el alma de la mujer era inferior y distinta a la del hombre, poniendo ejemplos biológicos bastante discutibles[22].

            Eso sí, la mujer griega tenía en sus manos la administración de la casa y el control de los esclavos, y se dedicaban al tejido de los vestidos familiares.

            Su matrimonio debía consumarse a los 13-17 años, en una boda en que con todo su cortejo nupcial debía la novia hacer un sacrificio a Zeus, ofrecer sus juguetes a Artemis, bañarse en la fuente calírroe y dejarse raptar por su novio en plena noche, como símbolo del fuego del amor y dote que ella entregaba por su libertad.

            En cuanto a su maternidad, ésta debía ser manifestada por la embarazada mediante el símbolo de una rama de olivo o una cinta de lana (si lo que venía era niño o niña), y por la madre mediante una fiesta llamada de las anfidromías (en la que su marido reconocía a su bebé).

e) Guerra Civil Atenas-Esparta

            Ciudad doria del 1.100 a.C, y conocida también como Lacedemonia[23], Esparta estaba situada junto al río Eurotas del Peloponeso, disfrutaba de riqueza y feracidad en sus tierras, y estaba aislada por mar y montaña del resto de civilizaciones. Con numerosas citaciones clásicas a su status diferenciado del resto[24], Esparta disponía de bastantes elementos micénicos en sus alrededores[25], y había contribuido eficazmente a la Batalla de Troya[26].

            Pero Esparta vivía en su monte Taigeto (de 8.400 km2) en estado de “campamento militar” (según Herodoto), y su población se había convertido en un “colectivo de supersticiosos” (según Tucídides), por su rígida disciplina militar[27] y celebración de cultos locales religiosos[28]. Había construido la polis más grande de Grecia[29], pero de una forma muy diferente al resto[30] y con las peculiaridades espartanas de:

-inmovilidad de leyes,
-ausencia de evolución cultural,
-exigencia de sacrificios desde la propia infancia,
-educación en los máximos valores humanos
[31],
-sobrevaloración del pasado, y capacidad de sacrificar el futuro
[32].

e.1) Causas de la Guerra

            Todo ello chocaba ferozmente con la democracia y mentalidad jonia de Atenas, que no aceptaba dentro del mundo griego lo que Tirteo de Esparta venía pregonando desde el s. VII a.C, en torno a los lemas espartanos[33] y la participación de las mujeres en las olimpiadas griegas[34].

            No obstante, las causas inmediatas de las guerras civiles Atenas-Esparta no fueron culturales sino económicas, y giraron comercialmente en torno a:

-la prepotencia ateniense[35], que se inmiscuía en los estados aliados, alteraba la competencia en los mercados, y todo ello lo iba asociando a su mentalidad abierta democrática,
-la federación anti-ateniense
del Peloponeso[36], al ver Corinto peligrar su comercio de cerámicas, y verse Megara perjudicada por los nuevos decretos comerciales.

            Tras lo cual, fue formada:

-la Liga del Peloponeso, con Corinto y Megara pidiendo a Esparta que atacara;
-la Liga de Delos, con las islas del Egeo posicionándose junto a Atenas.

e.2) Consecuencias de la Guerra

            En el frente arquidámico, del 431 al 421 a.C:

-Arquidamo de Esparta incendió los campos atenienses,
-Esparta se hizo con las islas pro-atenienses, en la Batalla de Delión,
-Esparta impuso su status a Atenas, en la Paz de Nicias.

            En el frente decélico-jonio, del 415 al 404 a.C:

-Esparta capturó Decelia e invadió la Atica al completo,
-los espartanos entraron en Atenas, y profanaron las hermas y sus santuarios
,
-Esparta destruyó la flota total ateniense, de 134 naves, y encerró a sus ocupantes en Latomías, tras la Batalla de Siracusa,
-Lisandro de Esparta arrodilló a Atenas en la Batalla de Egospótamos.

            En líneas generales, se puede decir que las guerras civiles Atenas-Esparta:

-duraron del 431 al 404 a.C,
-tuvieron sacrilegios, imparcialidad, traición y batallas agónicas,
-tuvo a Esparta como a la gran vencedora,
-acabó con Atenas pidiendo la rendición, aceptando su destrucción de muralla y puerto, y entregando sus islas del Egeo,
-acabó con Atenas renunciando a su democracia, aceptando a la fuerza la tiranía (de los 30) y dando pie a una filosofía diferente.

Madrid, 3 febrero 2017
Mercabá, artículos de Cultura y Sociedad

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[1] Se suele decir que la celebración de los I Juegos Olímpicos-776 a.C. divide la historia de Grecia, separando:

-la Grecia Antigua (minoica, micénica y colonial),
-la Grecia Nueva (clásica y helenística).

[2] En la Batalla de Pidna-168 a.C. Así, la mayoría de autores habla de:

-Grecia Minoica, del 2.000 al 1.500 a.C, en torno a Cnossos, Festos, Kylisos, Zakros y cultura del Egeo,
-Grecia Micénica, del 1.500 al 1.000 a.C, en torno a Micenas, Argos, Tirinto, Pilos y cultura del Peloponeso,
-Grecia Oscura, del 1.000 al 776 a.C, en torno a las colonias de Atenas y Corinto por todo el Mediterráneo,
-Grecia Clásica, del 776 al 338 a.C, con sus episodios de Guerras Médicas y Guerras Civiles del Peloponeso,
-Grecia Helenística, del 338 al 168 a.C, en torno a las victorias y gobierno de Macedonia por todo el Oriente.

[3] En base a los movimientos de población griega, motivados por la presión demográfica interior, y en los que se encomendó a cada metrópoli fundar sus propias colonias:

-bajo control de un oikistés-colono fundador,
-en embarcaciones de bi y trirremes, sin astrolabio ninguno,
-con tripulaciones de levas, sorteados y voluntarios,
-con los objetivos de fundar en islas, penínsulas y estuarios,
-bajo el sistema de hibridación indígena, en cada lugar colonizado,
-repartiendo las tierras colonizadas en cleros-propiedades, tanto fundiarias como sanguíneas,
-con el templo colonial dedicado al dios de cada metrópoli,
-con un heroon-estatua de recuerdo del fundador.

            Así, del 1000 al 776 a.C. destacaron las fundaciones helénicas realizadas por:

-los etruscos, posiblemente piratas de la costa cilicia,
-los dorios, heráclidas de las montañas balcánicas, con toda una auténtica metalurgia del hierro,
-los jonios, mezcla de razas helénicas que se dispersaron por las costas del Egeo.

            Y del 776 al 600 a.C. fueron implantadas por Grecia más 700 colonias helénicas, entre las que destacaban:

            -en la Magna Grecia:

-Pitecusas, en la isla de Isquia,
-Posidonia, con templos griegos gigantes,
-Metaponto, con trazado urbano octogonal,
-Tarento, la única colonia espartana,
-Sibaris, donde se descubrió la Copa de Néstor (1ª escritura griega ),
-Leucipos, centro pesquero en la zona,
-Otranto y Egnazia, de cultura mesápica adriática,
-Reggio, aliada de Atenas y llena de bronces tirrénicos.

            -en Sicilia:

-Naxos, la 1ª colonia griega general,
-Thapsos, llena de tholos micénicos,
-Siracusa, la colonia helénica más grande,
-Ortigia y Megara Hyblaea, en torno al río Anapo,
-Akrai, llena de mausoleos funerarios,
-Tindaris y Tauromenion, con excelentes teatros griegos,
-Segesta, Agrigento y Selinunte, llenas de templos griegos gigantes.

            -en la Tracia y Mar Negro:

-Thasos, hecha a base de mármol de isla de Paros,
-Samotracia, con templo de los dioses griegos,
-Cícico, donde abundó la sal y atún,
-Ponto Ousino, futuro ostrakon romano, y germen d
el Mito de Jasón y los Argonautas,
-Bizancio, en la frontera asiático-europea,
-Olvia, con minas ucranianas,
-en relación con los escitas (de tumbas kurganes), taurios (del río Danubio) y coltios (de religión animista).

            -en Occidente y Africa:

-Massalia, con la famosa Tumba de Vix,
-Ampurias y Hemeroscopion , colonias ibéricas de la jonia Focea,
-Naucratis, de gran interés faraónico,
-Cirene, donde fue plantada la planta del silfio.

[4] Las Guerras Médicas (490-479 a.C, narradas por HERODOTO) constituyeron la auténtica sorpresa internacional, en que por primera vez un pequeño David (Grecia) lograba tumbar al gigante persa oriental, inundado de legiones medas.

            En la Victoria de Marathon-490 a.C, 10.000 atenienses, al mando de MILCIADES, y formados en rígidas falanges atenienses, lograron tumbar a los 20.000 jinetes de DATIS DE PERSIA, con FILIPIDES recorriendo los 42 km. para gritar Niké.

            Tras la humillante Venganza persa de Termópilas-480 a.C, en que los 8.000 griegos de LEONIDAS fueron aplastados por los 320.000 persas de JERJES DE PERSIA, con la consiguiente devastación de Atenas, DEMISTOCLES logró reunificar la resistencia, y sucesivamente en Salamina (con el hundimiento de la flota persa) y Platea, Grecia logró expulsar a los persas del territorio helénico.

[5] Las Guerras del Peloponeso (431-404 a.C, narradas por TUCIDIDES) supusieron el fin de la democracia ateniense, y las consiguientes piratería, stasis y búsqueda de una filosofía diferente. Enzarzadas comercialmente Esparta y su Liga del Peloponeso (con Corinto y su soberanía naval, Megara y sus decretos comerciales…) frente a Atenas y su Liga de Delos (islas del Egeo), las batallas fratricidas griegas supusieron el agotamiento de una guerra agonal, llena de sacrilegios, imparcialidad y traición.

            Tras la I Guerra Civil o Arquidámica (431-421 a.C), en que ARQUIDAMO DE ESPARTA fusiló los campos atenienses y provocó la peste y hambruna, y las siguientes batallas de Pilos y Delión, NICIAS DE ATENAS tuvo que rendirse al nuevo status espartano.

            Con la II Guerra Civil o Decélica-Jonia (415-404 a.C), iniciada en una nueva ofensiva espartana en Decelia de Atica, y las Batallas de Arginusas y Egospótamos, Atenas tuvo que rendirse de forma total, entregando sus islas, permitiendo un gobierno tirano (de los 30) y destruyendo parte de su patrimonio cultural y comercial.  

[6] En el Concilio de Corinto-337 a.C, y tras el dominio obtenido por FILIPO II DE MACEDONIA sobre toda la Grecia continental, tras la Batalla de Queronea-338 a.C. y consiguiente castigo a Tebas y Esparta, surgirá por 1ª vez la idea explicita del panhelenismo, en su vertiente política (el rey pasaría a ser el estratego de un estado federal, con proyección conquistadora contra Persia) y cultural (inspirada en la paideia griega).

[7] Atenas, de origen limitado en espacio y recursos, que se abrirá a las ligas egeas, poniendo en marcha una política novedosa y expansionista.

             (cf. GOMEZ ESPELOSIN, F. J; Introducción a la Grecia Antigua, ed. Alianza, Madrid 2008, p.165).

[8] Esparta, ciudad helénica más populosa en ejército y territorio, que se irá cerrando en sí misma, con  una política de matiz conservador.

             (cf. GOMEZ ESPELOSIN, F. J, op.cit, p. 165).

[9] El conflicto Esparta-Atenas fue continuo, en las conocidas batallas del Peloponeso, y las victorias y derrotas se sucedieron unas a otras. Hasta la Paz del 404 a.C, en que se decide el cese de hostilidades, y Atenas renuncia a sus aspiraciones hegemónicas (cf. Ibid., p. 171).

[10] cf. PIGNA, F; Atenas, ed. Historia en el aula, Buenos Aires 2009, p. 1.  

[11] cf. COOKE, J; KRAMER, A; ROWLAND-ENTWISTLE, T; Historia del Mundo, ed. Grisewood & Dempsey, Londres 1979.

[12] Por stasis entendemos la alta probabilidad de desórdenes internos públicos, como rebeliones o alzamientos.

[13] La tiranía griega es distinta a la concepción que en la actualidad tenemos al respecto. Un tirano griego podía dar cabida a sistemas oligárquicos y no meras autarquías, por ejemplo.  

[14] cf. PROTAGORAS; Sobre el ser, n. 317b.  

[15] cf. ARISTOFANES; Memorias, libro I, VI, n. 13.  

[16] cf. SOCRATES; Eutidemo, n. 278e.

[17] Fiesta popular en que las mujeres llevaban en procesión hasta el Templo de Atenea el velo tejido por ellas mismas, para ofrecérselo en ofrenda.

[18] cf. Ibid., p. 177.  

[19] cf. PLATON; República, en FRAILE, G; Historia de la filosofía: Grecia, ed. BAC, Madrid 1990, p. 402.  

[20] cf. JENOFONTE; Symposion, n. 246.  

[21] cf. ARISTOTELES; De anima, n. 515.

[22] Siguiendo la tradición ateniense de poner adjetivos calificativos a todo. Como fue el ejemplo de la mujer de Pericles, llamada por los atenienses como “la chica de los ojos de perro”, o del mismo PERICLES, conocido por sus compatriotas como “el del cráneo de cebolla marina”.

            Aquí es donde encontramos uno de los elementos diferenciadores de Atenas, al considerar que sí que hay conflicto:

-entre la inteligencia y mesura griegas (sophrosyne),
-y el uso desmedido e irracional de la fuerza extranjera (hybris).

[23] Nombre dado por HOMERO, Ilíada, II y Odisea, IV, donde la describe como “ honda y cavernosa, llena de palomas, donde moraban las naves de MENELAO, hermano de AGAMENON, y de hombres valientes para el combate y armados en unidad aparte, impulsados por el propio ardor, y animados a combatir para vengar las huidas”.

             De ahí que TUCIDIDES les llame desde el principio (no así al final) como los lacedemonios.

[24] HERODOTO, PAUSANIAS, ARISTOTELES… POLIBIO y PLUTARCO hablarán insistente y objetivamente de ello, en pro de eliminar toda “laconofilia” antigua al respecto.

[25] La arqueología va hoy en ese sentido, tras los descubrimientos que se han hecho en sus alrededores de necrópolis micénicas con tumbas en forma de colmena, valiosos ajuares funerarios, vasos de oro tallados, el edificio denominado Menelaion (del s. XIV a.C), un santuario a Artemis Orthia, el yacimiento de Terapne espartano…

            (cf. FERNANDEZ URIEL, P; El mundo griego, ed. UNED, Madrid 1993, pp. 302 y ss).

[26] Con el envío de 60 naves bien equipadas, al mando de MENELAO, y con la idea de “combatir y vengar los gemidos de HELENA”, y donde se citaron también como aliados de los espartanos a DIOMEDES DE ARGOS, NESTOR DE PILO, AGAMENON DE MICENAS… y demás reyes aqueos del Peloponeso.

            (cf. HOMERO, Ilíada, II).

[27] De aquí tomara su modelo militar a imitar la Alemania nazi del s. XX, no sólo por los 300 soldados espartanos de las Termópilas.

[28] Como se ve en la Historia de la Guerra del Peloponeso, narrada por TUCIDIDES.  

[29] De 8.400 km2, en comparación con los 2.600 km2 de Atenas en el Atica.

[30] Por ejemplo, participó en la época de apoikias-colonias griegas con la fundación de una sola colonia espartana, la graeca-italiana Tarento.

[31] Muy inculturada en el monte Taigeto, y en cuyo sistema educativo o agogé se seguía una rígida formación eugenésica (o selección de los mejores). Para la cual:

-los niños estaban con sus madres hasta los 7 años,
-el estado llamaba a filas a los niños con 7 años,
-se enseñaba al niño a cazar hilotas,
-se introducía al joven en la disciplina, con música, deporte…
-se permitía al adolescente de 17 años acceder a la cysitia o banquete de hombres.

[32] cf. LUDEMANN, H; Sparta Lebensordnung und Schicksal, Leipzig 1939, p. 112.  

[33] Tales como “hijo, con él (escudo) o sobre él”, “vuelve victorioso, o vuelve muerto”, etc.

[34] Para que así las jóvenes espartanas se preparasen para ser fuertes madres de guerreros. De hecho, los hijos de Pericles serían educados por espartanas.  

[35] Previa a esta causa 2ª sobre la Guerra del Peloponeso estuvo el período de Talasocracia o dominio marino sobre el resto de Atenas, considerada la capital cultural, comercial y militar del Mediterráneo en los años 478-431 a.C (Pentecontecia ateniense). Aun así, habría que añadir otras tres causas más, resultando ser éstas por su orden:

-la competencia en los mercados,
-la injerencia ateniense en los estados aliados,
-la reacción anti-democrática interna y externa a Atenas.

            Fuentes internas que hablan de estos sucesos fueron:

-JENOFONTE, sobre la sociedad ateniense,
-DIODORO DE SICILIA, cuyos libros XI y XII abundan en detallismo,
-EFORO, autor presencial de los hechos,
-TIMEO, cuya obra hoy está perdida,
-PAUSANIAS, sobre las Batallas de Tanagra y Eno,
-PLUTARCO, del s. I, sobre las figuras políticas en conflicto.

            Fuentes numismáticas también hablan de la intensificación de la circulación monetaria entre el 480 y 450 a.C, predominando en todas las colonias mediterráneas el patrón y escudo ateniense.

            Testimonios epigráficos también advierten una fuerte vitalidad adquirida rápidamente por Atenas y el entorno helénico, como se ve en el aumento de:

-los decretos políticos,
-las listas de tributos atenienses,
-los cálculos de costes de edificios (se conservan el del Partenón y Erecteion en Atenas, y el Asclepeion de Epidauro),
-los ostraca, o tiestos de votación para el exilio en ostracismo de ciudadanos atenienses,
-la documentación de cultos y festivales.

            Testimonios arqueológicos, tanto en representaciones en vasos cerámicos, como en viñetas esculpidas sobre la vida de la ciudad, y restos monumentales todavía conservados, también avalan la presencia y pugna de Atenas y Corinto, principalmente, en todo el arco mediterráneo.

            A esto hay que sumar la formación de la Liga de Delos, bajo mandato ateniense e integrada activamente por:

-300 trirremes, 16.000 jóvenes atenienses, 1.200 jinetes tesalios y 13.000 hoplitas de Atenas,
-las 200 ciudades del Egeo (todas salvo Melos), Grecia Central (salvo Beocia), Jonia (salvo Focea), Tesalia, Reggio (en Magna Grecia) y Catania (en Sicilia).

            (cf. HERNANDEZ URIEL, P., op.cit, Madrid 1993, pp. 503-512).

[36] Tras las insistencias de:

-Corinto, sobre el aspecto de la soberanía naval (posible únicamente mediante el control del Istmo de Corinto),
-Megara, para que no obtuvieran siempre perdidas respecto a los decretos comerciales con Atenas,
-Esparta, enemiga visceral de Atenas desde el momento (477 a.C) en que las islas del Egeo dejan de confiar su defensa militar ante Persia en Esparta (ya que ésta estaba siempre condicionada a su propia stasis interna), y eligen como hegemon-ejecutivo de su Simmajia-Guerra a Atenas, con centro federal jonio en Delos.

            En total, quedó integrada activamente esta Liga del Peloponeso por:

-4.000 espartanos de infantería, 1.900 jinetes beocios y 40.000 hoplitas de Esparta,
-los 3 estados del Adriático (Ambracia, Leucade, Anactorion), los 4 estados rebeldes (Locria, Focea, Melos y Beocia), Tarento (en Magna Grecia) y Siracusa (en Sicilia).

            (cf. HERNANDEZ URIEL, P., op.cit, pp. 522-529, 591-603).