DISCURSOS DE FICHTE

 

Alentadores del nacionalismo alemán

y una lengua propia que ansiaba ser nación

 


Reunificación de Alemania, sueño de Fichte hecho realidad, 60 años después

Madrid, 1 mayo 2019
Manuel Arnaldos, historiador de Mercabá

            Perteneciente a una familia sajona liberal y pobre, Johann Fichte (Bautzen 1762-Berlín 1814) aprendió sus primeras letras gracias al pago que hizo el párroco de su localidad[1]. Ingresó de joven en el Seminario de Jena, donde pudo estudiar la cultura clásica hasta el día antes de su ordenación, en que decidió no hacerse sacerdote sino dedicarse a la filosofía, en la ciudad de Leipzig.

            En Leipzig conoció y se casó con Johanna. En 1792 escribió un comentario a la filosofía de Kant[2] que le hizo famoso, y granjeó enorme prestigio popular[3]. No obstante, la Iglesia alemana le acusó oficialmente de ateísmo, y Fichte tuvo que renunciar a todas sus actividades.

            Retirado de la vida pública en Berlín, Fichte empezó a dar clases particulares para ganarse la vida. Hasta que su colega y también teólogo Humboldt funda la Universidad de Berlín[4], e invita a Fichte a que sea su primer rector[5]. Allí forjó su ideología nacionalista alemana, hasta que la muerte le sorprende con apenas 52 años[6], y deja a medio hacer su gran y definitiva obra filosófica.

            Sus Discursos a la Nación Alemana-1808 hay que verlos dentro de la ocupación napoleónica sobre Alemania[7], Y entenderlos desde los conceptos de estado y nación surgidos como reacción frente a la invasión francesa[8]. Una invasión francesa que consumó la ocupación de la misma Prusia, y que provocó posicionamientos anti-franceses dentro de los intelectuales proclives a la ilustración.

            Recopila el Discursos un prefacio y 14 discursos que Fichte pronunció durante 14 domingos de 1807[9] a la nación alemana[10], invitando a los berlineses a resistir a la invasión napoleónica[11]. Un prefacio que analiza El Príncipe de Maquiavelo, y 14 discursos que insistieron en la necesidad de[12]:

-una nueva política para Alemania, a lo largo de 9 discursos (I, IV, V, VI, VII, VIII, XII, XIII y XIV),
-la educación como medio para llevarla a cabo, a lo largo de 5 discursos (II, III, IX, X y XI).

a) Elementos políticos del Discursos

            Parte el Discursos de Fichte del análisis filosófico del verbo nascor-nacer[13], y su aplicación al campo de la política. Tras muchas prerrogativas y ejemplos, acaba el filósofo sajón afirmando que el término nación venía a significar, para el caso de la política y de forma irrevocable, el nacimiento de una comunidad humana, unida por su raza. Y en que ese sí era el caso que se daba en Alemania, que nació como comunidad racial hace ya mucho tiempo, pero que todavía no había hecho efectiva esta realidad:

Nuestro destino como raza alemana en la tierra todavía está por autorrealizarse, y debe comenzar en algún lugar y en algún lugar del espacio y del tiempo, con prudencia y de acuerdo con alguna regla” (Discurso III).

Estos discursos  van dirigidos exclusivamente a los alemanes, a los que propongo que renovemos nuestra raza alemana, y con ella forjen su nación. Pues, ante todo, los alemanes son una tribu” (Discurso IV).

Estos discursos habrán muerto infructuosamente en el aire vacío, pero tiempo habrá en que la raza alemana despertará a la luz, y todo lo que aquí describo será comprendido y aceptado con gusto” (Discurso III).

a.1) Raza alemana

            La premisa que mantiene constante Fichte a lo largo de toda su obra Diálogos es la necesidad de mantener intacta para Alemania la raza y herencia recibida, que un día nació pero hay que seguir transmitiendo:

Todo alemán está destinado a preservar su raza. Los no entendidos por medio de la educación recibida, y los eruditos de acuerdo a una concepción más clara y un arte más prudente. En ambos casos, mediante una auto-actividad mental, y sin dirección extranjera” (Discurso X).

Lo que tenemos que hacer es mantenernos unidos entre nosotros mismos, hasta la mejora completa y total de nuestra raza, formando una opinión firme al respecto, y adquiriendo un carácter total a través de nuestra propia reflexión” (Discurso XII).

Los alemanes podemos jactarnos de haber mantenido siempre nuestra misma línea gloriosa, aquella que nos vio nacer, que elogiaron nuestros antepasados, y que nos une con orgullo” (Discurso XIV).

            Un pueblo alemán que contó en su origen con un linaje y sangre pura, y que en sus orígenes también optó por una monarquía a forma de caudillaje:

El pueblo alemán se estableció como un muro de tribus que antes no estaban relacionadas, y se hizo lo suficientemente numeroso y valiente como para establecer sus propias fronteras y caudillaje, contra cualquier ataque extranjero. Tras eso, forjó un lenguaje y mentalidad común, y se asentó íntimamente y de forma separada al resto de pueblos.” (Discurso XIII).

a.2) Pueblo alemán

            Asume Fichte en su Discursos que el pueblo alemán ya existió en los orígenes de la humanidad, y defiende a lo largo de toda la obra que ese pueblo nunca rompió con su origen[14], ni perdió en ningún momento su naturaleza y uso de razón:

Los alemanes han sido siempre alemanes en sí mismos, independientemente del destino que los ha engañado” (Discurso IV).

Entre los pueblos de ascendencia germánica permaneció siempre el flujo ininterrumpido de un lenguaje primordial, que fue evolucionando en la vida real” (Discurso V).

Los alemanes han conservado siempre en su tierra y en su casa las mismas virtudes que tuvieron en sus orígenes: la lealtad, la insensatez, el honor y la simplicidad” (Discurso VI).

            Y eso que a lo largo de su historia había vivido en medio de pueblos extranjeros, amanerados y holgazanes, origen de todos los males alemanes, y de los que era preciso distinguirse:

Todos los males que Alemania ha padecido son de origen extranjero” (Discurso V).

Cuando perdimos nuestra independencia, nos vimos arrastrados por el poder extranjero, y él nos impuso su destino y sus propios acontecimientos” (Discurso I).

Estos discursos revelarán que debemos desquitarnos del egoísmo del poder extranjero, que ha calculado deliberadamente el engaño” (Discurso I).

Mostraré que únicamente mediante nuestro rasgo común de germanidad podremos evitar la caída de nuestra nación en la confluencia con los países extranjeros” (Discurso I).

En el contacto con las potencias extranjeras, los pueblos germánicos se vieron forzados a mostrar diferencias espirituales e intelectuales. Pero nunca perdieron su naturalidad, mientras los países extranjeros eran arbitrarios” (Discurso V).

a.3) Patria alemana

            Había sido siempre añorada por la raza alemana desde sus orígenes, según Fichte. Para mostrarlo, el sajón pone algunos ejemplos sobresalientes de germanos que lucharon por su propia patria:

-los bárbaros, contrarios al Imperio romano[15],
-los protestantes, contrarios a la Iglesia Católica
[16],
-los románticos, contrarios al profetismo napoleónico
[17].

Los pueblos germánicos antiguos nunca creyeron en la barbarie romana, ni quisieron hacerse romanos, sino que mantuvieron siempre entre ellos la misma lealtad” (Discurso V).

Si la tribu alemana hubiera perecido en la época romana, no hubiese sido derrotada en el futuro. Pero se levantó contra Roma y la derrotó” (Discurso XIV).

Los reformadores enseñaron a leer al pueblo alemán, e hicieron un llamamiento a los escritores que habían escrito bajo los ojos de los papas. Tras ellos, los estados protestantes han dado a Alemania ciertas ramas de la escritura, y la formulación filosófica de los principios generales de todo tipo” (Prefacio).

Lutero se preocupó, en el momento de la Reforma, por la totalidad de su nación, y se rodeó de seguidores que se apoderaron de esta misma preocupación, exponiéndoles los rasgos básicos de la mente alemana” (Discurso VI).

Muchos alemanes de hoy día han logrado dejar de lado las distinciones que hoy día nos han dividido, y han vuelto sus ojos a los eventos que durante siglos nos configuró como una única nación” (Discurso I).

            Se trataba de un concepto de patria que había de estar por encima de todo[18], según Fichte, y a cuyo servicio debían estar todos los alemanes:

No obstante, debe mencionarse siempre el honor al linaje y alma alemana” (Discurso VIII).

El patriotismo debe siempre liderar el liderazgo supremo en cada estado alemán, estar siempre por encima del estado y la nación, y no dejar nunca entrar en conflicto a ninguna de ellos. El amor a la patria debe siempre estar a la cabeza de cada estado alemán” (Discurso IX).

            Por ello, la patria alemana estaba llamada a conformar un nuevo orden social, que englobara a todos los pueblos germanos:

Una patria tan hundida como la nuestra solamente podrá salvarse de su postramiento a través de un medio totalmente nuevo, hasta ahora nunca utilizado, y a través de la creación de un nuevo orden de las cosas” (Discurso I).

El alemán es la estirpe de los germanos, los que unieron el orden social establecido en Europa con la verdadera religión... La primera diferencia de los germanos es que permanecieron en la sede de la patria primitiva, conservaron su lengua originaria y originaron una confederación de estados bajo un jefe, con gran pureza de linaje... Además, las zonas habitadas por germanos son de naturaleza muy parecida” (Discurso IV).

Todas las edades, todas las maneras y pensamientos alemanes levantan las manos suplicantes en la creación de una nueva realidad alemana, que englobe nuestra raza bajo las ideas del orden y la dignidad, de la profecía y del compromiso, y nunca más como imagen de un sueño vacío” (Discurso XIV).

a.4) Nación alemana

            Representa el cuerpo central del Diálogos de Fichte, que no paraba de repetir a lo largo de toda la obra que para preservar todo lo anterior era necesario el establecimiento de una nación alemana, clave para el ensamblaje del pueblo:

Estos discursos invitan a todos los alemanes a unirse bajo una misma nación, y tomar decisiones por nosotros mismos” (Discurso XII).

La raíz de esta nación alemana será la subordinación de todos los impulsos ciudadanos al concepto del todo. Una subordinación del individuo al todo que no se puede exigir, sino que ha de hacerse voluntariamente, como sacrificio propio para aumentar la prosperidad nacional” (Discurso X).

Hay que arrancar de la incertidumbre a todos aquellos alemanes que todavía no creen ser miembros de una misma nación” (Discurso XIV).

a.5) Estado alemán

            Una nación alemana debía ser expresada para Fichte a través de un estado alemán, con una constitución democrática y capaz de suceder al fracasado sistema ilustrado francés[19]:

Hay que intentar que los alemanes vivan en comunión unos con otros, y sean capaces de formar entre ellos un sistema político separado y auto-existente” (Discurso II).

Hay que intentar que este sistema político este seguro de su mayoría. Para estar seguros de la mayoría, la educación debe intentarse desde la omnipotencia” (Discurso IX).

La constitución de este nuevo estado estará fundada en la naturaleza de las cosas y regida por la razón. Será una Constitución que legislará por el bien del conjunto, desde el amor al orden. En ella, cada uno de nosotros deberá abstenerse de mucho de lo suyo, por el bien del conjunto” (Discurso II).

En cuanto a la consideración del establecimiento de un estado alemán y de sus reglas fijas, los estados extranjeros nos han servido de precursores. De ahí que nuestro concepto de política esté extranjerado, por muy firme, seguro e independiente que sea” (Discurso VIII).

De esta manera, la Constitución estará estructurada de tal manera que el individuo no tenga sólo que abstenerse en razón del todo, sino que además tenga que darle aportes con sus obras y actuaciones” (Discurso VII).

Esta constitución republicana ha de ser la fuente más excelente de la educación alemana, y la primera salvaguarda de su peculiaridad” (Discurso IX).

            Y también a través de un estado alemán con una nueva educación, que fuese universal y gratuita, y capaz de nacionalizar hasta el último ámbito religioso que pudiese quedar:

Propongo a los alemanes una educación nacional, para que todos nuestros puntos de vista estén a salvo” (Discurso XII).

En este proceso de educación, hay que encender en nuestros alumnos a forma de entrenamiento intelectual personal. Pero bajo el amparo de nuestras reglas, y por ello de forma totalmente gratuita” (Discurso II).

Elija gratis cada alumno a sus maestros y educadores, que les sirvan de autoestima y estímulo para seguir educándose y forjándose como hombre” (Discurso X).

El estado hará que esta educación sea universal, en toda la superficie de su territorio y para cada uno de sus conciudadanos nacidos de nuevo, sin excepción” (Discurso XI).

Los libros de texto y los primeros maestros serán gratuitos, y se irán prestando de unos a otros” (Discurso XI).

            En este proceso de estatalización, las cualidades del nuevo estado alemán habían de ser el territorio y la lengua, con un territorio alemán que todavía quedaba por recuperar y conquistar:

Un pueblo leal a su naturaleza, necesariamente deberá buscar espacio para sus residencias. Y si estas se vuelven estrechas, tal vez necesite expandirlas, conquistando el suelo vecino para ganar más espacio, y expulsando de allí a sus antiguos habitantes” (Discurso XIII).

No obstante, será totalmente ajena a los alemanes la libertad de los mares. Pues su tierra ya está ricamente dotada, y la diligencia de su educación le otorgará todo lo necesario para vivir en ella” (Discurso XIII).

a.6) Lengua alemana

            Se trataba para Fichte de una lengua pura y viva[20], que había permanecido siempre unida al mismo tronco, y de la cual habían surgido ideas a las que se iban aplicando los conceptos[21]:

Lo más importante de los germanos es su idioma, que conserva lo propio de su lengua originaria, y continúa hablando lo mismo sin interrupción” (Discurso IV).

Después de milenios, la lengua germana continúa siendo la misma, sin grandes saltos, y sigue estando viva” (Discurso IV).

Nuestro idioma alemán sigue vivo, y es un lenguaje de escritores que con su literatura han mantenido independiente nuestro pueblo de las políticas extranjeras” (Discurso XII).

Las fronteras estatales imponen a sus ciudadanos límites internos. Pero los que hablan el mismo idioma están previamente unidos por la naturaleza, en una multitud de enlaces invisibles” (Discurso XIII).

Los que hablan una misma lengua alemana se entienden entre sí, son capaces de comunicarse con total claridad, y se van uniendo cada vez más en un solo pueblo, en un todo inseparable” (Discurso XIII).

            Conformación de la lengua en la que el elemento religioso había ido perfeccionando todo el engranaje a lo largo del tiempo, apoyado por los apoyos lingüísticos de:

-la filosofía, fin en sí misma, pero también ayuda para todo el que aspiraba a ella,
-la poesía, como medio de propaganda y animación de las masas:

En la lengua alemana, todo concepto se convierte en uno y no en otro sonido. Así, se eleva a la percepción de lo metafísico, con el fin de mantener sus conceptos y evitar la confusión” (Discurso IV).

Así, pues, todos los conceptos metafísicos, que además dominan la claridad del conocimiento físico… se instalan en el lenguaje alemán, a través de símbolos, de la meditación y de Dios” (Discurso IV).

En cuanto a la filosofía alemana, hoy en día está reclamando exactitud, forma científica, unidad, realidad y esencia. Se puede decir que la filosofía verdadera ha penetrado en la parte de la vida alemana, y que si alguien quisiera ser un alemán verdadero, no podría filosofar de otra manera que ésta” (Discurso IV).

Mediante la poesía, Alemania mantendrá viva su lengua, y creará un círculo simbólico de su pensamiento creativo. Los poemas llevarán a la lengua alemana a ser eternamente refrescante y rejuvenecedora, y abierta al entusiasmo” (Discurso V).

a.7) Espíritu alemán

            Representa el alma del Diálogos de Fichte, que animaba a forjar estatalmente un espíritu único alemán, a través del amor nacional a la patria y a través de primar:

-el concepto de patria, por encima del de nación,
-el concepto de nación, por encima del de estado
[22].

El hombre solo puede querer lo que ama, y su amor es único e infalible, y mueve sus emociones y voluntad. Así, nuestra política alemana debe proponer reglas seguras para que todos los alemanes amen lo mismo, sin excepción, y bajo el paraguas de su propio bienestar” (Discurso II).

Este es el amor a nuestro pueblo. Un amor que debemos respetar, en el que debemos confiar, regocijarnos, sentirnos orgullosos” (Discurso VIII).

Comprended que no se puede crear este espíritu alemán con discursos reprensivos dirigidos a los adultos, sino solamente mediante la educación a la juventud” (Discurso VIII).

Sólo el comienzo de un espíritu nuevo puede ayudarnos. Sólo el comienzo de una nueva mente puede ayudarnos. Porque si no superamos nuestros defectos pasados, nuestros errores serán repetidos en el futuro” (Discurso XIII).

Pues lo que nos sumió en el pasado en la confusión fue nuestro abandono, nuestra falta de consuelo y vivir a nuestra manera, sin dar vida propia a nuestro espíritu” (Discurso XIV).

La tribu alemana supo levantarse contra Roma y derrotarla. Pero no lo hizo gracias a sus armas físicas, sino por su espíritu, que se levantó y le hizo frente” (Discurso XIV).

            Se trataba, pues, de encaminar a Alemania hacia un todo absoluto, preservando e imponiendo para ello, si fuese necesario, un pensamiento único alemán:

Alemania debe convertirse en lo que deban ser los alemanes. Para ello, debemos adquirir una mente firme y cierta, debemos ser serios en todas las cosas, y perseverar más allá de las apariencias. Debemos formar principios duraderos e inquebrantables, actuando todos bajo una pauta firme” (Discurso XII).

La vida y el pensamiento deben estar en todos los alemanes de una sola pieza, sólidos y penetrantes. Tenemos que adquirir carácter, y conformar nuestra naturaleza y verdad” (Discurso XII).

Hay que unir a todos los alemanes en una sola comunidad, con unos mismos razonamientos y una misma mentalidad” (Discurso X).

Debemos subordinar el individuo al todo, pero no exigiéndolo sino proponiéndolo voluntariamente. Así aumentará su propio sacrificio, y aumentará nuestra prosperidad” (Discurso X).

            Lo que acabaría engendrando una Alemania superior al resto de países extranjeros. Una superioridad alemana que debía quedar manifiesta, sobre todo:

-a nivel cultural, sobre todo,
-a nivel identitario, por encima del pluralismo existente:

El espíritu extranjero es como un encantador silfo, que vuela sobre las flores estériles del suelo, y se asienta sobre ellas para extraer su refrescante rocío. El espíritu alemán es como un águila, que por la fuerza levanta su cuerpo pesado, y con fuertes alas atrae gran cantidad de aire, para levantarse más alto cada vez” (Discurso V).

El espíritu alemán abrirá nuevos caminos en el mundo, introducirá la luz en los abismos, y arrojará masas de pensamientos que construirán las edades futuras” (Discurso V).

Espero persuadir a los alemanes que se den cuenta de que sólo la educación puede salvarnos de los males que nos oprimen” (Discurso XI).

a.8) Cualidades alemanas

            Para terminar su discurso político, Fichte pasó a describir las características que debía tener esta nueva nación y estado alemán. Entre ellas, y en primer lugar, debían estar la laboriosidad y genialidad:

Los alemanes son trabajadores, y tienen laboriosidad y seriedad en todas las cosas. En cambio, los otros pueblos se dejan llevar del convoy de la feliz naturaleza” (Discurso VII).

Alemania es una nación de primera índole, un pueblo educable y en el que los educadores prueban sus descubrimientos y tratan de influir en la sociedad. En cambio, los otros pueblos son de segunda categoría, sus clases instruidas se distancian del pueblo, y siguen los instrumentos ciegos de sus proyectos” (Discurso VII).

Una porción del cuidado y gasto del estado alemán irá dirigido al mejoramiento de la economía” (Discurso XI).

            Tras lo cual pedía Fichte a los alemanes que mantuvieran en alta estima su nacionalidad y patriotismo:

-una nacionalidad desde la libertad, como garantía de la supervivencia alemana[23],
-un patriotismo desde el amor, sin eliminar el recurso a la fuerza armada[24].

El amor es el ingrediente básico del hombre” (Discurso X).

Tenemos que desterrar el amor propio sensual de los alemanes, y transformarlo en amor por el bien de nuestra nación” (Discurso II).

Entre los alemanes hay un amor y una misma mentalidad que nos une en una sola comunidad” (Discurso X).

En esta nación alemana, no queremos tu opresión ni servilismo, sino tu independencia y verdadera libertad, tu elevación y tu refinamiento” (Discurso XII).

En el pasado, la toma de servicios de guerra se dejó al libre albedrío. Ahora, es necesario forzar al primer sexo para la guerra, y obligarlo a servir en la guerra. Es necesario que todos los alemanes estén igualmente dispuestos a coger las armas, y dirigir con ellas nuestra patria. Pues la lucha se decide con las armas” (Discurso XI).

A nivel interior, nunca hay que permitir que nadie perturbe la calma. Y para esto no hay que poner las fuerzas en resistir, sino utilizar esas mismas fuerzas para atacar” (Discurso XIII).

a.9) Religión alemana

            Había sido siempre en Alemania el cristianismo, según Fichte. Pero para el nuevo estado alemán, apunta el sajón, este antiguo cristianismo sólo podía servir a la nueva Alemania:

-si no eliminaba la nacionalidad propia alemana,
-si admitía la eternidad alemana, por delante de la eternidad del alma:

La religión cristiana permite elevarse por encima de todos los tiempos y de toda la vida física y presente, sin dañar lo más mínimo la justicia, ética y santidad de la vida prendida por la creencia nacional. Además, el que no considera lo eterno no tiene ningún amor absoluto, y tampoco puede amar a su patria como es debido” (Discurso VIII).

Con lo cual llegamos a la gran importancia de la formación espiritual para mantener viva nuestra nación alemana, y para que ésta intervenga en la vida” (Discurso IV).

Mediante esta formación, surgirá por sí solo el valiente defensor de la patria, el ciudadano pacífico y auténtico que será capaz de dar la vida por defenderla” (Discurso III).

La muerte no hará cesar a estos héroes de la patria, pues su obra no terminará nunca, nunca será olvidada. Así, sus vidas serán eternas, y ellos se harán eternos” (Discurso III).

Si queremos una esperanza eterna para el futuro del estado, sería necesario rebajar la preocupación de sus ciudadanos por la felicidad eterna” (Discurso XI).

            Todo ello para conseguir poner a Alemania entre el cielo y la tierra, entre la patria extranjera y la patria eterna, entre estos dos polos necesarios, estando cada uno en su lugar.

b) Elementos educativos del Discursos

            Fichte anima a los alemanes en sus Diálogos a separarse de la educación extranjera recibida, y a superar la educación anterior de aquellos regímenes que operaron en Alemania:

Arranquemos a los ciudadanos, por completo y de repente, de su estado, y llevémoslos a un mundo totalmente nuevo. No dejemos en ellos nada que pueda recordarles lo antiguo. Se olvidarán hasta de sí mismos y existirán como seres recién creados” (Discurso III).

Para dar una buena educación a nuestros ciudadanos, habremos de investigar con precisión y de forma definitiva qué ha faltado hasta ahora en su educación, y establecer qué nuevo miembro de la educación debe modificar su forma humana anterior” (Discurso I).

La educación anterior sólo nos había exhortado a mantener el buen orden y la moralidad. Pero esas exhortaciones no han sido fructíferas para nuestra vida real. En contraste con esto, la nueva educación debe llevar al movimiento real de la vida y sus alumnos” (Discurso II).

En este punto es necesario separar a los niños de los padres desde la más tierna infancia, como único medio eficaz de cortar la cadena de corrupción que ha venido afectando a los educandos, y como único medio para hacer sobrevivir a la nación alemana” (Discurso IX).

En esta educación es importante que los alumnos vivan juntos y entre sí, separados de sus padres y en aislamiento con sus maestros y superiores” (Discurso X).

b.1) Educación nacional

            Consistía en el primer objetivo de la nueva educación propuesta por Fichte. Lo cual suponía la creación de una educación al servicio del estado nuevo alemán:

En una palabra. Un cambio completo del sistema educativo es lo que propongo, como único medio de preservar la nación alemana en su existencia, y darle continuación en el futuro” (Discurso I).

La nueva educación debe aniquilar completamente la libertad de la voluntad, y por otro lado producir la estricta necesidad de obedecer las leyes, así como imposibilitar lo contrario. No vacilará en producir la necesidad que pretende” (Discurso II).

Pero esta nueva educación no ha de avanzar al azar y en base a la buena suerte, sino de acuerdo con una regla fija y conocida, segura de su éxito” (Discurso III).

Esta educación nacional debe ofrecer a sus alumnos las herramientas de un pensamiento solitario y fuerte” (Discurso IX).

            Una educación nacional que debía ser unitaria de hombre y mujer, sin separación ni diferenciación alguna entre ambos sexos:

La educación debe ser de la misma manera para ambos sexos. La separación de sexos en instituciones especiales para niños y niñas sería impropia, y derogaría varias clases importantes de la educación, para el hombre perfecto. Los objetos de instrucción deben ser los mismos para ambos sexos, y la relación entre ambos sexos debe formarse en conjunto” (Discurso X).

b.2) Educación social

            Consistía en el segundo objetivo de la nueva educación propuesta por Fichte. Una educación que debía educar a los alemanes a vivir en sociedad, aceptando al resto de alemanes como hermanos, y como medio para evitar los conflictos que pudieran surgir:

Hay que tener en cuenta lo que une al hombre con los demás, y que vincula a todos los individuos en una comunidad razonable, unitaria y de iguales convicciones” (Discurso IX).

Una norma fundamental será ayudar a los demás cuando hayan logrado sobresalir en algo, hacerse cargo de ciertas responsabilidades, unir el estudio con el trabajo, permanecer despierto cuando los demás duermen, y estar pensando cuando los demás juegan” (Discurso II).

Todo lo hará el ciudadano sin buscar recompensa alguna, para que aprenda no sólo a cumplir con el deber, sino también a disfrutar de la alegría que proporciona el trabajar para la comunidad” (Discurso X).

Al abandonar su pequeña comunidad, el alemán pasará a vivir en la sociedad, llena de seres racionales fuera de nosotros, y de recíprocos influjos de alemanes entre sí” (Discurso XI).

            A lo que había que unir la enseñanza a los alemanes del sentido del trabajo y economía. Pero no ya como herramienta de su porvenir profesional personal, sino como forma práctica de honrar a la patria:

Un requisito importante de la educación nacional es que el aprendizaje y el trabajo se combinen entre sí. No para dar viabilidad externa a la economía, sino para hacer cercano el mundo de los obreros y del trabajo eficiente a los alumnos” (Discurso X).

Esta educación económica debe ser tenida en la más alta consideración. Por tanto, nuestros alumnos estarán acostumbrados al trabajo como su primer principio de honor. Se acostumbraran al trabajo manual, agrícola, ganadero, hortícola y artesano, pero no como lecciones a aprender, sino como un juego estimulante” (Discurso X).

b.3) Educación autodidacta

            Consistía en el tercer objetivo de la nueva educación propuesta por Fichte. Pues cada ciudadano debía estar al servicio de la nueva nación, y esto sólo podía llegar a conseguirse a través de un proceso de auto-educación de cada alemán:

Mediante el autoaprendizaje, nuestros alumnos disfrutarán aprendiendo, y no preferirán otra cosa a este aprendizaje, y se irán haciendo autosuficientes. Eso sí, nunca se educarán bajo la enseñanza de las cualidades permanentes de las cosas, sino bajo las filosofías que subyacen bajo las leyes” (Discurso II).

Esta autoeducación del alumno debe ir encaminada a formular imágenes del orden social humano, de acuerdo con las leyes de la razón” (Discurso II).

El conocimiento de los peligros no se enseñarán en la tierna edad, para que se preserve a los infantes de la imparcialidad y conciencia tranquila. Éstos quedarán reservados para la edad madura” (Discurso III).

La raíz de toda moralidad es el autocontrol y la superación” (Discurso X).

            Un proceso de auto-educación que debía hacer comprender a cada alemán su responsabilidad personal. Sobre todo a nivel compromisario, y bajo la idea de convertir a los ciudadanos en los agentes del propio devenir y futuro de la historia de Alemania:

Hemos llegado a la necesidad de querer formas personas responsables, interna y básicamente. Porque solo de esta manera puede la nación alemana seguir existiendo” (Discurso II).

El propósito de esta educación es lograr la madurez” (Discurso X).

El único responsable de la historia es el hombre que ha aprendido a pensar como especie, y no como individuo. Es ese el hombre que ejercita la libertad en la creatividad, por lo cual no puede realizar su esencia como mero copiador de realidad, sino como hacedor de arquetipos” (Discurso XII).

            Para todo ello, y forjar la mejor de las personalidades responsables con su patria, alude Fichte a la necesidad de introducir en la educación de cada alemán el desarrollo de su capacidad sensitiva, para lograr introducir así la intuición en los organigramas interiores estatales:

El verdadero fundamento de la enseñanza está en el conocimiento del ABC de las sensaciones, y en ejercitar la intuición” (Discurso IX).

La estimulación y el desarrollo de los alemanes estarán vinculados al hilo de sus sensaciones e intuiciones” (Discurso X).

La percepción de la intuición debe preceder a la familiaridad con la palabra. En caso contrario, se daría una simple utilización de la boca, y el educando no habría llegado a lograr esa autonomía propia de la armonía entre lo espiritual y corporal” (Discurso XI).

            Una educación que, por los esfuerzos de todo lo anterior, debía brindar a los alemanes su reconocimiento y aprobación, a lo largo de todas las fases y edades de su vida:

El ciudadano alemán quiere ser notado, y merece recibir su aplauso. Sólo en la medida en que esté satisfecho con el estado, se contentará consigo mismo” (Discurso X).

El aprendizaje debe llevar consigo encanto y recompensa, pero como un ejercicio de autoconquista por parte de los alumnos” (Discurso X).

Hay que hacer que los alemanes no vean al estado como un mero benefactor, que solamente cuida de su bienestar material. Hay que conseguir que se vean en él como en un espejo, que refleja su propia valía y futuro” (Discurso IX).

La aprobación cariñosa estatal es la mejor recompensa para el alemán, y por ella obedecerá con alegría” (Discurso XII).

Por último, hay que buscar educadores eficaces, que aprueben y reconozcan el sacrificio real de cada alemán, y que ponga los sacrificios personales en favor del bien común del todo” (Discurso XI).

b.4) Nueva educación cultural

            Consistía en el corolario o consecuencia de la nueva educación presentada por Fichte para Alemania. Pues la cultura no era para el sajón algo nuevo por descubrir, y lo que sí debía hacer cada ciudadano alemán era ejercitar de una forma nueva ese amor al mundo del pensamiento, con especial atención a la literatura:

No hay que prestar atención a los periódicos de última hora, pues no sabemos si se toman en serio o a broma nuestros asuntos. Entre los alemanes, debe estar arraigada la costumbre de recurrir a los libros impresos, y seguir imprimiéndolos para mantener nuestra cultura” (Discurso XII).

Hay que asegurar la continuidad de la literatura alemana sobre las generaciones futuras. En esta tarea, el oficio más sagrado de un escritor, y su privilegio más noble, será reunir a su nación, y consultar con ella sus asuntos más importantes” (Discurso XII).

Los escritores alemanes todavía permiten una literatura en el verdadero sentido de la palabra” (Discurso XII).

            Un amor al mundo del pensamiento que debía dejar a un lado a Dios. Pues, para Fichte, Dios está por encima de los devenires de la historia y debe estar por encima de ellos, sin mezclar su salvación de las almas con los asuntos terrenos:

El único mundo verdadero y realmente existente es el que se capta mediante el acto de pensar, de tal manera que la vida nazca y se manifieste en el mundo del espíritu” (Discurso III).

La religión no es de ninguna manera necesaria para formar la vida. Tampoco es práctica ni debe volverse práctica, pues debe quedarse en el mero conocimiento” (Discurso III).

El conocimiento de la religión quedará reservado para la edad adulta, cuando la vida de una persona esté ya seriamente intencionada. En ese momento, puede que le sirva de impulso” (Discurso III).

Dios no está en este mundo terreno. Por tanto, la ilusión de que Dios interviene en nuestra naturaleza proviene de la oscuridad del espíritu humano” (Discurso III).

c) Filosofía de fondo del Discursos

            Había surgido en la Alemania bajo dominación napoleónica, diseminada en 30 pequeños estados bajo dominio de Napoleón, rey de Francia e Italia, y chispa que había hecho saltar todas las alarmas.

            Y se forjó en una Alemania de gran esplendor cultural, desde Kant y Hegel hasta Beethoven y Schubert, pasando por Schiller y Schelling. En ella Kant había impuesto su filosofía, y había hecho de puente con la filosofía del sacro Imperio germano.

            Eso sí, se trataba de una Alemania dual, con un norte prusiano y un sur austriaco que constituían los dos polos de Alemania, y creaban en su interior un alto grado de dualismo interior, entre catolicismo-protestantismo, clasicismo-modernismo…

            Como precedentes del Discursos de Fichte, ya:

-Lutero había recopilado todo lo originario alemán[25],
-Herder había empezado a estudiar la lengua alemana
[26],
-Mazzini había comenzado el camino nacionalista y reivindicativo italiano
[27].

            A nivel filosófico, Fichte se había declarado seguidor de Kant, a pesar de que éste mostró su desacuerdo público con Fichte. Y es que Fichte fue derivando la filosofía kantiana hacia un idealismo gnoseológico[28] al que Kant nunca se hubiera atrevido a llegar[29]. Así, subraya la supremacía de la razón práctica kantiana: un hacer según tu saber, conociendo porque estamos destinados a actuar.

            A nivel ideológico, Fichte se había apartado de la idea romántica de nación de Schelling por pecar de idealista, y había empezado a desarrollar su idea racional de nación, de forma algo más realista. Pero no hasta llegar al realismo real, pues siguió manteniendo siempre Fichte que cuando los hechos no coinciden con lo que pienso, peor para los hechos[30].

            A nivel político, Fichte se había declarado admirador de la Revolución francesa, así como de la visión política de Rousseau[31]. Y trató siempre que los sistemas estatales permitiesen a los ciudadanos vivir con mayor libertad, en contra de la política opresora que había empezado a desarrollar Napoleón en toda Europa.

            A nivel psicológico, Fichte había asumido los programas educativos de Pestalozzi, basados en la no enseñanza de conocimientos ya construidos y en el autoconocimiento. Pero no para la construcción del hombre moral de Pestalozzi, sino encaminados hacia la construcción del hombre nacional alemán.

            A nivel histórico, el Discursos de Fichte partió de una idea primaria absoluta, y de ahí fue derivando todas las cosas. Para él, había habido 5 etapas históricas, y habría que acabar aprendiendo el arte de la guerra[32]:

-la inocencia, donde la conciencia actuaba por instinto interno,
-la pecaminosidad incipiente, donde la conciencia se exteriorizó,
-la pecaminosidad total, donde el egoísmo se rebeló contra la razón,
-la redención humana, donde la ciencia amó a la razón, y la salvó,
-el arte de la razón, donde todo vuelve a moverse de acuerdo a la razón.

            A nivel educativo, el Discursos de Fichte propuso una educación universal y gratuita para todos[33]. Pues debía ser ella la que fuera superando cada una de las etapas históricas, para llegar a la idea platónica de un estado asegurador de la vida virtuosa de los ciudadanos, en que los políticos hicieran de “sacerdotes” o educadores pedagógicos[34].

            A nivel religioso, el Discursos de Fichte empezó poniendo el espíritu religioso como garante de la personalidad alemana, afirmando que “la manifestación y revelación inmediata de Dios es el amor humano” (Discurso III a la Nación). Pero poco después pasó a decir que la razón última estaba en la humanidad y no en Dios, a nivel panteísta[35], y aseverando que “Dios no es una cosa más del devenir humano, y por tanto es inaceptable en nuestro pensar filosófico y metafísico” (Discurso VI a la Nación).

            A nivel evolutivo, el Discursos de Fichte comenzó argumentando desde la universalidad del saber humano (en el Discurso I a la Nación), justo al revés de los argumentos que utilizó en el resto de su obra. Y acabó apelando a una defensa personal de su figura (en el Discurso XIV a la Nación), justo lo que él había dado por totalmente prescincible en el inicio de su obra. Es lo que puede apreciarse de sus propias afirmaciones, cuando dice que:

-el tiempo transcurre a pasos agigantados (Discurso I),
-“hay que protegerse de aquellos que no van más allá del nuevo periódico” (Discurso I),
-“el mal se vuelve más ruidoso por la ignorancia, y sólo mediante un conocimiento mayor se vuelve curable” (Discurso I),
-“fue la debilidad de los gobiernos la que les hizo temer los asuntos individuales de sus ciudadanos” (Discurso I),
-“el ojo espiritual humano está acostumbrado a la mera visión de lo confuso y desordenado” (Discurso I),
-“la educación es capaz de llenar la memoria con pocas palabras, y la imaginación con una sola imagen inconsciente” (Discurso I),
-“el arte educativo ya está inventado, por lo que nos queda aceptar lo que nos ofreció con mayor fuerza” (Discurso I),
-“la degradación moral siempre tendrá éxito a través de la ficción del lenguaje” (Discurso I),
-“la lucidez alemana se ha dado cuenta de que sus inquebrantables convicciones son meras ilusiones vacías” (Discurso I),
-“ninguna herida ni mutilación del individuo es curada por la gloria de toda la nación” (Discurso I),
-“de los antiguos pobladores florecerá otra propiedad de educación superior” (Discurso I),
-“el amanecer del nuevo mundo ya ha amanecido. No hay más que reconocerlo” (Discurso I),
-“lo que se requiere de ti no es mucho. Sólo debes recibirlo” (Discurso XIV),
-“todo estará justificado al que carece del conocimiento del mundo” (Discurso XIV).
-“sólo cuando todos son igualmente ciegos e ignorantes, caen en un poder oculto. Pero depende de ellos ser ciegos e ignorantes” (Discurso XIV).

Madrid, 1 mayo 2019
Mercabá, artículos de Cultura y Sociedad

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[1] El varón MILTITZ, que vió cómo el pequeño FICHTE era capaz de repetir sus sermones de memoria, al mismo tiempo que cuidaba el ganado para sacar adelante a su familia.

[2] Tras haber ido a visitarle personalmente a su ciudad de Konigsberg, en 1791.

[3] Sobre todo por haber aceptado brillantemente el hecho de que la conciencia:

-no tiene su fundamente en el mundo real,
-no necesita más fundamento que ella misma.

            Lo que fue el germen de su futuro idealismo, basado en que:

-el conocimiento no parte de los fenómenos, sino del sujeto conocedor,
-la realidad es fruto del sujeto pensante, y no de las cosas existentes.

[4] En 1810, siendo:

-el propio WILHELM HUMBOLDT el encargado de las facultades de letras (con énfasis especial en la lengua alemana, así como en la filosofía clásica),
-su hermano ALEXANDER HUMBOLDT el encargado de las facultades de ciencias (emblema estructural para el desarrollo alemán).

[5] Tras el cual serán rectores de la Universidad de Berlín HEGEL (el 2º rector) y SCHELLING (el 3º rector).

[6] Por el contagio de tifus que le transmitió su mujer.

[7] De hecho, los Discursos pasaron muy desapercibidos en la Alemania del s. XIX, y en ningún caso fueron utilizados para la Unificación de Alemania. De hecho, los alemanes no empezaron a animarse a la Unificación hasta después de la victoria de Prusia sobre Francia, en 1870.

[8] No como lo hizo HITLER, que lo interpretó sin contexto alguno.

[9] En el último de los cuales tuvo que explicar el propio FICHTE un propio alegato de defensa, al aclarar en su Discurso XIV a la Nación que otros miles de escritores han podido decir lo que yo he dicho, y yo me habría callado. Pero no lo han hecho, y por eso lo he hecho yo, con el objetivo de conseguir una mejore completa del pueblo alemán. A lo mejor he sido yo quien ha visto esto por primera vez, y por eso he sido el primero en decirlo.

[10] Sobre todo, y por este orden que recoge el Discurso XIV a la Nación, a los jóvenes, a los viejos, a los empresarios, a los académicos y a los príncipes.

[11] Como el mismo FICHTE declaró en su Discurso I a la Nación, al decir que el propósito general de estos discursos es traer coraje y esperanza a aquellos que están siendo aplastados, proclamar alegría en este profundo luto, hacer pasar más suavemente esta hora de gran angustia”.

[12] Como el mismo FICHTE reconoce en su Discurso XII a la Nación, al plantear la triple cuestión de ¿es cierto o no, que existe una nación alemana, y que su continuidad está en peligro?, ¿vale la pena o no, conservar su naturaleza peculiar?, ¿existe algún medio absoluto de preservación, y cuál es ese remedio?”.

[13] Término que aparece constantemente:

-en la Biblia-s. X a.C, como “natural de”,
-en la Universidad de París-1150, que dividía a sus estudiantes por nacionalidades de procedencia, con unas funciones asignadas a cada una de ellas,
-en el Concilio de Constanza-1414, donde se habla de obispos representantes de las 5 naciones, cada una como un universo articulado de núcleos cristianos, y todas ellas unidas bajo las figuras del papa y emperador,
-en la Reforma protestante-1520, que trató de recuperar la unidad de la Iglesia primitiva, pero falló en su intento y desembocó en Iglesias nacionales,
-en la Paz de Westfalia-1648, que trató de establecer un equilibrio de poderes tras las Guerras de Religión, pero propició alianzas nacionales nunca antes naturales (Francia-Turquía…),
-hacia 1700, donde se generalizan las lenguas vernáculas como lenguas vivas, con unos caracteres nacionales asociados a una conciencia y tradición psicológica común, derivada de un mismo origen,
-en la Revolución francesa-1789, donde se asocia el término nación a la política subsiguiente a la monarquía, y se pone la soberanía de esta nueva nación en el pueblo (decididor de quién pertenece a esta nación y quién no), en un intento de búsqueda del estado humano natural,
-en la ilustración post-napoleónica-1810, donde MAZZINI y FICHTE pasan el concepto nación al bando contrario al imperial, como reacción a las imposiciones de NAPOLEON.

[14] Afirmación de FICHTE que sería recurrida pocos años después:

-tras la I Guerra Mundial, donde se recurre al derecho de los pueblos para constituir su propio estado, con derecho a la autodeterminación de las minorías (a forma de conservar las mismas piedras primigenias),
-tras la II Guerra Mundial, donde se trata de inventar una cultura capaz de aglutinar a todas las diferentes creencias e ideas, a forma de ir reuniendo las diferentes piedras actuales.

[15] Según se desprende del Germania de Tácito del s. I, que FICHTE releyó con mucha atención, y del que concluye que los pueblos germanos no se mezclaron ni aceptaron el desarrollo romano.

[16] Como se ve en los príncipes alemanes del s. XVI, que apoyaron la ruptura con Roma llevada a cabo por LUTERO.

[17] Un profetismo napoleónico que pregonaba la profecía ilustrada francesa, acaudillada por su profeta NAPOLEON. Y eso que FICHTE no era nada romántico.

[18] Incluido el estado, que debe estar al servicio de la patria.

[19] “Salvo que antes se hiciese con el testigo sucesorio Estados Unidos”, advierte FICHTE.

[20] A diferencia de las lenguas muertas, de las que FICHTE dice que no entienden bien sus conceptos, ni han podido nunca elaborar filosofía y poesía propia.

[21] Nunca extranjeros, aunque hubiese palabras extranjeras con las que se fue ensamblando.

[22] Idea que copiaría y llevaría a la práctica HITLER, unos años después.

[23] Sobre todo a nivel de libertad individual.

[24] Necesaria en el caso de que esté en peligro el amor a la patria. Pues, como dice el mismo FICHTE en su Discurso XIII a la Nación, en el extranjero se intenta dividir las mentes de los alemanes, dislocar su equilibrio, y que Alemania no tenga una nación única. Además, los extranjeros libran sus guerras en suelo alemán, por el motivo que sea y por muy ajenos que seamos nosotros.

[25] De ahí que los católicos alemanes pasen a ocupar una 2ª fila en el nacionalismo alemán.

[26] Teólogo alemán, HERDER había sido compañero de estudios de KANT en la Universidad de Konigsberg. Posteriormente, fue el inspirador del Romanticismo alemán, así como el fundador del Movimiento Sturm und Drang-Tormenta y Pasión, célula madre del nacionalismo alemán, basado en el volksgeist-espíritu del pueblo.

[27] Alma de Italia, MAZZINI había fundado el Movimiento Giovane Italia-Joven Italia, con la idea de crear una nacionalidad italiana, alejada del todo de todo intento de intromisión en la política estatal. Eso sí, defendió como derecho natural de gentes que “a cada nación le corresponde un estado”. Se trató de un nacionalismo reivindicativo italiano, pero abierto cosmopolitamente.

[28] Que partía del axioma de que no existen objetos reales fuera de la conciencia.

[29] Superando así el dualismo de KANT entre sujeto conocedor y objeto conocido, mediante el también concepto kantiano de autonomía (de la conciencia que conoce, tanto a nivel de lo logrado como a lo lograr) y el proceso de:

-tesis: el yo consciente, o razón teórica,
-antítesis: el no yo, de lo que yo me represento de las cosas,
-síntesis: el yo práctico, o razón práctica.

[30] Frase que poco después copiaría LENIN, al decir que cuando la realidad no coincide con lo que pienso, pero para la realidad.

[31] Del que copió su idea de igualdad como estado natural previo a toda convivencia social.

[32] Como recoge en su Discurso XI a la Nación, en que analiza que:

-los ejércitos alemanes del pasado se dejaron al libre albedrío,
-el nuevo ejército alemán debe ser
obligatorio, forzado y lleno de armas.

[33] Recogiendo la idea que ya había tenido el teólogo PESTALOZZI, padre de la pedagogía moderna. Una educación:

-gratuita, como propone en su Discurso II a la Nación, pero bajo el amparo de las reglas estatales,
-universal, como propone en su Discurso XI a la Nación, pero
sin posibilidad de excusarse de ella.

[34] Según recoge FICHTE en su Discurso XI a la Nación, en que:

-analiza la educación europea, enraizándola en la labor de los sacerdotes de la Iglesia, sus promotores,
-analiza la educación alemana, que hay que enraizar en los nuevos
sacerdotes del estado, sus educadores.

[35] De ahí que para FICHTE, según su Discurso VI a la Nación, “el cristianismo ha predicado una fe ciega en algo que no ve, y la resignación en algo que es extraño y ajeno a la condición humana”.