HISTORIOGRAFÍA BRITÁNICA

 

Elaborada por sus historiógrafos,

estrategas de cada momento imperial

 


Historiadores británicos, liderando los pasos y valores estratégicos a seguir

Madrid, 1 noviembre 2020
Manuel Arnaldos, historiador de Mercabá

            La historiografía es la rama de la historia que estudia los comportamientos inherentes a los acontecimientos que han tenido y tienen lugar en el mundo (pasado y presente), para poder así analizarlos e interpretarlos (de cara al futuro).

            Una tarea que los historiógrafos (llamados también estrategas) hacen a través de las fuentes existentes que han llegado a nosotros (o que están teniendo lugar), así como a través de todas y cada una de sus vertientes no textuales, como la ideológica, económica, religiosa, geográfica, política, racial, social e incluso climatológica.

            Ofrecemos a continuación los principales representantes de las distintas escuelas inglesas de interpretación del Imperio británico, así como los análisis del mundo que cada uno de ellos ofreció, tanto para entender lo pasado y presente como para ofrecer sus propias pautas de comportamiento imperial.

a) Toynbee

            Profesor de la Universidad de Oxford, Arnold Toynbee (Londres 1887) fue especialista en filosofía de la historia, y el mayor de los historiadores del s. XX. Fue el padre de la Teoría Cíclica de las Civilizaciones, según la cual las civilizaciones son el resultado de la respuesta de un grupo humano a los desafíos que sufre, ya sean naturales o sociales.

            De acuerdo con esta teoría, una civilización crece y prospera cuando su respuesta a los desafíos tiene éxito, y decae cuando ha sido impotente para enfrentarse a ellos. Y estando en lucha, es de gran importancia el factor religioso.

            Toynbee defendió la evolución de las civilizaciones sin determinismo:

-negando que éstas deban perecer necesariamente[1],
-reconociendo los procesos de decadencia que se introducen en cada civilización,
-defendiendo que cualquier civilización, incluida la occidental, es capaz de escapar a cualquier proceso decadente.

            Autor prolífico y miembro del Foreign Office, escribió una ingente cantidad de obras. Su obra más reconocida e influyente fue A Study of History, 12 volúmenes escritos en 1934 en los que describe (y aplica) su concepto de civilización.

a.1) Estrategia civilizadora de Toynbee

            Toynbee afirma que el mundo está gobernado por las tendencias dominantes del tiempo y del lugar, en cualquier época y en cualquier sociedad. Y que, en Occidente, estas tendencias son:

-la política, en los sistemas democráticos,
-la economía, en los sistemas industrializados.

            En cuanto a la ciencia, ésta ha optado por el sistema especializado de producción, con lo que ha tenido que despreciar todo lo anterior. Aquí plantea Toynbee el peligro del pensamiento científico sobre el pensamiento humano. Pues el industrialismo puede llegar a violentar las cosas, inspirándose en la democracia y el espíritu de nacionalidad.

            En este contexto actual, pues, no tiene sentido un juicio histórico sobre el mundo[2], pues el actual sistema occidental (desde el que se juzga) no era el prototipo de las sociedades pasadas[3]. Debe seguirse, como salida, la estrategia sintética de Wells[4]. Pues hacerse “alfareros de arcilla industrial” puede llevar a desenfocar las cosas[5].

            En resumidas cuentas, se plantea Toynbee si existe hoy día algún campo inteligible en el interior de cada civilización, dadas las presiones institucionales, los espíritus nacionales y las desconexiones entre los propios estrategas. Y su respuesta es que sí: el ideal de la democracia cristiana, que aplica su fraternidad con universalidad.

b) Namier

            Profesor de la Universidad de Manchester, Lewis Namier (Okrzejska 1888) había sido educado en la Universidad de Lvov, escuchando desde joven las ideas de Vilfredo Pareto de que las élites son las que influyen mayoritariamente en el pensamiento. En la Conferencia de Paz de París-1919, tras la I Guerra Mundial, Namier encabezó las posiciones de la delegación británica, trabajando en adelante para el Foreign Office.

            Fue Namier judío pro-sionista y anglicano, lo 1º con gran aversión hacia Alemania, y lo 2º para poder casarse con su 2ª esposa. Conocido por sus investigaciones sobre el Parlamento de Gran Bretaña, sus estudios sobre los finales del s. XVIII causaron una revisión sustancial en las consideraciones de su partido, demostrando que los intereses locales, y no los nacionales, eran los que solían determinar el modo en que los parlamentarios votaban[6].

            Namier argumentó que, lejos de ser grupos fuertemente organizados, tanto los tories como los whigs eran una colección de grupos pequeños, cambiantes y fluidos, cuyas decisiones iban modificándose asunto por asunto.

            Namier sentía que los métodos prosopográficos eran los mejores para analizar los grupos pequeños[7], pero se oponía a la aplicación del método a grupos más amplios. Lo cual causó una revolución historiográfica en el modo de entender el s. XVIII, por ejemplo. Por otro lado, se trató de una obsesión por recolectar datos[8] que llevó a sus críticos, como Butterfield[9], a acusarlo de “sacar las ideas de su contexto”.

            Namier fue bien conocido por su aversión a los ideales y a las personas que creían en ellos, y no mantuvo en demasiado secreto su creencia de que la mejor forma de gobierno era la de “una élite sucia con intereses propios”.

            Sosteniendo visiones marcadamente de derechas, Namier fue conocido como el estratega británico más reaccionario de su generación. Irónicamente, su principal protegido fue el historiador izquierdista Taylor[10].

b.1) Estrategia elitista de Namier

            Namier consideraba que las masas eran siniestras, y las aristocracias del antiguo régimen más estables que el liberalismo. Su modelo de sociedad no era democrático sino oligárquico, y regido por una minoría estable. En ese sentido, contar con personas idealistas es lo peor que puede ocurrir.

            Potenció Namier los estudios prosopográficos[11], haciendo hincapié en la procedencia de cada grupo de poder[12]. Pero también advirtió la importancia de la psicología.

            Namier teorizó más sobre el método estratégico y nuevas técnicas (estadística...) que sobre la estrategia en sí, con la idea de no excederse ni concebir el dominio del mundo como una ciencia. 

            En cuanto a las visiones aprovechables del pasado, útiles de cara al mundo presente, propuso Namier:

-el bienestar material, como progreso humano a término[13], y algo general que no explica nada;
-el protestantismo, como espíritu reformista que tiende a normalizar el progreso;
-el parlamentarismo, como forma de acotar la democracia;
-el capitalismo, fruto del industrialismo, y de los servicios que éste va ofreciendo;
-la centralidad europea, y su visión de Europa como centro del mundo.

            Habla también Namier de Karl Marx, y del análisis comunista que hizo el renano sobre el capitalismo, desde su concepción:

-económica, como motor del mundo,
-histórica, como una lucha de clases.

            Concluyendo Namier que lo que Marx no entendió fue que:

-las estructuras de poder no tienen por qué ser consecuencia de las determinadas condiciones materiales,
-las supraestructuras no tienen por qué ser incompatibles con las estructuras de poder (como la religión).

            Así pues, concluye el profesor Namier que la materia no ha tenido por qué dominar necesariamente a la mente, a la hora de dominar el mundo.

c) Butterfield

            Profesor de la Universidad de Cambridge, Herbert Butterfield (Oxenhope 1900) siempre se movió en los ámbitos de investigación de la historiografía, la historia de la ciencia, la historia del s. XVIII, la historia constitucional, el cristianismo, la historia y la teoría de la política internacional... siendo el punto más culminante de su carrera sus Conferencias de Gifford.

            En su principal y desafiante obra Interpretación wigh en la Historia, argumenta Butterfield contra la oficial y liberal interpretación inglesa del mundo, diciendo que el pasado tiene que ser estudiado por sí mismo, y abarcar no sólo la política sino todos los estadios de la vida, sin distorsiones ni simplificaciones. Veámoslo paso por paso.

c.1) Estrategia apolítica de Butterfield

            Según las ideas que circulaban en la época de Butterfield:

-“la revolución del s. XIX había hecho que Inglaterra tuviera un mundo técnicamente muy superior a la anterior[14] y más ideológico”,
-“Inglaterra comenzó entonces a ser un mundo en progreso, encarnado éste en el Parlamento
[15]”,
-“Inglaterra empezó entonces a leer su pasado como parte del presente
[16], para entender por qué el presente es ahora así”,
-“el presente era ya, para Inglaterra, mucho más importante que el pasado
[17]”.

            Y esto es un error sin medida, concluye Butterfield, similar al de afirmar que “el hombre de 1907 podía predecir lo que ocurriría en 1908”. Estudiar un año lleva exactamente un año, continúa Butterfield, al igual que estudiar una época de 100 años puede llevar 100 años. De igual manera que el descubrimiento de un simple hecho insignificante puede volcar un ciclo histórico, y poner a reinterpretarlo todo por completo.

            Así, pues, reinterpretar el pasado desde el presente[18] es una trampa ideológica e innata en la que todo estratega puede caer, y eso es lo que hicieron los protestantes, los progresistas y los whigs. El mundo, por tanto, no puede ser leído como un enfrentamiento entre las fuerzas del bien (presentes) y las fuerzas del mal (pasadas).

c.2) Solución al conflicto tories-whigs

            Asociados los tories a los conservadores y los whigs a los progresistas, se vincula el nacimiento de ambos con la revolución inglesa de 1649, donde fue decapitado Carlos I de Inglaterra y se inició el movimiento jacobita de los tories. Momento en que los whigs tuvieron la gran ocurrencia de abanderar la cultura, cosa que no hicieron los tories.

            No obstante, tampoco es para Butterfield una solución alternativa criticar a los whigs por su visión liberal del mundo, ni por leer éste únicamente desde el presente[19]. Butterfield se contenta con decir que no se pueden hacer veredictos sobre el mundo, y menos desde el presente. Eso sí, siempre se puede y se debe eliminar todo lo que sea error, tanto traído desde el pasado como inoculado en el presente.

c.3) Estrategia cristiana de Butterfield

            Pudiera ser la alternativa al movimiento whig inglés. En su obra Cristianismo e Historia comienza Butterfield cuestionando la guerra fría entre países, al creer que esa visión rígida de bloques no tenía en cuenta la visión cristiana de la naturaleza humana (ni absolutamente buena ni absolutamente mala, y presente tanto en un bloque como en otro).

            No obstante, en esta visión cristiana habría que tener cuidado en:

-no juzgar a la política como mera tentación del poder,
-no hacer triunfalismo sobre lo pasado,
-no ver el presente tal como se muestra en apariencia.

            En Orígenes de la Ciencia Moderna concluye Butterfield que las estrategias del mundo que hizo la Ilustración (en el s. XVIII) fueron tendenciosas, y encaminadas unidireccionalmente hacia el secularismo.

            En Jorge III y los Historiadores critica Butterfield que tenga que explicarse todo desde las estructuras de poder, pues hay hechos que están implícitos en las estructuras, y estos hechos hay que explicarlos con sus contingencias y variabilidad (y no pasar de ellos, o no mencionarlos si quiera).

            Además:

-las estructuras suelen cambiar muy poco[20],
-las idiosincrasias suelen ir cambiando mucho (como los valores...), entre estructura y estructura.

d) Popper

            Profesor del Instituto de Ciencias Políticas de Londres, Karl Popper (Viena 1902) fue matemático y judío, y perteneció al Círculo de Viena hasta su disolución con la llegada del partido nazi. Logró entonces exiliarse en Nueva Zelanda, tras intentar en vano emigrar a Estados Unidos y Gran Bretaña.

            Tras la guerra, marchó a Inglaterra y allí ejerció de profesor y consejero político y económico, hasta 1969 en que decide retirarse de la vida pública. Popper fue recordado por defender una sociedad abierta frente a los sistemas totalitarios, tales como el comunismo y el nacionalsocialismo.

d.1) Estrategia racional de Popper

            En su obra más conocida, Sociedad Abierta y sus Enemigos, Popper indaga en la filosofía para trazar:

-los orígenes del totalitarismo, que había desembocado en la guerra,
-la radical crisis del pensamiento occidental, acuciante y sin visos de salida.

            Es notable que, desde sus primeras páginas, Popper aborde el problema del optimismo respecto a la naturaleza humana, afirmando que el pensamiento totalitario y la destrucción asociada a él nacen del empeño sincero de los hombres en mejorar su condición.

            En concreto, Popper otorga al comunismo un sincero interés en mejorar las condiciones de las clases humildes, pero duda de su interpretación del pensamiento político del mundo, y menos basada en la confrontación entre dos escuelas-visiones del mundo:

-una reaccionaria, que añora una comunidad cerrada y perfecta, heredera de la tribu[21],
-otra racional y crítica, que reconoce la limitación del conocimiento humano
[22].

            En Miseria del Historicismo, Popper se dedica a atacar al fascismo, superstición en la que muchos cayeron para querer cambiar el destino histórico. Y es que no se puede hablar, dice el autor, de predicción del curso de la historia humana, y menos por medios científicos o racionales.

            El historicismo[23], por tanto, no da fruto ninguno para Popper, pues:

-el curso del mundo está fuertemente influido por el crecimiento de los acontecimientos humanos,
-no existe una ciencia de la naturaleza humana, ni tampoco una ciencia del mundo
[24],
-no existe una teoría científica que mida el grado de predicción de lo que va a pasar,
-no podemos predecir el crecimiento futuro de los conocimientos científicos,
-no podemos predecir el futuro de la convivencia humana.

e) Himmelfarb

            Profesora de la Universidad de Edimburgo, Gertrude Himmelfarb (Brooklyn 1922) se casó en 1942 con Irving Kristol, padre del neo-conservadurismo[25], aparte de ser hermana de Milton Himmelfarb, destacado escritor sobre temas judíos.

            Aunque se le suele identificar como conservadora, en el Reino Unido es particularmente admirada por el Labour Party, que la cita frecuentemente en sus discursos y recomienda sus libros, por su amor a la historia de las ideas y sus trabajos para la Universidad de Edimburgo.

            Su obra principal The New History and the Old fue publicada por la Universidad de Harvard, como toda una declaración de intenciones.

e.1) Nueva estrategia social de Himmelfarb

            Himmelfarb analiza la figura de los estrategas del campo social, y el campo social desde la óptica de las diversas escuelas sociales[26]. Pues la sociedad actual, argumenta Himmelfarb, rechaza hoy día las premisas de la vieja sociedad, por el solo hecho de ser política.

            La profesora Himmelfarb critica, y dice que es bastante llamativo, que los nuevos estrategas sociales quieran ahora considerar como un triunfo (social) el cambio del viejo núcleo central del mundo, y que lo que antes fue nuclear ahora quieran ellos verlo ahora como periférico.

            Pues de esa manera no podrá haber entendimiento entre el mundo antiguo y mundo moderno, entre lo que fue y lo que ahora queremos que sea. Dos puntos son antagónicos aquí, según Himmelfarb:

-el estratega moderno, que no acepta la capitalidad política del mundo,
-el estratega viejo, que no acepta la superioridad del hombre como animal social.

            Se trata de un nueva estrategia (la social) que, según Himmelfarb, estaría tendiendo hoy en día:

-a lo analítico, y no tanto a lo narrativo,
-a lo dinámico, que no está mal,
-a lo cambiante, dando cabida a un mundo ficticio.

            Se trata, a modo de ver de la escritora, de una nueva falacia inventada por el movimiento whig, buscando hacia atrás lo que ellos valoran del presente. Falacia que va más allá, incluso, que el marxismo[27].

            Sin embargo, el punto débil de este nuevo mundo social estaría en el concepto de infraestructuras, pues:

-el nuevo estratega social no puede llegar a explicar cómo eran las infraestructuras del pasado,
-el viejo estratega político sí puede explicar cómo fueron esas infraestructuras.

            Así, un mundo que atendiera únicamente a lo social acabaría:

-no viendo reflejada su visión en las fuentes, y no pudiendo dar pruebas a sus hipótesis,
-creando elitismos
[28], para intentar llegar a las categorías bajas de las gentes,
-devaluando la política, al trivializar o sobrevalorar cosas que no se trivializaban ni sobrevaloraban en su época.

e.2) Estrategia cuantitativa de Himmelfarb

            Es el 2º campo que aborda Gertrude Himmelfarb, haciendo hincapié en las dificultades existentes a la hora de cuantificar cosas que son cuantificables[29] o no cuantificables[30], tanto en sociedades iguales como distintas.

            Para empezar, apunta Himmelfarb que hay que mostrar los hechos, pero sin hacerse sus dueños ni poner a éstos como los protagonistas del mundo[31].

            Lo cual está en la raíz del error marxista[32], al no separar éste sus ideas a la hora analizar el mundo, o al no querer ver que los campesinos (por ejemplo) no tienen una misma conciencia de clase[33], como sí tienen otros colectivos de ideología multidisciplinar, a la hora de llevar a cabo sus revueltas (como los negros, por ejemplo).

            Además, los marxistas tratan de dar explicaciones propias a los asuntos ajenos, añade Himmelfarb, al decir que los fracasos de los rebeldes primitivos se debían a que no tenían estructuras políticas detrás[34]. Lo cual consiste en analizar el mundo a su manera, y no por los medios propios de los historicistas.

f) Carr

            Profesor del Instituto Trinity College de Londres, Edward Carr (Londres 1892) fue un feroz oponente del empirismo dentro de la historiografía, a la que definió como un proceso continuo de interacción entre el historiador y sus hechos, y un diálogo sin fin entre el presente y el pasado.

            Desde 1916 sirvió en el Foreign Office de Inglaterra, y fue parte de la delegación británica en la Conferencia de Paz de París. Después de ser enviado como diplomático en Riga, aumentó Carr su fascinación por la literatura y cultura rusa, escribiendo varias obras sobre aspectos diversos de la vida de Rusia.

            Ya como profesor del Instituto Balliol de Oxford, y luego del Trinity College de Londres, publicó Carr numerosas obras sobre historia, desde la óptica de la incipiente disciplina de relaciones internacionales, destacando entre ellas Historia de la Unión Soviética y ¿Qué es la Historia? Vivió en el Trinity College hasta su muerte.

f.1) Estrategia marxista de Carr

            En su Historia de la Unión Soviética, escrita desde el punto liberal de izquierdas, y en polémica directa con Berling, Carr trató de ofrecer un método estratégico al comunismo.

            Carr plantea que un hecho cotidiano no es recibido de manera pasiva por el ciudadano, y que éste hace una selección de los hechos que quiere. Así como defiende que la consolidación de un hecho cotidiano depende de la aceptación o no que le den sus publicistas.

            No hay que recoger todos los datos[35], afirma Carr, sino descubrir aquellos que sean relevantes, y hacerlos realidad. Pero los datos que nos llegan están fragmentados (añade el londinense), luego la selección que se haga no tiene por qué ser perfecta[36].

            Todo lo que se produzca en la vida debe tener una vertiente contemporánea, y si se observa algo del pasado debe ser observado a los ojos del presente, y a la luz de los problemas de ahora. Así, la tarea del estratega comunista debe ser la de sopesar, antes de seleccionar datos[37].

f.2) Estrategia científica de Carr

            Se trata de un ciclo de 6 conferencias en las que Carr fue respondiendo a qué es la historia, el papel del estratega de la historia, el comportamiento de los individuos y la acción de las fuerzas sociales.

            En Historiador en los Hechos, su 1ª conferencia, platea Carr la interrelación hechos-estratega, concluyendo que:

-los hechos nunca han llegado en estado puro, sino a través de los ojos del historiador,
-el estratega de la historia debe comprender imaginativamente las mentes del pasado,
-sólo podemos captar y comprender el pasado, si hemos antes dominado el pasado,
-no todas las interpretaciones son iguales, ya que hay propósitos detrás de ellas,
-los hechos no tienen dueño, y menos aún pertenecen al estratega.

            En Sociedad e Individuo, su 2ª conferencia, Carr responde a cuál es el papel del estratega, concluyendo que:

-el hombre importa,
-los millones de personas son individuos,
-la comprensión del pasado ayuda al presente, y a dominar éste,
-no puede hacerse caso a las declaraciones de los protagonistas, sino al conjunto,
-hay que modelar las fuerzas que crean el mundo.

            En Historia, Ciencia y Moralidad, su 3ª conferencia, Carr viene a defender la historiografía del mundo como ciencia[38]. Y que, como tal, los historiógrafos enuncian leyes a través de la formulación de hipótesis, y luego las corroboran en sus experimentos.

            Así deberían hacer los estrategas: formular leyes generales, y luego corroborarlas en sus experimentos. Pero para que la estrategia a seguir sea ciencia (matemática o natural), habría que:

-no estudiar sólo lo particular, sino elevarlo a la categoría de lo general,
-ocuparse en dar relación a lo único con lo general,
-introducir la sociología como herramienta auxiliar.

            También debería la historiografía del mundo, para ser ciencia:

-enseñar algo, como puede ser el dar voz a los vencidos,
-tratar de pronosticar, mediante la descripción de contextos,
-ser objetiva, e impedir que el hombre esté siempre mirándose a sí mismo
[39],
-solventar los problemas, sobre todo de religión y moralidad
[40].

            Conseguir esto supone unos costes, como sucedió en la Revolución Industrial. Pero tiene que ser así, pues el mundo es algo en movimiento, que no puede obviar las comparaciones[41].

            Como conclusión, la historiografía o estrategia a seguir en el mundo:

-no ha de ser menos que el resto de las ciencias exactas,
-ha de tener cuidado con los filósofos de las humanidades
[42], siempre proclives al rechazo,
-ha de ser cada vez más exigente consigo misma, para comprender y dominar el ambiente humano.

            En Causación en la Historia, su 4ª conferencia, Carr plantea que los estrategas deben buscar las causas de los hechos que analizan, establecer una jerarquía de causas, y poner por encima de todas a la causa racional. Un campo en el que surgen 2 obstáculos:

-el determinismo[43], como en el caso de la “perversidad de Hegel”,
-el azar
[44], como fue el caso de la “nariz de Cleopatra”.

            En Historia como Progreso, su 5ª conferencia, Carr dice que las visiones proféticas de un mundo mejor consistían en la Antigüedad en volver al pasado glorioso[45]. De ahí que su decadencia viniera “de no tener ya sirvientes que les lavasen la vajilla, y tener que lavársela ellos solos; porque los sirvientes eran ya otra cosa, o porque lo que era decadencia para unos, no lo era para otros”.

            El mundo es, pues, algo en progreso, apoyado en las técnicas que se van adquiriendo y aún con sus normales altibajos. Y aunque el hombre no sea perfecto[46], ni el futuro paradisíaco, este progreso tiene que ser ilimitado.

            La objetividad debe estar en el futuro, apunta Carr, pues sólo ella será la que interprete el presente. Y así debe ir siendo interpretado el presente, según éste se va desplazando hacia el progreso. Lo cual se ve:

-por el triunfo de algo, que se ha impuesto y pasa a ser lo correcto,
-por el consenso, como el logrado hace 200 años, y por el que todos se rigen hoy en día.

            En Un Horizonte Deseable, su 6ª conferencia, Carr propuso la síntesis de:

-la teoría, de modelos económicos y técnicos,
-la dialéctica, que debe seguir el pensamiento,
-la acción, en forma de lucha de clases.

            Carr pensaba que esto podía llevarlo a cabo el proletariado[47], y plasmarse así la verdadera sociedad sin conciencia de clases. Pero para ello se necesitaba la ayuda de la ingeniería social, con los estrategas convertidos en auténticos agentes sociales. Pues, a pesar de lo que digan los conservadores[48], “el mundo se mueve”.

g) Vincent

            Profesor de la Universidad de Bristol, John Vincent (Londres 1937) fue en la década de los 80 columnista del The Times y The Sun, hecho que le valió para que socialistas violentos irrumpieran en alguna de sus clases en la universidad. A parte de su labor periodística, también ha escrito para muchas otras publicaciones, como The New Society, The New Statesman, The London Review of Books, The Observer, The Sunday Times y The Guardian.

            En su obra An Intelligent Person’s Guide to History, publicada por la Universidad de Oxford, señala Vincent que no podemos movernos exclusivamente por las normas documentales más apreciadas por los historiadores modernos, sino por el volumen de testimonio de los documentos originales.

g.1) Estrategia realista de Vincent

            Tiene 3 acepciones, según Vincent:

-arte de describir el mundo[49],
-estudio bibliográfico y crítico sobre la situación
[50],
-conjunto de obras de carácter historiográfico[51].

            En cuanto al análisis del mundo, el pasado:

-no es estudiable,
-se puede conocer a través de diversos testimonios.

            El análisis del mundo, pues, consiste en el recogimiento que se hace de las evidencias que han sobrevivido o todavía sobreviven[52]. Su número es muy pequeño respecto a las que fueron en su origen, y mucho menos fue el número de las que se pusieron por escrito[53]. Luego se puede analizar sin error, tan solo:

-una minoría de casos, muy minoritaria respecto al global,
-unas pocos datos, de ciertos lugares y en algún que otro momento
[54].

            El análisis del mundo se debe centrar, pues, en:

-el estudio del pasado, y las teorías de cómo fue el pasado,
-el pasado en sí mismo, y la teoría de cómo, desde el pasado, debe estudiarse el presente.

            Dos son las escuelas estratégicas con actualidad y prospectiva, hoy día y según Vincent:

-la cristiana, que no explica nada, y siempre defiende el libre albedrío,
-la marxista, que manipula siempre desde la vertiente económica.

            Así, los datos que nos llegan hoy día nos llegan por medio de estas 2 vías, de forma condicionada si lo hace por vía cristiana, o de forma deformada si lo hace por vía marxista. Luego es necesario someter toda situación actual a una estrategia criticista, contando con que:

-el pasado es masculino[55], aristocrático[56], religioso, viejo[57] y climático[58],
-las pautas del presente no tienen por qué ser repetitivas,
-lo que se dice tiene siempre detrás un conocimiento diferente, respecto al conocimiento mío o del resto.

            La política sirve siempre para entender el mundo (presente, pasado y futuro), como ciencia de los negocios humanos. Ahora bien, es complejo hacer juicios sobre cada personaje, aunque esto debe hacerse y no es imposible.

            Por otro lado, hoy se tiende a hacer análisis de lo cotidiano, de la gente sin historia, con el deseo de ser recordada. Se trata de una individualidad que puede aportar también análisis importantes al estratega, aunque sin olvidar que será finalmente el colectivismo el que acabará imponiéndose.

g.2) Estrategia explicativa de Vincent

            Las causas no existen a 1ª vista, dice Vincent, y si en algo influyen, lo hacen de una manera tan:

-general, que no dicen nada,
-particular, que son únicas y no aplicables.

            Las causas, pues:

-no se pueden conocer,
-sólo son circunstancias, y éstas particulares,
-pueden ir en una dirección o en la contraria.

            Luego el estratega tiene que dar explicaciones sobre la estrategia a seguir, y nunca refugiarse en las causas. Para lo cual existen métodos de análisis explicativos, y ha de tenerse en cuenta que:

-cada situación es única e irrepetible,
-lo que llama la atención no es lo único que resuelve un problema.

g.3) Estrategia parcial de Vincent

            Las fuentes han llegado siempre muy parcializadas al presente, comienza analizando Vincent, y los datos que ofrecen siempre son parciales. Luego muy difícilmente la estrategia a seguir puede llegar a ser imparcial.

            Por otro lado, cada estratega ve las cosas en parte[59], desde la parcialidad[60], desde lo cambiante[61] y desde un momento muy concreto[62].

            Hoy en día, concluye Vincent que hay datos sesgados con los que hay que contar, como que:

-los que se equivocan son los de arriba,
-se quiere llevar el tipo de vida que se critica,
-se aspira al prototipo de funcionario menor
[63],
-se pone el énfasis en contar lo que pasa, y no en llevar a cabo algo,
-cada persona pertenece a un grupo buscador de verdades,
-cada estratega está relacionado con su patrocinador, y de éstos hay miles,
-la capacidad individual de analizar el mundo (pasado, presente y futuro) es mínima.

Madrid, 1 noviembre 2020
Mercabá, artículos de Cultura y Sociedad

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[1] En abierta oposición a estrategas como SPENGLER.

[2] Pues lo único que puede decir son aberraciones, como las dichas por el historiador de la Galia JULIAN, que hablaba de los “franceses galos” antes de que existiese Francia.

[3] Y pone aquí el ejemplo de MOMMSEN, único historiador con premio nobel pero que pasó de ser historiógrafo generalista de Roma a perderse en los detalles del mundo actual.

[4] Autor que, en su Esquema de la Historia, defiende la necesidad de hacer síntesis estratégicos.

[5] Que es lo que le pasó al Imperio de ALEJANDRO MAGNO, con la división que hizo ptolemaica, aqueménida y seleúcida, mezclando así el helenismo con lo egipcio y lo persa, y que no supuso nada para la cultura universal (al contrario de lo que sí había supuesto el helenismo puro de la Grecia Clásica).

[6] NAMIER utilizó recursos tales como testamentos y registros de impuestos, para revelar los intereses de los parlamentarios.

[7] Como era el caso de la británica Cámara de los Comunes.

[8] Como la pertenencia de un parlamentario a determinado club, y luego su intento de relacionar ese dato con los patrones de votación en el Parlamento.

[9] Colega de partido de NAMIER, pero muy crítico con él.

[10] Gran marxista a posteriori, pero que a priori no fue tratado de enemigo por la derecha. Y es que los maestros de derechas tampoco daban demasiada importancia a la ideología.

[11] Estudiando las biografías de las personas según los colectivos y rangos sociales a los que pertenecían, y al igual que había hecho su colega BUTTERFIELD.

[12] Para poder saber así qué era el Parlamento, analizando quienes eran sus parlamentarios.

[13] Sin términos intermedios.

[14] En términos de comprobabilidad.

[15] Que se había ido imponiendo a la tiranía de los reyes.

[16] Dando igual que se hablara, por ejemplo, de un torie del s. XVII o del s. XIX, pues lo importante era que ambos descendían de los tories.

[17] El mundo inglés es el de un gremio que mira hacia sí mismo, y no entra en los grandes temas comunes de la humanidad. Siempre se queda al margen de ellos, y sólo entra en asuntos parciales que le son de utilidad.

[18] Como hace Inglaterra, interpretando liberalmente su pasado.

[19] Dentro del sentido más retrospectivo del término, haciendo ver cómo en el pasado ya había precedentes del presente.

[20] Como es el caso de las escasas diferencias estructurales entre la época del feudalismo y la época del ferrocarril.

[21] Como proponía HEGEL.

[22] Como proponía el mundo clásico (desde PERICLES) y se ha seguido proponiendo siempre.

[23] Considerando a éste como la ciencia que permite predecir el futuro, al modo que hacen los comunistas.

[24] Pues el mundo se compone de comportamientos humanos.

[25] Grupo de los que ahora se habían hecho conservadores, pero antes no lo eran.

[26] De ahí que TILLY hable jocosamente de HIMMELFARB y de su Old Old Social History, en contraste con lo que debía ser una Old New Social History.

[27] Pues el mundo social marxista acabó convirtiéndose en epifonoménico y en superestructura, contrariamente a lo que defiende la nueva escuela social, que es no crear estructura política alguna.

[28] Al ponerse ellos, estrategas sociales modernos, por encima de lo que decían los estrategas de la época.

[29] Toneladas de trigo, número de libros...

[30] Violencia, evolución, esclavitud...

[31] Aludiendo a los estrategas que rechazan todo lo anterior y validan sólo lo suyo. O a aquellos que se ponen por encima de los hechos, sobrevalorándolos u omitiéndolos.

[32] Aludiendo a HILL, THOMPSON, ROUDE y HOBSWAWM.

[33] La de ENGELS, claro.

[34] Sin darse cuenta, por ejemplo, de que los brigantes napolitanos que se opusieron a NAPOLEON llegaron a convertirse en el prototipo de ciudadanos. O de que los rebeldes españoles que se opusieron a Napoleón tenían detrás una entera estructura política, España.

[35] Pues no todos ellos son importantes, y la mayoría de ellos carece de importancia.

[36] Como pasó con el juicio llevado a cabo contra el alemán STRESSEMAN, cuyos datos de relaciones alemano-rusas fueron falseadas.

[37] Además, valorar los datos merece mucho más la pena que recogerlos y seleccionarlos.

[38] A nivel de cierto complejo, respecto al resto de las ciencias.

[39] Es aquí donde hace una crítica feroz a POPPER (por defender la libertad como fuente de progreso) y defiende el caso de Rusia (que tiene desarrollo sin libertad), como auténtica pieza del futuro.

[40] Pues la historiografía debería regularse, como toda ciencia, sin recurrir a Dios ni a las historietas privadas (de ENRIQUE IV con GREGORIO VII...). Además, no es posible que los actos públicos se dediquen a juzgar a personas privadas (como STALIN o NAPOLEON).

[41] Para analizar si algo ha sido progresivo o regresivo, reaccionario o no.

[42] Que ven a la Historia como una rama de las humanidades, y no de las ciencias.

[43] Consistente éste en la convicción de que:

-todo cuanto ocurre tiene una o varias causas,
-no podría haber ocurrido de otro modo,
-salvo que algo, con la misma causa o causas, hubiese salido distinto.

            Además, en historias que podrían haber pasado, éstas no importan, sino lo que sucedió.

[44] Consistente éste en que el mundo se mueve a grandes rasgos, y en hechos conectados por coincidencias fortuitas (y tan sólo atribuibles a las causas más causables). Este azar existe, según CARR, pero no es sino un mero accidente (como el amor, la enfermedad, la mordedura de animales, la amistad, o el caso del “Señor Robinson atropellado”).

[45] Concepción que fue rota por:

-el Cristianismo, al introducir la noción de un mundo que tiene un fin, y se encamina hacia una meta cronológica final,
-la Ilustración, que continuó con la idea de progreso cristiano, aunque secularizado.

[46] Por eso la objetividad no debe tener la última palabra, sino la dirección correcta de la interpretación.

[47] Su gran equivocación, y la del comunismo en general.

[48] Sobre todo por parte de EVANS, que en el prólogo que en 1990 dedicó a CARR, en una de las reediciones de sus obras, y una vez muerto, vino a decir que Carr había pasado a:

-olvidar el campo de acción del individuo,
-olvidar que la objetividad debe estar centrada en la metodología, y nunca en su interpretación,
-mero agente del cambio progresista, reduciendo su estrategia del mundo a mera ley regida por los hechos bolcheviques,
-ver los hechos con los ojos de los vencedores (de parcialidad), en un sentido contrario a la liberalidad occidental (basada en la libertad de elección, sean cuales sean los condicionantes históricos).

            Así como que:

-poner la objetividad en el futuro (como Carr había pasado a hacer, y siendo el futuro nunca profetizable, como Carr defendía) sería lo mismo que decir que la objetividad iría cambiando de la noche al día y del día a la noche, y esto no es tener una estrategia;
-si fuera bueno todo lo que ocurre (como Carr había pasado a decir), esto supondría estar siempre con los vencedores, o afirmar que los gulags también fueron buenos.

[49] Como virtud, disposición y habilidad para hacerlo bien, a lo que habría que sumar el conjunto de reglas y preceptos necesarios para hacerlo mejor.

[50] Sobre sus fuentes y autores, que han ido tratando esta materia. Es el campo donde adquiere importancia el sujeto, las divergencias entre escuelas, y la parte más ideológica del mundo.

[51] A nivel escueto y sintetizado.

[52] Pues las evidencias que no han sobrevivido no son evidencias.

[53] Pues eso suponía saber escribir y leer, y el nivel de analfabetismo era brutal en la antigüedad.

[54] Que, además, han sido archivados por escrito, y estos archivos han perdurado con el paso lejanísimo del tiempo. Un libro quemado, por ejemplo, perdido está, y su historia perdida está.

[55] Pues las mujeres que han intervenido en historia lo han hecho por hacer cosas de hombres (como en Egipto, donde la faraona HATSEPSUT era pintaba como un hombre). También la memoria familiar es masculina, sobre recuerdos o profesiones de abuelos y padres.

[56] Pues los perdedores nunca han escrito sobre los que han vencido, y los vencedores sí que lo han hecho (como en el Alzamiento Irlandés-1798, del que sólo se conservan 100 documentos rebeldes, de los 100.000 documentos totales que se conservan).

            Además, también es importante disponer de espacio para conservar los papeles, y los pobres no suelen disponer de este privilegio. En este sentido, los casos de JUANA DE ARCO y la Guerra Civil Española-1936 son 2 ejemplos de querer re-escribir la historia el perdedor, pero la transmutación de papeles (o exilio de papeles) también queda atestiguada a la larga.

[57] Pues la juventud, salvo excepciones como ALEJANDRO MAGNO, tampoco ha tenido muchas salidas en los hechos relevantes del pasado.

[58] Ya que en el mundo juega mucho más papel el odio que el amor, y la curiosidad que la inteligencia.

[59] Hoy en día desde el status de funcionario de la hacienda pública, en la Edad Media desde la eclesialidad, en la Edad Clásica desde la crónica imperial...

[60] Pues todos ellos buscan, desde LIVIO en adelante, justificarse antes de nada, a la hora de ponerse a escribir hechos verídicos.

[61] La sociología apunta, por ejemplo, a que los estrategas nacen siendo heterogéneos, y acaban siendo todos académicos monopolizados.

[62] Dependiendo de si ese día el cronista tuvo ese día una vivencia o la contraria, de si su concentración había sido ese día mayor o menor, de si se había dedicado ese día a una ocupación u otra, de si tenía una profesión u otra, de si recibía sueldo a cambio (y luchaba por un estado fuerte) o al revés...

[63] Pues diputado comunista tiene más relación, por ejemplo:

-con un diputado que no es comunista,
-que que con un comunista que no es diputado.