IMPERIO ROMANO

 

Implantado por Augusto el 29 a.C,

tras 500 años de gloriosa República romana

 


Colonias romanas, expandidas por todos los rincones de la Antigüedad

Madrid, 1 mayo 2022
Manuel Arnaldos, historiador de Mercabá

            Tras 500 años de crecimiento glorioso de la República Romana, su última generación había estado constituida por las guerras fratricidas entre Pompeyo y César (por un lado), y entre Marco Antonio y Octavio Augusto (por otro lado).

            Pompeyo, de perfil exclusivamente militar, no había optado nunca a cargos políticos, y había salido siempre triunfante en sus campañas contra Hipania (76 a.C), los piratas cilicios del Asia Menor y las regiones del Ponto y Armenia, Siria y Judea (63 a.C). Pero su llegada a Roma no fue reconocida por una facción del Senado, y eso que había reorganizado los territorios asiáticos en 2 provincias: el Ponto (66 a.C) y Siria (62 a.C). Y eso que había logrado cerrar el status de los nuevos clientes (Capadocia, Galacia, Cilicia y Judea).

            Fue entonces cuando Pompeyo se separó de los nobles y fundó la coalición del Triunvirato, el año 60 a.C, y formada por:

-Pompeyo, que siguió liderando sus ejércitos,
-César, que dirigía ya a los políticos populares,
-Licinio Craso, que dirigía ya a los políticos publicanos.

            Craso murió luchando contra los partos en la Batalla de Carras (53 a.C). César empeoró sus relaciones con Pompeyo a raíz de la muerte de su hija, casada con él. Y Pompeyo se autoproclamó único cónsul de Roma, aprovechando que César luchaba en las Galias. Era el preludio de una inminente guerra civil.

            César, en efecto, se dio prisa en terminar exitosamente su Guerra de las Galias. Tras lo cual decidió dar el paso prohibido para todo general de la diáspora: el paso del río Rubicón, frontera más allá de la cual nadie podía entrar con su ejército en Roma. Era el año 49 a.C, y César cruzaba el Rubicón con sus 7 legiones, bajo el grito de alea jacta est (lit. la suerte está echada”). Se dirigía hacia Roma, y declaraba la guerra a Pompeyo.

            En la Batalla de Farsalia (48 a.C) César derrotó a Pompeyo (que huyó a Egipto, y allí fue ejecutado), y fue nombrado dictador temporal de Roma. Tras ello fue a terminar triunfalmente sus campañas en Africa, Hispania, Thapsos y Munda, y a su regreso a Roma (45 a.C) fue nombrado dictador perpetuo de Roma, recibiendo honores divinos.

            La muerte inesperada de César el año 44 a.C, a las puertas del Senado, precipitó la evolución política, por parte de:

-el populus, que reclamaba la legitimidad de Octavio Augusto,
-el Senado, que parecía inclinarse por Marco Antonio.

            Marco Antonio, filo-heleno y pro-oriental, fue instalado en Atenas con la idea de dirigir directamente la parte oriental. Pero fue débil y cedió algunos territorios a Cleopatra en Egipto, lo que chocó fuertemente con la mentalidad del Senado.

            Augusto, por su lado, fue ganando nuevos adeptos, y el año 33 a.C. declaró la guerra total a Marco Antonio, tras ver como Antonio rechazaba a Octavia por Cleopatra.

            En la Batalla de Actium (31 a.C) Augusto ejecutó a su rival, incorporó a Egipto como una provincia romana más, y regresó a Roma como único jefe del ejército romano. Situación inédita en la historia de Roma, y que originaba una nueva vida política y social de la ciudad: el Imperio Romano.

a) Legado republicano

            Roma estuvo siempre regida, en sus 1.230 años de existencia, por un orden militar. El año militar comenzaba:

-en marzo, al principio, por ser el mes de Marte, dios de la guerra,
-en Ianuarus, después, por dedicarse a Jano, dios que empezó a ser invocado:

-en toda declaración de guerra, quedando su Templo del Foro siempre abierto en tiempos de guerra,
-en toda declaración de paz, tras la cual el soldado volvía a su casa con su mujer en brazos y dando las gracias a Jano.

            La guerra afectaba a la supervivencia de Roma, y era una cuestión de estado. Los comicios estuvieron organizados siempre según el modelo de las unidades tácticas de la legión.

            Para la declaración de hostilidades había que observar los ritos religiosos y las formas jurídicas. Pues no cabía la posibilidad de equivocarse. Los auspicios (lit. presagios) debían ser consultados siempre por medio de los augures, sacerdotes que inspeccionaban el vuelo de las aves y cantos de los pájaros (pues si los pollos comían mucho, la guerra era favorable, por ejemplo). Antes de la partida al frente, el cónsul acudía al templo de Marte, y hacía el ritual de tocar las armas del dios y pedirle que velara por Roma.

a.1) Conquista de Italia

            Había tenido su punto inicial en las victorias de Spurio Cassio sobre los latinos del núcleo romano, en la Batalla de Aricia (504 a.C) y Batalla de Lago Régilo (496 a.C). Tras las cuales se sucedieron el posterior acuerdo con los latinos y la consiguiente Liga Latina, ante las amenazas de otros pueblos vecinos.

            Había tenido su continuación en las victorias romanas sobre todo el Lazio, y la rendición de todos sus habitantes (sabinos, volscos, ecuos, campanos). Lo que supuso la formación de la Liga Lacial, entre Roma y las 29 ciudades del entorno.

            Había tenido un punto de inflexión clave en la victoria de Furio Camilo sobre los etruscos del centro peninsular, en la Batalla de Monte Algido (431 a.C). Lo que supuso la anexión de todas sus poblaciones y tierras, y una considerable expansión del territorio.

            Respecto a la conquista romana del norte, todo comenzó cuando los galos senones (del norte de Italia y la Galia Cisalpina, y con su jefe Brennus a la cabeza) se apoderan por sorpresa (390 a.C) de la ciudad de Roma y del Capitolio. Fueron las ocas sagradas del Capitolio las que se pusieron a graznar, y alertaron a los centinelas romanos. Roma expulsó a los galos bajo fuerte suma de dinero, y espabiló.

            Una vez conquistado el centro y norte, las conquistas de Roma se centraron en el sur, centrando sus propósitos en hacerse con los samnitas y con todas las colonias de la Magna Grecia.

            Las batallas contra los samnitas fueron las más temidas por los romanos, y aquí modificaron su armamento y táctica guerrera. Tras una primera victoria romana, en la II Guerra Samnita (321 a.C), cerca del desfiladero de las Horcas Caudinas, el ejército romano fue totalmente derrotado y apresado, entre la Campania y el río Samnio, teniendo que:

-desfilar humillantemente encorvados bajo un yugo,
-aceptar una alianza desfavorable con los italiotas.

            Roma ya nunca más será derrotada ni sufrirá otras horcas caudinas. Finalmente, acabó conquistando Lucania, toda la Italia y el Sur insular, con sus victorias sobre los tarentinos y sobre el rey Pirro de Epiro, donde se consiguió una pírrica victoria en la Batalla de Benevento (275 a.C), con más pena que gloria por el coste y sangre que se derramó.

a.2) Conquista de Occidente

            Había sido obtenida gracias a las victorias de Roma sobre Cartago, en las I, II y III guerras púnicas.

a.2.1) I Guerra Púnica

            Había surgido en Sicilia, y como consecuencia de la situación de Mesina, abastecimiento principal de Roma en cereales, y puerto estratégico fundamental en el este de la isla. Pues Cartago controlaba el oeste de la isla desde su colonia de Solunto, y desde hacía 12 años había empezado a acosar también la costa este. Así, ante el acoso cartaginés al puerto principal de Roma en la isla, el Senado romano decidió tomar cartas en el asunto, y aprobar una imponente flota naval romana, que pudiera desafiar el absoluto dominio naval cartaginés en la zona.

            En las victorias romanas de la Batalla de Lilibeo (242 a.C) y la Batalla de Islas Egatas (241 a.C), Lutacio Catulo obligó a Almícar de Cartago a rendirse, pagando 60.000 talentos de plata. Sicilia, Córcega y Cerdeña pasaron, al completo, a ser provincias romanas.

a.2.2) II Guerra Púnica

            Almícar, establecido en la península Ibérica, había forjado un auténtico Imperio bárcida en Cartagena, cuyo ejército entregó a su yerno Aníbal. Roma, por su parte, se había anexionado la Galia Cisalpina.

            Tras la victoria púnica en la Batalla de Sagunto (219 a.C) y romano Desembarco de Ampurias (218 a.C), el conflicto se dividió en dos:

-Aníbal subió con sus elefantes y controló toda Italia, permaneciendo a las puertas de Roma tras ejecutar en la Batalla de Cannas (216 a.C) a 45.000 romanos (liderados por Paulo Emilio),
-Cornelio Escipión aprovechaba la ocasión, conquistaba en Iberia y a la retaguardia Cartagena, Bailén y Gades (206 a.C), y se presentaba en Cartago.

            Aníbal volvió a Africa, y en la Batalla de Zama (202 a.C) Roma destruía al ejército cartaginés, castigando duramente a Cartago con:

-volver a las ciudades y leyes que tenía antes de la I Guerra Púnica,
-entregar todos los desertores y esclavos,
-entregar todas sus naves, salvo 10,
-entregar sus elefantes, y no domar más en adelante,
-no guerrear con nadie en Africa, sin el consentimiento romano,
-entregar Hispania y Lusitania a Roma, pasando ambas regiones a ser provincias romanas.

a.2.3) III Guerra Púnica

            A pesar de las duras condiciones impuestas a Cartago, Roma seguía pensando que Cartago era un peligro. Una consigna surgida en el Senado, bajo el lema de Cartago delenda est (lit. “Cartago debe ser destruida”), fue llevada a ejecución. Un gran ejército romano fue enviado a Cartago (146 a.C), y allí sitió la ciudad y la destruyó.

            Cartago ya no tuvo fuerzas para defenderse, y a pesar de que lo intentó, fue arrasada, incendiada y destruida, y toda su población asesinada. Africa al completo, de oeste a este, pasó a ser otra provincia romana, y e ella fueron incorporándose Etiopía, Egipto, Libia, Mauritania y Abisinia.

a.3) Conquista de Oriente

            Tras su espectacular victoria en las Guerras Púnicas, ya nada detuvo a Roma en su pulso por el Mediterráneo, que pasó a ser en breve su propio Mare Nostrum o propio mar interior.

            Tras hacer de todo el Occidente una provincia romana (salvo reductos en el norte de las Galias), Roma decidió poner su primer pie en tierras orientales. En apenas unos años, todo el Oriente pasó a ser una provincia romana más, merced a las victorias de Roma en:

-la Batalla de Cinóscefalos (196 a.C), donde los selyúcidas de Siria pasaron a control romano,
-la Batalla de Pidna (168 a.C), donde los antigónidas de Macedonia pasaron a control romano.

            La creación de Asia Menor como provincia romana (129 a.C) señalaba un auténtico hito romano ofensivo, y en torno a ella fueron incorporadas las consiguientes regiones de Mesopotamia, Ponto, Armenia, Escitia, Arabia, Partia, Persia... cayendo uno tras uno todos los viejos bastiones sasánidas, helénicos y caucasianos.

a.4) Anexión de territorios a Roma

             En apenas 3 siglos, Roma había impuesto su ley, la de las armas, en el mundo entero.

            En Italia, incluyendo los territorios de Etruria y Brucio (actual sureña Calabria), junto a la conquista militar vino la integración de los territorios conquistados, imponiéndose en todos ellos:

-el mismo modelo político,
-las mismas estructuras administrativas,
-la colonización cultural y lingüística romana,
-un sistema integrador de infraestructuras.

            Las colonias fueron organizadas de acuerdo con el mismo modelo urbanístico de Roma, con capacidad para absorber el exceso de población de Roma, de 2 millones de habitantes. Su distribución planteó problemas sociales entre la plebe, y el monopolio proletariado romano.

            Por propia supervivencia del estado, y antes o después, Roma tenía que enfrentarse a sus rivales directos. Estos enfrentamientos y anexiones romanas siguieron siempre los móviles de:

-prestigio político, y ampliación del número de cargos políticos,
-beneficios económicos, en materias primas, esclavos, impuestos,
-relaciones comerciales, en puestos de trabajo, beneficios recíprocos.

            De esta manera se evitó que los pequeños campesinos itálicos, arruinados, se convirtieran en esclavos y pasaran a engrosar la plebe urbana.

            En cuanto a los procedimientos de integración, Roma otorgó:

-fundaciones coloniales. Tras la II Guerra púnica, Roma fundó 10 colonias romanas y 30 colonias latinas. La 1ª de ellas había sido Itálica-206 a.C, en Hispania, para formar allí a las tropas romanas contra Aníbal;
-provincialización. De régimen fundamental posterior, con el tiempo;
-ciudadanía romana. Concedida de forma excepcional tras la del gramático Ennio (184 a.C), y con un triple estatus de:

-ciudadanos romanos, con plenos derechos políticos, civiles y comerciales,
-ciudadanos latinos, con pleno derecho civil,
-ciudadanos itálicos, con plenos derechos sólo en las nuevas provincias.

b) Imperium de Augusto

            Fue instaurado por Augusto el 29 a.C, como base y origen de un nuevo sistema político romano que estaría vigente durante otros 5 siglos en el mundo (del 29 a.C. al 476 d.C), y como evolución sociopolítica del imperialismo republicano de Roma.

            En efecto, con el vasto espacio de territorios ocupados en la mano, y la capacidad de mando sobre todas las legiones del ejército romano, Augusto (43 a.C-14 d.C) basculó entre dos posibilidades:

-recuperar los viejos valores republicanos,
-implantar nuevas ideas en la sociedad romana.

            En este enclave, Augusto supo rodearse de grandes personalidades, con políticos como Agripa y Mecenas, historiadores como Livio y Tácito, o intelectuales como Horacio y Virgilio. Y mediante ellos llevar a cabo todos sus planes, desde ahora llamados imperiales.

b.1) Reformas imperiales

            El Senado fue reformado por el nuevo emperador Augusto, el cual redujo:

-el número de senadores, de 1.000 a 600, y con fuerza de ley,
-el peso de su autoridad, arrogándose él a sí mismo más títulos que la suma de los títulos senatoriales.

            Aún así, el Senado mantuvo sus mismos clanes, manteniendo su hemiciclo ocupado por un 50% itálicos, 20% orientales, 13% galos, 13% hispanos y 4% africanos.

            En cuanto a las provincias, Augusto introdujo cargos ecuestres en la administración provincial, y las dividió en 2 tipos de provincias:

-senatoriales, las que él se encontró ya establecidas, y que siguieron dependiendo del Senado,
-imperiales, las que se irían abriendo en el futuro, y dependientes directamente del emperador.

            Cada una de éstas, a su vez, podía ser:

-consular, dirigida por un ex-cónsul,
-pretoriana, dirigida por un ex-pretor.

            La 3ª reforma augustea consistió en la centralización del poder. Augusto no configuró el nuevo sistema imperial como un simple conglomerado de provincias, sino como un sistema centralizado de poder:

-territorial, con limes-fronteras fortificadas de forma estratégica,
-militar, religioso y judicial, en la persona del emperador.

b.2) Atributos imperiales

            Con los títulos de augustus (lit. “consagrado por los augurios”) y dueño del cosmos (dado por unanimidad por el Senado), con su propio mes de Agosto dedicado al dios emperador, Augusto vino a recapitular en sí los poderes civiles, militares y religiosos, como:

-el princeps (lit. “primero de los ciudadanos”),
-el pontifects maximus (lit. “sacerdote máximo”).

            Por otro lado, pasaron a ser símbolos del emperador los atributos de:

-la corona de oro,
-las virtudes de piedad, clemencia y justicia,
-la potestad tribunicia,
-el príncipe del Senado,
-el padre de la patria.

            Pero la cumbre de los atributos imperiales se la llevó la apotheosis, ceremonia funeraria imperial realizada a la muerte de un emperador, en función de sus meritos concedidos por el Senado, y que significaba su apo-zeosis (lit. “conversión en dios”). Comenzaba con la quema del emperador en una hoguera, y se seguía con el vuelo de un águila (símbolo del poder real).

c) Gobierno imperial

            En general, los emperadores romanos tuvieron 2 modelos de gobierno:

-el principado, instaurado por Augusto el 27 a.C, y según el cual el emperador era un príncipe guiado por la moderación, clemencia y justicia;
-la dominación, instaurado por Diocleciano el 284 d.C, y según el cual los emperadores recurrían a su dominio para imponer su poder.

            El poder del emperador era transmitido por el acto de adopción, y sólo muy raramente pasó de padres a hijos.

            Las 4 dinastías o líneas ideológicas de los emperadores fueron:

-los Julios-Claudios, compuesta por aristócratas romanos;
-los Flavios, compuesta por itálicos de Italia, e inaugurada por Vespasiano;
-los Antoninos, compuesta por itálicos de Hispania, e inaugurada con Trajano;
-los Severos, compuesta por africanos y sirios, como remedio a las disputas internas entre galos y romanos.

c.1) Conflictos emperador-senado

            La línea de purga senatorial, para contrarrestar el gran poder del Senado, ya fue iniciada por Augusto nada más subir al trono imperial. Lo que fue continuado con gran esmero por sus sucesores, a costa de perder el apoyo de las familias ricas de la aristocracia.

            En el sentido contrario, las conspiraciones contra el emperador comenzaron a propagarse, acabando:

-con la vida de los emperadores,
-con represalias de ejecución y confiscación de los conjurados.

            Las principales relaciones de los emperadores con el Senado fueron las de:

-Tiberio, que consiguió que se acusara a todo oponente político de traidor estatal,
-Claudio, que introdujo en el Senado a muchos ecuestres galos,
-Nerón, que expropió los bienes de los grandes propietarios de Africa,
-Nerva, que se reconcilió con el clan hispano ascendiendo al general Trajano, de campaña en Germania,
-Trajano, que ofreció a los senadores los mandos del ejército en los nuevos frentes de Germania, Britania, Egipto, Mesopotamia y Arabia,
-Adriano, que empeoró las relaciones al ejecutar a 4 consulares, y frenó los frentes militares abiertos,
-Antonino Pío, que reforzó las defensas fronterizas y recuperó la pax romana, pedidas por los senadores,
-Marco Aurelio, que inauguró el sistema de la diarquía,
-Cómodo, que potenció las atribuciones del prefecto del pretorio, con capacidad para nombrar o deponer altos cargos administrativos.

c.2) Provincias imperiales

            El Imperio Romano podía definirse como un conglomerado de provincias, entidades territoriales y circunscripciones administrativas. A tal efecto, debía existir una clara jerarquía entre ellas, dependiendo de la función de cada una. En general:

-las provincias imperiales tuvieron un procurador, o autoridad militar imperial,
-las provincias senatoriales tuvieron un procónsul, o autoridad civil senatorial, y un ecónomo imperial,
-la provincia de Egipto tuvo un praeses, o gobernador con autoridad militar y civil.

            En cambios cuantitativos, el Alto Imperio romano pasó de 25 a 50 provincias, aumento llevado a cabo por:

-Tiberio, que incorporó a Germania y Capadocia,
-Calígula, que incorporó a Mauritania,
-Claudio, que incorporó a Britania, Tracia, Mesia, Licia y Panfilia,
-Vespasiano, que incorporó a Armenia,
-Trajano, que incorporó a Dacia, Asiria, Mesopotamia y Arabia,
-Adriano, que levantó limes contra los sajones y dividió a Italia en 14,
-Marco Aurelio, que mantuvo controlados a partos, cuados, marcomanos,
-Septimio Severo, que dividió en dos a Britania, Galacia y Siria.

            En cambios cualitativos, el aumento de provincias fue paralelo al aumento de legiones, lo que permitió asegurar el inestable equilibrio romano.

            Pero la administración provincial de Roma no resultó nada fácil, dada la jerarquización y la diversidad de regiones. De ahí que hubiera un ranking de criterios a tener en cuenta, a la hora de otorgar privilegios, fluctuaciones y convenios entre provincias imperiales y senatoriales. Estos criterios fueron.

-la capacidad de reclutamiento y de autodefensa,
-la posición estratégica, según las circunstancias del momento,
-el valor económico y sus aportaciones anuales de materia prima.

            Algunos reinos quedaron unidos al Imperio romano, pero mantuvieron cierta autonomía. Fue el caso de los reinos y provincias orientales.

            Algunas ciudades tuvieron estatuto jurídico propio o privilegios fiscales, bajo tributo anual a Roma.

            Pero el verdadero centro de poder lo seguía constituyendo el derecho de ciudadanía romana. Este fue ampliado:

-a los veteranos de guerra, por los servicios prestados, y a las colonias militares,
-a los soldados provinciales, galos, griegos e hispanos, mediante el llamado derecho latino,
-a todos los habitantes libres de Roma, medida que tomará Caracala en el 212 d.C.

d) Economía imperial

            De la agricultura vivió el 80% de la población romana. No obstante, el campo tuvo que ser complementado por la ciudad, con sus talleres artesanales como centro de producción y distribución.

            Importante fue la rivalidad entre Italia y las provincias:

-con pérdidas de Italia, en la economía y política imperial. Pues subió el precio de los esclavos, y los mercados regionales ofrecían precios más asequibles;
-con ganancias de las provincias, con mercados inter-regionales. Pues Cádiz, Narbona, Lyon, Colonia, Tesalónica, Istria, Olbia, Egipto, India, Mongolia... pasaron a crear entre ellos independientes contactos comerciales.

            En cuanto a política social, contó el Imperio con 2 tipos de medidas:

-el sistema de los alimenta, articulado y vigilado,
-ayudas periódicas del emperador a la plebe.

            En el sistema de los alimenta, diseñado por Nerva, se combinaban:

-créditos estatales a los campesinos, para invertir en las tierras,
-subsidios familiares a los hijos, para familias necesitadas o numerosas, y para mejorar la natalidad,
-préstamos financieros a los jóvenes, con interés del 5
% en 20 mensualidades, para mejorar la base de reclutamiento del ejército.

d.1) Red viaria imperial

            Atendió a dos fines, principalmente:

-favorecer el desplazamiento de las legiones,
-agilizar los intercambios comerciales.

           Sin embargo, por las calzadas romanas circulaban ideas, religiones, costumbres y el correo oficial imperial. Incluso Augusto dotó a las vías de estaciones, que permitían el descanso a los funcionarios, mensajeros y caballos.

            Las redes viarias se internaban en las periferias y el interior, y podían tener forma radial (como la gala) o forma cuadrangular (como la hispana). Conectaron el Mediterráneo al completo, y se internaron desde sus costas al interior. Todo con la mejor piedra posible, miliarias indicadoras de distancias, glorietas para los cruces de carretas, espacios para petroglifos publicitarios y funerarios, estaciones de servicio y descanso...

            Tejió una red de millones de km de calzada y circulación, destacando en ella 3 vías de especial importancia:

-la vía Apia, de Roma al norte y sur de Italia,
-la vía Egnatia, de Roma a Tesalónica, Constantinopla y Mar Negro,
-la vía Augusta, de Roma a Marsella, Tarragona, Cádiz y Atlántico,
-junto a la vía Vístula (Milán-Mar Báltico), vía Africana (Melilla-Alejandría), vía Cesarea (Antioquía-Mar Rojo) y vía Atlántica (Lisboa-Compostela).

e) Sociedad imperial

            La sociedad romana imperial tendió a polarizarse en 2 grupos sociales: los honrados y los humillados. No existió término medio, clase media, ni escalón social intermedio.

            La pirámide social estaba compuesta por 4 escalones:

-vértice: ocupado por la familia imperial,
-alto: ocupado por la clase senatorial (primero), así como por los ex-magistrados (después),
-bajo: ocupado por la ciudadanía romana, cuyo único privilegio era la civitas, frente a aquellos que no la poseían,
-ínfimo: ocupado por los no ciudadanos, en su condición de indígenas, extranjeros, libertos y esclavos.

            En cuanto a la clase alta, el estatuto jurídico romano dividía a sus integrantes en:

-ricos, en base a su capacidad de independencia económica y honradez social,
-poderosos, dependiendo de la sangre y gens familiar, y a sabiendas de que no podía ampliarse el número de familias poderosas.

            De hecho, famosa fue la emulación que de estas altas clases romanas hacían las élites provinciales, financiando juegos, levantando estatuas, casándose mixtamente... pero sin pasar de la mera emulación.

            En cuanto a la clase ínfima, el sistema esclavista fue abolido con el final de las conquistas imperiales, cuando los cautivos de guerra ya no fueron convertidos en esclavos, sino poco a poco integrados en sus provincias:

-como mano de obra agraria o minera,
-como contratados en los talleres urbanos de las ciudades,
-con legislación propia frente a los malos tratos.

e.1) Mujer romana

            La condición social de la mujer romana fue fruto de un proceso evolutivo continuo. Incluso hacia el final del Imperio, Gala Placidia, hija de Teodosio, llegó a ser co-emperatriz romana de Occidente.

            Desde la perspectiva jurídica, la mujer oscilaba entre:

-un elemento más de la potestad masculina,
-un sujeto propio de derecho familiar.

            La mujer romana disfrutaba de cierta autonomía económica, disponía de su propio patrimonio personal, y podía impedir al marido disponer de éste si ella no lo consentía. Tenía 2 clases de bienes:

-bienes dotales, bien configurados antes del matrimonio, y que le debían ser restituidos en caso de separación,
-bienes extra-dotales, herenciales y separados totalmente del control del marido.

            En la custodia o tutela de la mujer, ella podía elegir libremente a su tutor y a su representante legal. Aunque este proceso de liberación se vería estancado con la llegada del cristianismo.

            En conjunto, las tareas de la mujer romana fueron:

-las tareas domésticas,
-la modestia, las castidad y la piedad,
-el matrimonio, la procreación y los hijos,
-la vida privada y fiel a su marido,
-la necesidad de ser protegida con tutelas,
-el ámbito cultural y religioso.

e.2) Soldados romanos

            Tenían que ser ciudadanos aptos, entre los 17 y 45 años, y previa prestación de juramento solemne. De entre ellos, se reclutaba al número de legionarios fijado por el Senado. Todos los adultos eran agrupados en centurias, agrupaciones de 100 individuos que se distribuían en 5 clases, según la fortuna poseída, y las cualidades morales y humanas.

            La posesión de riqueza implicaba derechos pero también deberes. Los romanos sin tierras no podían servir en el ejército, y se les llamaba proletarios (lit. proles, los que sólo pueden poseer hijos), que era una centuria fuera de clase.

            Cada soldado debía pagarse su propio armamento, según sus medios. Los más ricos tenían las armas más eficaces, y combatían en primera línea de batalla.

            Tras las campañas militares, Roma recibía triunfalmente a sus soldados. El jefe de la campaña era vestido de Júpiter Capitolino, y marchaba en procesión por todas las calles de la ciudad, seguido de las cohortes de prisioneros, carros con los botines, y los emblemas de las ciudades conquistadas.

f) Imperio Romano del s. I y II

            Claudio (41-54) contribuyó a la gloria imperial. Fue de carácter inestable y epiléptico, sin suerte con sus esposas Mesalina y Agripina. Pero fue astuto y supo rodearse de libertos inteligentes. Organizó la Expedición contra Britania (ca. 52), obteniendo el éxito allí donde Julio César había fracasado.

            Tito (79-81) ya había acompañado a su padre Vespasiano a Judea para sofocar las revueltas nacionalistas judías, en las Guerras Judías (ca. 66) y Sitio de Jerusalén (ca. 70), destruyendo el templo de los judíos. Tras lo cual, y vuelto ya a Roma, había compartido el poder con su padre.

            Fue benevolente, generoso y liberal. Suprimió la pena de muerte, respetó las prerrogativas del Senado, emprendió las construcciones del Coliseo, Palacio Imperial, Termas, y Templo de Vespasiano. Bajo Tito fue cuando surgió la Catástrofe del Vesubio (ca. 79), erupción que sepultó Pompeya y Herculano, y propagó una gran epidemia posterior.

            Trajano (98-117) fue el 1º emperador nacido en una provincia romana, en una familia doméstica de la colonia hispana de Itálica. Su interés fue el de todo general del ejército, y se apoderó de la Dacia, Danubio y pueblos bárbaros de Germania, en el Occidente. En el Oriente incorporó la provincia de Arabia (ca. 106) y batalló contra los partos en el Golfo Pérsico, reuniendo a sus mejores generales.

            Pero una contra-ofensiva de judíos obligó al emperador a volver a Roma para pedir ayuda al Senado, muriendo en el camino. La Columna Trajana de Roma, narrada en viñetas sobre la conquista de la Dacia, fue construida para enterrar bajo ella al emperador español.

            Adriano (117-138), también natural de Itálica-Sevilla, fue educado por el propio Trajano al quedarse Adriano huérfano, y se casó con la sobrina de Trajano. Renunció a la política expansionista de su padrastro, aunando sus esfuerzos en la administración y defensa imperial.

            Bajo su mandato se sublevaron de nuevo los judíos, a los que sofocó despiadadamente y les sepultó Jerusalén bajo las piedras, rebautizándola después con el nombre de Elia Capitolina, al igual que su primer nombre de pila, Elio. Hizo la paz con los partos, y renunció a todas las conquistas realizadas más allá del Eufrates. Fueron obras suyas el Castillo de Saint Angelo y el Panteón.

            Marco Aurelio (161-180) fue filósofo, austero, pacifista, aunque siempre estuvo en los campos de batalla. Tuvo en los partos a su mayor enemigo, y la derrota de Roma contra ellos en Siria, tras 4 años de batallas, obligó a Roma a desviarse hacia Mesopotamia, a la que Marco Aurelio volvió a someter.

            A nivel militar trató de flanquear el Danubio, interviniendo él mismo en persona ante el miedo de las legiones y la falta de control. En plena Campaña del Danubio (ca. 167) apareció entre las legiones la peste, enemigo mortal que acabó con muchos soldados y con el propio emperador.

            Cómodo (180-192) tenía delirios de grandeza y megalomanía, y recibió el trono de su padre en plena campaña del Danubio, con 19 años. Allí firmó la paz y construyó importantes fortificaciones. Quiso identificarse con Hércules, vistiendo su piel de león y combatiendo él en persona contra bestias salvajes en las cacerías. Fue Cómodo violento, horrorizó a sus cercanos (que acabarían por asesinarlo) y reprimió duramente los disturbios, como los de Britania.

            Septimio Severo (193-211) fue de marcado acento púnico, destacando como muy buen general. Comenzó su gobierno bajo guerras civiles y exteriores. Reformó el ejército y supo acercarse a los soldados, a los que aumentó el sueldo, permitió asociarse religiosamente y dejó que durmieran fuera del campamento (con sus mujeres). Murió en Britania, diciendo a sus hijos Caracala y Jeta que “enriquecieran a los soldados y no se preocuparan de nada más”.

g) Imperio Romano del s. III

            Supuso una época de estancamiento del Imperio Romano, provocado por:

-la decadencia de la virtus (espíritu) romana fundacional,
-la devaluación monetaria y financiera central,
-las constantes tensiones y conspiraciones militares,
-el deterioro de la institución senatorial, ya mero juguete del emperador,
-la difusión del cristianismo.

            Los signos de este estancamiento (según los propios cronistas) fueron la peste, el hambre, las guerras y la violencia. Pero siguiendo el hilo de los acontecimientos, tendríamos que hablar de:

-ruptura de la unión imperial. Pues del 260 al 273 los reinos orientales fueron proclamando a Zenobia como su emperatriz oriental (antes incluso de la existencia de Constantinopla), y también las Galias (con Póstumo y sus 3 sucesores) alcanzaron momentánea autonomía sobre Roma;

-devaluación monetaria central. Pues a partir del 260 la moneda oficial romana no lograba sobrepasar el 5% de su valor nominal, con consecuencias desastrosas en los precios y el volumen de circulación monetaria;

-nuevo sistema de creencias. Que empezó a dejar de lado las creencias en los valores antiguos y la práctica del culto oficial, empezando a arraigar el cristianismo en todas las provincias imperiales.

            Todo comenzó históricamente con el general Septimio Severo, cuando el general africano:

-se deshizo del emperador Juliano (ca. 192),
-se hizo proclamar augusto por el ejército, en Pannonia (ca. 193),
-concedió favores a la plebe para ganarse el favor popular,
-declaró enemigos públicos a sus enemigos,
-puso como césar a su hijo Caracala, que a la postre concedió la ciudadanía romana por doquier.

            Históricamente, Septimio inauguró una monarquía militar, sin recurrir siguiera a una aprobación formal por parte del Senado. Tras él y hasta Probo (275-280), 40 pequeños emperadores y usurpadores, en 90 años, habían llevado al Alto Imperio romano a su final.

            La reacción del Senado tardó en llegar, cuando el grupo africano propuso al procónsul Gordiano I, y se ganó el favor popular con Gordiano III, nieto del anterior. Pero nada se pudo hacer ya ante los pronunciamientos militares, que empezaban a barbarizarse, y estaban siempre del lado de un emperador militar.

h) Reformas de Diocleciano

            Constituyeron el final de la 1ª etapa imperial (Alto Imperio Romano) y el inicio de otra diferente (Bajo Imperio Romano), como única alternativa que posibilitaba hacer duradero al Imperio, dado el estancamiento político interior. En efecto, Diocleciano (284-305):

-sepultó al Senado de forma definitiva,
-otorgó a los militares todos los puestos de la administración,
-sustituyó el Principado augusto por una Dominación colegiada,
-recuperó el comercio, la industria y los controles fronterizos.

            La dominación colegiada estaría regida por 2 augustos y 2 césares, en los nuevos 2 Imperios: el occidental y el oriental. Pero para conseguir todo eso, Diocleciano tuvo que deshacerse, antes que nada, de su rival en Occidente (el emperador Carino), en la oriental Batalla de Mesia-285. Proclamado único emperador, Diocleciano pudo entonces nombrar a:

-Maximiano, con el título de césar, por sus victorias sobre los germanos y campesinado galo,
-Constancio Cloro, con el título de césar, por sus victorias en Britania,
-Galerio, con el título de augusto, en Oriente,
-Diocleciano, él mismo, con el título de augusto, en Occidente.

            La Tetrarquía Imperial, fruto de las circunstancias, no supuso repartición del poder imperial, sino sólo distribución de funciones. Y tampoco supuso igualdad, sino que Diocleciano siguió siendo el único descendiente de Júpiter. Además, entre césares y augustos, se acordaron alianzas matrimoniales.

h.1) Recuperación administrativa

            Diocleciano llevó a cabo la más profunda renovación de las viejas estructuras romanas.

            Duplicó el ejército romano de 34 a 60 legiones, con una nueva distribución por áreas, y con la especialización de:

-destacamentos especiales de caballería,
-un destacamento de reserva,
-un ejército móvil de campaña,
-diferenciación entre el ejército de fronteras y el ejército de interior.

            Duplicó el número de provincias de 45 a 96, haciéndolas más pequeñas y gobernables, y menos peligrosas. Además:

-Italia perdió su privilegio y fue subdividida en 9 distritos,
-se agrupó a varias provincias en una diócesis, bajo un vicario ecuestre,
-se fijó en 12 el número de diócesis: Oriente, Ponto, Asia Menor, Tracia, Mesia, Panonia, Britania, Galia, Germania, Italia, Hispania y Africa.

            Finalmente, en la administración imperial, Diocleciano sustituyó a los procónsules y procuradores por ecuestres, sin distinción de rango o título.

h.2) Recuperación económica

            Diocleciano utilizó 2 fuentes de ingresos estatales: la emisión monetaria (vía comercial) y los impuestos (vía fiscal).

            La reforma monetaria fue drástica en el apartado de equivalencias entre la moneda oficial y las monedas divisionales, cuya depreciación había provocado el alza de precios y la desigualdad entre sectores. En el Edicto de Revalorización (ca. 301) quedó fijada:

-una equivalencia de 1:12 entre monedas de oro y plata,
-un precio máximo en las tarifas del mercado,
-un salario mínimo para las actividades laborales,
-el pago de deudas en valores antiguos.

            En la práctica, esta revalorización de la moneda oficial supuso una restricción en la oferta de productos básicos.

            La reforma fiscal de Diocleciano fue implantada progresivamente en las provincias, con nuevos impuestos sobre:

-las explotaciones, con tasación de campos, viñedos, árboles, animales...
-las personas, con tasación de trabajadores, esclavos, niños, muertos...

            En las Galias, la contribución fiscal fue evaluada en concepto de posesiones; en Siria, en concepto de renta per cápita.

i) Reformas de Constantino

            A pesar del buen funcionamiento de la tetrarquía imperial, la persecución de Galerio contra los cristianos había puesto en entredicho la autoridad suprema de Diocleciano, y desencadenó toda clase de críticas contra los augustos. Así, el año 305, y bajo pena de guerra civil, él y su césar tuvieron que abdicar de sus funciones:

-Diocleciano, abdicando en la ciudad de Nicomedia,
-Maximiano, abdicando en la ciudad de Milán.

           A Constantino, hijo del todavía césar en Britania Constancio Cloro, ya sólo le quedaba un escollo por resolver: el augusto oriental Galerio. Al mando de sus ejércitos, Constantino le declaró la guerra a Galerio y se presentó a las afueras de la ciudad de Roma. En la Batalla de Milvio (ca. 312), con sus estandartes ya cristianizados, Constantino derrotó al vigilante romano Majencio, y entró victorioso en Roma.

           Con su victoria en Oriente sobre Licinio (ca. 324), las provincias orientales también pasaron al poder de Constantino. Era el momento de fundar una nueva capital para el Imperio oriental: Constantinopla.

i.1) Consolidación administrativa

            En el ejército, Constantino amplió el número de legiones y redujo el número de soldados por legión, con el fin de agilizar sus desplazamientos. Instauró 2 clases de tropas:

-la tropa fronteriza, fija y de carácter permanente,
-la tropa interior, móvil y con carácter de emergencia.

            En el ámbito administrativo, Constantino separó totalmente los poderes militares y civiles, creando un auténtico estado burocrático con tres estructuras: civil, militar y eclesiástica.

            En el ámbito económico, Constantino introdujo 2 nuevas monedas en el mercado: el solidus de oro y el miliarense de plata, ambas con equivalencia de 1:72 libras. También mantuvo los impuestos sobre la clase curial, senatorial y comercial.

            Pero su faceta más innovadora fue su política religiosa, plasmada en el Edicto de Milán (ca. 313) y con:

-restitución a la Iglesia de todos sus bienes confiscados,
-libertad de culto cristiano,
-preeminencia del cristianismo como religión oficial del estado.

j) Imperio Romano del s. IV

            La muerte de Constantino (ca. 337) dejó a sus 4 hijos como césares, pero a ninguno como augusto. El ejército puso manos a la obra, eliminando a los dos mayores (Dalmacio y Constantino II) y nombrando a los dos restantes como augustos:

-Constante, augusto de Occidente,
-Constancio II, augusto de Oriente.

            Constancio II nombró césar oriental a su primo Galo, y Constante nombró césar occidental a su primo Juliano.

            Juliano (361-363) consiguió frenar a las fuerzas germánicas. Hasta que la muerte de Constante (en una campaña en Cilicia) le hizo heredar el título de augusto también, en Occidente. Continuando con sus campañas fronterizas, Juliano logró victorias sonoras hasta en Ctesifonte, capital persa. Pero a su regreso, murió víctima de una emboscada (ca. 363).

            Tras la muerte de Juliano (ca. 363), y final de la línea sucesoria constantiniana, el problema sucesorio se polarizó en torno a dos grupos:

-los asiáticos, liderados por Procopio,
-los galos, liderados por Salutio Secundo.

            Como solución intermedia y de compromiso fue proclamado emperador Joviano. Pero poco tiempo duró, dada su inesperada muerte en Galacia (ca. 364). Fue entonces cuando intervino el ejército, proclamando a Valentiniano como augusto occidental.

            Valentiniano (364-375) nombró augusto oriental a su hermano Valente, encargándole las fronteras orientales del Danubio. No obstante, en la Batalla de Adrianópolis (ca. 378), los visigodos infligieron una humillante derrota al Imperio Romano, mal augurio según los cronistas romanos, y que permitió el asentamiento masivo de pueblos bárbaros en territorio romano

            Valentiniano nombró a casi todos los cargos de entre la nobleza romana. Fue infatigable en las fronteras británica y africana, frenando sucesivamente a los alamanes, cuados, sármatas, francos, pictos, sajones y mauritanos. No obstante, en plena Batalla de Brigetio, en la Panonia y contra los sármatas, Valentiniano fue alcanzado y derribado.

            A Valentiniano le sucedió su hijo Graciano (375-383) como augusto en Occidente, teniendo ahora que compartir el poder con su hermanastro Valentiniano II, augusto oriental. Pero la ocasión para deshacerse de él llegó, por medio de la inexplicable muerte en Cartago del reputado político Flavio Teodosio. Con esta excusa, Graciano destituyó a Valentiniano II, y nombró al hijo del político asesinado, Teodosio, como augusto oriental.

            El destituido Valentiniano II (383-392) no se dio por vencido, y envió a su usurpador césar Máximo contra Teodosio. En la Batalla de Aquileya (ca. 388), Teodosio destruyó al usurpador ejército de Máximo-Valentiniano II, y se coronó emperador.

            Teodosio (379-395) implantó el cristianismo petrino (no el arriano) como única religión oficial del estado, y elevó al papa al título de pontifects maximus (emperador religioso de Roma). Fijó la sede imperial en Milán (ca. 395), y desde allí restauró la unidad occidental y siguió de cerca la defensa de las fronteras occidentales. Dejó a su hijo Acadio como augusto oriental, con sede fija en Constantinopla, y dejó así zanjado el asunto de luchas dinásticas orientales. A su muerte, el emperador español dejó a sus hijos:

-Acadio, augusto oriental,
-Teodosio II, co-augusto oriental, y quien publicara un Código de leyes imperiales de la historia de Roma, luego utilizado por los germanos,
-Honorio, augusto occidental, y en cuyo estandarte pondrá “en nombre de Jesucristo soy siempre vencedor”,
-Gala Placidia, co-augusta occidental, y que se dedicó a propagar la fe cristiana entre los francos y godos.

k) Imperio Romano del s. V

            Causó la caída total del Imperio romano, y vino provocada por las causas de:

-peligro bárbaro, que desbarataba las estrategias imperiales,
-pérdida de los viejos valores, que debilitaba la virtus fundacional del ejército,
-estancamiento económico, que desanimaba a la sociedad para remontar el vuelo.

            En efecto, la caída del sistema romano no fue casual, sino inducida por descomposición propia interna, que imposibilitó a dar una respuesta fresca a la amenaza exterior. Existen varias teorías al respecto:

-según McMullen, existió un proceso de descomposición interno;
-según Gibbon, la época de decadencia comenzó con Marco Aurelio-180, y su responsable único fue la difusión interna del cristianismo;
-según Piganiol, la sociedad romana fue asesinada por los bárbaros, con actuaciones que llevaron a cabo cuándo y cómo quisieron;
-según Goffart, los recursos económicos de las provincias no fueron suficientes, como para frenar la intromisión exterior.

k.1) Caída del Imperio Romano

            Los germanos habían sido desde sus orígenes un pueblo sin cultura escrita ni urbes establecidas. Por eso, las invasiones germánicas del s. V fueron tan sólo la punta de un iceberg, el iceberg de las periódicas infiltraciones bárbaras, a través de las fronteras y en busca de bienes materiales y sociales.

            En efecto:

-Decio, en el 251, ya tuvo que aceptar unas condiciones de paz impuestas por ellos, y una indemnización anual,
-desde Maximiano, los asentamientos bárbaros fueron institucionalizados mediante pactos,
-en la Batalla de Adrianópolis, del 378, los visigodos habían humillado a Roma, destruido el limes del Danubio y establecido en Tracia,
-Estilicón, en el 400, fue incapaz de contener la presión germánica, que rompió el limes renano-danubiano,
-los visigodos de Alarico, en el 403, cercaron la sede imperial de Milán,
-los ostrogodos de Panonia, en el 405, se empezaron a asentar por Italia,
-una coalición de bárbaros, en el 406, atravesaron el Rhin, y penetraron de forma masiva en la Galia.

            Tras esta invasión bárbara del 406, en la que participaron germanos, vándalos, alanos, suevos... los bárbaros lograron introducirse:

-en Britania (407), Galia (407), Alpes (437), Hispania (441) y Lusitania (454),
-de forma federada (bajo sistema de sors establecido por el emperador Honorio) o sin federar.

            En el 476, el general germano Odoacro vendría a deponer al que fuera el último emperador de Roma: Rómulo Augustulo, solo ante el peligro, de sólo 13 años, y 1.230 años después de la fundación de Roma. La glaudium germana se introdujo en el cuerpo del emperador, y el testigo de Roma pasó a:

-los godos, que ya estaban desde tiempo atrás sobre el escenario,
-los francos, lombardos y vándalos, que vendrían después.

Madrid, 1 mayo 2022
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