JAPÓN
Toda una incógnita por descifrar, aparte de necesitar ser evangelizada
Madrid,
1 febrero 2021 Japón es actualmente la 3ª potencia mundial (con un PIB de 4.971 billones $), y lo viene siendo desde hace décadas. No obstante, su espectacular crecimiento social y económico no ha sido paralelo a una presencia cristiana adecuada. O lo que es lo mismo: el Cristianismo no ha estado a la altura de ese crecimiento humano y social. San Francisco Javier puso en Japón todas sus esperanzas misioneras, pero la Iglesia no ha querido estar a la altura de esas circunstancias. Veamos cómo es ese país maravilloso, del que apenas el 1% ha sido evangelizado. Japón cuenta con una superficie total de 377.915 km2, de los que, según datos de 2015, el 66,4% representa zona de bosques, y el 12,8% es zona cultivable. El archipiélago japonés se extiende a lo largo de unos 3.000 km. sobre un eje irregular orientado de norte a sur. El clima japonés difiere de región a región, pudiendo decirse que: -en
el norte el clima es subártico,
Orígenes.
Aunque se dice que los primeros humanos que habitaron el archipiélago japonés
llegaron hace más de 10.000 años, aún se desconoce el origen de la actual
población japonesa. Con los años se fue formando una cultura singular que
recibió la influencia china y coreana en algunos de sus aspectos.
Hasta
1853.
Japón permaneció siempre aislado del mundo económica y políticamente,
excepto de China. Con despóticos regímenes feudales, en que el propio
emperador dependía del señor feudal o hacendado de terrenos, pequeñas
familias controlaban grandes extensiones de tierras.
Derrota
ante Estados Unidos.
En 1853, una flota armada estadounidense, al mando del coronel Perry,
desembarca en Fushimi, con el propósito de demandar un tratado de libre
comercio. Japón, al no tener en estas fechas una armada para hacer frente, tuvo
que aceptar el tratado comercial con los EE.UU.
Modernización.
La era Meiji (1867-1912) denota
los 45 años del reinado del emperador Meiji, y responde a la humillante derrota
de 1853 ante los EE.UU. Durante esta etapa Japón comienza su
modernización y se erige como una potencia mundial.
Meiji
supone
la caída del régimen anticuado feudal, y el cambio total en la estructura política
y social de Japón. Fue la misma clase dominante la que vio la necesidad del
cambio, y renunció a sus derechos.
Privilegios
especiales como los de los samuráis quedaron abolidos, y se dio a la población
la posibilidad de desarrollar su propio trabajo. Entre alzamientos y disputas,
la era Meiji logró obtener la modernización total del Japón.
Epoca
colonial.
Tras la modernización nipona Meiji,
que llevó al Japón a emerger como el primer país asiático industrializado,
surgen tendencias colonialistas dentro del gobierno japonés, con la idea de
buscar fuera (materia prima) el terreno que no tenían dentro (agricultura). Dos
fueron los focos de conflicto colonizador: -la
URSS, que desembocó en la Guerra ruso-japonesa,
I
Guerra Mundial.
Japón participó en la I Guerra Mundial-1914, en este marco propio de disputa
colonial asiática, en el bando de los Aliados, junto a EE.UU e Inglaterra. Al
concluir la guerra recibió el premio perseguido, más islas del Pacífico como
recompensa. En algunas colonias japonesas, los oficiales azul y rojo alteraron
su orden habitual de emblema, como señal de guerra y no paz con las tropas
ocupantes.
II
Guerra Mundial.
El 7 diciembre 1941, y al mando de la mayor flota pacífica jamás soñada, el
Imperio japonés atacó Pearl Harbor, puerto insignia norteamericano, entrando
oficialmente en la II Guerra Mundial, y con la idea de la total supremacía
sobre el Pacífico. A pesar de las victorias iniciales, derrotas como la de
Midway bloquearon los avances japoneses del Pacífico, y devolvieron la tutela
del Océano a los Aliados de Occidente.
Hoy
en día.
Después de los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki, Japón decidió
presentar su rendición incondicional. Japón decidió volver a la vía de
negociación, y también de comercialización, con su principal y único
competidor. Actualmente Japón es la 2ª potencia económica mundial, merced al
brutal superávit de comercio expansionista sin apenas importación.
Japón es el 10º país más poblado del mundo, y cuenta con una población de
126.500.000 habitantes, según el Censo de 2018. La
expectativa media de vida al nacer es de 79 años para los hombres y 86 años
para la mujer. A la bandera nacional de Japón se la conoce por el nombre de Hino-Maru, un disco carmesí que simboliza al sol en el centro de un campo blanco. Las palabras del himno japonés Kimigayo se basan en un poema waka escrito hace más de 1.000 años. Expresa el deseo por la prosperidad nacional y la paz eterna. La capital del país es Tokyo, que cuenta con una población de 13.230.000 habitantes en su interior y otros 22.000.000 en su periferia.
En
Japón hay 47 provincias y 1.800 ciudades, pueblos y aldeas. Cada municipio
cuenta con su propia asamblea. Los gobernadores de las provincias y los alcaldes
de las ciudades y pueblos son elegidos mediante voto popular. La Dieta o poder legislativo comprende: -la
Cámara de Representantes, con 480 escaños (Cámara Baja), El poder ejecutivo descansa en el Gabinete Ministerial, organizado como un régimen de gabinete parlamentario. Bajo el liderazgo del Primer Ministro, existen 12 ministerios y agencias. El poder judicial recae en el Tribunal Supremo, en los tribunales superiores, en los tribunales de distrito y en los demás tribunales inferiores.
El
emperador es el símbolo del estado y de la unidad del pueblo, pero no tiene
poder político. Todos los actos del emperador relacionados con los asuntos de
estado han de contar con la recomendación y la aprobación del gabinete
ministerial.
Japón
trabaja activamente en varios frentes con vistas a cooperar en la consecución
de la paz, prosperidad y estabilidad mundial, al mismo tiempo que
intenta buscar soluciones al terrorismo, la protección
del medioambiente y otras cuestiones globales. Japón desempeña un papel activo en la garantía de la estabilidad en los conflictos regionales que puedan tener efecto adverso en la comunidad internacional, mediante el fortalecimiento de los lazos y la cooperación con las principales potencias mundiales, con un especial interés en las relaciones con EE.UU.
Para
abastecer de alimentos a su población, Japón depende de las importaciones del
exterior, ya que la tasa de autoabastecimiento es baja. Entre las principales exportaciones que Japón realiza hoy en día se encuentra la maquinaria y los equipamientos: material eléctrico, equipos de precisión y automóviles.
En
la balanza de pagos por cuenta corriente,
en 2015 Japón arrojó un superávit
de 165.700.000.000 $; y en diciembre de 2016 las reservas en divisas alcanzaban
los 895.000.000.000 $.
Los
principales socios comerciales de Japón son: -en
importaciones:
Asia (44,4%),
Oriente Medio (17,0%), El PIB bruto japonés es de 4.971.000.000.000 $ en 2019 (respecto de los 4.504.900.000.000 $ de 2017), y su PIB por habitante es de 35.215 $.
Más
que ningún otro factor, lo que realmente impulsó el período de rápido
crecimiento económico en Japón (el comprendido entre los años 1950-80)
fue la industria secundaria, como la siderúrgica, naval, automovilística
y de material eléctrico. La moneda japonesa es el yen (¥). La apreciación del yen, que comenzó en 1985, hizo que muchos fabricantes japoneses trasladaran su producción al extranjero. e) Cultura japonesa En Japón, todo niño escolarizado recibe 3 principales marcas educativas: -exigencia,
que sitúa a todos los alumnos en niveles superiores, dejando sin opciones a los
poco aventajados; Desde la tierna infancia, por tanto, el niño entra en una brusca competitividad, empieza a desembolsar dinero en academias de alto rendimiento, obsesiona con el éxito, y dificulta para el trabajo en equipo. Destacan las fiestas japonesas del: -1
enero: día de Año Nuevo, e.1) El ogiji-saludo japonés Consiste en la meticulosidad y protocolo con el que los japoneses demuestran su respeto y admiración hacia la otra persona, para conocerse y saludarse, y mantener la educación en el campo de las relaciones humanas. Ya pueden pasar años, siglos o milenios, que un japonés pondrá siempre por delante siempre sus costumbres, sin capacidad de innovación, y como forma de educación popular. El ogiji, o forma japonesa de interacción, no es sólo un saludo o inclinación del cuerpo hacia delante. Es un acto de envío y recepción de mensajes, según el código social japonés. Según la posición que ocupa el otro en la jerarquía con respecto a nosotros, así debe ajustarse el ángulo de inclinación, la duración y la actitud. En Japón, hacer el ridículo, es inevitable. e.2) El honor japonés
Soichi
Yokoi, sargento del ejército japonés, fue el último humano en enterarse que
la II Guerra Mundial ya había terminado. El 24 enero 1972 dos cazadores lo descubrieron pescando cerca de un
río, en una isla del Pacífico, con su uniforme remendado (de materiales de la
jungla), y con una salud bastante debilitada (había estado alimentándose de
cangrejos, caracoles y ratas).
Llevaba
escondido en una cueva 27 años, tras la Batalla de Guam, pensando que la guerra
seguía y que debía él defender Guam por encima de todo.
En
sus propias palabras: e.3) Suicidio japonés
Es el 3º más
elevado del mundo (tras el de Groenlandia y Rusia), y no responde a cuestiones
climatológicas ni geográficas, sino a la pérdida del honor. De hecho, si en
el pasado las
causas de la pérdida del honor eran las deudas o deshonra de la mujer, hoy esas
causas siguen siendo similares: estrés, presión laboral o deshonra de la
mujer. Además, tanto en el pasado como en el presente, el japonés no se suicida llamando la atención. El suicidio es algo contemplado como normal, pero tiene que hacerse de forma discreta y casi sagrada, en el monte Fuji, considerado ya como el monte sagrado hacia el más allá.
Japón
lleva adelante una diplomacia sólida y de alianza con los EE.UU. La
alianza Japón-EE.UU, que se fortaleció durante los años pasados, es
un tema capital y significativo para ambos países.
Las
encuestas favorables de opinión muestran la confianza mutua entre los
ciudadanos de Japón y EE.UU. Esta relación se funda en intercambios
económicos, pero también culturales, y en el valioso apoyo entre las empresas
de ambos países.
Japón
es el principal aliado en la norteamericana lucha contra el
terrorismo. El 14
noviembre 2009, en reunión extraordinaria entre el presidente de los EE.UU,
Barack Obama, y el primer ministro japonés Yukio Hatoyama, presentaron
proyectos conjuntos: -de
oposición a los programas nucleares iraníes y coreanos,
En
cuanto a relaciones económicas, hoy se dice que la fricción económica puede
ser el problema principal. Tras la Crisis Financiera-2009, las relaciones económicas
están cambiando profundamente. En décadas pasadas, Japón tenía balanzas
financieras positivas de 60.000.000.000$ anuales con los EE.UU, pero a
cambio quedaba a su merced en los aspectos de política estratégica. Hoy, el
predominio financiero japonés ya no existe, y el actual premier japonés está
poniendo en cuestión la dependencia política norteamericana.
En
efecto, en décadas pasadas, las empresas japonesas en sectores como la
industria aumentaban las inversiones en EE.UU y trasladaban hasta allí
la infraestructura de producción. A cambio, 70.000 marines operaban en el Pacífico
sin limitación. De hecho, con controversias comerciales como la de la carne y
la naranja de los años de 1980, mandatarios de ambos países acababan diciendo que
“Japón y EE.UU comparten un destino común” y
aludían a la “relación Ron-Yasu”. f.1) Líneas de futuro
Siguiendo
el discurso de Hirofumi Nakasone, ministro de exteriores del Japón, en la 45ª conferencia empresarial
Japón-EE.UU, de finales de
2008, podemos entresacar posibles líneas de cooperación futura entre Japón y
EE.UU. El marco bancario, desde la Crisis Financiera-2009,
estará siempre latiendo
de fondo, como fantasma a evitar. Y cabe recordar que el entrante Taro Aso, ya ha manifestado sus
reservas al respecto (pues las relaciones “deben adaptarse a los tiempos”),
aunque el presidente Trump insista en “renovar los lazos” entre ambos países. Este futuro pasaría por: -evitar
la agitación global, demostrando la estrecha cooperación Japón-EE.UU, tanto en el sector privado como en el
público, Así, y entrando ya en el campo económico: -a
corto plazo, se deberían tomar medidas para reanimar la actividad comercial,
Este
diálogo bidireccional entre Japón y EE.UU tendría efectos concretos
sólo si se impulsa “el crecimiento económico a través de reformas”. Por último, no se debería olvidar la perspectiva regional. Asia-Pacífico es el primer centro de crecimiento de la economía mundial, y el desarrollo sustentable de esta región es esencial para la estabilidad global. Sería importante que los EE.UU y Japón fortalecieran aún más sus compromisos en esta región, dados los factores desestabilizadores de: -Corea
del Norte, en su aspecto político y militar, Madrid,
1 febrero 2021 |