VITA KAROLI MAGNI

 

Narrada por el mismo Eginardo,

cronista privado y público de Carlomagno

 


Bautismo real, costumbre merovingia que continuó el Imperio carolingio

Madrid, 1 marzo 2020
Manuel Arnaldos, historiador de Mercabá

            Eginardo nació el año 770[1] en el valle del Main, de una noble familia asentada en la parte oriental de los territorios francos. De niño había recibido una educación esmerada en el Monasterio de Fulda de San Bonifacio, especializándose con los monjes en el oficio de escriba, y trasladándose desde allí a la Escuela Palatina de Aquisgrán, bajo la dirección de Alcuino de York.

            Por sus cualidades intelectuales llegó a ganarse Eginardo el aprecio de la corte franca, siendo nombrado cronista privado por parte de Carlomagno el año 793, así como secretario imperial por parte de su hijo Luis I, y preceptor imperial por parte de su nieto Lotario I. Permaneció en los asuntos imperiales hasta el 829, año en que se retira de la corte[2] y se dedica a la administración de las abadías[3].

            Desempeñó Eginardo misiones diplomáticas ante el papa León III, y el año 806 fue él mismo en persona el que entregó el Acta de Thionville del mismo Carlomagno, por la que dividía el Imperio entre sus tres hijos.

            Las actividades de Eginardo fueron siempre de carácter artístico y cultural, tanto en la corte como fuera de ella. Sucedió en el cargo a Alcuino en la Escuela Palatina, y se dedicó por entero, entonces, a la enseñanza de la aritmética y al estudio de los clásicos latinos.

            Murió el año 840 en el Monasterio de Seligenstadt, tras haber contraído matrimonio con Enma, haber tenido un hijo llamado Vusino, y haber recibido los apodos de Beseleel[4] y Nardulus[5].

a) Contexto del Vita Karoli

            Tuvo por finalidad el Vita Karoli Magni de Eginardo mantener vivo el recuerdo del mayor rey de su época (Carlomagno), así como mostrar el profundo agradecimiento y afecto del autor hacia el que había sido su mentor. Al mismo tiempo, trata de ser veraz en los hechos narrados, ya que en la mayoría de ellos Eginardo fue testigo ocular.

            Su fecha de su composición debió oscilar entre los años 829 y 836, ya que una carta de esta época, que Lupo de Ferrieres escribió a Eginardo, alababa ya el estilo de la obra.

            Se trata de una obra, además, que puede ser incluida dentro del género hagiográfico, a modo de material que recoge los méritos excepcionales de Carlomagno, y que lo propone a nivel ejemplar de santidad para el resto de personas:

-por sus grandes virtudes,
-por su amor a la cultura,
-por su profunda religiosidad.

            Relata además de Carlomagno, y al modo épico de los césares de Roma:

-sus conquistas militares,
-su actividad política y administración del reino.

            En lo que se refiere al retrato y vida privada de Carlomagno, Eginardo utilizó los recuerdos personales que él había vivido en Aquisgrán, y los más de 40 años que había vivido en estrecha relación con Carlomagno y su familia.

            En la parte relativa a la actividad militar, política y administrativa, Eginardo siguió los Annales Regni Francorum escritos en latín, y que le aportaron una versión más completa de las experiencias que él ya tenía.

            En lo que se refiere a las dinastías merovingia y carolingia, Eginardo se basó en la Gesta Episcoporum Mettensibus de Pablo Diácono.

            Por último, es interesante constatar que también el De Vita Caesarum de Suetonio se encontraba en la biblioteca del monasterio de Fulda, donde Eginardo había estudiado en su juventud[6].

b) Contenido del Vita Karoli

            Consta el Vita Karoli Magni de Eginardo de 3 partes claramente diferenciadas:

1ª el contexto histórico, cap. I al IV, sobre el desmoronamiento de la dinastía merovingia franca, y su sustitución por la dinastía carolingia,
2ª la expansión carolingia, cap. V al XV, sobre las campañas militares desarrolladas por el ejército carolingio, comandadas por el propio Carlomagno,
3ª el esplendor carolingio, cap. XVI al XXX, sobre la administración e impulso renovador del Imperio carolingio, a nivel cultural, espiritual, artístico, filológico, de obras públicas...

            A lo que hay que añadir los incisos introducidos por Eginardo sobre la figura, espíritu y obra póstuma del principal autor de todo ello: Carlomagno, sobre todo en la 3ª parte y en los finales cap. XXXI al XXXIII.

            Algunos hechos relevantes que van a ir apareciendo en el Vita Karoli, y que ahora datamos cronológicamente, fueron:

-año 771: Campaña contra los aquitanos y gascones,
-año 772: Campaña contra los lombardos,
-año 773: Inicio de campaña contra los sajones,
-año 774: Conquista de Italia norte,
-año 778: Expedición a Hispania, y emboscada de Roncesvalles,
-año 786: Campaña contra los bretones,
-año 789: Campaña contra los eslavos,
-año 795: León III es elegido papa,
-año 800: Coronación de Carlomagno en Roma,
-año 813: Carlomagno nombra a Ludovico Pío su sucesor,
-año 814: Muerte de Carlomagno,
-año 823: Nacimiento de Carlos el Calvo, que dividió a los descendientes carolingios,
-años 830-839: Rebeliones de los hijos de Carlomagno,
-año 843: Tratado de Verdún, y división del Imperio carolingio.

b.1) Caída del reino merovingio

            Comienza Eginardo describiendo en su Vita Karoli la decadencia de Childerico III, último rey de la dinastía merovingia sobre el reino franco de Francia:

El rey merovingio Childerico hacía ya tiempo que carecía de todo vigor, y que no se distinguía por nada más que por esa vacía palabra rey. De hecho, del palacio a las asambleas públicas iba Childerico en un carro de bueyes, conducido por un boyero y a la manera rústica (Vita Karoli, I).

Al rey de la familia merovingia no le quedaba ya nada más que sentarse en el trono y oír a los embajadores que venían de todas partes y, cuando marchaban, entregarles las respuestas que se le habían indicado, desde la prefectura de la corte (Vita Karoli, I).

El prefecto de la corte, llamado Pipino, era el que proveía la administración del reino, y de todo lo que debía atenderse y disponerse, por dentro y por fuera y con poder supremo (Vita Karoli, I). Y todas las riquezas y poderío del reino se hallaban en manos de los intendentes del palacio, los mayordomos del prefecto (Vita Karoli, I).

            A lo que había que añadir las mayores aptitudes espirituales de Pipino el Breve, que hacen decantarse al papa Esteban II por la sustitución de Childerico III por Pipino, aunque éste no fuese de la familia merovingia, y perteneciese a otra casa nobiliaria franca:

Entonces Childerico fue depuesto, tonsurado y relegado a un monasterio por orden del pontífice romano Esteban (Vita Karoli, II), que lo relegó por Pipino y a éste lo elevó a la dignidad de rey de los francos (Vita Karoli, II).

Y es que su cargo no era hereditario sino honorífico y concedido por el papa, y debía ocuparlo de modo ilustre el que más destacase sobre los demás, por su ilustre linaje y la amplitud de sus riquezas (Vita Karoli, II).

b.2) Surgimiento del Reino carolingio

            Resume con brevedad Eginardo el reinado de Pipino III, primero de los reyes francos no merovingios e ilustre por haber iniciado la expansión carolingia hacia el exterior, así como por haber inculcado esas ideas en sus hijos:

Después que Pipino pasó de administrador de palacio a rey por la autoridad del pontífice de Roma, reinó sobre los francos durante 15 años, terminando una guerra contra Waifre, duque de Aquitania, que se había prolongado durante 9 años continuos, y muriendo en París de hidropesía (Vita Karoli, III).

            Tras cuya muerte, todavía con capital franca en París, tuvo lugar la sucesión de Pipino III, a partes iguales sobre cada uno de sus hijos, por decisión propia de Pipino y con visto bueno del papa:

Tuvo Pipino dos hijos, Carlos y Carlomán, a quienes, por voluntad divina, tocó la sucesión del reino a partes iguales, iniciando así una nueva dinastía entre los francos (Vita Karoli, III).

b.3) Ascenso de Carlomagno

            Tras 2 años de reino conjunto, se produce entonces la inesperada muerte de Carlomán, por motivos confusos y todavía sin resolver, y sin un heredero para su parte de herencia recibida:

A la muerte de Carlomán por enfermedad y al bienio de su reinado, su esposa e hijos junto con algunos que eran los primeros de entre sus grandes, huyeron a Italia, sin que existiera causa alguna, y más por sospecha que por peligro (Vita Karoli, III).

            Momento en que la asamblea franca de nobles se decide por la elección de Carlos como Carlos I o Carlomagno (el hermano de Carlomán) para ocupar la parte de herencia de su hermano, con poderes absolutos y sobre todo el territorio, ya unificado, de los francos:

A la muerte de Carlomán, Carlos fue nombrado rey por consentimiento de todos los francos (Vita Karoli, III). Un rey de cuya infancia no se sabía nada declarado ni escrito, pero que por por sus actos y costumbres podía justificarse a sí mismo (Vita Karoli, IV).

b.4) Fisonomía de Carlomagno

            Partió de una robusta personalidad, que Eginardo describe en su Vita Karoli desde los términos de parquedad y sobriedad, a todos los niveles y tanto hacia sí mismo como a sus cercanos e Imperio que forjará:

Carlos tuvo cuerpo amplio y robusto, de estatura elevada, ojos muy grandes, nariz mayor que la media y cabellos largos y blancos. Practicaba con asiduidad la equitación y la caza, y también se deleitaba con los vapores de las aguas termales, en su palacio de Aquisgrán (Vita Karoli, XXII).

Era Carlos parco en la comida y la bebida, y abominaba la ebriedad en cualquier hombre y los banquetes, que apenas ofrecía. No daba más que 3 sorbos al vino, pero a menudo se quejaba de que los ayunos podían ser dañosos para su cuerpo (Vita Karoli, XXIV).

            Personalidad de Carlomagno a la que Eginardo añadió sus gustos y costumbres, sobre todo su admiración por las hazañas culturales y cristianas de la Antigüedad:

Quiso siempre Carlos que en las cenas le leyeran las hazañas e historias de los antiguos, así como los libros de San Agustín, y en especial el titulado La ciudad de Dios (Vita Karoli, XXIV).

Cultivó con gran afán las artes liberales, y trató con la máxima veneración a los sabios de su época. Aprendió el latín como si fuese su lengua materna, y tuvo gusto siempre  por la astronomía y artes liberales (Vita Karoli, XXV).

            Gustos y costumbres que Eginardo completó mediante la descripción de su propia familia real, que él mismo decidió crear, y finalmente engendró:

Carlos tomó en matrimonio a Hildegarda, del pueblo de los suabos, y de ella tuvo 3 hijos (Carlos, Pipino y Luis) y otras tantas hijas (Rotruda, Berta y Gila). A la muerte de su mujer tuvo Carlos 4 concubinas: Madelgarda, Gersvinda, Regina y Adalinda. Su madre, Bertrada, envejeció junto a él rodeada de la máxima reverencia (Vita Karoli, XVIII).

b.5) Espiritualidad de Carlomagno

            Fue la 2ª cara de la moneda de Carlomagno, que se acopló su fisonomía y carácter físico de una manera formidable, en sus términos de celo, constancia y magnanimidad:

Practicó Carlos devotísimamente y con gran piedad la religión cristiana, en la que se educó desde la primera infancia. Frecuentaba infatigablemente la iglesia por la mañana y la tarde, e igualmente en los oficios de la noche y en el momento del sacrificio de la misa, mientras la salud se lo permitió. Y se cuidaba mucho de que todo lo que ocurría en ella se hiciera con la mayor honestidad (Vita Karoli, XXVI).

            Todo lo cual se enardecía con mayor brío cuando se trataba de Roma y el Romano Pontífice, que Carlomagno tuvo siempre como inspiradores y mentores de todas las obras que él en adelante emprenderá, tanto militares como arquitectónicas o diplomáticas:

Así mismo, cuando se le anunció el fallecimiento del romano pontífice Adriano, a quien consideraba el principal entre sus amigos, Carlos lloró como si hubiese perdido a un hermano o un hijo amadísimo (Vita Karoli, XIX).

Pues más que a los demás lugares sagrados y venerables distinguía Carlos a la iglesia del bienaventurado apóstol Pedro, en Roma, donándole muchas piedras preciosas y enviando a sus pontífices muchos e innumerables presentes (Vita Karoli, XXVII).

            A lo que añadió Carlomagno su sensibilidad por los pobres y peregrinos, a los que socorrió el monarca en todas las ocasiones en que tuvo oportunidad, o aunque ésta no se le presentase:

Amaba Carlos a los peregrinos y demostraba suma atención al recibirlos, de tal modo que no sin razón su gran número parecía una carga onerosa no sólo para el palacio sino también para el reino. Sin embargo, él, con su grandeza de ánimo, no se sentía molesto en absoluto por un peso de tal tipo, y elogiaba sus peregrinaciones (Vita Karoli, XXI).

Se mostró Carlos amante de la práctica del sustento de los pobres y la liberalidad gratuita, al punto de no conformarse con ocuparse de ello sólo en su patria y en su reino, sino también allende los mares, en Siria, Egipto, África, Jerusalén, Alejandría y Cartago, de donde le habían llegado noticias de la existencia de cristianos que vivían en la pobreza (Vita Karoli, XXVII).

b.6) Conquista de Aquitania

            Fue la 1ª de las guerras de expansión llevada por Carlomagno, sobre aquellos territorios cuya anexión ya había sido intentada por Pipino III, su padre:

De todas las guerras que llevó a cabo Carlos, la primera que emprendió fue la de Aquitania, comenzada, pero no terminada, por su padre, porque le parecía que podía concluirse rápidamente (Vita Karoli, V).

            La cual fue llevado a cabo por Carlomagno mediante la estrategia del destierro de su caudillo, y luego pedir por él su captura y capitulación:

Carlos obligó a dejar Aquitania y dirigirse a Gascuña a Hunoldo, quien después de la muerte de Waifre había intentado ocupar Aquitania (Vita Karoli, V). Y, después de atravesar el río Carona, ordenó al jefe de los gascones, Lobo, enviándole embajadores, que le entregara al refugiado, amenazándole con declararle la guerra si no cumplía su orden de inmediato (Vita Karoli, V).

            Jugada que le salió bien a Carlomagno, y le permitió apropiarse amistosamente de Aquitania y Gascuña al completo, bajo régimen de vasallaje:

Lobo, pensándolo mejor, no sólo entregó a Hunoldo sino también se sometió a la autoridad de Carlos junto con la provincia que gobernaba (Vita Karoli, V).

b.7) Conquista de Lombardía

            Había sido ya desechada por Pipino III por su complicada vía de acceso a los soldados francos, y eso que no había parado de pedírselo el papa Esteban I:

Fue una guerra contra los longobardos que ya había suplicado el papa Esteban a Pipino contra el rey Astulfo, y que éste había emprendido y cancelado con gran celeridad, a los pocos días del asedio de Pavía y por mostrarse contrarios a ello algunos francos (Vita Karoli, VI).

            Lo cual no fue obstáculo para que ésta fuese retomada por Carlomagno, no sin antes convencer a los francos de su necesidad[7], a pesar de no estar unida físicamente Lombardía a Francia, sino separada por una montaña inmarcesible:

En este caso, Carlos emprendió la guerra contra los longobardos una vez solucionadas las cosas en Aquitania, y no cejando hasta obtener la rendición de su rey Desiderio (Vita Karoli, VI).

Resultó difícil a Carlos esta empresa, sobre todo el entrar a Italia y la travesía de los Alpes. Pero con gran esfuerzo superaron los francos las cimas inaccesibles de los montes, las peñas que sobresalían elevándose al cielo y los ásperos escollos (Vita Karoli, VI).

            Se trató de una conquista larga y costosa, dada la resistencia de las estructuras lombardas y de la amplitud de su territorio, con conexiones de resistencia entre unos sitios y otros:

Tras un largo asedio a Pavía, obligó Carlos al rey Desiderio a marcharse de su reino, junto a su hijo Adalgiso, hacia quien parecían inclinarse las esperanzas de todos (Vita Karoli, VI).

Tras lo cual sometió el ducado de Friul, cuyo prefecto Rodgaud intrigaba para rebelarse (Vita Karoli, VI).

            Tras la cual impuso la ley marcial Carlomagno a toda la población lombarda, obligando a la devolución de todo lo robado a Roma y bajo régimen de sumisión:

Ordenó Carlos a los longobardos que restituyeran a los romanos todo lo que les habían arrebatado, incluido el patrimonio que sus reyes habían usurpado a Adriano, cabeza de la Iglesia romana (Vita Karoli, VI).

Con todo, el fin de esta guerra fue la sumisión de Italia (Vita Karoli, VI).

b.8) Conquista de Sajonia

            Fue llevada a cabo por la cercanía de fronteras que tenía el reino carolingio respecto a los pueblos bárbaros de la Sajonia, con el peligro real y diario que eso suponía para la paz y seguridad del reino franco:

Existían contra los sajones causas que podían turbar cada día la paz. En especial, el hecho de que nuestras fronteras y las de ellos estaban contiguas y casi en todas partes en lugar llano, salvo unos pocos lugares en los que, o grandes bosques o las cimas de las montañas interpuestas, delimitan con claridad los campos de unos y otros (Vita Karoli, VII).

En todas esas partes no cesaban de producirse matanzas, robos e incendios recíprocos. Con todo esto, los francos terminaron por irritarse tanto que ya no juzgaron suficiente devolver las ofensas, sino emprender contra ellos una guerra abierta (Vita Karoli, VII).

            Se trató de la hora de la verdad para el ejército carolingio. Y no tanto por las estructuras defensivas de la Sajonia, sino por la naturaleza feroz de los sajones, mucho más guerrera y violenta que la naturaleza franca:

La guerra sajona fue la más larga, atroz y penosa de las que el pueblo de los francos nunca emprendió, y parecía no tener final (Vita Karoli, VII).

Esto sucedió porque los sajones, como casi todos los pueblos que habitan Germania, era feroces por naturaleza, entregados al culto de los demonios y adversarios de nuestra religión. Y no consideraban deshonesto violar o transgredir lo que hiciera falta, turbando cada día la paz (Vita Karoli, VII).

            Se trató de una guerra que duró más de 33 años de ataques y revueltas, entre perfidias y traiciones, deportaciones y sacrilegios, conjuras y engaños... y agotamiento de los unos y los otros, con más que perder para los francos:

Así pues, se les declaró la guerra a los sajones, que se llevó a cabo con grandes pérdidas para ambos lados, durante 33 años ininterrumpidos (Vita Karoli, VII).

Hubiera podido terminar antes, si la perfidia de los sajones lo hubiera permitido. Pues a veces estaban los sajones tan dominados y debilitados, que hasta prometían abandonar el culto de los demonios y someterse a la religión cristiana. Pero, así como a veces se mostraban inclinados a hacerlo, igualmente estuvieron siempre dispuestos a quebrantar sus juramentos, volviendo otra vez a la guerra (Vita Karoli, VII).

            Hasta que Carlomagno entra con todas sus huestes y fuerzas en Sajonia, a un todo o nada decisivo, y logra engañar a los sajones para que entablen con él una batalla final y decisiva a campo abierto, que resolviera el entuerto de una vez por todas, entre francos y sajones:

La magnanimidad del rey Carlos, y su perpetua constancia en las circunstancias adversas, no podía ser vencida por la mutabilidad de sus enemigos (Vita Karoli, VII).

Y poniéndose él mismo al frente de todo su ejército, junto con todos los condes y deportados, y 10.000 hombres que habitaban las orillas del Elba, junto a sus mujeres e hijos, partió de la Galia a Germania (Vita Karoli, VII)

Al entrar en Germania, distribuyó a sus combatientes en pequeños grupos, proponiendo a los enemigos acabar con tantos años de guerra de una vez por todas, y formar al fin del resultado un sólo pueblo (Vita Karoli, VII).

            Batalla que finalmente pudo producirse en torno al monte Osning, y que tuvo sus 2 episodios de batalla de Thetmold (en plena montaña) y batalla de Haase (junto al río), ambas en el mismo recinto y a escasos días de diferencia, ambas sangrientas y desgarradoras por ambos lados, y ambas con victoria carolingia:

Durante esta entrada en Germania de Carlos, logró dar batalla al enemigo en dos ocasiones: una vez cerca del monte que se denomina Osning, en un lugar llamado Thetmold, y otra junto al río Haase. Y ambas en el mismo mes, con pocos días de diferencia (Vita Karoli, VIII).

En estas dos batallas los enemigos fueron derrotados y desbaratados de tal modo que, con posterioridad a ellas, no osaron ya provocar al rey, ni oponerle resistencia en su avance (Vita Karoli, VIII). En ellas perecieron tantos hombres de los nobles francos como de los sajones, y algunos de los que desempeñaban altos cargos (Vita Karoli, VIII).

            Tras la victoria carolingia, impuso Carlomagno la ley del perdón al pueblo sajón, subsanando lo ocurrido a cambio de su completa conversión a la fe, e imponiendo para toda Alemania un régimen de amistad:

Tras lo cual se hizo Carlos con toda la Germania, y comenzó a fortificar sus lugares y a proteger a toda su población (Vita Karoli, VIII).

Ellos abjuraron tras tantos años su culto a los demonios, abandonaron sus ceremonias patrias y adoptaron los sacramentos de la fe cristiana, empezando a formar con los francos un solo pueblo (Vita Karoli, VIII).

b.9) Conquista de los Pirineos

            Tuvo lugar como campaña de apoyo a los cristianos hispanos que allí luchaban contra los moros de Al Andalus, y establecimiento de una marca hispana de resistencia al Islam, que hiciese de espacio intermedio separador respecto al Imperio carolingio:

Mientras combatía contra los sajones asiduamente y casi sin interrupción, y tras disponer guarniciones en lugares convenientes de sus confines, Carlos decidió atacar la tierra de España con él mayor aparato bélico que le era posible (Vita Karoli, IX).

Atravesado el obstáculo de los Pirineos, fue recibiendo el ejército de Carlos la sumisión de todos los castillos y plazas fuertes que iba encontrando en su camino (Vita Karoli, IX).

            Lo cual no se vio libre de los imprevistos, como el ofrecido por el pillaje vasco sobre las guarniciones francas, que el ejército carolingio llevaba en retaguardia en su camino de vuelta a Francia:

Iniciado el ejército de Carlos su camino de retorno, le tocó en suerte experimentar algo de la perfidia vasca. Pues como el ejército marchara desplegado en largas filas, según lo exigía la estrechez del lugar, los vascos, tendiendo una emboscada en la parte más elevada de la montaña y el espesor de los bosques, se precipitaron a la hondonada (Vita Karoli, IX).

Atacando los vascos la retaguardia que portaba el ejército, la impedimenta y a quienes cubrían la marcha del grueso del ejército, trabaron combate con ellos hasta apoderarse de los bagajes. Hasta que cayó la noche y se dispersaron con la mayor rapidez en diversas direcciones (Vita Karoli, IX).

En esta batalla resultaron muertos Egiardo, senescal real, el conde de palacio Anselmo y Rolando, duque de la marca de Bretaña (Vita Karoli, IX).

b.10) Conquista de Bretaña

            Alargó la extensión del reino carolingio hasta el Atlántico, evitando así futuros focos de desobediencia ante las largas distancias respecto a la capital y corte franca:

Sometió también Carlos a los bretones, quienes habitaban en el occidente y en una de las zonas extremas de la Galia, junto a las riberas del océano. Y por eso no obedecían (Vita Karoli, X).

            Lo cual fue llevado a cabo mediante una aleccionadora expedición de castigo, que infundió miedo a los bretones y les obligó a cumplir el régimen de cooperación establecido:

Así, pues, envió Carlos una expedición contra ellos, que les obligó a entregar rehenes y a prometer que en lo sucesivo harían lo que se les ordenara (Vita Karoli, X).

b.11) Conquista del Tirrénico

            Alargó la extensión del reino carolingio hacia el sur de Italia, bajo la idea de Carlomagno de crear un cinturón de seguridad en torno a la ciudad de Roma, y poner en vilo a los habitantes de todos aquellos territorios, mediante el recurso a la amenaza:

Entró luego el rey en persona con su ejército en Italia, atravesando Roma y dirigiéndose a Capua, ciudad de Campania. Una vez llegado allí, y tras haber acampado, amenazó a los habitantes de Benevento con la guerra, si no se le rendían (Vita Karoli, X).

El jefe de los beneventos, Aragiso, conjuró el peligro enviando al encuentro del rey a sus hijos Romualdo y Grimaldo, con una gran suma de dinero y rogándole que recibiera a los nombrados como rehenes. También prometió Aragiso que él y su pueblo cumplirían con lo que se les mandara (Vita Karoli, X).

            Tras lo cual, y en vista de la positiva respuesta recibida, entabló Carlos con los territorios de Campania y Benevento un régimen de cordialidad, e intercambio mutuo de beneficios:

El rey Carlos, por consideración al interés del pueblo benevento antes que a la obstinación, aceptó los rehenes y concedió favores especiales a Aragiso. Tras lo cual veneró los santos lugares de Roma y regresó a la Galia (Vita Karoli, X).

b.12) Conquista de Baviera

            Surgió como reacción a los desterrados por Carlomagno tras la conquista de Alemania, que habían decidido formar una rebelión de desterrados contra el nuevo orden franco establecido, en la zona sur alemana:

Después estalló repentinamente la guerra en Baviera, producto de la soberbia del duque Tasilón, quien, animado por su esposa (hija del rey Desiderio, que quería vengar el exilio de su padre por parte de Carlos), pactó con los hunos no sólo la desobediencia a Carlos, sino la guerra (Vita Karoli, XI).

            Rebelión ante la cual reaccionó Carlomagno de ipso facto, presentándose él en persona con el grueso de su propio ejército, a orillas del río Lech y con intención de poner bajo sitio a las poblaciones bávaras:

Convocó Carlos a sus tropas de todas partes, y las dirigió en persona al río Lech (que separa a los bávaros de los alamanes) con un gran ejército, para atacar Baviera, estableciendo su campamento a orillas del mismo (Vita Karoli, XI).

            Tras lo cual se produjo el desmoronamiento de los sublevados, ante las graves penas que se le venían encima, y decidieron pactar la paz bajo régimen de fidelidad:

Entonces Tasilón, considerando que no sería de utilidad empecinarse en seguir con las acciones, se presentó al rey Carlos como suplicante, entregó los rehenes que se le ordenaban y a su hijo Teodón, y prestó además juramento de fidelidad. Y así se puso rapidísimo fin a una guerra (Vita Karoli, XI).

b.13) Conquista del Báltico

            Fue provocada por los constantes desórdenes originados en el entorno de la península de Jutlandia, a raíz de las incursiones realizadas por algunas tribus eslavas (orientales, y venidas de fuera de las fronteras carolingias) contra las tribus federadas del reino carolingio:

Entonces los eslavos, que así mismos se llaman velátabos, empezaron a hacer frecuentes incursiones contra los abodritos, antiguamente aliados de los francos, alrededor del golfo que va del océano occidental hacia el oriental, en una amplitud de cien mil pasos (Vita Karoli, XII).

Esto provocó el desorden en la zona, entre los daneses y suecos (a los que llamamos normandos), en la parte occidental del golfo, y entre los estes y otros pueblos en la parte oriental (Vita Karoli, XII).

            Lo cual fue resuelto por Carlomagno con el propio apoyo de sus tribus federadas, a las que coaligó y lideró personalmente, con posterior aniquilamiento de los eslavos:

Con sólo una expedición, que el rey Carlos comandó personalmente, con la ayuda de tropas auxiliares de sajones, los velátabos quedaron aniquilados y vencidos, de tal forma que con posterioridad nunca pensaron en negarse a cumplir sus órdenes (Vita Karoli, XII).

            Tras lo cual dirigió entonces sus miradas hacia los normandos, que en la zona de Calais se dedicaban a la práctica de la piratería contra las poblaciones germánicas federadas, con ideales y prácticas de sometimiento a los federados carolingios:

Dirigió entonces Carlos sus campañas hacia los normandos, que así mismos se llaman daneses, y que no paraban de practicar la piratería y devastar con su poderosa flota las costas de Calia y Germania (Vita Karoli, XIV).

Y también porque su rey Godofrido se había llenado de la esperanza de hacerse con Frisia y Sajonia, como provincias de su propiedad (Vita Karoli, XIV).

            Situación que que fue solventada por Carlomagno mediante el complot y asesinato de su rey Godofrido, y posterior sometimiento tributario de los normandos:

Hasta que la muerte de Godofrido, a manos de uno de sus guardianes, aceleró el fin de su vida, y de la guerra que había empezado. Así fueron sometidos los normandos, y hechos tributarios del rey Carlos (Vita Karoli, XIV).

b.14) Conquista de los Balcanes

            Se trató de una conquista incruenta y de larga distancia, que alargó el Imperio carolingio todavía más, con el objetivo de poner su frontera oriental en Panonia, antiguo y todavía presente feudo de los hunos:

Contra los avaros y hunos emprendió Carlos la mayor de sus campañas, salvo la que emprendiera contra los sajones. Una guerra incruenta que costó numeroso ánimo y recursos, y cuya sangre derramada durante 8 años lo atestigua Panonia, que quedó vacía de todo habitante (Vita Karoli, XIII).

            Frente y frontera oriental que logró abrir el propio Carlomagno en persona, aunque dejara su establecimiento y consolidación en manos de todo un aparato imperial articulado a la perfección, dadas las distancias:

Sólo realizó Carlos una campaña personal contra Panonia, dejando que se encargaran de las restantes batallas sus hijos y los prefectos de las provincias, junto a los condes y legados, bajo la dirección de Carlos el Joven (Vita Karoli, XIII).

            Hasta que a los 8 años consiguió el Imperio carolingio la victoria final y el establecimiento de la fronteras, con genocidio y desvalijamiento de los hunos incluido, y eliminación de los futuros peligros e infiltraciones:

Toda la nobleza de los hunos pereció en esta guerra, y toda su gloria se desmoronó, así como sus tribus aliadas de bohemos y linones (Vita Karoli, XIII).

Su palacio real del khagan fue vaciado y arrasado, y toda su riqueza y tesoros del pasado se convirtieron en botín. Los francos se hicieron con enormes cantidades de oro y plata, y de todos los despojos que durante siglos los hunos habían ido robando de sus combates (Vita Karoli, XIII).

b.15) Consolidación del Imperio carolingio

            Tras haber descrito una a una todas las campañas y conquistas llevadas a cabo por Carlomagno, Eginardo dedica la 2ª parte de su Vita Karoli Magni a la descripción administrativa y espiritual del Imperio carolingio, comenzando por la enumeración de provincias carolingias conseguidas por las buenas o las malas por parte del monarca:

Durante 47 años amplió el rey Carlos el reino de los francos, dominando la Galia, el Rin, el Loira, el océano y el mar Balear, la Sajonia, el Danubio y el Saale, que separa a los turingios de los sorabos, y a los alamanes y bávaros. Así mismo, logró la anexión de Aquitania, Gascuña, toda la cadena de los montes Pirineos y la zona que llega hasta el río Ebro. Añadió toda la Italia, de Aosta hasta la Calabria inferior y con una longitud de más de un millón de pasos. Añadió ambas Panonias, la Dacia, Istria y también Liburnia y Dalmacia, excepción hecha de las ciudades marítimas que concedió al emperador de Constantinopla en razón de su amistad y del acuerdo alcanzado con él (Vita Karoli, XV).

            Con mención especial al sometimiento que tuvo que hacer de los pueblos germánicos, a lo largo de 33 años y que fue su auténtica causa de desgaste personal:

Sometió Carlos a todos los pueblos bárbaros y feroces, muy semejantes por su lengua pero absolutamente distintos por costumbres y forma de vida, que habitan en Germania y los principales de ellos que son los sajones, los velátabos, los sorabos, los abodritas y los bohemos (Vita Karoli, XV).

b.16) Gobierno del Imperio carolingio

            Contó con un ligero y mínimo aparato legislativo común, que sirviese para que los francos se adaptasen a la nueva situación, así como para que los nuevos pueblos conquistados se fuesen integrando en la administración de los francos:

Carlos trató de hacer coherente lo discrepante entre todos los pueblos sometidos a su dominio, pues tanto éstos como los francos tenían leyes muy diferentes en muchísimos puntos. Para ello, corrigió los errores y las faltas de redacción, agregando nada más que algunos pocos artículos a las antiguas leyes de los francos (Vita Karoli, XXIX).

            Así como contó con un largo y máximo aparato cultural, común y diversificado, que revalorizase tanto las hazañas culturales de los bárbaros como las de los francos:

Dio nombre Carlos a los meses del año, ya que antes de entonces se llamaban en parte con nombres latinos y en parte con nombres bárbaros (Vita Karoli, XXIX). Y también dio principio a una gramática de su lengua materna (Vita Karoli, XXIX).

Igualmente ordenó transcribir los antiquísimos poemas bárbaros, en los que se cantaban los actos y las guerras de los antiguos reyes, para que su recuerdo no se perdiese (Vita Karoli, XXIX).

b.17) Relaciones diplomáticas del Imperio carolingio

            Fueron realizadas por Carlomagno, a juicio y descripción de Eginardo, de la manera más fiable posible, tanto

Se vinculó estrechamente Carlos con Alfonso, rey de Asturias y Galicia (Vita Karoli, XVI), consiguió que los reyes escoceses se inclinaran a su voluntad (Vita Karoli, XVI), mantuvo concordia en la amistad con el rey de los persas, Harun (Vita Karoli, XVI) y despachó embajadas con los emperadores de Constantinopla, Nicéforo, Miguel y León (Vita Karoli, XVI).

            Con mención especial al tratado con Bizancio que tuvo que atar bien atado Carlomagno, dadas las sospechas de los griegos ante un nuevo Imperio de los romanos:

Como los bizantinos sintieran fuertes sospechas de Carlos, por haber tomado el título de emperador, como si quisiera arrancarles el imperio, concluyó con ellos un solidísimo tratado, para que no quedara entre las partes ninguna ocasión de agravio (Vita Karoli, XVI).

            Así como con mención especial al tratado con Persia, en que Carlomagno consiguió la custodia de los santos lugares a cambio de grandes sumas de dinero:

Permitió el rey Harun que los sitios sagrados de nuestro Salvador fuesen colocados bajo la autoridad de Carlos, a cambio de enviarle embajadores cargados de enormes regalos para él, como tejidos, perfumes y otras riquezas (Vita Karoli, XVI).

b.18) Ornamentación del Imperio carolingio

            Fue llevada a cabo por Carlomagno bajo las coordenadas de utilidad y decoro, en todas partes por igual y de la manera más robusta posible, con el objetivo de dar grandiosidad al naciente Imperio carolingio. Lo cual comenzó por la ejecución de obras públicas, tanto terrestres como navales:

Inició Carlos y acabó las obras del puente sobre el Rin en Maguncia, de 500 pasos de longitud (Vita Karoli, XVII), dos palacios de admirable arquitectura, uno en Ingelheim, cerca de Maguncia, y otro en Nimega, sobre el río Waal (Vita Karoli, XVII).

Desde la guerra contra los normandos, armó Carlos una flota para emplear en la guerra, construyendo para ese fin numerosas naves junto a los ríos y en el océano septentrional y colocando puestos de guardia en todos los puertos y desembocaduras de los ríos, con sus centinelas (Vita Karoli, XVII).

            Con mención especial a los arzobispados eclesiásticos, de los cuales tomó nota personalmente Carlomagno, y en los cuales se ocupó y preocupó:

Pero sobre todo tomó nota de las casas de Dios que en todas partes de su reino se encontraban en ruinas, y ordenó a los pontífices y prelados a cuyo cargo estaban que las restauraran, preocupándose, a través de sus enviados, de que sus órdenes fuesen cumplidas (Vita Karoli, XVII).

b.19) Continuidad del Imperio carolingio

            Comenzó con la elección de Luis I, o Ludovico Pío, como sucesor de Carlos I o Carlomagno, como único poseedor de todos los reinos y territorios conquistados, y ahora unidos bajo nombre de Imperio carolingio:

Al final de su vida, como le doblegara el peso de la enfermedad y la vejez, hizo llamar Carlos a su presencia a su hijo Luis, el único de los hijos de Hildegarda que le quedaba. Congregados en asamblea general los principales de todo el reino de los francos, por consejo de todos le nombró heredero del título imperial. Luego, imponiéndole la diadema en la cabeza, ordenó que se le llamara augusto y emperador (Vita Karoli, XXX).

            Y continuó con el testamento carolingio, dejado por Carlomagno para la administración del reino que debían hacer sus sucesores, el año 811 y cuando veía que le quedaba poco tiempo de vida:

El año 811 de nuestro Señor Jesucristo, y 43 de su reinado, hizo Carlos la partición de sus bienes, mobiliario, dinero, tesoros y vestidos, en presencia de sus servidores y amigos, a modo de testamento (Vita Karoli, XXXIII).

Las disposiciones eran que todo se dividiese en 3 partes, cada una de ellas divididas en 21 subpartes, para las 21 capitales metropolitanas de su reino. La 1ª parte iría destinada a la iglesia, a repartir por sus 21 arzobispos; la 2ª iría destinada a las necesidades cotidianas, a repartir por sus sucesores, y la 3ª al socorro de los pobres, a repartir por el pontífice de Roma (Vita Karoli, XXXIII).

Los nombres de estas metrópolis son Roma, Ravena, Milán, Cividale, Orad, Colonia, Maguncia, Salzburgo, Tréveris, Sens, Besanzón, Lyon, Rúan, Reims, Arles, Vienne, Tarantaise, Embrun, Burdeos, Tours y Bourges (Vita Karoli, XXXIII).

c) Comentario del Vita Karoli

            La historia no fue una ciencia con entidad propia en la Alta Edad Media, sino que estuvo presente en los métodos de estudio eclesiales (trivium y quadrivium) como suplemento de la Gramática y Retórica, y como ejemplo de lo que se debía seguir o evitar.

            Y es que desde Agustín y su De Civitate Dei, la ciudad de Dios y la ciudad del mundo habían venido a enfrentarse, no introduciendo el determinismo en la historia, pero sí con absoluto libre albedrío del hombre para actuar. De hecho, y bajo la idea de dejar el asunto resuelto, Ororio tuvo que recoger y describir, en su Adversus contra Paganus, los 4 grandes imperios de la historia:

-explicando por qué los cristianos no estuvieron a favor de la caída de Roma,
-entregando el testigo de la historia a los pueblos bárbaros
[8].

           Veamos, por tanto, en qué consistió, y los hilos que movió, esta historiografía de la alta edad medieval, a nivel general. Para pasar luego a analizar el concepto de historia que movió al propio Eginardo, como historiografía subyacente de su Vita Karoli Magni, sobre la obra y legado dejado de la época del emperador Carlomagno.

c.1) Historiografía alto-medieval

            Fue puesta por escrito:

-por un grupo de personas muy concreto, el clero y las cortes palaciegas,
-para el público popular, introduciendo elementos historicistas,
-introduciendo formas poéticas, para memorizar,
-siempre por las mismas vías, como los Cantares de Gesta, Romanceros...

            Utilizó los géneros, según Isidoro de Sevilla, de:

-las Historiae, escritas por autores contemporáneos, o testigos de aquello que se narraba,
-los Annales, que relataban sucesos anteriores a la época del escritor,
-las Chronicas, que relataban fechas a las que se añadían los hechos acaecidos.

            Recurrió a las fuentes de:

-la tradición oral, contrastando lo que contaban los soldados de las batallas, los cortesanos del rey...
-el testimonio ocular, muchas veces in situ y en el lugar y momento de los hechos,
-los archivos escritos, tanto de escritores primarios como de bibliotecas o comentaristas de la época.

            Dató la cronología, en todas sus obras escritas, desde:

-la creación del mundo, desde Eusebio de Cesarea y Orosio[9],
-el nacimiento de Cristo, después de la reforma gregoriana.

            Contó con los historiadores, y fuentes de historiadores que acabaron siendo, de:

-Isidoro de Sevilla, que en su Historia Gothorum narró las crónicas de Hispania y de los pueblos visigodos, suevos y vándalos;
-Beda el Venerable, que en su Historia ecclesiastica Anglorum narró las crónicas de las Islas Británicas y de los pueblos sajones, anglos, jutos y bretones,
-Gregorio de Tours, que en su Historia Francorum narró las crónicas de las Galias y de los pueblos merovingios, francos y germanos,
-Pablo el Diácono, que en su Historia gentis Langobardorum narró las crónicas de Italia de y de los pueblos ostrogodos y lombardos.

c.2) Historiografía del Vita Karoli

            Se trató de una obra en la que Eginardo antepuso la personalidad del personaje principal (Carlomagno) a la narración propia de la obra narrada (la expansión del Imperio carolingio).

            En cuanto a los hilos subyacentes, o ideología que intentó plasmar Eginardo, copió éste el modelo de las biografías suetonianas de su De Vita Caesarum, según los patrones de:

-orígenes familiares, sobre los antepasados, así como su nacimiento, infancia y juventud,
-retrato físico y psicológico, con perfil imperial más que real,
-vida política, incluyendo sus campañas militares y obras públicas,
-muerte, presagios y funerales, aunque éstos se hayan omitido en este resumen (cap. XXXI y XXXII) por motivos de universalidad.

            Así, pues, tendríamos en Vita Karoli Magni la estructura de:

-prefacio, con los motivos que habían llevado a escribir la obra, garantizando además la veracidad,
-caída merovingia y ascenso carolingio, donde se menciona a los reyes holgazanes, a Carlos Martel, a Pipino el Breve y a sus hijos,
-conquistas de Carlomagno, donde se narra las campañas aquitana, lombarda, sajona, hispana, bretona, welataba, avara y danesa,
-límites imperiales y relaciones exteriores, con el rey de Galicia y de Asturias, con el rey de los persas, y con el emperador de Constantinopla,
-obras públicas y defensa marítima, como palacios, edificios, y flota de guerra,
-retrato físico y psicológico de Carlomagno, destacando su robustez
[10], firmeza[11], moderación[12], religiosidad[13],
-muerte, presagios y reparto de bienes, con presagios inverosímiles
[14], testamento[15] y causas de su muerte[16].

            En cuanto a otras obras de Eginardo, que como paralelismos también reflejan la finalidad propagandística de su Vita Karoli Magni, tendríamos su:

-Translatio et miracula sanctorum Marcellini et Petri, en la que narraba Eginardo el traslado a Roma de los restos de estos santos, y de los numerosos milagros acaecidos por su intercesión,
-Quaestio de adoranda Cruce, en la que elaboraba Eginardo un tratado teológico dirigido a Lupo de Ferrieres, sobre el culto a la representación iconográfica de Dios, centrando el tema en la adoración de la cruz.

           También dejó Eginardo más de 50 epístolas a los alumnos de su Escuela Palatina de Aquisgrán, con reflejos continuos al Vita Karoli Magni, y que desde el año 823 pasaron a ser materia de estudio curricular. Reflejos que más tarde pondría por escrito y desde los recuerdos en su Vita Karoli, del 829 al 836, y mientras se daba al descanso en su última etapa de la vida, residiendo en Seligenstadt.

 

Madrid, 1 marzo 2020
Mercabá, artículos de Cultura y Sociedad

________

[1] HALPHEN se inclina hacia el 775 (cf. HALPHEN, L; Einhard, Vie de Charlemagne, ed. Belles Letres, París 1967, p. 5).

[2] Parece ser que motivado por el enfrentamiento entre LUDOVICO y LOTARIO, por el reparto de tierras.

[3] Fundando alguna nueva más, como la abadía de Seligenstadt.

[4] Personaje de la Biblia que fue inspirado por Dios para custodiar el Arca de la Alianza (cf. Exodo 31, 2-35).

[5] Diminutivo de EGINARDO.

[6] cf. WAITZ, G; “Einhardi Vita Karoli Magni”, en MGH, SRG, XXV, Hannover 1911, p. 6.

[7] Como el propio EGINARDO recuerda en sus escritos, al decir que “podría estar aquí escribiendo cuan difícil esto resultó, si no es porque tuviera que escribir más de la vida de Carlos que de las guerras que llevó a cabo” (cf. EGINARDO, Vita Karoli Magni, 6).

[8] Para que escriban ellos sus propias historias.

[9] OROSIO, por ejemplo, establece:

-4.000 años desde Adán a Abraham,
-2.000 años desde Abraham a Cristo.

[10] Altura física que contrastaba con su cuello corto, pero que le hacía alcanzar dignidad ante los enemigos.

[11] Como la mantenida por CARLOMAGNO, al soportar la envidia de su hermano CARLOMAN.

[12] Como la mantenida en sus relaciones con el papa, y llevada a cabo para establecer el orden cristiano imperial.

[13] Que le llevó a hacer de su Capilla Palatina de Aquisgrán su centro de operaciones, acudiendo diariamente a los oficios litúrgicos.

[14] Como fueron supuestamente el eclipse de luna y sol, el hundimiento del pórtico de una Iglesia, el hundimiento del puente del río Rihn, y los temblores de un terremoto por el que sufrió graves daños el palacio de Aquisgrán.

[15] Repartiendo su herencia a sus hijos, a la Iglesia y al papa, a cada uno con significado y mensaje incluido, y pensando cada uno de los dones para su destinatario adecuado.

[16] A los 72 años de edad, y a causa de una pleuresía.