Ayudar a chicas de la calle con problemas
Somos las Religiosas Adoratrices del Santísimo Sacramento y de la Caridad, una congregación fundada en Madrid en 1856 por Santa María Micaela para servir a Dios y a las mujeres en contextos de prostitución y otras situaciones de violencia. Nuestra congregación está conformada por mujeres que viven en comunidad y ofrecen su vida en torno a una misma misión: liberar, promover e integrar a las mujeres en situaciones de prostitución, trata y violencia. Es decir, nos dedicamos al acompañamiento, promoción e integración, tanto personal como psicosocial, de todas esas mujeres que viven en contextos de prostitución, son víctimas de trata o están expuestas a otras formas de explotación. La identidad adoratriz se cimenta bajo dos pilares fundamentales: la adoración y la liberación. En la adoración eucarística descubrimos la base de nuestra vida espiritual, el poder transformador de Jesús y su amor como principio de todo. Desde esta experiencia eucarística, y a través de este encuentro personal con Jesús, descubrimos su presencia en la cotidianeidad de la vida, y con él nos comprometemos en la transformación del mundo, en una tarea de liberación que es el eje de nuestro servicio y acción. Ser adoratriz es una llamada a vivir en comunidad, sabiendo que el alimento espiritual es el que nos aporta la fuerza necesaria para seguir día a día con nuestra misión. Jesús Eucaristía es el centro de nuestra vida, y tanto las religiosas como laicas adoratrices compartimos un mismo rumbo en nuestras vidas, como cuerpo congregacional que vive su carisma en común. Del carisma adoratriz se nutre hoy un amplio número de proyectos sociales y comunidades de apoyo a lo largo y ancho del mundo, brindando atención y apoyo a las mujeres. Las adoratrices nos acercamos a ellas con respeto a su libertad y dignidad personal, y nos ponemos a su disposición a través de la escucha y comprensión. En 165 años nuestra congregación se ha ido expandiendo por todo el mundo. El salto a América ocurrió en 1910, y años más tarde extendimos la misión al continente asiático (1928) y africano (1933), abarcando así los cuatro continentes. Hoy en día, contamos con las provincias de Europa, África, América y Asia (ésta, subdividida en Kolkata, Mumbai y Japón). .
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