Cuidar y querer a los ancianos desamparados
Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados somos una congregación religiosa, fundada en 1873 por Santa Teresa Jornet, que nos dedicamos a ofrecer nuestro hogar y cariño a los ancianos que no pueden valerse por sí mismos. Hoy en día, asistimos a más de 20.000 ancianos en 204 asilos repartidos por 22 países. Nuestro fin primordial es el seguimiento cercano de Jesucristo, con total dedicación a Dios como amor supremo. De hecho, formamos parte del numeroso grupo de cristianos que profesan los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia. Nuestro fin específico es acoger, en un ambiente de familia, a los ancianos más vulnerables, para atenderles en todas sus necesidades: materiales, espirituales y afectivas. Es decir, "cuidamos los cuerpos para salvar las almas", como nos dejó consignado Santa Teresa Jornet. Las hermanitas hemos sido llamadas a hacer de nuestra vida una gozosa donación de amor. Hemos sido llamadas a hacerlo al estilo de Cristo, y de ese "amor que arde en llamas y en pureza", como decía Santa Teresa. La presencia de Cristo es, por tanto, lo que ilumina y da sentido pleno a nuestras vidas. Él es quien nos configura a sí mismo, y nos hace plenamente felices. Las hermanitas tratamos de responder a Jesús con nuestra propia pequeñez, con nuestro corazón y con todo lo que somos y tenemos, dándole nuestro sí donde él lo pida. En concreto, él nos pide que lo hagamos a través de los ancianos. Todo lo que hacemos, por tanto, va dirigido a ellos, buscándoles siempre lo mejor. Durante más de 150 años lo hemos hecho así, con una entrega incondicional año a año, día a día, hora a hora. Además de nuestra formación religiosa, las hermanitas también cuidamos nuestra profesionalidad técnica. Todas disponemos del título de Auxiliar de Enfermería, y cada vez hay más hermanas que cuentan también con carreras universitarias. Las hermanitas completamos periódicamente nuestra titulación sanitaria a través de cursos superiores, para estar siempre actualizadas en cuanto a las alteraciones fisiológicas, cognitivas, psico-conductuales... asociadas al deterioro propio de la edad. Contamos, además, con muchos profesionales que nos ayudan, tanto holísticamente como en servicios de animación. Cuidar, acompañar, abrazar... Esa es nuestra vida, y todo lo mejor que somos y tenemos para que los ancianos desamparados estén felices y lo mejor atendidos, bajo la protección de la Virgen María, San José y Santa Marta. .
|