Dar la vida por el evangelio, en el corazón de África

Harar,.12.mayo.2025
Tesfaye
.Tadesse,.superior
.general.de.Combonianos

         Los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús somos una familia de sacerdotes y laicos que consagramos nuestra vida al anuncio del evangelio a todos los pueblos, viviendo junto a los más necesitados, descartados y marginados. Entre ellos promovemos la dignidad de toda persona humana, la defensa de los derechos sociales, la promoción de la justicia ambiental y la reconciliación pacífica de los pueblos.

         La gran familia comboniana fue fundada en 1867 por San Daniel Comboni para la evangelización del África Central, está conformada por 3.000 misioneros e incluye tanto a los sacerdotes como a las hermanas (añadidas por Comboni en 1872) y misioneros seculares (añadidos en 1950, como cooperantes con el mismo carisma y misión).

         A los combonianos nos mueve la urgencia por proponer a todos el encuentro con la persona de Jesucristo como amigo, salvador y único que puede dar sentido a la vida humana, incluso de los más pobres y victimizados. Realizar la misión evangelizadora de la Iglesia, por tanto, es la finalidad de nuestro Instituto.

         Los combonianos damos gracias al Señor por los numerosos signos de gracia que ha derramado en nuestra historia. Damos gracias por el testimonio de tantos misioneros dispuestos a dar su vida por el evangelio en situaciones difíciles o marginales. Damos gracias por habernos enviado a los pueblos más necesitados, habernos puesto en medio de conflictos armados, y habernos atado a personas que sufren la injusticia y la opresión.

         Además de abrir nuestro Instituto a los signos de los tiempos, a la luz del evangelio y del magisterio de la Iglesia, hoy el Señor nos invita a salir al encuentro de los inmigrantes, los pueblos indígenas y los afro-descendientes, para responder a su clamor y al clamor de la tierra.

         Sentimos que la gracia de Dios actúa a través de nosotros cuando experimentamos que la Iglesia local nos llama y nos implica, a través del aprecio de las personas con las que trabajamos, cuando los medios de comunicación apoyan nuestro grito profético o cuando se busca la concordia filial y se recurre a nosotros. Todas éstas son oportunidades que los combonianos aprovechamos para testimoniar el amor de Dios a la humanidad y animar al pueblo de Dios en la promoción del Reino.

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  Act: AA/AA/25         @carismas de la iglesia            E D I T O R I A L    M E R C A B A     M U R C I A