Hacerse esclavas de Cristo, y reparar su amor
Las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús somos una comunidad de vida religiosa que se concreta en la misión que hemos recibido de la Iglesia a través de nuestra fundadora, Santa Rafaela María Porras Ayllón: la reparación al corazón de Jesús. Cristo nos amó y se entregó por nosotros, y por eso la reparación es nuestra respuesta de amor a Cristo. De Santa Rafaela María recibimos la herencia de un corazón universal, pues como ella decía, "el corazón de una esclava no debe circunscribirse a un número determinado de personas, sino al mundo entero". Actualmente estamos presentes en 24 países, repartidos por Africa, América, Asia y Europa. La reparación es nuestra respuesta de amor a Cristo, mediante la comunión con él en su misterio redentor, que se actualiza en la eucaristía. Este es nuestro carisma y misión, así como el regalo que Dios nos ha concedido a través de la Iglesia, para ofrecerlo a otros. Vivimos la reparación al corazón de Jesús por nuestra participación en la celebración de la eucaristía. En la eucaristía nos incorporamos a la entrega de Cristo, queriendo ser con él "el cuerpo que se entrega y la sangre que se ofrece para la salvación del mundo". En la eucaristía nos dejamos reparar y aprendemos a ser reparadoras. Nuestras comunidades nacen alrededor de la eucaristía, y desde ella nos lanzamos al mundo para hacerla vida. Para nosotras, reparar es: -saberse
alcanzada por el amor de Dios, y sentir la necesidad ineludible de retornarlo; .
|