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Estar en 1ª línea del ejército apostólico eclesial
La Institución Javeriana fue fundada por el jesuita Manuel Marín en 1941, como respuesta a una juventud femenina trabajadora que vivía en condiciones sociales y humanas deplorables. La Institución está llamada a realizar un apostolado de vanguardia, a formar parte de la avanzadilla del ejército apostólico de la Iglesia, a hacer reinar a Jesucristo en ese mundo materializado y descristianizado del trabajo, a llegar allí donde no llegan otros institutos religiosos. Para llevar a cabo esta misión, las javerianas volvemos a las fuentes del evangelio como fuente de vida y misión, y hacemos un esfuerzo por comprender y desentrañar las necesidades del mundo actual. Lo hacemos para, según nuestro padre fundador, ser "aptas para la mentalidad de cada tiempo". Siendo fieles al evangelio, y a la sensibilidad hacia los oprimidos, las javerianas somos mujeres de acción, batalladoras incansables, contemplativas preocupadas por el tiempo humano. Estamos llenas de confianza en Dios, poseemos un espíritu de entrega sin límites, tenemos iniciativa personal y abrimos nuevos caminos al reino de Cristo. Las javerianas creemos en la experiencia personal de Dios, creemos que Dios está presente en toda realidad, creemos que Dios quiere llegar a la juventud obrera, creemos que Dios nos llama a amar y evangelizar a las mujeres. Amar a Cristo es el centro y razón de nuestra vida. Anunciar el evangelio de Cristo es nuestra necesidad más urgente. Conocer a Jesucristo es lo mejor que nos ha pasado, y por eso luchamos para que las mujeres trabajadoras conozcan a Cristo y aprendan a amarle y seguirle, con sus sufrimientos y esperanzas. De ser así, el reino de Cristo habrá llegado, y reinará, en el mundo obrero. .
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