Impulsar la misión ad gentes, ad extra y ad vitam
El Instituto Javeriano es una congregación misionera fundada por San Guido Conforti, inspirada en el carisma de San Francisco Javier, que está operativa en 21 países de los 4 continentes. Los javerianos somos, por tanto, misioneros, dispuestos a dejar tierra y familia para anunciar el evangelio por todo el mundo, inspirados en la máxima de San Pablo: "El amor de Cristo nos apremia" (2Cor 5,14). Nuestro contenido misionero es Cristo, nuestra finalidad misionera es el reino de Dios, nuestro método misionero se basa en un solo principio: el diálogo. En efecto, el milagro de Pentecostés ocurrió cuando "cada uno oía a los apóstoles hablar en su propio idioma" (Hch 2,6). Fue Dios quien envió a su Hijo al mundo a dialogar con los hombres (ad extra), fue Cristo quien anunció la llegada de un nuevo Reino (ad vitam), fue la Iglesia quien estableció comunidades locales misioneras (ad gentes). En estos últimos decenios la misión ad gentes ha cambiado profundamente, pero el evangelio sigue siendo el mismo. La manera de planificar y vivir la misión se ha transformado, pero el alma misionera sigue siendo la misma. Se ha profundizado el concepto de salvación (no sólo del más allá), pero la salvación sigue siendo la misma ("in omnibus Christus", como decía Conforti en su Testamento de 1921). Los javerianos luchamos para que ambas sensibilidades (la de siempre, la de ahora) sean predicadas y vividas de forma íntegra, tanto por las personas como por las tierras y los pueblos. En términos evangélicos, los javerianos anunciamos el reino de Dios, lo hacemos presente en las nuevas humanidades y tratamos que su crecimiento se haga acorde a la comunión eclesial. Hoy en día están cambiado profundamente los contextos de la misión, arraigando nuevas culturas y surgiendo nuevas preocupaciones. Por tanto, la misión ya no puede ser concebida en términos de conquista o expansión cuantitativa, pero sí de seguir acercando las almas a Dios, a través del lenguaje respetuoso, la comunión fraternal y la continua invitación al encuentro con Cristo, el verdadero "camino, verdad y vida". En medio de estas profundas transformaciones, los javerianos mantenemos siempre la misma identidad fundacional: el primer anuncio del evangelio, insistiendo en la misión ad gentes, ad extra y ad vitam. Nuestro fin único es "el anuncio de la buena noticia de Dios a los no cristianos", y nuestra misión es proclamar el Reino "allí donde aún no está reconocido". Fieles a las preferencias de Cristo, los javerianos nos dirigimos a aquellos lugares que no están en los mapas, a aquellas personas que no cuentan para nadie, a aquellas situaciones que no aparecen en las evidencias del mundo actual. Lo hacemos con espíritu de colaboración sincera y responsable. Hoy más que nunca nuestras comunidades son internacionales (italianos, cameruneses, indonesios...), y en todas ellas tratamos de seguir respondiendo a la llamada del Espíritu que nos envía "a toda la creación" (Mc 16,15). Somos conscientes que, ya en sí mismas, estas comunidades multiculturales son anuncio de la buena noticia. .
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