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Vivir una experiencia vital y fundamental con Jesucristo
El Movimiento de Cursillos de Cristiandad es un movimiento eclesial de difusión mundial que ayuda a la Iglesia Católica a difundir el evangelio a través de un método propio kerygmático de contacto directo y personal con Jesucristo y su buena noticia. En palabras de Juan Pablo II, Cursillos de Cristiandad es "un instrumento suscitado por Dios para el anuncio del evangelio en nuestro tiempo". El movimiento de Cursillos de Cristiandad nació en 1949 en Palma de Mallorca (España), cuando un grupo de seglares y sacerdotes de la Acción Católica se prepararon intensamente para realizar una peregrinación a Santiago de Compostela, y decidieron celebrar un cursillo preparatorio (Cursillo 0 del MCC) en el Monasterio San Honorato de Mallorca, del 7 al 10 enero 1949. A su vuelta, los implicados (Gayá, Benín, Capó...) decidieron repetir y ampliar la experiencia de dicho cursillo, y empezaron a experimentar los Cursillos de Adelantados de Peregrinos, Cursillos de Jefes de Peregrinos... y Cursillos de Cristiandad, dirigido a experimentar la gracia del Espíritu Santo. En todos ellos, con una misma finalidad general: dar un nuevo ímpetu a la vida cristiana. La finalidad de los cursillos se logra a través de tres fases: 1º el pre-cursillo, para individuar los ambientes a ser evangelizados, y conformar los grupos; 2º el cursillo, o experiencia espiritual intensa, a través de las verdades del cristianismo y los testimonios de vida (junto a la oración y sacrificio hecho por cada implicado, desde los monasterios cercanos); 3º el post-cursillo, orientado a asegurar la perseverancia en la vida de gracia (encuentros Ultreya, acciones apostólicas...). Los cursillistas tenemos la convicción de que la misma fuerza de los sacramentos es capaz de poner en pie a los fieles laicos, y convertir a éstos en fermento de evangelización en cualquier ambiente de la vida o del trabajo. De hecho, millones de cristianos han sido reanimados por los Cursillos de Cristiandad, en más de 63 países de los 5 continentes. Además, los participantes han tenido la oportunidad de conocer nuevas amistades, en muchos casos las definitivas. Respondiendo con entusiasmo a la verdad y simplicidad del evangelio, y a través de la gracia de Dios, los cursillistas intentamos impregnar el mundo con la buena noticia de que Dios nos ama, a pesar de mis flojeras y hasta indecencias. Éste es el verdadero carisma de Cursillos de Cristiandad. .
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