Escuelas Eclesiásticas


Trivium (letras) y Quadrivium (ciencias), modelo de enseñanza eclesial del s. V

Murcia, 1 marzo 2020
Equipo Catequético de Mercabá

        La cultura clásica había sido hecha pedazos por los invasores bárbaros del Imperio Romano, y fue sumergida bajo la barbarie. Sin embargo, ahí estuvo la Iglesia para volver a edificar la ciudad terrena, en todos los ámbitos de la vida y también en el cultural.

        En efecto, del mundo antiguo tan sólo había sobrevivido en la Edad Media, y como residuo más bien privado y localizado en el entorno de Italia, la figura de las escuelas parroquiales, de escasez preocupante de alumnos, y como programa catequético[1] que se mantenía vivo en puntos muy dispersos. No obstante, muchos de los médicos y notarios de los s. V y VI habían pasado por ellas, y el mismo Leandro de Sevilla las había importado a su sede hispalense en el s. VI[2].

        Tras este primer precedente sistemático de estudio universal, se puede decir que las escuelas catequéticas cedieron el testigo a:

-las escuelas episcopales, desde los decretos del Concilio de Vaisón-529 en adelante,
-las escuelas monacales, desde la fundación del Monasterio de Vivarium-540 en adelante
.

        Hacia el año 787, y mucho más de ahí en adelante, el mismo emperador Carlomagno pidió, mediante la constitución especial De Scholis per Episcopia et Monasteria Instituendis del 787, y mediante la Epístola de litteris Colendis al abad de Fulda en 799, la “obligación de que en todas las iglesias catedrales y en todos los monasterios hubieran escuelas con maestros que enseñasen las letras y artes humanos, como medio para penetrar mejor en lo divino[3].

        Así, tanto los obispos con sus sacerdotes (primero), como los abades con sus monjes (posteriormente), llevaron a sus iglesias catedrales y monacales todos los saberes y artes de la Antigüedad[4], a los que sumaron sus propios conocimientos, bibliotecas, ciencia, principios artísticos y escuelas de enseñanza.

a) Escuelas monacales

        Fueron auténticos e impresionantes centros de studium para la juventud de los alrededores, en torno a la enseñanza, con scriptorium para la elaboración de códices, bibliotecas con más de 600 códices por monasterio, miles de talleres de arquitectura, escultura y pintura...

        Dos eran los ámbitos que abarcaron las escuelas monacales:

-la schola interior, dentro de los claustros, y reservada a los novicios que estudiaban bajo los monjes más sabios,
-la schola exterior, a la que concurrían los niños y jóvenes de los alrededores, para educarse literaria y religiosamente
.

        Fueron primigenias las escuelas del italiano Monasterio de Vivarium-540, del francés Monasterio de Luxeuil-590, del inglés Monasterio de Canterbury-590, del irlandés Monasterio de Durham-610, del exuberante Monasterio de Corbie-660[5]...

        Y fueron célebres las escuelas monacales:

-irlandesas, como la de Bangor[6],
-italianas, como la de Bobbio
[7],
-francesas, como las de Luxeuil, Ferrieres, San Martín de Tours
[8], San Ricario de París[9] y Cluny[10],
-inglesas, como las de Jarrow, Nursling, Malmesbury y York,
-alemanas, como las de Fulda, Reichenau, Salisburgo, Tegernsee y San Ereman de Ratisbona,
-españolas, como las de Ripoll, Rodas, San Cugat, Leyre, Albelda, San Millán y la mozárabe de Córdoba
[11].

        En el trasiego entre escuelas, e idas y venidas de monasterio en monasterio, los monjes dieron a conocer en Francia y Alemania muchas obras literarias de Inglaterra e Irlanda. También de Roma, Rávena y Pavía se copiaron importantes códices manuscritos. Se puede decir que en este trabajo amanuense monacal:

-se cotejaron y confrontaron códices,
-se seleccionaron y separaron las distintas obras antiguas,
-se introdujo la crítica filológica de autores y ediciones precedentes.

        En cuanto a sus bibliotecas, las escuelas monacales conservaron cientos de miles[12] de manuscritos sobre:

-el derecho, ya fuera el romano, teodosiano, justinianeo e incluso popular alemán,
-la filosofía clásica, sobre más de 200 autores griegos y latinos,
-biografías antiguas, de pensadores, santos y políticos,
-reglas gramaticales, sobre poemas y tipos de letra
.

        Pero los monjes no sólo fueron los mejor cualificados en la transmisión del saber antiguo a los siglos futuros, sino que también supieron unir, no ya en una óptica estudiantil sino también social y vital, sus obras de:

-evangelización de las nuevas oleadas de pueblos bárbaros analfabetos,
-civilización de las nuevos reinos establecidos
.

b) Escuelas catedralicias

        Llamadas también como episcopales o capitulares, funcionaron desde el año 529[13] a la sombra de la cátedra y catedral del obispo, dirigidas por el carcelario del cabildo, y centrándose propiamente en la formación de los seminaristas a nivel literario, científico y artístico. Se trató, pues, de unas escuelas catedralicias[14] organizadas por el clero secular.

        Aunque su propósito principal fue educar a los futuros sacerdotes para ser hombres de Dios más letrados, con el tiempo también se admitió a otros individuos que deseaban contar con esta formación, aunque sin querer ordenarse sacerdotes[15]. De hecho, muchos de los futuros universitarios y funcionarios del estado acabarían tomando los títulos catedralicios (los de canciller, preboste, decano...), que en su origen fueron utilizados por los funcionarios de los capítulos de la catedral.

        En el 742, y bajo el impulso del obispo Crodegando de Metz, con su famosa Regla de canónicos Regulares[16], todas las escuelas catedralicias fueron ordenándose de manera común, para que sus estudiantes pudiesen llevar una vida comunitaria durante su etapa de aprendizaje. Deberían estar a su cargo:

-un scholasticus,
-un magister scholae,
-un grammaticus,
-un didascalus
.

        En el Concilio de Roma-853 fue cuando se implantó, por primera vez, la jerarquía docente:

-desde la necesidad in universis episcopiis
-de crear
magistri et doctores constituandur
-
qui studia litterarum, liberlaiumque artium, ac sancta habentes dogmata assidue doceant
[17].

        Las primigenias escuelas catedralicias fueron:

-en Francia, las de Reims, Sens, Lyon, Metz, Orleans, Laón, Chartres y París,
-en Inglaterra, las de York y Canterbury,
-en España, las de Toledo, Córdoba, Compostela y Palencia,
-en Holanda, la de Tournai,
-en Alemania, las de Maguncia, Tréveris y Worms
.

        En cuanto a sus bibliotecas, las escuelas catedralicias que destacaron fueron:

-Metz, con el mayor registro de volúmenes musicales,
-Vic, donde estudió y se surtió Gerberto de Aurillac
[18],
-York, cuya riqueza de material describe el mismo Alcuino
[19].

        Interesante también fue la aportación que las escuelas catedralicias fueron haciendo de sus scriptorium[20], donde hábiles copistas y miniaturistas dejaron códices y pinturas insuperables, por toda Europa[21] y también en España[22].

        Materiales básicos de estudio en las escuelas catedralicias fueron:

-San Agustín[23], con su Enchiridion, Antihereticum, Sermones y De Civitate Dei[24],
-San Gregorio Magno
[25], con sus Diálogos, Morales, Sacramentario[26], Regla Pastoral[27] y Registro[28].

c) Trivium y Quadrivium

        Fueron el auténtico motor de la cultura medieval, la apuesta más decidida de la Iglesia medieval, y el sistema de formación más universal y permanente que jamás hayan tenidos los estudiantes y maestros de la humanidad.

        Surgidos en las viejas escuelas catequéticas de Italia, bajo el mandato y aliento desde Rávena del rey ostrogodo Teodorico[29], habían sido materializadas bajo sus impulsores:

-Boecio, traductor en Europa de toda la obra de Aristóteles, y gran teórico de la música,
-
Casiodoro, autor de Variae y almacenador de una enorme  biblioteca griega, y fundador del Monasterio de Vivarium
[30].

        Fueron continuadas, bajo el nombre de artes liberales, por las escuelas catedralicias de España (bajo el impulso de Isidoro de Sevilla) y Francia (bajo Gregorio de Tours, Alcuino de York...), y las monásticas de Irlanda (bajo Beda el Venerable), con la misma división estricta que había establecido Casiodoro, entre[31]:

-letras: gramática, retórica y dialéctica (Trívium),
-ciencias: aritmética, geometría, astronomía y música (
Q
uadrívium).

        Fue en estos siglos VI-VII cuando la visión aristotélica[32] vino a imponerse sobre la neo-platónica y patrística, por la necesidad de ir clasificando más científicamente cada arte impartido.

        En cuanto al trivium, o 3 asignaturas de letras, los estudiantes y maestros del mundo medieval aprendieron a estar curtidos en Derecho[33], Lógica y Dialéctica[34], Filosofía y Teología[35], Historia[36] y Humanística[37].

        En cuanto al quadrivium, o 4 asignaturas de ciencias, los estudiantes y maestros medievales aprendieron a estar curtidos en Matemáticas y Astronomía[38], Biología[39], Música[40], Física[41], Medicina[42].

.

CATECISMO JUVENIL MERCABÁ

_______

[1] Programa, por otro lado, nada desdeñable, pues en él se mantenían vivas:

-las filosofías de los padres orientales y capadocios,
-las exégesis bíblicas de ORIGENES, AGUSTIN,
y
CRISOSTOMO,
-los materiales de jurisprudencia de TERTULIANO, BOECIO
y
CASIODORO,
-las gramáticas de DONATO y PRISCIANO,
-la retórica de VICTORINO y CICERON,
-algunas traducciones de ARISTOTELES y PORFIRIO,
-muchos textos clásicos latinos, de OVIDIO, TERENCIO, SENECA, HORACIO y VIRGILIO
.

[2] Lo que abre una nueva duda al respecto, sobre si la introdujo:

-por vía bizantina, aunque su destierro a Constantinopla fue posterior a la creación de la Escuela Catequética de Sevilla, y casi una consecuencia de ello, pues en ella forjó el anti-arrianismo en los hijos de LEOVIGILDO, enviados a estudiar con él;
-por vía occidental, a forma de emular las escuelas italianas, de las cuales también se consumó el experimento de la Escuela
M
onacal de Vivarium-540.

[3] Misivas que fueron dirigidas ambas “ad omnes suffragantes tuosque coepíscopos et per universa monasteria”.

        (cf. Monumenta Germaniae Historica, libro I, cap. I, 79).

[4] Ya decía AMALARIO, en el s. IX, que solamente los clérigos, libres de lazos familiares y negocios temporales, eran los que se empleaban en la ciencia y la enseñanza.

        (cf. AMALARIO DE METZ, De Ecclesiasticis Officciis, IV, II-105).

[5] Por no citar las primeras escuelas monásticas fundadas:

-en Renania, donde ya habían instalados monasterios en Maguncia, Espira, Worms, Tréveris, Colonia, Toul, Verdun y Metz,
-en la Selva Negra, donde surgieron centros monásticos en las zonas de Friburgo y Brisgovia..
.

        Todas ellas, y como decía CRASER, “llegando a sembrar Europa como un manto blanco”.

[6] Fundada por COLUMBANO el año 610, como centro potentísimo de ciencia y esplendor.

[7] Unida al esplendor de la de Montecasino, está claro.

[8] Fundada por ALCUINO, ya en época carolingia.

[9] Que nunca bajaba del número de cien alumnos, según decía AGILBERTO.

[10] Ultima de las fundaciones benedictinas en Francia, y primera de la nueva orden reformadora francesa.

[11] Conocidos son los libros que EULOGIO llevó a su diócesis de Córdoba, desde los monasterios navarros.

[12] Nada más que en el periodo del 820 al 842, la Biblioteca Monástica de Reichenau había producido y almacenado 450 manuscritos sobre autores clásicos y cristianos.

        En ese sentido, habría que mencionar:

-la Biblioteca Papal de Letrán, que parece ser que iba recibiendo códices originales sobre todas las obras editadas por los monasterios, según las directrices marcadas por el CONCILIO DE ROMA-649;
-la llamada a tener todos los abades bien organizadas sus librerías, según se pidió en el CONCILIO DE COMPOSTELA-1054
.

        En España, destacaron las bibliotecas:

-del s. VIII, de los monasterios de Ripoll, Silos, Asán, Samos, Tuñón, Santa María de Obona, San Pedro de los Montes...
-del s. IX, de los monasterios de Sahagún, Arlanza, Almerezo, San Félix de Oca
...

-del s. X, de los monasterios de Albelda, Negrillos, Lorvao, San Millán de la Cogolla
.....

[13] Por expreso mandato del CONCILIO DE VAISON-529, que:

-mandó la erección de escuelas parroquiales rurales,
-recomendó como positiva la experiencia de la Escuela episcopal de Toledo (la primera de la
h
istoria, y erigida por mandato expreso del CONCILIO II DE TOLEDO-527, bajo reinado del visigodo ALARICO y del obispo MONTANO).

[14] Hacia el año 900 eran 20 las escuelas catedralicias contabilizadas en Europa, aunque su número se disparó hacia el año 1000, contabilizándose casi 300 por toda la geografía continental. Primigenias fueron las visigodas y francas, exuberantes las carolingias de Chartres, Reims, París, Laon, Soissons... Aunque lo más importante fue la implantación, salvo excepciones y en cada sede episcopal, de una escuela catedralicia.

[15] De aquí surgirá el futuro rango de universitario, de la mezcla de clérigos más no clérigos que cursaban unos mismos estudios universales.

[16] Impuesta como obligatoria por el SINODO DE AQUISGRAN-799, e inspirada en AGUSTIN e ISIDORO, la regla de CRODEGANDO fue rápidamente conocida y establecida en toda Francia, Alemania, Italia e Inglaterra, originando además la floreciente Escuela episcopal de Metz.

[17] cf. MANSI, Concilia, XIV, 1008.

[18] Futuro papa SILVESTRE II y principal aupador de los CAPETO al trono francés, y de los sajones OTON II y OTON III como emperadores romanos.

        Y es que ya como cardenal GERBERTO había introducido en Roma las matemáticas y astronomía del gran obispo de Vic ATON, y la geometría y aritmética helenísticas aprendidas por la Escuela Episcopal de Vic del mundo árabe.

        Además, también como cardenal había dirigido la Escuela Episcopal de Reims, así como la Escuela Monástica de Reichenau.

[19] cf. ALCUINO DE YORK, Poetae lat. Aevi carolini, I, 203.

[20] Salas situadas junto a la Iglesia catedral, llenas de luz y grandes mesas, y bien provistas de cálamos, pinceles, plumas de ave, tinteros y pinturas, la greda, la piedra pómez, el escalpelo (raspador) y el graphium... sobre los que se inclinaban los clérigos para copiar los códices con letras visigóticas, lombardas, carolingias y luego góticas.

[21] Como los Salterios escritos por GODESCALCO, DAGULFO, DROGON, HARTMOTO, SINTRAM, tanto en el mundo franco como irlandés e italiano.

[22] Como los Apocalipsis de BEATO, FACUNDO, EMETERIO, FLORENCIO, MAGIO, VIGILA... así como las Biblias españolas:

-del s. X, de San Pedro de Roda, San Isidoro de León, Hispalense...
-del s. XI, de San Millán, San Pedro de Cardeña, Avulense..
.

        (cf. MARQUES DE LOZOYA; Historia del Arte Hispánico, Barcelona 1931, vol. I, pp. 312-326).

[23] Como figura cumbre del pensamiento antiguo, máxima recapitulación del pensamiento mundial, y magna y genial apología del mundo eclesial. Se dice, incluso, que ante su negativa a hacerse AGUSTIN sacerdote, fue literalmente agarrado por la multitud de Hipona y no soltado hasta que ocupase “la cátedra del obispo”.

[24] Donde todos los alumnos aprendían sus 2 ciudades, la ciudad de Dios y la ciudad del Mundo, a modo de profunda reflexión sobre la caída de la Europa clásica y la llegada de la Europa de los bárbaros. Memorizadas fueron, por tanto, por todos los universitarios medievales, las dos partes de De Civitate Dei:

-la primera, en que se rechazaba las acusaciones paganas contra la Iglesia, y se criticaba al paganismo;
-la segunda, en la que surgía la inevitable confrontación entre los dos reinos, su origen, desarrollo y final. Todo terminando con la separación del día final, pues hasta ahora tenían que coexistir mezclados en el transcurso de los siglos
.

        No obstante, resultó interesante el ahondamiento que hicieron las escuelas catedralicias en las dos ideas fundamentales agustinianas: la exterior ciencia-sabiduría; el interiorismo-alma humana.

[25] En cuya primera actividad como papa, GREGORIO I se había dedicado al bien espiritual del clero y pueblo romano, y al fomento de la ciencia eclesiástica, fundando las estaciones de Roma, publicando su Regla Pastoral, reformando y fijando definitivamente la liturgia mediante su Sacramentario, y distribuyendo con sabiduría y estrategia, y según recoge en su Registro, el patrimonio jerárquico de San Pedro, por todas sus provincias y estados.

        (cf. GREGORIO I MAGNO, Registro V, 6).

[26] Importante por su fijación de formas y características que debía tener el canto sagrado, que paso a llamarse canto gregoriano.

[27] Líber Regulae Pastoralis, como carta dirigida primeramente al obispo de Sevilla LEANDRO, con quien había entablado estrechísima relación durante su estancia en Constantinopla, y a quien le pedía consejo para completar el libro Regulae Pastoralis quem in Episcopatus mei exordio Scripti. La idea nuclear de la Regla giraba en torno a la grandeza de la dignidad episcopal y a los deberes de los obispos y sacerdotes.

[28] Quizás la materia más trascendental estudiada en las escuelas catedralicias, con infinitas lecturas que se han seguido haciendo a lo largo de la historia, y donde la Iglesia de Roma fijó la administración de su patrimonio (en reinos, condados, ducados, sedes metropolitanas, estados pontificios...) por toda la humanidad.

[29] Que, educado en Bizancio por encargo de su padre, e influido por la corte de Constantinopla, había tratado de crear un Imperio romano-germánico en occidente, utilizando para ello la nueva capital de Rávena.

[30] Lugar donde implantó finalmente la división pedagógica de las ciencias en el trívium (artes para los sermones) y el quadrívium (artes para la vida). 7 vías del conocimiento que resumió CASIODORO de la siguiente manera: “lingua, tropus, ratio; numerus, tonus, angulus, astra”.

[31] De hecho, esta misma y estricta división fue la que se mantuvo en los momentos de surgimiento del pensamiento universitario, hasta bien entrados los gremios estudiantiles del s. XIII, y la necesidad de un nuevo sistema de estudios, junto a una nueva metodología (que traería la Universidad de París, dando fuerza insospechada a la labor científica ya comenzada por las escuelas catedralicias).

        Parece ser que la idea de mantener el número 7 como número de artes liberales a estudiar (por su significado hebraico y cristiano de perfección del universo) fue clave para su inamovilidad, a pesar de los nuevos saberes que se iban incorporando.

        (cf. GRABMANN, Códice Bamberg, II, Friburgo 1933, p. 39).

[32] Sobre todo con el estudio de sus Perihermeneias, Categorías y Analíticas, mediante las traducciones de BOECIO y VICTORINO. De hecho:

-tan impregnado llegó a estar el s. XII de ciencia aristotélica (de su Logica Vetus con sus Perihermeneias, Categorias y Analíticas, y de su Logica Nova con sus Tópicos, Physica, Meteoros, De Anima, Metaphysica, Etica Nicomaquea, Política, Retorica)...

-que el mismo CALLENSE no paraba de repetir que “no plantemos junto al altar la selva aristotélica”.

        (cf. PEDRO CALLENSE, Mosaici tabernaculi expositio, I, 202).

        No obstante, las luchas pro y anti-ARISTOTELES fueron interminables, con:

-permiso definitivo promulgado por el papa URBANO IV para la universidad de París;
-aprobación musulmana a las traducciones panteístas de sus autores (de AVERROES, AVICENA, ABENTOFAIL y ABU KEKR, que habían influido en el panteísmo de los maestros parisienses AMALRICO y DINANT, expulsados de la docencia por el CONCILIO DE PARIS, presidido por el arzobispo de Sens CORBEIL).

        (cf. UNIVERSIDAD DE PARIS, Chartularium Universitatis Parisiensis, I, 278).

        Con todo, no sería hasta la llegada de MOERBEKE (el definitivo traductor latino sobre los textos originales griegos) hasta que comenzara su andadura, en la Iglesia y en el mundo, la ciencia peripatética aristotélica.

        (cf. GRABMANN; “Guillermo de Moerbeke, traductor de Aristóteles”, en Miscellanea Historiae Pontificiae, vol. II, Roma 1946, p. 20 y ss).

[33] De corte justinianea, y como continuación de la impresionante reforma del Derecho Romano llevada a cabo por JUSTINIANO (527-565), su auténtica joya y en la que él mismo fue su impulsor, junto a la labor del jurista TRIBONIANO, que había dividido el cuerpo de leyes en 3:

-digesto, o recopilación en un volumen de todas las leyes imperiales de la historia, desde su existencia inicial. Se transmitió el Derecho romano, así, a toda la posteridad;

-novella, o conjunto de leyes nuevas del propio Justiniano, escritas en latín, y que mejoraron algunas leyes viejas imperiales (como fue la ley de esclavitud, exclusión de la mutilación, la ley de matrimonio con mejora de la mujer…) o empeoraron otras más recientes (con las leyes contra los judíos, por ser herejes y paganos, y a los que se les impedía ser médicos, vivir dispersamente, poseer esclavos, recibir cargos públicos, hacer proselitismo...);

-instituciones, o conjunto de principios de derecho, a forma de código y manual explicativo del derecho, a la hora de hacer leyes y de entender su justo sentido.

[34] Como artes del razonar y argumentar. Aquí es donde se introdujo el método escolástico por excelencia, con la introducción de la disputatio como complemento a la lectio.

[35] De corte patrístico:

-oriental, en base a los capadocios BASILIO, NISENO y NACIANCENO, y a los bizantinos CRISOSTOMO y DAMASCENO,
-occidental, en base a los alejandrinos FILON, ORIGENES y CIRILO, cartagineses TERTULIANO, CIPRIANO, y
AGUSTIN, y romanos CLEMENTE e IRENEO.

[36] Mediante la Historia Natural de PLINIO, comentada por ISIDORO. Sin embargo, los conocimientos geográficos serán todavía muy limitados, retomando a lo mucho el modelo cartográfico del Anónimo de Rávena.

[37] Mediante la Isagogé de PORFIRIO. Fue aquí donde se consiguió el triunfo definitivo de la nueva Dialéctica sobre la vieja Retórica, fundamental para el auge y neutralidad, por ejemplo, de la futura Universidad de París.

[38] Mediante el Elementos de EUCLIDES (en matemáticas) y el Astrolabio de GEBERTO (en astronomía).

[39] Mediante la Botánica de COLUMELA, ampliada luego por las anotaciones de WALAFRIDO.

[40] Mediante la Música Teórica, de MARCIANO.

[41] Mediante la Physica de ARISTOTELES, trasplantada a Occidente por medio de las traducciones árabes.

[42] Sobre todo en la ESCUELA EPISCOPAL DE SALERNO y sus contactos médicos con los árabes, de cuyos experimentos fueron resultadas:

-la Escuela de Medicina de Salerno, como edificio adyacente pero independizado respecto al claustro catedralicio, obra del obispo ALFANO (s. IX),
-la Escuela de Traductores de Salerno, encrucijada de las culturas griega, latina, africana y judía, encargada al cartaginés CONSTANTINO (s. IX),
-la
primera universidad de la historia, mediante la idea que de ella tomó el papa VICTOR III, pues en ella había sido su estudiante y rector durante muchos años, antes de tomar posesión en Roma (s. XI).