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Iglesia Renacentista
Murcia,
1 julio 2020 En su deseo de recuperar elementos positivos del mundo antiguo, perdido en la Edad Media, la sociedad europea originó, en los s. XV y XVI, el nuevo tiempo denominado Renacimiento. En la Iglesia, también tuvo lugar este re-nacer de todas las costumbres y gustos de la Iglesia Antigua. En Holanda floreció la llamada devocio moderna, basada en la filosofía de Erasmo de Rotterdam, y en la meditación del evangelio de Tomás de Kempis. En Italia se llevó a su máximo esplendor el arte de Leonardo, Miguel Ángel y Rafael, y la vida caritativa de la reina Cristina de Suecia. En Francia prendió la ciencia escolástica de S. Tomás de Aquino, en la universidad de la Sorbona de París. En España, los Reyes católicos y el cardenal Cisneros renovaron todos los estudios literarios y bíblicos, y los extendieron al nuevo mundo descubierto. Solamente en Alemania, mediante Lutero, no se supo encontrar el camino adecuado para una buena renovación de la Iglesia alemana. a) Reforma protestante En Alemania, el religioso agustino Lutero empezó a atormentarse por los defectos de los miembros de la Iglesia, y con las 95 tesis que colocó en 1517 en la puerta de la catedral de Wittemberg, empezó a levantar protestas contra el papa, basadas en que la Iglesia: -no
puede perdonar los pecados, Los príncipes civiles alemanes aprovecharon las protestas de Lutero para atizar el fuego contra el papado, y los seguidores de Lutero propagaron rápidamente por todo el norte de Alemania las rencillas contra Roma. La tesis de Lutero de "sola fe, sola Escritura" fue aprovechada por Calvino y Zwinglio para fulminar toda caridad y tradición cristiana, y para acabar con un: -"da
igual lo que hagas", Las tesis luteranas fueron condenadas por el emperador Carlos V en Lieja y Colonia, y por el Imperio europeo en el Edicto de Worms-1521. No obstante, bajo la fórmula imperial "cuis regio, eius religio" la Alemania norte quedó bajo poder protestante, mientras la Alemania sur siguió siendo católica. b) Concilio de Trento Ante la división religiosa que había provocado Lutero en todo el centro de Europa, y el desafío que había ofrecido al mundo católico, la Iglesia reaccionó como nunca antes lo había hecho. "No es un espejo ensuciado, sino un cristal roto" decía la misma S. Teresa de Ávila. Esto fue posible gracias al Concilio de Trento (1545-63) y a su principal fruto, la paz de Westfalia (1648) entre protestantes y católicos, tras la guerra de los 100 años, y con el definitivo reparto de territorios (del Rhin hacia el norte sería protestante, del Rhin hacia el sur sería católico). A lo largo de 25 sesiones, 2 suspensiones por avatares de la guerra, estudios universitarios y misioneros... los 4 legados del papa, 150 obispos, 19 embajadores y todos los abades generales, formantes del Concilio, fueron renovando una a una, todas las estructuras y posicionamientos de la Iglesia, en relación el desafío que le había ofrecido el luteranismo. Esto desembocó en un nuevo esplendor del evangelio, una nueva estructura de la jerarquía, una profundización de la ciencia eclesiástica, y el apogeo de las misiones por todo el mundo. c) Apogeo de la mística Fue la verdadera alma de la Contrarreforma católica, la respuesta espiritual que ofreció la Iglesia y cristianos anónimos ante la ruptura de la vida de santidad que había provocado Lutero. Destacaron: -Santa Catalina de Siena, dominica italiana y principal inspiradora de la vida espiritual de los sacerdotes y del episcopado romano, elevando la dignidad de la sede romana. -Santa Brígida de Suecia, nieta del rey Magnus III y casada contra su voluntad con un noble sueco, que tras la muerte de su marido dejó Suecia y se estableció en Roma, dedicándose poco después al cuidado de los más necesitados del continente europeo. -Santa Teresa de Jesús, carmelita española y principal promotora de la renovación de las órdenes contemplativas, junto a su colega San Juan de la Cruz, alcanzando ella personalmente los más altos grados de la unión con Dios. -San Ignacio de Loyola, jesuita español y fundador de la Compañía de Jesús, que tras estudiar en París empezó a dar ejercicios espirituales por toda Europa, reclutando a numerosos jóvenes para la reconstrucción espiritual de las almas, tanto en el viejo como en el nuevo mundo. d) Apogeo de las misiones Al mismo tiempo que Europa se renovaba interiormente, el descubrimiento de América de 1.492 abrió insospechados caminos hacia la evangelización exterior. Fue un enorme esfuerzo misionero el que se tuvo que hacer, pero Europa estaba joven para poder llevarlo a cabo. España y las órdenes mendicantes serían los principales baluartes. En América destacó la labor de los franciscanos en Estados Unidos y Canadá, fundando las ciudades de San Francisco, Sacramento, Los Ángeles, San Antonio, Saint Louis... y principales capitales de California, Arizona, Florida y Quebec. En Centroamérica se fundaron las ciudades de San Juan de Puerto Rico, San José de Costa Rica, El Salvador y otras. En Sudamérica fueron los jesuitas los principales evangelizadores, tanto de las capitales como de las zonas selváticas, fundando las ciudades de Lima, Buenos Aires, Asunción, Santiago de Chile y riveras del Amazonas. Africa fue evangelizada principalmente por franceses y belgas, derramando copiosa sangre en la zona musulmana del norte, y creando escuelas y hospitales en las zonas más marginales del centro y del sur. En Asia destacó la labor de San Francisco Javier, jesuita español y patrono de las misiones modernas, que evangelizó todo el litoral africano, la India, islas asiáticas del sur, litoral oriental del Pacífico, el Japón y la China. Oceanía fue atendida por ingleses y monjes irlandeses. Y en el Tíbet y montañas del interior continental, cabe mencionar los intentos de los padres italianos Ricci y Nobili y sus métodos de inculturación. Filipinas se convertiría en el principal país católico en Asia. . CATECISMO JUVENIL MERCABÁ .
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