«Puedo decir con precisión que no existe una base científica para la negación de la religión, ni tampoco existe ninguna excusa para un conflicto entre ciencia y religión, porque sus campos son completamente diferentes».

    «Los hombres que saben muy poco de ciencia y los hombres que saben muy poco de religión, en efecto, llegan a pelear, y los espectadores imaginan que hay un conflicto entre la ciencia y la religión, mientras que el conflicto es sólo entre dos especies diferentes de ignorancia».

    «La predicación de la ciencia moderna es muy similar a la predicación de Jesús. Su fundamento es el servicio al individuo y al bien común. Jesús lo predicó como un deber, por el bien de la salvación de todo el mundo. La ciencia lo predica como un deber, por causa del progreso de todo el mundo. La religión y la ciencia son las dos grandes fuerzas hermanas que llevan a la humanidad adelante».

    «La ciencia dominada por el espíritu de la religión es la clave para el progreso y la esperanza de la humanidad. Para mí es impensable que un ateo real pueda ser un científico. Nunca he conocido a un científico que no crea en Dios».

    «Una filosofía meramente materialista es para mí el colmo de la falta de inteligencia. Es nuestro sentido de responsabilidad de hacer la mejor parte de nuestra habilidad lo que nos hace en semejanza a Dios».

    «Cuanto más investigamos, más vemos lo lejos que estamos de cualquier comprensión real de todo, y más claro vemos que en el reconocimiento de nuestra ignorancia y finitud, reconocemos la existencia de un Algo Poderoso, un Ser en quién y por el cuál nosotros vivimos, y nos movemos y tenemos nuestro ser: un Creador».

    «Muchos de nuestros grandes científicos han sido de hecho hombres de profundas convicciones religiosas y de vida: Sir Isaac Newton, Michael Faraday, James Clerk Maxwell, Louis Pasteur... Todos estos hombres no eran sólo religiosos, sino que también eran miembros fieles de sus comunidades».

    «Lo más importante en el mundo es la creencia en los valores morales y espirituales, la creencia de que hay un significado y un sentido en la existencia, ¡la creencia de que vamos a alguna parte! Estos hombres seguramente no hubieran sido tan grandes si les hubiera faltado esta creencia».

    «Doy testimonio de que las enseñanzas de la ciencia son extraordinariamente similares a la predicación de Jesús».

    «La ciencia comenzó a mostrarnos un universo de orden y de belleza que marcha con orden, un universo que no conoce ningún capricho, que se comporta de manera cognoscible y predecible, un universo que se puede contar. En una palabra, un Dios que trabaja a través de la ley»