Ecología Social Restituto
Sierra La ecología social es la más moderna de las ramas de la ecología. En su formación pueden distinguirse 3 fases: su origen específico, su constitución como disciplina particular y el comienzo de su aplicación a otros campos distintos de la sociología. El término "ecología humana" apareció por 1ª vez en la obra de Park y Burguess de 1921, Introduction to the Science of Sociology. Y si bien es cierto que en esta obra se habla de "human communities" y "human ecology and economics", no lo es menos que en la misma se formula también el concepto mismo de la ecología social. En concreto, después de afirmar Park y Burguess que el proceso de competición, segregación y acomodación en una comunidad de plantas es totalmente comparable con el mismo proceso en las comunidades animales y humanas, sostienen que "una aldea, pueblo, ciudad o nación puede ser estudiado desde el punto de vista de su adaptación, lucha por la existencia y supervivencia de sus miembros individuales en el medio ambiente creado por la comunidad como un todo". Esta noción prueba la estrecha relación en su origen de la ecología social, que destaca también Hawley, con las concepciones darwinistas, así como su asimilación a la ecología vegetal y animal. a) Concepto de Ecología Social La ecología social se puede definir como la disciplina que estudia la relación de los modos de vida, de la distribución espacial y de la organización y cambio de una comunidad social con el medio ambiente en que se desenvuelve. La ecología social o ecología humana, según la terminología que prevalece en la sociología norteamericana, se caracteriza, en 1º lugar, por ser una disciplina intermedia entre la ecología y la sociología. En este sentido, la ecología social ofrece cierta semejanza con la psicología social, ciencia interdisciplinar típica, pero tal semejanza es sólo relativa, pues mientras la psicología social participa de dos ciencias humanas (la psicología y la sociología), la ecología social se encuentra entre una ciencia natural (referente a los organismos vegetales o animales) y otra ciencia humana (la sociología). Ello determina, dada la mayor importancia y complejidad indiscutibles de la realidad humana en comparación a la orgánica, que en la ecología social prime la sociología respecto a la ecología en cuanto ciencia natural, y que entre ésta y la ecología social existan diferencias fundamentales. b) Tipos de Ecología Social En los 2 tipos indicados de la ecología, natural (vegetal o animal) y humana, se trata esencialmente de las relaciones y procesos de adaptación de las diversas especies a su medio ambiente. No obstante, la experiencia nos muestra diferencias fundamentales entre dicha adaptación en el hombre y la peculiar de los animales, por referirnos sólo a la ecología natural de los seres más desarrollados. En éstos se trata de un proceso biológico, instintivo, selectivamente hereditario, no acumulativo y, en este sentido, estático y no progresivo. En el hombre, en cambio, se trata de un proceso complejo que, aunque tenga una base instintiva y hereditaria, se halla dominado por el espíritu y modificado por las realizaciones culturales y sujeto a una evolución y cambio constantes. Por ello, se debe decir que entre la ecología natural y la social no sólo se da una diferencia cuantitativa, de grado (como parece sostener Hawley, a pesar de que reconoce las importantes diferencias entre ambas y el grado extraordinario de flexibilidad y refinamiento de la conducta del hombre), sino también cualitativa. c) Distintivos de la Ecología Social Consecuencia de lo anterior es el carácter fundamentalmente sociológico de la ecología social, como disciplina particular, de modo que se puede afirmar que, hasta el presente, no constituye una ciencia especial, independiente, sino una de las múltiples ramas de la sociología. Por ello, la ecología social es uno de los temas tratados comúnmente, entre los aspectos de la estructura de la sociedad, por los manuales de sociología, especialmente americanos. Sin perjuicio de lo anterior, el punto de vista desde el que la ecología social enfoca los aspectos sociológicos que constituyen su objeto no es otro que la «posición», la ubicación espacial, el hábitat humano o medio natural modificado por la cultura. Otro carácter distintivo de la ecología social es la importancia en ella del elemento cultural, no sólo como componente básico del ambiente humano, sino como instrumento de modificación continua del mismo. La evolución de la relación del hombre con su medio ambiente se puede resumir en 2 situaciones básicas: -el
predominio de la adaptación del
hombre a las condiciones naturales de su ambiente, Por último, se puede atribuir también a la ecología social su generalidad relativa, en cuanto su ámbito no se restringe a los ambientes rural y urbano, aunque éstos hayan sido estudiados más intensamente, sino que es susceptible de estudio ecológico toda comunidad de tipo regional, nacional... e incluso, los grupos sociales concretos, aunque no sean de base territorial, en cuanto se pueden enmarcar en un hábitat determinado. d) Líneas de la Ecología Social Park y Burguess no sólo acuñaron el término y el concepto de la economía humana o social, sino que fueron también los iniciadores de la investigación empírica en este campo, con su célebre estudio ecológico de la ciudad de Chicago (ca. 1925), en el que desarrollaron el 1º esquema de desarrollo de la estructura ecológica de una ciudad: el de las zonas concéntricas. Por todo ello, se deben considerar como los verdaderos fundadores de esta disciplina, aunque propugnen una concepción de la ecología social influida en demasía por las teorías biológicas evolucionistas, con descuido de su aspecto cultural. La concepción teórica y la orientación empírica de la ecología social de Park y Burguess, y su Escuela de Chicago, se prolongó en Estados Unidos de 1921 a 1950. En concreto, hasta la aparición de las obras de Quinn y Hawley, tituladas ambas Human Ecology. En líneas generales, las obras de Quinn y Hawley ofrecen, desde distintos puntos de vista, una visión general de esta disciplina, y acentúan el aspecto cultural de la ecología social. Estas 2 obras se pueden considerar como iniciadoras de la 2ª fase indicada de la ecología social: su constitución, como disciplina particular. Si bien esta fase no se halla ni mucho menos concluida, parece que se perfila ya la 3ª de las fases aludidas al principio: la aplicación de la ecología social a otros campos de las ciencias sociales distintos de la Sociología. En este sentido, Hawley resalta la aplicación de la ecología humana a los estudios antropológicos, así como la aparición del lenguaje de la misma en economía, psicología, epidemología y otros campos. La extensión de estas aplicaciones, la profundización de lo que de peculiar y propio se puede encontrar en la ecología social y el desarrollo y refinamiento de una metodología específica, ya existente, es lo que puede determinar que la ecología social consiga con el tiempo la categoría de ciencia social independiente. Además de las aplicaciones de la ecología social a los diversos campos de las ciencias sociales, y de su íntima relación con la ecología general (de la cual obtiene sus principios) y la sociología (como una de las ramas en que ésta puede dividirse), la ecología social mantiene estrechas relaciones con otras ciencias sociales, particularmente con la demografía y la geografía humana. Con la demografía posee un objeto común de estudio específico: la población de una comunidad. No obstante, mientras la demografía estudia estadísticamente los procesos vitales de la población de una comunidad, la ecología social estudia la estructura de esa población en relación al medio ambiente que la rodea. Respecto a la geografía humana, la ecología social tiene en común un mismo punto de vista: las condiciones físicas del medio, en que vive una comunidad humana. No obstante, mientras la geografía humana estudia el medio físico y su influencia en las condiciones de vida del hombre (en el medio natural), la ecología social estudia la relación que la comunidad humana guarda en sus modos de vida, organización y distribución de la misma, tanto con el medio ambiente natural, como con el cultural creado por el hombre. e) Contenido de la Ecología Social La ecología social tiene una importancia general básica en los estudios sociológicos, en cuanto que todo fenómeno social se desarrolla en el espacio o en un medio dado. En consecuencia, el ambiente o punto de vista ecológico es uno de los factores o elementos componentes que hay que tener en cuenta en toda investigación social, estática o dinámica, ya sea de carácter: -microsociológico,
de las formas de interacción social, Es obvio, pues, que el contenido de la ecología social, aun cuando no esté desarrollado científicamente en gran parte, a causa de que esta disciplina se halla en formación, es muy amplio y susceptible de ser extendido a todas las formas sociales fundamentales indicadas, en la medida en que guardan relación con el medio ambiente. Incluso la vida de un individuo como tal puede ser objeto de un enfoque ecológico, si bien sólo en cuanto que tiene un carácter comunal. En sentido ecológico social, el ambiente comprende: -el medio físico natural,
modificado culturalmente por el hombre (así, se ha hablado de un paisaje
natural y otro cultural), El medio ambiente, en sentido ecológico social, no debe extenderse a las realizaciones espirituales de la cultura, o al ambiente social, o al ámbito cultural que rodea a una persona o grupo. De hacerse, esto sería contrario a la expresada significación material del término ecología. De hacerse, desaparecería el punto de vista específico de la ecología social, y se confundiría la misma completamente con la sociología y la antropología. Como prueba de que toda interacción social, en cuanto acción orientada hacia otro y que motiva una respuesta de éste, puede ser objeto de enfoque ecológico, se puede citar el caso de dos personas que se comunican entre sí (por ejemplo, si lo hacen en un templo no hablan a voces, sino que normalmente hablarán en voz muy baja). El medio puede tener incluso un efecto determinante en la interacción social. Así, por ejemplo, en la novela El Extranjero de Camus se presenta el calor agobiante de la playa argelina como elemento que desencadena un homicidio. Así mismo, es obvio que la comunicación amorosa entre dos novios requiere un medio ecológico adecuado (un cierto apartamiento, comodidad, tranquilidad...). De igual forma, se podría hablar de las condiciones ecológicas en las relaciones sociales de amistad y amorosas. Respecto a los grupos, ocurre lo mismo. Refiriéndonos en 1º lugar a la familia, es un hecho comprobado la influencia del tipo y condiciones de la vivienda en la vida social familiar y en la formación de los hijos. También ha sido detectada la influencia de las condiciones ecológicas de las comunidades vecinales en los miembros que las forman, especialmente en el caso de conductas anómicas y desviadas suburbiales. Pasando ahora a los grupos de trabajo, se puede afirmar que, con frecuencia, el medio ambiente en que se desarrolla la ocupación imprime al obrero un carácter especial, que es uno de los motivos de que existan acusadas diferencias colectivas entre trabajadores tan dispares como los campesinos, los marinos, los mineros, los obreros de la industria, de servicios, etc. En este punto hay grupos que habitan en ambientes especiales, que ofrecen un ancho campo de investigación y en los cuales juegan, sin duda, un papel importante las características especiales del medio. Es el caso de las comunidades que viven en cuarteles, conventos, cárceles, campos de concentración, hospicios, etc. Si está clara la intervención del factor ecológico en las formas sociales aludidas, lo está también, sin duda, en el caso de la sociedad global. Es decir, en aquella que está integrada por la sociedad política más la sociedad civil. Dentro de ella, la división fundamental entre áreas urbanas y regiones naturales, da lugar a la existencia de medios ecológicos muy diferentes, que es uno de los factores de la diversidad de las formas de vida social observables en las comunidades que habitan dichas áreas o regiones. Pero el factor ecológico no sólo guarda relación con los modos de vida social y con la distribución espacial de una comunidad territorial (que resulta influida por la existencia de vías de comunicación, cursos fluviales, costas y puertos, cualidades de la tierra y localización industrial), sino que constituye un elemento a tener en cuenta en organización y cambio de una comunidad. Como dice Hawley, aunque la ecología humana no intenta abarcar todos los aspectos del análisis de una comunidad, se ocupa principalmente de los rasgos estructurales de la organización funcional y de cómo éstos cambian al cambiar las condiciones externas. La organización social, en cuanto disposición ordenada de las partes de un conjunto social, implica no sólo una distribución interrelacionada de funciones sociales de dichas partes, sino también una estructuración determinada en el espacio o medio ecológico de las mismas. Todo cambio en la organización social como tal se refleja de un modo u otro en la estructuración ecológica y viceversa. En relación a estos aspectos de la ecología social, sin duda los más importantes científicamente, la investigación se ha concentrado, sobre todo, en el estudio de las grandes ciudades. Como procesos ecológicos de las mismas se ha estudiado: -la concentración de la población
en ellas, Así mismo, se han formulado diversas teorías para explicar el crecimiento urbano. La 1ª en el tiempo, de Park y Burguess, explica que el desarrollo de las ciudades se realiza en círculos concéntricos. La 2ª fue formulada por Hoyt, y viene a decir que tal desarrollo se efectúa en forma radial o de estrella a partir de un núcleo central, siguiendo las vías de penetración y transporte más importantes. Hoy en día se pretende explicar la cuestión con la teoría de evolución de la población alrededor de varios centros interrelacionados entre sí. .
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