Nuevo Estilo de Vida Jorge
Danielidn Lo que le ocurra a la Tierra, le ocurrirá a los hijos de la Tierra. Ojalá que los hombres comprendamos este nuevo tipo de relación con la madre Tierra, en convivencia fraterna y familiar, como la viven muchas culturas aborígenes (como, por ejemplo, los mapuches). Es necesario que el hombre moderno, sin negar el aspecto positivo de su progreso y de su técnica, vuelva a ser el hombre arcaico en su actitud respetuosa y reverencial hacia la naturaleza y la creación. Francisco de Asís, como muchos otros, mostró el largo y difícil camino de la pobreza de espíritu y fraternidad universal. A nosotros nos toca descubrirlo, ensayarlo, recorrerlo y vivirlo sin miedos y con mucha esperanza. a) Desechar los actuales estilos de vida Ya en el s. IV había una serie de monjes, los mesalianos, que identificaban la gracia del Espíritu Santo con la experiencia psicológica de su presencia en el alma, y buscaban prescindir de toda mediación material para la unión directa con Dios (tentación ésta, la de prescindir de la humanidad de Cristo, que tuvo que ser vencida y superada por Santa Teresa, como ella misma narra en su su Vida[1]). Hoy en día sigue preocupando este estilo de vida a la jerarquía romana, sobre todo por la proliferación de algunos movimientos de oración que buscan integrar métodos y contenidos de espiritualidades vacíos, como el zen, la meditación trascendental y el yoga. A lo largo de la historia, la humanidad siempre ha estado tentada a este error de los mesalianos. Juan Pablo II, en una homilía en honor de Santa Teresa, recordaba que "el grito de la santa en favor de una oración enteramente centrada en Cristo vale en nuestros días contra algunas técnicas de oración que no se inspiran en el evangelio y que prácticamente tienden a un vacío mental". En su mensaje para la XXIII Jornada Mundial de la Paz de 1990, Juan Pablo II se dirigió a la Iglesia Católica y dijo en tono casi testimonial:
El contexto y pretexto en que el papa escribió su mensaje estuvieron motivados por el tema de la paz, y marcados fuertemente por la conciencia de que el problema ecológico era fundamentalmente un problema moral. He aquí algunas frases que señalan la reiterada convicción de esta conciencia, en dicho mensaje:
b) Hacia un nuevo estilo de vida Las soluciones coyunturales y técnicas a todos los problemas y consecuencias de crisis ecológica pueden ser útiles, pero no van a la raíz del problema. Se exige un nuevo estilo de vida. Juan Pablo II, en su mensaje, proponía la fraternidad, y Benedicto XVI "el sentido cristiano positivo de las criaturas". Quisiera, en esta última parte, sugerir y delinear algunos elementos de este nuevo estilo de vida, especialmente con relación a la creación y la naturaleza. Hay una diferencia abismal entre el estilo del hombre moderno y técnico y el nuevo hombre ecológico del que hablan los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI. La actitud del hombre moderno con las cosas, con la creación e incluso con los hombres, es de dominio y de posesión. Está sobre las cosas, las manipula como simples objetos, las cosifica. Entre los seguidores de Cristo no debe ser así (Mt 20,25-28). Por eso, el nuevo hombre ecológico ha de estar junto a las criaturas, convivir con ellas y no estar sobre ellas en una actitud de señorío y dominio. Ha de tener por ellas un sumo respeto, considerarlas hermanas, simpatizarlas y convivir con ellas en la misma casa, que es el mundo de la creación. b.1) Sus manifestaciones Esta actitud de respeto y de igualdad, del nuevo hombre ecológico, puede manifestarse de diversos modos. Estos son algunos ejemplos de ello, puestos en práctica por San Francisco de Asís: -cantar con la cigarra o con la hermana
alondra, b.2) Sus motivaciones Todas estas manifestaciones y gestos con la hermana creación no son puro romanticismo o mero fruto de un alma poética, sino que tienen profundas motivaciones teológicas. La 1ª motivación teológica la sugiere San Buenaventura, y tiene su fundamento bíblico en la afirmación del apóstol Pablo: las criaturas están esclavizadas por el pecado del hombre, y "la creación sufre dolores de parto, hasta tener parte en la gloriosa libertad de los hijos de Dios" (Rm 8,18-23). Así pues, en la medida en que el hombre se libere del pecado, liberará también a las criaturas de su esclavitud y les devolverá su condición de hijas de Dios, hermanándose con ellas. De ahí que concluya acertadamente San Buenaventura: "Por la reconciliación universal con cada una de las criaturas retornará el estado original de inocencia". b.3) Sus concreciones No tocaríamos la raíz más profunda del estilo fraterno de la nueva humanidad si no llegamos a entender el sentido de su pobreza espiritual, como camino rápido y expedito para la fraternidad material. En ese sentido, hay que superar el sentido capitalista de la pobreza. La pobreza no consiste sólo ni principalmente en la carencia de las cosas, o en no tener. La renuncia a la posesión es una consecuencia, pues se renuncia a las cosas en la medida en que éstas separan, dividen y ponen una barrera entre los hombres y el resto de cosas creadas. La pobreza espiritual no es eso, sino es algo más profundo, y consiste en dejar que las cosas sean como son, respetarlas tal como son y renunciar a su dominio y sometimiento. Es decir, consiste en estar con las cosas, y no sobre ellas. En la mente y en el sentido de la pobreza ha de estar la humildad, actitud por la que el hombre se coloca en el suelo (pues humus significa tierra). La humildad lleva a obedecer y someterse a toda humana criatura y aun a toda criatura. c) Un ejemplo: el Cántico de las Criaturas Este estilo fraterno de vida con todas las criaturas fue algo que Francisco de Asís vivió y expresó en su Cántico de las Criaturas, en que alaba no tanto a través de ellas, sino con ellas, al Creador. Sólo dos cosas quiero señalar con relación a este escrito de Francisco. El 1º aspecto es que, compuesto hacia el final de su vida, el cántico es fruto de una purificación interior profunda y de un largo camino de ascesis y renuncia de Francisco. Concretamente, después de haber pasado una noche llena de tribulaciones por sus múltiples enfermedades, tras sentir compasión de sí mismo y recibir la consolación del Señor. A la mañana siguiente, Francisco dijo a sus hermanos: "Quiero componer para su gloria, para consuelo nuestro, y edificación del prójimo, una nueva alabanza del Señor". Se sentó, se concentró un momento y comenzó a decir: "Altísimo, omnipotente, buen Señor". Esto significa una cosa importante: que sólo quien ha hecho este despojamiento interior puede entonar, con autenticidad y verdad, el Cántico de las Criaturas. De hecho, es difícil dar el título de hermanas a las enfermedades, dolores, angustias y muerte, si no se ha experimentado esa purificación interior. El 2º aspecto que quiero destacar es el hecho de haber empleado Francisco este cántico como instrumento para poner paz entre el obispo y el alcalde de Asís, y así mejorar la convivencia en su ciudad natal. Debido a sus enfermedades, Francisco no pudo ejecutar sus planes de paz, pero llamó a sus compañeros y le mandó que reunieran en el obispado al alcalde, a los notables de la ciudad y a toda la gente que pudiera concurrir. ¿Para qué? Para que, cuando estuvieran todos juntos, se recitara el Cántico de las Criaturas. ¿Y eso? Para fiar la paz a Dios, pues "el Señor humillará sus corazones, y los reconciliará". Y así sucedió. Francisco de Asís fue un hombre intuitivo que supo leer el libro de la creación y los acontecimientos de la historia. Es lo que recordaba Juan Pablo II en el mensaje ya citado: "Francisco demuestra que, estando en paz con Dios, podemos construir mejor la paz con toda la creación, la cual es inseparable de la paz entre los pueblos"[3]. .
_______ [1] cf. Teresa de Jesús, Vida, XII, 5; XXII, 1-5. [2] cf. Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, Asís 1990, n. 16. [3] cf. Juan Pablo II, op.cit, 16. |