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Comunidad Natural Wolfgang
Sachs En las actuales controversias ecológicas se destacan 2 conceptos de globalización.
En 1º lugar está el de la
"globalización empresarial", que apunta a transformar
el mundo en un solo campo económico, permitiendo que las empresas compitan sin
restricciones para aumentar el bienestar y la riqueza global. Esta concepción
nace a partir de la idea del libre comercio en la Inglaterra del s. XVIII, la
cual, después de muchos cambios, ha llegado a dominar las políticas mundiales
de inicios del s. XXI.
En
2º lugar está la "globalización democrática", que concibe un mundo que contiene una
floreciente pluralidad de culturas y que reconoce los derechos fundamentales de
cada ciudadano del mundo. Las raíces de este concepto se remontan a la filosofía
griega y a la Ilustración europea, ambos con una visión cosmopolita
del mundo. Creo que la causa de la justicia y la sostenibilidad se verá truncada si no es desarrollada dentro del marco de la globalización democrática. Gran parte de los ciudadanos del mundo viven en comunidades rurales, que basan su subsistencia mayoritariamente en los suelos, los bosques, las praderas y las aguas que los rodean. Extensos territorios, cordilleras o largas costas conforman el hábitat de comunidades tribales, pueblos indígenas, habitantes de los bosques, pescadores y una amplia gama de comunidades locales. Estas comunidades suelen vivir en ecosistemas cuyos recursos son buscados por empresas privadas y agencias estatales, para satisfacer las necesidades de consumo de los centros urbanos e industriales cercanos y lejanos. En el pasado, los programas de desarrollo a menudo transformaron estas comunidades en víctimas del desarrollo, al expulsarlos de los valles, contaminarlos con derrames de petróleo, desplazarlos de sus tierras fértiles o quitarles sus recursos pesqueros y animales.
En
el presente, la mejor manera de proteger a las
comunidades humanas y naturales sería consolidar los derechos de los pueblos a
sus recursos. a) Hábitat natural comunitario El espacio natural brinda importantes fuentes de alimento, vivienda y medicina, además de constituir una base de memoria cultural y fortalecimiento espiritual. El que las comunidades locales puedan disfrutar del derecho a recursos como la tierra, el agua, las pesquerías, los bosques y las semillas es un asunto vinculado a los derechos humanos fundamentales. Las comunidades no deben ser desposeídas de estos recursos a menos que ellas mismas den previa autorización o reciban una compensación justa. Los derechos de las comunidades locales a sus recursos deben estar en las leyes nacionales e internacionales. La Ley Modelo de la OUA (ca. 2000) sobre los derechos comunitarios es un buen ejemplo. a.1) Tierra Todos los individuos y comunidades tienen derecho a usar todos los recursos naturales de la tierra que controlan y además tienen la obligación correspondiente de proteger la integridad de estos recursos. Las comunidades deben tener derecho a (y la obligación de) controlar el acceso a su tierra, así como gestionar sus recursos según sus prácticas y leyes. Además, deben tener derecho a una porción justa y equitativa de los beneficios resultantes del uso de sus recursos, e incluso de sus conocimientos, tecnologías, prácticas o recursos biológicos y no biológicos. a.2)
Agua El agua es esencial para todas las formas de vida. Todos los seres vivos deben disfrutar de un acceso justo y equitativo a este recurso vital. Esto significa que se debe prohibir la privatización de los recursos hídricos. Las comunidades locales tienen el derecho a determinar el acceso a sus recursos hídricos y gestionarlos según sus prácticas y leyes de uso. Ninguna persona tiene derecho a restringir el acceso a un manto de agua, a menos que haya sido construido artificialmente. Y nadie debe contaminar los mantos de agua que son vitales para las comunidades, sin proporcionar una compensación justa y/o la restauración. a.3)
Especies Las comunidades locales tienen derecho a los conocimientos, tecnologías y prácticas que ellas poseen para utilizar y gestionar sus recursos biológicos y no biológicos. En particular, tienen derecho a guardar, intercambiar, plantar y vender las semillas de sus cosechas anteriores.
En consecuencia, no se debe reivindicar
ninguna patente o derecho de propiedad intelectual restrictivo sobre sus
conocimientos y prácticas. b) Recursos naturales comunitarios Los principios subyacentes del Convenio sobre Biodiversidad, como la "participación plena y efectiva", el "acceso a los términos de concordancia mutua", la "distribución de beneficios" y el "consentimiento fundamentado previo", pueden ayudar a guiar la resolución de otros tipos de conflictos sobre recursos entre las empresas, las agencias estatales y las comunidades locales. El punto de partida para tal enfoque incluye los 2 principales instrumentos para los derechos humanos: -el Convenio Internacional sobre Derechos Políticos y Civiles, El art. 1 de cada uno de estos documentos afirma el derecho de cada pueblo a "disponer libremente de la riqueza y de los recursos naturales, en base al principio del beneficio mutuo y las leyes internacionales", pues "no se puede despojar a un pueblo de sus medios de subsistencia".
Según varias fuentes de leyes
internacionales, los pueblos poseen un conjunto de derechos que incluyen
derechos humanos individuales y colectivos, el derecho al control sobre recursos
y tierras tradicionales y derechos culturales. Incluso la protección de los sistemas vivos, dentro de los derechos de recursos comunitarios, servirá para restringir la extracción de recursos y la explotación insostenible. Las empresas privadas se verían obligadas a reconocer los derechos precedentes de los residentes a su hábitat y a negociar los términos para el acceso y la distribución equitativa de los beneficios. Esto resultaría en un cambio importante en el equilibrio de poder. Por ejemplo: -las empresas
petroleras se verían obligadas a obtener la autorización de los pueblos indígenas
para sus operaciones de perforación, Las reglas respecto al acceso justo y la distribución equitativa de beneficios para las comunidades tradicionales y los pueblos indígenas deben constituir el fundamento de los acuerdos internacionales sobre bosques, pesquerías o minería.
La Cumbre sobre Desarrollo
Sostenible de la ONU debe comenzar un proceso para el
inicio de las negociaciones para un acuerdo sobre derechos y recursos comunitarios. c) Extracción de minerales, petróleo y gas Los grandes proyectos de infraestructuras y de extracción de recursos minerales generalmente involucran a una amplia gama de interesados, incluyendo autoridades gubernamentales, empresas, bancos, instituciones multilaterales, gobiernos donantes, científicos y grupos de intereses públicos, además de los habitantes de los lugares afectados por los mismos.
La mitigación de los
efectos sociales y ambientales secundarios de los proyectos de gran escala
requieren de la participación colectiva de todos los interesados para evaluar
experiencias previas y crear nuevos marcos regulatorios. La Comisión Mundial
sobre Grandes Represas (WCD) podría servir como un modelo útil. La WCD, que terminó su mandato en el 2000, fue una experiencia única en la formulación de la política pública global. Estaba compuesta por 12 miembros provenientes de ministerios gubernamentales, de la sociedad civil y empresarial, incluyendo desde representantes del lobby pro-embalses hasta activistas anti-embalses.
Dicha
iniciativa partió de la Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza (UICN) y del Banco Mundial (BM), fue apoyada por un secretario profesional y
estuvo acompañada por un foro de grupos interesados de 68 miembros, provenientes de
varias organizaciones. Establecida para tratar los puntos de vista antagónicos, que han hecho de los embalses un tema álgido en la arena del medio ambiente, el desarrollo y la justicia, la WCD se concentró en 2 tareas: -recopilar
información, sobre las repercusiones del desarrollo de las grandes represas; La WCD tendió un puente entre las enormes diferencias de opinión. Y lo hizo con éxito, al ubicar la infraestructura del desarrollo dentro de un marco de derechos humanos. Independencia, inclusión y transparencia fueron ingredientes importantes para el éxito, además de la presencia influyente de los movimientos anti-represas a nivel mundial. Si bien la actual aplicación de las conclusiones de la comisión por parte de los actores involucrados, deja mucho que desear (su auspiciador más importante, el BM, hasta ahora no ha asimilado las conclusiones), dicha WCD es un modelo que podría replicarse en otros sectores como la minería y la extracción de petróleo y gas. En forma similar a los proyectos de grandes represas, estos sectores suelen afectar gravemente el medio ambiente, degradando el hábitat de las comunidades locales. Son la fuente de numerosos conflictos entre los intereses económicos y los derechos humanos. Aunque el BM ha respondido a este problema al iniciar una revisión de las industrias extractivas, la inclusión y la independencia de esta revisión son cuestionables. Por estas razones, yo propongo crear una Comisión Mundial sobre Minería y una Comisión sobre Extracción de Petróleo y Gas. .
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