PAPIRO DE AHMÉS
Sobre el Ejército Egipcio

El superior de los marineros, Ahmés, hijo de Abana, habla correctamente:

Os voy a hablar de los honores que he recibido, yo que he sido recompensado 7 veces con oro ante todo el país, y que también he sido provisto de sirvientes y doncellas, yo a quien se le han atribuido grandes y numerosas tierras. Yo que por lo que logré volví glorioso mi nombre, y nunca seré olvidado en este país

Crecí en la ciudad de El-Kab. Mi padre era un soldado del rey del Alto y Bajo Egipto Seqénenrê[1], de hermosa voz, y se llamaba Baba, hijo de Rainet. Yo era entonces un adolescente, que no había tomado esposa y todavía dormía en una hamaca. Después de haber fundado una casa, me convertí en soldado naval, y ocupé el lugar de mi padre en el barco Toro Salvaje.

Bajo el reinado del maestro de las dos tierras, Ahmosis[2], fui destinado a la flota del norte, gracias a mis méritos.

Mientras se ponía el sitio a la ciudad de Avaris[3], serví al soberano (vida, fuerza, salud) a pie, siguiéndolo en sus idas y venidas en su carro. En este papel de infantería, me cubrí de gloria ante su majestad, y pronto fui designado para el barco Brillo de Memphis. Cuando tomamos Avaris, allí capturé a 1 hombre y 3 mujeres (4 en total), y su majestad me los dio como sirvientes.

Luchamos en el agua en el canal Padjedkou, cerca de la ciudad de Avaris. Hice un botín allí y traje 1 mano. Esto fue notificado al heraldo real, y me concedieron el oro al mérito. Poco después, la batalla se reanudó y luché de nuevo, recogiendo el botín de nuevo y trayendo 1 mano, y me concedieron el oro al mérito una vez más.

Luego tuvo lugar otra batalla en Egipto, al sur de Avaris, donde tomé 1 prisionero. Yo estaba en el agua y ahí lo capturé, de camino al pueblo, y tuve que cruzar el agua llevándolo. Esto se notificó al heraldo real, y de nuevo fui recompensado con oro.

Sitiamos Sharouhen durante 3 años, y cuando su majestad la conquistó, traje los premios de guerra: 2 mujeres y 1 mano, y por ello me concedieron el oro del mérito, y las que había capturado me fueron concedidas como sirvientas.

Más tarde, su majestad masacró a los mentiu de Setet, y de ahí se dirigió río arriba hacia el país de Khentennefer, para aniquilar a los yunu y sétiu. Su majestad les hizo sufrir un escarmiento considerable, y yo traje de allí algunos premios: 2 hombres vivos y 3 manos. Una vez más, fui recompensado con oro, y se me otorgaron 2 sirvientas.

Cuando su majestad regresó río abajo, su corazón se alegró, y por sus méritos y su fuerza conquistó los países del sur y del norte.

Entonces Aata, un enemigo, llegó desde el sur, y ya se iba acercando a nuestro destino. Pero su majestad lo encontró en Tenttao y lo tomó prisionero, y toda su gente fue quitada como botín. Yo traje a 2 soldados en el barco, desde Aata, y su majestad me dio 5 cautivos y lotes de tierra en los 5 distritos de mi circunscripción. Y lo mismo hizo con todos los soldados marineros.

Entonces llegó el vil enemigo llamado Tetian, que había reunido a hombres con corazones malvados. Su majestad lo mató, y su banda fue aniquilada. A mí me dieron 3 cautivos y 5 aroures en mi circunscripción.

Luego navegué con Djeserkarê[4], rey del Alto y Bajo Egipto.

Él subió río arriba hacia la tierra de Kush, para ampliar las fronteras de Egipto, y atacó a los nubios incluso en medio de sus tropas. Éstos fueron llevados encadenados, y nada quedó de sus ejércitos, que se dieron a la fuga y fueron rechazados por todas partes, como si nunca hubieran existido. Yo llevé allí 2 manos a su majestad.

Me pusieron a la cabeza de nuestras tropas, porque había luchado de una manera extraordinaria, y su majestad había visto mi valentía. Entonces buscamos a los hombres y los rebaños de los enemigos fugados, y logramos capturar prisioneros y entregarlos a su majestad. Traje a su majestad de regreso a Egipto en 2 días, comenzando desde la ubicación de la catarata superior. Fui recompensado con oro, y me trajeron 2 sirvientas como botín.

Cuando llegó el rey Aakheperkare[5], me hicieron guerrero del gobernante.

Yo llevé al rey Aakheperkare cuando navegó hacia el sur, hacia Khent-hen-nefer, para aplastar la rebelión en todas esas tierras, y para repeler a los intrusos de la región desértica. Fui valiente en su presencia en medio del agua mala, y remolqué su barco sobre la catarata. Entonces fui nombrado comandante de la tripulación.

Cuando su majestad llegó al lugar donde estaban los nubios que se habían rebelado, ante elos se enfureció como un leopardo, y disparó contra ellos, y su 1ª flecha atravesó el pecho de un enemigo. Entonces esos enemigos se volvieron y huyeron, indefensos ante su uraeus (faraón). Entre ellos se hizo una matanza, y sus dependientes fueron llevados cautivos vivos.

Su majestad viajó después hacia el norte, hacia todas las tierras extranjeras a su alcance. Se dirigió a Retenu, para desahogar su ira por aquellas tierras. Cuando su majestad llegó a Nahrin, su majestad encontró a ese enemigo reuniendo tropas. Entonces su majestad hizo una gran matanza de ellos. Innumerables fueron los cautivos vivos que su majestad trajo de sus victorias. Yo estaba en la vanguardia de nuestras tropas, y su majestad vio mi valor. Llevé a su majestad 1 carro, 1 caballo y al que estaba en él como un cautivo vivo, y fui recompensado con oro una vez más.

He envejecido, he llegado a la vejez. Favorecido como antes, y amado por mi señor, descanso en la tumba que yo mismo hice en Behy.

[1] Seqenra Taa, penúltimo faraón de la dinastía XVII, padre de los futuros faraones Kamosis y Ahmosis I.
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2] Ahmosis I.
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3] Contra los asiáticos hicsos, que dominaron Egipto durante las dinastías XIX, XVIII y XVII, y habían establecido Avaris como su capital. El Sitio de Avaris fue llevado a cabo exitosamente por Kamosis, hermanos y predecesor de Ahmosis I, y consiguió la liberación de Egipto del dominio hicso.
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4] Amenhotep I.
[5] Tutmosis I.