INSCRIPCIÓN DE REKHMIRE
Tributo de los Nobles

Vienen en paz los príncipes de Retenu, y todos los países del norte de los confines de Asia, postrándose en humildad y con su tributo sobre sus espaldas. Vienen deseando someterse a su majestad, buscando que se les dé el aliento de vida. Vienen al ver sus grandísimas victorias y haberse apoderado su terror en sus corazones.

Es el príncipe heredero, conde, padre y amado de dios, gran hombre de confianza, señor de las dos tierras, alcalde y visir de Rekhmire, quien recibe el tributo de todos los países extranjeros.

Los hijos de los príncipes de los países del sur, junto con los hijos de los príncipes de los países del norte, fueron traídos como lo mejor del botín de su majestad, el rey del Alto y Bajo Egipto, Men-kheper-Ra[1], dador de vida. Se trajeron de todos los países extranjeros para llenar el taller y ser siervos de las ofrendas divinas de su padre Amón, señor de los tronos de las dos tierras. Ellos han sido entregados de todos los países extranjeros juntos, y puestos en manos de su majestad, como príncipes postrados bajo sus sandalias.

[1] Tutmosis III.