Testimonio de Francesco Totti

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Totti es algo más que una estrella del fútbol que ha ganado un Mundial, una Liga, dos Copas de Italia, dos Supercopas o una Bota de Oro. Este futbolista, que en su carrera ha disputado 786 part6idos oficiales y ha marcado 307 goles, confesaba en el programa A sua Imagine que «cada vez que meto un gol, beso el anillo de matrimonio y agradezco al Señor por haberme regalado una vida plena de satisfacciones. No sólo en el campo de fútbol, sino sobre todo en la vida cotidiana con Ilary y nuestros hijos».

Devoto de la Virgen del Divino Amor, muy querida por todos los romanos, confesaba tener una relación profunda con la fe desde las cosas más sencillas a las más profundas. «Siempre he dado una gran importancia a ciertos gestos, desde el signo de la Cruz a la oración», aseguraba el exfutbolista de la Roma.

En su opinión, «el hombre no ha nacido por casualidad y la fe le indica el camino. Luego yo he tenido mucha suerte y por eso, además de creer, agradezco a Dios. Además buscaré siempre compartir con el prójimo parte de lo bueno que me ha sido dado».

Y así lo ha hecho. Totti ha liderado numerosas obras benéficas. En Italia ha sido blanco de miles de chistes que le retratan como una persona simple. Sin embargo, lejos de ofenderse por ello, recopiló todas estas bromas y editó un libro cuyos beneficios fueron destinados a ayudar a niños pobres.

Para él, «la fe es creer a corazón abierto y sin condiciones; es también por eso que las palabras fe y confianza son tan similares». Esta concepción de la fe en Dios también la aplicó en su amor a los colores del único equipo en el que jugó.

Precisamente, recibió la fe siendo niño. «La fe ha sido siempre muy importante en mi vida, primero gracias a mi madre Fiorella, católica devota, y luego gracias a acontecimientos clave. Nunca he olvidado la caricia en la cabeza que mi dio, siendo niño, Juan Pablo II cuando nos visitó en Primaria, recuerdo que me causó una gran impresión la fuerza que emanaba».

Esta fe de niño la siguió alimentando siendo de monaguillo en su parroquia, a la que acudía con su familia, en la catequesis con el padre Aldo, y luego con los consejos espirituales de don Fernando. Así hasta acudir cada sábado a misa a la capilla que la Roma tenía en sus instalaciones deportivas.

Totti ha sido capitán de la Roma, pero considera que hay un capitán aún mayor en la ciudad. Para él, el Papa, ya fuera Juan Pablo II, Benedicto XVI o Francisco I, es el "gran capital del equipo". «El Papa es el hombre que Dios nos envía para que le represente en la tierra», dijo Totti antes de la elección de Francisco, que se mostró extremadamente feliz después de que el Papa argentino convocase el Jubileo de la Misericordia. «Cada día nos da humildad, sencillez y serenidad por encima de todo».

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 Act: 01/12/19   @testimonios de fe           E D I T O R I A L    M E R C A B A    M U R C I A