Testimonio de Gerardo Diego

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GERARDO DIEGO,
poeta hispanoamericano:

«Un Católico Agradecido»

«Siempre agradecerá a mis padres que fuesen buenos cristianos y piadosos, y siempre tuviesen en casa unas costumbres ejemplares, a la hora de cumplir los mandamientos de Dios y la Iglesia. Porque en casa siempre había muchísimas personas comiendo, que no tenían a otro sitio mejor adónde ir, y había que ayudarles como fuera. Yo nunca les agradeceré lo bastante que me dejasen ese legado, que además hicieron en libertad. Eso ha sido una gran suerte para mí»

Así escribía Gerardo Diego.

Años después, Teodoro Rubio cifraría las principales características religiosas de Gerardo Diego: tolerancia, fervor, discreción y autenticidad.

Pues él mismo, así mismo se confesó:

«Quiero vivir, morir, siempre cantando
y no quiero saber por qué ni cuándo.
Sí, en el seno del verso,
que le concluya y me concluya Dios»

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La Asunción de María

¿Adónde va, cuando se va, la llama?
¿Adónde va, cuando se va, la rosa?
¿Qué regazo, qué esfera deleitosa,
qué amor del Padre la alza y la reclama?

Esta vez como aquella, aunque distinto,
el Hijo ascendió al Padre en pura flecha.
Hoy va la Madre al Hijo, va derecha,
al Uno y Trino, al trono en su recinto.

Por eso el aire, el cielo, rasga, horada,
profundiza en columna que no cesa,
se nos va, se nos pierde, pincelada
de espuma azul en el azul sorpresa.

No se nos pierde, no; se va y se queda.
Coronada de cielos, tierra añora
y baja en descensión de Mediadora,
rampa de amor, dulcísima vereda.

* Gerardo Diego, poeta