Paso 115 de Santidad

LA MISERICORDIA

Escuela de Jóvenes Cristianos
Molina de Segura, 31 julio 2023

escritura

1. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia (Mt 5, 7).
2. Las sendas del Señor son misericordia y lealtad, para los que guardan su alianza y sus mandamientos (Sal 24, 10).
3. Misericordia e ira están con él, tan poderoso en perdón como pródigo en ira (Ecl 16, 11).
4. Su misericordia llega de generación en generación, para los que temen al Señor (Lc 1, 50).
5. Dios encerró a todos los hombres en la rebeldía, para usar con todos ellos de misericordia (Rm 11, 32).
6. ¡Qué grande es la misericordia del Señor, y su perdón para los que a él se convierten! (Ecl 17, 29).
7. Misericordia quiero, y no sacrificio (Mt 9, 13).
8. El Señor aprecia a los fieles que confían en su misericordia (Sal 147, 11).
9. No necesitan médico los sanos sino los que están mal. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a pecadores (Mt 9, 12-13).
10. Sin misericordia será juzgado quien no tiene misericordia (Sant 2, 13).
11. ¡Qué grande es tu misericordia, Señor! Tú la reservas para los que te temen, y la brindas a los que a ti se acogen (Sal 30, 20).

magisterio

12. Quien hace misericordia recibe misericordia (JUAN PABLO II, 11-12-1988).
13. El amor y la misericordia tienen en la historia del hombre una forma y un nombre: se llama Jesucristo (JUAN PABLO II, RH, 9).
14. Como todos caemos en muchas faltas, continuamente necesitamos la misericordia de Dios (VATICANO II, LG, 40).
15. La misericordia es la gran riqueza del corazón de Dios (JUAN PABLO II, 6-9-1990).
16. La misericordia inagotable de Dios hacia nosotros nos obliga a reconciliarnos entre nosotros (JUAN PABLO II, 13-9-1987).
17. Tended la mano a los más débiles (JUAN PABLO II, 31-1-1990).
18. El amor con el prójimo, en las formas antiguas y siempre nuevas de las obras de misericordia, representa el contenido más inmediato y habitual de la animación cristiana del orden temporal, y constituye el compromiso específico de los laicos (JUAN PABLO II, 30-1-1989).
19. Aprendemos a perdonar a partir de la experiencia de misericordia que hemos vivido (JUAN PABLO II, 2-9-1990).
20. El hombre sólo puede recibir la gracia del Dios misericordioso si practica la misericordia con respecto a sí mismo, alejándose del pecado (JUAN PABLO II, 20-8-1990).
21. Dios os ha llamado a ser agentes de la misericordia, de la paz, la liberación y la consolación (JUAN PABLO II, 5-4-1990).
22. El amor misericordioso de Dios no nos abandona nunca, sino que obra también a través de María y en los momentos de necesidad y de prueba. ¡No nos olvidemos nunca de esto, queridos hermanos! (JUAN PABLO II, 17-6-1990).

tradición

23. La misericordia es cierta compasión de nuestro corazón hacia la miseria ajena, que nos impulsa a socorrerla si podemos (San AGUSTÍN).
24. La misericordia es fruto del amor, y es la virtud por excelencia de cuantas se refieren al prójimo (Santo TOMÁS DE AQUINO).
25. El que tenga los males ajenos como suyos... ése es el buen misericordioso (San JUAN DE ÁVILA).
26. Jamás desesperad de la misericordia de Dios (San BENITO).
27. El misericordioso se hace bien a sí mismo (Santa ROSA MOLÁS).
28. No merece misericordia quien abusa de la misericordia del Señor, para ofenderle (San JUAN BOSCO).
29. Donde nosotros vemos naturalmente una falta a condenar y a castigar, Dios ve primeramente una miseria a socorrer (San FRANCISCO DE ASÍS).
30. Oh Señor, si me negaras tu misericordiosa gracia, me precipitaría inmediatamente en el abismo (San ANTONIO DE PADUA).
31. Ten por misericordia de Dios que alguna vez te digan alguna buena palabra, pues no mereces ninguna (San JUAN DE LA CRUZ).
32. Es necesario amar y alabar por siempre la justicia vengadora y castigadora de Dios, al igual que amamos su misericordia. Una y otra son hijas de su bondad (San FRANCISCO DE SALES).
33. Después de pecar, espera en la misericordia de Dios; pero antes de pecar, teme su justicia (San AGUSTÍN).
34. El Señor nos castiga, como Padre bueno que es, para que alcancemos misericordia por su santa corrección (San CLEMENTE ROMANO).
35. Como es imposible navegar por el mar, si no hay puertos y fondeaderos, así también es imposible que tenga consistencia la vida presente si de ella se elimina la compasión, el perdón y el amor (San JUAN CRISÓSTOMO).
36. No con otros obra Dios su misericordia de veras, sino con los que aman (San JUAN DE ÁVILA).
37. Toda mi esperanza no estriba sino en tu gran misericordia (San AGUSTÍN).
38. Dios sabe que, con el tiempo de su misericordia, puede cambiar el corazón de los hombres (Santa CLARA DE ASÍS).
39. Tu misericordia, Señor, es la columna del cielo y de la tierra; sin ella todo se caería en ruinas (San ANTONIO DE PADUA).
40. Depende de cada uno de nosotros que los hombres sientan o no la misericordia de Dios (San FRANCISCO DE ASÍS).
41. Si estuvieras enfermo y el médico te prometiera la curación inmediata, ¿rehusarías curarte, esperando que más tarde te curarías? Nadie debe permanecer en pecado esperanzado en la misericordia divina, como tampoco quiere nadie permanecer enfermo con la esperanza de que luego sanará (San FULGENCIO).
42. Si Dios no fuese Dios, sería injusto por la excesiva paciencia que usa con los pecadores (San AGUSTÍN).
43. Cuanto más tiempo vivas en pecado, tanto más aumentas y provocas la ira de Dios contra ti (San JUAN BOSCO).
44. Sí, Dios es misericordioso, pero no es tan estúpido que vaya a obrar irracionalmente. Ser misericordioso con quienes quieren continuar ofendiéndolo no sería bondad, sino estupidez (San ALFONSO Mª LIGORIO).
45. Es para que haya en la tierra hombres misericordiosos por lo que Dios ha dejado en ella miserias (San AGUSTÍN).
46. No es infructuosa ninguna obra de misericordia (San LEÓN MAGNO).
47. Si vemos u oímos decir o hacer mal o blasfemar, bendigamos, hagamos bien y alabemos a Dios, que es bendito por los siglos (San FRANCISCO DE ASÍS).
48. Dios no prometió la misericordia cuando se abusa de ella (San ALFONSO Mª LIGORIO).
49. Cuídate de mirar al perro que te promete la misericordia de Dios (San JUAN CRISÓSTOMO).
50. ¿Qué cosa más miserable que el que un mísero no tenga misericordia de sí mismo? (San AGUSTÍN).
51. Cierto joven disoluto, cuando le invitaban a dejar su mal vivir, respondía: "En el cielo tengo una abogada omnipotente, que es la misericordia divina". En el trance de morir llamó al confesor y, cuando quería prepararse para la confesión, se acercó el demonio y le mostró la lista de todos sus pecados. Tal fue su terror, que exclamó: "¡Qué espantosa lista de pecados!". Y murió sin poderse confesar (San ALFONSO Mª LIGORIO).
52. Se olvida con frecuencia que, si bien es cierto que la misericordia de Dios es infinita, son finitos los actos de tal misericordia que va a tener con cada uno de nosotros. Este engaño ha condenado a muchos (San ALFONSO Mª LIGORIO).
53. El Señor es misericordioso, pero también es justo. No cometamos el error de considerarlo a medias (San BASILIO).
54. La confianza que tienen los pecadores para pecar, fiándose de la bondad de Dios, no atrae las bendiciones sino las maldiciones de Dios (San BERNARDO).
55. Si en cuanto Dios se sintiese ofendido, echase mano de la fuerza, ¿dónde estaríamos muchos de nosotros? (San JUAN BOSCO).
56. Todo lo que somos, lo somos por su misericordia (San AGUSTÍN).
57. Si Dios usa de misericordia cuando es ofendido, y perdona a quien le hiere, ¿por qué nosotros, miserables gusanos, no hemos de tolerar un desaire, y hasta un insulto, sin vengarnos inmediatamente? (San JUAN BOSCO).
58. Las obras de la misericordia del orden espiritual son: 1ª enseñar al que no sabe, 2ª dar buen consejo al que lo necesita, 3ª corregir al que se equivoca, 4ª perdonar las injurias, 5ª consolar al que está triste, 6ª sufrir con paciencia los defectos del prójimo, 7ª rogar a Dios por vivos y muertos (Santo TOMÁS DE AQUINO).
59. Las obras de la misericordia del orden corporal son: 1ª visitar a los enfermos, 2ª dar de comer al que tiene hambre, 3ª dar de beber al que tiene sed, 4ª vestir al desnudo, 5ª dar posada al peregrino, 6ª redimir al cautivo, 7ª enterrar a los muertos (Santo TOMÁS DE AQUINO).
60. Entre las obras de misericordia ocupan el primer lugar las de orden espiritual (Santo TOMÁS DE AQUINO).
61. Las obras de la misericordia serán la base de tu felicidad (San ESTEBAN I DE HUNGRÍA).

reflexión

Invoca al Espíritu Santo
Lee en silencio y medita todas las citas
Frase elegida número:    ¿Por qué?
Lee la 8, 9, 14 y 15. ¿Confío en la misericordia divina?
Lee la 2, 4, 6, 11 y 20. ¿Merezco su misericordia?
Lee la 3, 32, 44, 48 y 52. ¿Estoy abusando de ella?
¿Soy misericordioso con mi prójimo? Repasa la 58 y 59
Medita la 7. El compromiso concreto que hoy debo hacer es:
Finalizar con oración de alabanza, acción de gracias y petición