Paso 125 de Santidad

LA MUERTE

Escuela de Jóvenes Cristianos
Molina de Segura, 9 octubre 2023

escritura

1. Cristo será glorificado en mi cuerpo, por mi vida o por mi muerte, pues para mí, la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia. Pero si el vivir en la carne significa para mí trabajo fecundo, no sé qué escoger... Me siento apremiado por las dos partes. Por una parte, deseo partir y estar con Cristo, lo cual es con mucho lo mejor; mas. Por otra parte, quedarme en la carne es más necesario para vosotros (Fil 1, 20-24).
2. La muerte de los justos es preciosa en la presencia de Dios (Sal 115, 15).
3. Si con él morimos, también viviremos con él (2Tim 2, 11).
4. El justo, aunque muera prematuramente, hallará descanso (Sab 4, 7).
5. La muerte es el destino de todos los hombres (Job 30, 23).
6. ¿Qué hombre hay que haya de vivir sin ver la muerte? (Sal 88, 49).
7. Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. Quien tiene al Hijo, tiene la vida; quien no tiene al Hijo, no tiene la vida (1Jn 5, 11-12).
8. Jesús le respondió a Marta: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá. Y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?" (Jn 11, 25-26).
9. Por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen (Sab 2, 24).

magisterio

10. La resurrección es inseparable de la muerte, y le da su verdadero significado (JUAN PABLO II, 11-4-1990).
11. El mundo no es, para nosotros, una morada eterna (JUAN PABLO II, 4-7-1988).
12. La fe, apoyada en sólidos argumentos, responde satisfactoriamente al interrogante angustioso del destino futuro del hombre (VATICANO II, GS, 18).
13. Cristo destruyó la muerte con su muerte, y nos dio vida (VATICANO II, GS, 22).
14. Dios está con nosotros para librarnos de las tinieblas del pecado y la muerte, y para hacernos resucitar a una vida eterna (VATICANO II, DV, 4).
15. La fe cristiana enseña que la muerte corporal, que entró en la historia a consecuencia del pecado, será vencida (VATICANO II, GS, 18).

tradición

16. La muerte no puede entristecer a quien sabe que su amor soberano vive (San FRANCISCO DE SALES).
17. Ha de temer la muerte aquél que no quiere ir a Cristo (San CIPRIANO).
18. Mi único consuelo es la mirada a la muerte (San GREGORIO MAGNO).
19. Tal es la muerte, según ha sido la vida (San ANTONIO Mª CLARET).
20. No quedará ciego quien va a ver a Dios (Santa CLARA DE ASÍS).
21. La muerte es la tumba de los vicios (San AMBROSIO).
22. La muerte es el fin de todas las miserias (San EUQUERIO).
23. Para vivir, es necesario morir (San TEÓFANO VENARD).
24. Esta vida no es más que una carrera hacia la muerte (San AGUSTÍN).
25. No es cosa difícil morir por el Dios verdadero (San APOLONIO).
26. Desdichada la muerte sin el amor del Salvador (San FRANCISCO DE SALES).
27. Locos son quienes no piensan en la muerte (Siervo GUIDO DE FONTGALLAND).
28. El tiempo de los moribundos negligentes, en asuntos del alma, no es apto en la hora de la muerte, ni para remediar su conciencia (San ALFONSO Mª LIGORIO).
29. Lo que a los moribundos impresiona no es el arrepentimiento de sus pecados, sino la proximidad de la muerte (San AGUSTÍN).
30. Para mí, mejor es morir en Jesucristo que ser rey de todos los reinos de la tierra (San IGNACIO DE ANTIOQUÍA).
31. Acaban de leerme la pena de muerte, y jamás he estado tan tranquilo como ahora. Estoy seguro de que esta noche estaré con mis padres en el cielo. Allí os esperaré a vosotras (Beato FRANCISCO CASTELLÓ).
32. Nuestra morada es la celda de un prisionero. Los lazos de la muerte nos tienen encadenados (San ANTONIO ABAD).
33. Nos creemos indestructibles, mas la muerte llega silenciosa (San BRAULIO).
34. Quien hoy no está preparado para morir bien, corre el grave peligro de morir mal (San JUAN BOSCO).
35. Quien en vida no se dispone a morir, a la hora de la muerte no tiene ánimo para acordarse de Dios (San FRANCISCO JAVIER).
36. Ruegue a Dios que yo tenga una buena muerte (Santo DOMINGO SAVIO).
37. ¿Cuáles son tus postrimerías? Muerte, juicio e infierno. ¿Qué temerá quien no se intimida ni tiembla, de pies a cabeza, ante estas verdades? (San BERNARDO).
38. Acostaros siempre con el pensamiento de la muerte (San JUAN CLÍMACO).
39. Ésta no es vida, sino una continuada muerte y un destierro de la gloria, para la cual somos creados (San FRANCISCO JAVIER).
40. Si eres apóstol, no has de morir: cambiarás de casa (San JOSE Mª ESCRIVÁ).
41. Después de su resurrección, Jesús vino donde estaba Pedro y les dijo: "Tocadme, palpadme y ved que no soy un fantasma". Le tocaron y creyeron, identificándose con su carne y espíritu. Así despreciaron la muerte, mostrándose superiores a ella (San IGNACIO DE ANTIOQUÍA).
42. Si tuvieses que morir ahora mismo, ¿qué sería de tu alma? (San JUAN BOSCO).
43. Estoy molida como un grano de trigo. Nunca hubiera creído que hubiera que sufrir tanto para morir (Santa BERNARDETTE).
44. Sólo vivimos en Jesucristo, y morir por él es la mejor ganancia (San RODRIGO).
45. Dadme vuestra gracia, Señor, para no hacer de la muerte una extraña figura (Santo TOMÁS MORO).
46. Gran muerte es vivir dejando a Cristo después de haberlo conocido, por seguir propias las opiniones o aficiones (San FRANCISCO JAVIER).
47. Nunca he pedido al Señor morir joven, pues eso me hubiera parecido una cobardía (Santa TERESA DE LISEUX).
48. Los que mueren por la fe, suben al cielo. Nosotros, que nos escondemos continuamente y gastamos dinero para librarnos de los que nos persiguen, valdría más dejarnos prender y morir (San ANDRÉS DUNG-LAC).
49. Vivid hoy como si debierais morir mártires esta noche (San CARLOS DE FOUCAULD).
50. Después de la muerte, las almas conservan la conciencia (San JUSTINO).
51. Los más santos se lamentan, en la hora de la muerte, de haber sido débiles, de no haber pensado demasiado en Dios y de no haber hecho actos piadosos. ¿Y quieres hacerlo tú ahora en en la muerte, tú que lo descuidaste en vida? (San ALFONSO Mª LIGORIO).
52. Tened presente la muerte ante los ojos, todos los días (San BENITO).
53. Valor, querida madre. Pelee con gran ánimo, ponga los ojos en la corona que le aguarda. Si ahora nos deja no es sino para asistirnos desde el cielo, con más amor y cuidado (San JUAN BERCHMANS).
54. ¡Qué solemne la hora en que me encuentro! ¡Qué impresionante ese el más allá! Yo creía que vivía en él desde hace tiempo. Sin embargo, es el gran desconocido. ¡Oh, es necesario rezar por los agonizantes! Pasaría con gusto mi eternidad a vuestro lado para ayudaros, porque la muerte tiene algo de espantoso. Debe ser algo terrible para los que han vivido en los placeres (Santa ISABEL DE LA TRINIDAD).
55. Es gloria de los cristianos perder esta vida para alcanzar, por la perseverancia, la verdadera y eterna vida (San MARCIANO MÁRTIR).
56. Dios formó el cuerpo para ser incorruptible, y si permitió la muerte fue para que pudiéramos reconquistar la inmortalidad (San JUAN CRISÓSTOMO).
57. Resignación haría falta para vivir, pero para morir ¡lo que experimento es gozo! (Santa TERESA DE LISIEUX).
58. Nos has hecho, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti (San AGUSTÍN).
59. Nuestro Señor murió en la cruz entre angustias. Sin embargo, ésa fue la más hermosa muerte de amor (Santa TERESA DE LISIEUX).
60. Muerte donde el vivir se alcanza, no te tardes, que te espero, que muero porque no muero (Santa TERESA DE JESÚS).

reflexión

Invoca al Espíritu Santo
Lee en silencio y medita todas las citas
Frase elegida número:    ¿Por qué?
¿Medito la idea de la muerte? ¿Me asusta morir? ¿Le tengo miedo?
¿Por qué los santos meditan y desean la muerte?
Medita la 19. El compromiso concreto que hoy debo hacer es:
Finalizar con una oración de acción de gracias a Dios