Paso 127 de Santidad

EL JUICIO FINAL

Escuela de Jóvenes Cristianos
Molina de Segura, 23 octubre 2023

escritura

1. De la misma manera que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será el fin del mundo (Mt 13, 40).
2. Todos hemos de comparecer ante el tribunal de Dios (Rm 14, 12).
3. La tierra enmudece cuando Dios se levanta para el juicio, para salvar a todos los humildes de la tierra (Sal 75, 10).
4. Sabemos que cuando se manifieste seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es (1Jn 3, 2).
5. ¡Ay de las naciones que se alzan contra mi raza! El Señor Omnipotente les dará el castigo en el día del Juicio. Entregará sus cuerpos al fuego y a los gusanos, y gemirán en dolor eternamente (Jdt 16, 17).
6. Las almas de los martirizados a causa de la palabra de Dios, y por el testimonio que dieron, se pusieron a gritar con fuerte voz: "¿Hasta cuándo, Dueño santo y veraz, vas a estar sin hacer justicia y sin tomar venganza por nuestra sangre de los habitantes de la tierra?". Les dijo que esperasen todavía un poco, hasta que se completara el número de sus consiervos, y de los hermanos que iban a ser muertos como ellos (Ap 6, 9-11).
7. Se produjo un violento terremoto, el sol se puso negro, la luna toda como sangre, y las estrellas cayeron sobre la tierra. El cielo fue retirado como un libro que se enrolla, y montes e islas se removieron de sus asientos. Los reyes de la tierra, los magnates y los poderosos se ocultaron en cuevas y en las peñas de los montes, y dijeron a los montes y a las peñas: "Caed sobre nosotros y ocultadnos de la vista del que está sentado en el trono, y de la cólera del Cordero. Porque ha llegado el gran día de su cólera" (Ap 6, 12-17).
8. Mirad que viene acompañado de nubes. Todo ojo le verá, incluso los que le traspasaron, y por él harán duelo todas las razas de la tierra (Ap 1, 7).
9. Dios ha entregado al Hijo todo el poder de juzgar (Jn 5, 22).
10. Muchos dirán aquel día: "Señor, Señor" (Mt 7, 22).
11. Cercano está el gran día del Señor, y a toda prisa viene. ¡Amargo será el ruido del día del Señor, y entonces dará gritos hasta el bravo! Día de ira será el día aquel, día de angustia y de aprieto, día de devastación y desolación, día de tinieblas y oscuridad, día de nublado y densa niebla, día de trompeta y de clamor contra las ciudades fortificadas y contra las torres de los ángulos. Yo pondré a los hombres en aprieto, y andarán como ciegos los que pecaron contra Dios. Su sangre será derramada como polvo, y su carne como excremento. Él hará un exterminio terrorífico, de entre todos los habitantes de la tierra (Sof 1, 14-18).
12. Dios va a juzgar con fuego y con su espada a toda carne, y serán muchas las víctimas del Señor (Is 66, 16).
13. De aquel día y hora nadie sabe nada, sólo el Padre (Mt 24, 36).
14. El Hijo del hombre ha de venir en la gloria del Padre, y con sus ángeles pagará a cada uno según su conducta (Mt 16, 27).
15. Se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá en diversos lugares hambre y terremotos. Pero esto será el comienzo. Seréis odiados de todas las naciones por causa de mi nombre. Muchos se escandalizarán, se traicionarán y odiarán mutuamente. Surgirán falsos profetas que engañarán a muchos, y el amor de la mayoría se enfriará. Pero se proclamará esta buena nueva del Reino en el mundo entero, dando testimonio a todas las naciones.
Como el relámpago sale por oriente y brilla hasta occidente, así será la venida del Hijo del hombre. Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna perderá su resplandor, las estrellas caerán del cielo, y las fuerzas de los cielos serán sacudidas.
Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre, y harán duelo todas las razas de la tierra, las cuales verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria. Él enviará a sus ángeles con sonora trompeta, y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde un extremo del cielo al otro.
Cuando el Hijo del hombre venga, se sentará en su trono de gloria, y separará a unos de otros. Y dirá a los de su derecha: "Venid benditos de mi Padre y recibid la herencia del Reino, porque tuve hambre y me disteis de comer". Y dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, e id al fuego eterno, porque tuve hambre y no me disteis de comer" (
Mt 24,7-14.27-31; 25,31-46).
16. Vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado sobre él. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Fueron abiertos unos libros, y luego se abrió otro libro, que es el de la vida. Y los muertos fueron juzgados según lo escrito en los libros, conforme a sus obras (Ap 20, 11-12).
17. En proporción a su jactancia y a su lujo, dadle tormentos y llantos. En un solo día llegarán sus plagas: peste, llanto y hambre. Y la tierra será consumida por el fuego, porque poderoso es el Señor Dios que la ha condenado (Ap 18, 7-8).
18. El demonio y los que adoraban su imagen fueron arrojados vivos al lago de fuego que arde con azufre (Ap 19, 20).
19. Llegó la boda del Cordero, y su esposa se ha embellecido (Ap 19, 7).
20. Buscad a Dios, todos los humildes de la tierra que cumplís sus normas. Buscad justicia y humildad, y quizás encontréis cobijo el día de la ira del Señor (Sof 2, 3).
21. Al fin de los tiempos aparecerán hombres sarcásticos que vivirán según sus propias pasiones impías. Éstos son los que crean divisiones, viviendo una vida solamente natural y sin tener en cuenta la espiritualidad (Jds 18-19).

magisterio

22. Creo en Jesucristo... que está sentado a la derecha del Padre, y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su Reino no tendrá fin (Credo de la Iglesia).
23. Todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para dar cuenta cada uno de las obras buenas o malas que hizo en su vida (VATICANO II, LG, 48).
24. Dios juzga porque ama, y en vistas al amor. El juicio que el Padre confía a Cristo es según la medida del amor del Padre (JUAN PABLO II, 30-9-1987).
25. Jóvenes estudiantes: se os pedirán cuentas de los frutos de vuestra formación intelectual y técnica (JUAN PABLO II, 31-1-1990).
26. Cada uno será juzgado sobre todo por el amor. Pero los hombres serán también juzgados por su fe (JUAN PABLO II, 30-9-1987).
27. Las bienaventuranzas señalan al Juicio, que no pertenece a los hombres ni al presente, sino a Jesucristo, cuando venga en su gloria para llevar a pleno cumplimiento su Reino y para dictar que los justos irán a la vida eterna (JUAN PABLO II, 24-2-1990).
28. Dios es juez de todos los hombres de modo definitivo y universal, y este poder lo ha entregado el Padre al Hijo (JUAN PABLO II, 30-9-1987).

tradición

29. Si os obstináis en la maldad no eludiréis el próximo juicio de Dios (San JUSTINO).
30. Si desobedecemos a los mandamientos de Cristo, nada será capaz de librarnos del castigo eterno (San CLEMENTE ROMANO).
31. Todos hemos de presentarnos ante el tribunal de Cristo (San POLICARPO).
32. Temed el día del Juicio (San BENITO).
33. El que fue testigo de tu vida será juez de tu causa (San AGUSTÍN).
34. Ningún bien será olvidado por el rectísimo Juez. Si los pecados se examinarán tan minuciosamente, que tendremos que responder de toda palabra, pensamiento y deseo, lo serán aún más las buenas acciones. Por pequeñas que sean, se valorarán con exquisitez, y se les asignará su mérito ante nuestro Juez amoroso (San JUAN CRISÓSTOMO).
35. La primera sentencia que se pronunciará será la de los justos, y Jesucristo la dirá primero para que los condenados, al verlos llamar a la gloria, experimenten mayor pesar al ver lo que perdieron (San BERNARDO).
36. Sobre ricos y pobres, sobre libres y esclavos, sobre grandes y pequeños, sobre sabios e ignorantes, Dios ha establecido una sola muerte, y después de la muerte un juicio que alcanzará a todos los hombres (San APOLONIO).
37. Todo se desarrollará con la velocidad, la claridad y la fuerza de un rayo (San JUAN CRISÓSTOMO).
38. La presencia de Jesucristo en el día del juicio causará más pena a los condenados que el mismo infierno (San JERÓNIMO).
39. Tendrá lugar un juicio final por medio de Cristo Jesús, tal y como se predice en las Sagradas Escrituras, y aunque no se crea en ellas (San AGUSTÍN).
40. Forzosamente te has de presentar ante el tribunal de Cristo sin velos ni sombras, para oír la sentencia del Juez inexorable (San BERNARDO).
41. En justicia divina, un falso cristiano tendrá mayores penas que un pagano (Santa CATALINA DE SIENA).
42. No será más pequeño aquel juicio para aquel que no lo piense. Hablando verdad, para aquél será más terrible día, y más pesado negocio, que el poco caso que ahora hace de él (San JUAN DE ÁVILA).
43. En el tribunal de Dios hay que dar cuenta de todo, hasta de las palabras que muchas veces se dicen por gracia y perjudican a los niños, pues aunque parece que no tienen conocimiento, todo lo recogen y se les queda (Sierva MÓNICA DE JESÚS).
44. ¿Quién será nuestro abogado, si nos hallamos sin obras santas y justas? (San CLEMENTE ROMANO).
45. Me amenazas con un fuego que arde por espacio de una hora y luego se enfría. ¿Es que ignoras los tormentos del Juicio venidero, y del fuego eterno contra los impíos? (San POLICARPO).
46. Lo que tiene de espanto la sentencia contra el pecador, tiene de consuelo la invitación que Jesús hará al joven que vive cristianamente (San JUAN BOSCO).
47. No habrá nadie que tenga excusa delante de Dios, pues todos han sido creados racionales y capaces de contemplar (San JUSTINO).
48. Ya he vencido al mundo. Ahora sólo necesito llevar bien mi juicio ante Dios (Santo DOMINGO SAVIO).
49. Para las víctimas del amor no habrá juicio, pues ¿cómo se iba Dios a dejar vencer en generosidad? (Santa TERESA DE LISEUX).
50. Piensa cómo tu alma ha de ser juzgada con verdadero juicio, y preséntate delante del tribunal de Cristo como se presenta un ladrón delante de un juez, con las manos atadas, los ojos bajos y con vergüenza en la cara (San JUAN DE ÁVILA).
51. No hallando escapatoria posible, el pecador gritará a las montañas y a las piedras para que se le echen encima, mas no se moverán. Invocará al infierno, y lo verá abierto a sus pies. Es el instante en que el Juez proferirá la tremenda sentencia: "Lejos de mí, hijo infiel. Mi Padre celestial te ha maldecido y yo te maldigo. Vete al fuego eterno a sufrir y gemir por toda la eternidad interminable". Dichas estas palabras, caerá en manos de los demonios, que le arrastrarán, le golpearán y le despeñarán en aquellos abismos de penas, miserias y tormentos eternos (San JUAN BOSCO).

reflexión

Invoca al Espíritu Santo
Lee en silencio y medita todas las citas
Frase elegida número:    ¿Por qué?
Lee la 6. ¿Qué me indica el grito de los mártires que tan buenos eran?
¿Vivimos las señales precursoras del Juicio? Lee la 15 y 21
¿Por qué tantos cristianos eluden este tema y dicen que todos se salvan, y la Escritura, la Iglesia y los santos lo pintan tan negro?
Si hoy mismo muriera, ¿cómo sería mi juicio?
Piensa en personas que amas. Lee la 42. ¿Qué podría hacer por ellos?
El compromiso concreto de hoy es:
Finalizar con una oración de acción de gracias a Dios