Paso 134 de Santidad

LA MORTIFICACIÓN

Escuela de Jóvenes Cristianos
Molina de Segura, 11 diciembre 2023

escritura

1. ¿No sabéis que en las carreras del estadio todos corren, pero uno solo recibe premio? ¡Corred de forma que lo consigáis! Los atletas se privan de todo, y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible. Así, pues, yo corro, pero no a la ventura. Y ejerzo el pugilato, pero no dando golpes en el vacío, sino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo proclamado a los demás, resulte yo mismo descalificado (1Cor 9, 24-27).
2. Dice Jesús: "Tengo sed" (Jn 19, 28).
3. Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran su rostro para que los hombres noten que ayunan. En verdad os digo que ya recibieron su recompensa. Tú en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu cara, para que tu ayuno no sea visto por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará (Mt 6, 16-18).
4. Buena es la oración acompañada de ayuno (Tob 12, 8).

magisterio

5. Quien se dedica a sus propios gustos, por muy nobles que puedan parecer, está salvando su vida, y por eso está alejándose de Cristo (JUAN PABLO II, 11-4-1987).
6. Nuestros sufrimientos pueden producir el bien de maneras que jamás llegaremos a conocer (JUAN PABLO II, 3-9-1990).
7. La buena nueva de Cristo plantea, a quien la oye, exigencias esenciales. Indica la necesidad de renuncias y sacrificios (JUAN PABLO II, 20-4-1988).
8. El mejor sacrificio es la renuncia a todo aquello que pueda hacer menos agradable la vida en familia (JUAN PABLO II, 8-4-1987).
9. Dios recompensa ampliamente todo sacrificio (JUAN PABLO II, 5-7-1990).
10. El amor de Cristo exige generosidad y sacrificio. Desde que la cruz de Cristo es signo de amor y salvación, no deberíamos sorprendernos de que todo amor requiera sacrificio (JUAN PABLO II, 22-11-1986).
11. El diario entrenamiento en la oración y la penitencia os hará capaces de alcanzar los grandes ideales de la existencia cristiana (JUAN PABLO II, 28-2-1990).

tradición

12. Serás santo y perfecto cuando estés mortificado (San FRANCISCO DE BORJA).
13. La verdadera penitencia no consiste en hacer lo que nos agrada a nosotros, sino lo que agrada al Señor y sirve para promover su gloria (San JUAN BOSCO).
14. Nada es pesado si se hace por ese Amo que paga bien (Santo DOMINGO SAVIO).
15. Jamás dejes de mortificarte, hasta la muerte en todo (Santa TERESA DE JESÚS).
16. Despréciate a ti mismo, sin despreciar a nadie. Desprecia el mundo y desprecia el ser despreciado (San LUIS BERTRÁN).
17. La mortificación y el sacrificio agradan mucho a Jesús (Santa JACINTA DE FÁTIMA).
18. La mortificación es privarse del gusto propio, para dárselo a Dios (San ANTONIO Mª CLARET).
19. Si alguno afirma que se puede ser perfecto sin practicar la mortificación externa, no le deis crédito (San JUAN DE LA CRUZ).
20. Debemos ayunar y abstenernos de los vicios y pecados, y del exceso en el comer y el beber (San FRANCISCO DE ASÍS).
21. No quiero beber agua, para sufrir por la conversión de los pecadores (San FRANCISCO DE FÁTIMA).
22. Ni las discusiones, ni la mejor voluntad de comprensión, son cosas de provecho. La última palabra la tienen la oración y el sacrificio (Santa EDITH STEIN).
23. Conservo la presencia de Dios teniendo gran fidelidad de corazón. Pero esto es imposible si no se refrena la curiosidad de los ojos, poniéndolos a raya y mortificándolos continuamente (San JUAN BERCHMANS).
24. En el camino de la mortificación sólo cuesta el primer paso (Santo CURA DE ARS).
25. Muchos se excusan en decir que no tienen fuerzas para cumplir tal o cual sacrificio. Pero ¿por qué no se esfuerzan? A veces es difícil, pero Dios nunca niega la primera gracia que da ánimo para vencer. Si el alma corresponde, al punto se hallará iluminada, y después se fortalecerá y caminará de victoria en victoria (Santa TERESA DE LISIEUX).
26. Debemos fatigarnos con el fin y la esperanza de recoger su fruto, que es la consolación y la alegría del corazón (San MACARIO EL GRANDE).
27. La vista y el gusto debilitan la memoria del corazón, cuando nos servimos de ellos sin discreción (San DIADOCO DE FOTICE).
28. El día que te levantes de la mesa, sin haber hecho una pequeña mortificación, habrás comido como un pagano (San JOSÉ Mª ESCRIVÁ).
29. Demos nuestra merienda a los corderos, y hagamos el sacrificio de no comer (San FRANCISCO DE FÁTIMA).
30. El ayuno es la vida de los ángeles, y el que lo practica pertenece al orden angélico (San ATANASIO).
31. El sacrificio es el amor puesto en acción (Santa ISABEL DE LA TRINIDAD).
32. La penitencia que Dios quiere de ti es la obediencia (San JUAN BOSCO).
33. La máxima penitencia es la vida común (San RAFAEL ARNAIZ).
34. En el pesebre de Belén, y cuando estaba colgado de la cruz, Jesús estaba menos abrigado que lo estoy yo (Santo DOMINGO SAVIO).
35. Mortificad los ojos y seréis modestos (San LUIS Mª GRIGNION).
36. Los ayunos nos hacen más fuertes contra los pecados (San LEÓN MAGNO).
37. El ayuno comunica devoción y confianza a la oración (San BERNARDO).
38. Quien supiese morir a todo tendrá vida en todo (San JUAN DE LA CRUZ).
39. Mi mayor penitencia ha de ser la vida común (San JUAN BERCHMANS).
40. Para mejorar la vida interior hay que sacrificarse (San MAXIMILIANO KOLBE).
41. Ante todo, aplicaos a mortificar la propia voluntad, sometiéndola totalmente a la obediencia por amor de Dios (San LUIS Mª GRIGNION).
42. El que no se haya abstenido de comer, fuera de la comida y de la cena, no llegará nunca a tener espíritu (San FELIPE DE NERI).
43. Mejor es sufrir por Dios que hacer milagros (San JUAN DE LA CRUZ).
44. Mientras más intenso es el dolor, y menos se muestra a los ojos de la gente, tanto más os hace sonreír, oh Dios mío (Santa TERESA DE LISIEUX).
45. En esta vida es inevitable sufrir, acosados por los hombres o por el demonio. Lo mejor que podemos hacer es dejar la comodidad excesiva, castigando el cuerpo. La lucha será dura, pero por ella alcanzaremos a Cristo (San JUAN CRISÓSTOMO).
46. Guardaos de creer que la mortificación corporal no es necesaria (San LUIS Mª GRIGNION).
47. Arquelao nació en un palacio, y Cristo en un establo. Arquelao fue puesto en un lecho de plata, y Cristo en un estrecho pesebre (San FULGENCIO DE RUSPE).
48. He reflexionado mucho, y he escogido padecer por Cristo (San FILEAS).
49. La oración que mejor aplaca a Dios es la que se hace con gemidos y lágrimas, postrando el cuerpo y las rodillas (San JUSTINO).
50. Cuanto más sufre mi cuerpo por Cristo, más sana queda mi alma (San PROBO).
51. Enseña a los misioneros la mortificación en la comida y bebida, Antonio. Así darás fruto (San ANTONIO Mª CLARET).
52. Las pequeñas mortificaciones son, muchas veces, más meritorias que las grandes, porque en ellas se mezcla menos la vanidad (San LUIS Mª GRIGNION).
53. Las ovejas del Señor le siguieron en la tribulación y la persecución, en el sonrojo y el hambre, en la debilidad y la tentación... y por ello recibieron del Señor la vida eterna. Es muy vergonzoso para nosotros que los santos hicieran esas obras, y que nosotros, con narrarlas, queramos recibir gloria y honor (San FRANCISCO DE ASÍS).
54. Cada vez que te privas de un acto de curiosidad, de comer un bocado más, de la menor comodidad... si lo haces por amor a Dios, ofreces un acto de adoración y culto elevadísimo (San CARLOS DE FOUCAULD).
55. Nunca amenazará Dios al que hace penitencia (San PACIANO).
56. No progresaréis en la virtud sino en la medida de la violencia que os hagáis, sufriendo cosas contrarias a la voluntad (San LUIS Mª GRIGNION).

reflexión

Invoca al Espíritu Santo
Lee en silencio y medita todas las citas
Frase elegida número:    ¿Por qué?
Lee la 2, 20, 28 y 36. ¿Qué experiencia tengo en ayunos?
¿Suelo hacer sacrificios por amor? Medita la 12, 17 y 54
Medita la 1. El compromiso concreto que hoy debo hacer es:
Finalizar con una oración de acción de gracias a Dios