Paso 135 de Santidad

LA LIMOSNA

1. El que da limosna al pobre, le presta a Dios (Prov 19, 17).
2. Vended vuestros bienes y dad limosna (Lc 12, 33).
3. No vuelvas la cara a ningún pobre, y Dios no la volverá de ti (Tob 4, 7).
4. Al que te pida, dale, y al que desee que le prestes no des la espalda (Mt 5, 42).
5. Dad limosna de lo que os sobra, y todo será puro para vosotros (Lc 11, 41).
6. Gasta dinero por el hermano y el amigo, que no se te enroñe bajo la piedra y lo pierdas (Ecl 29, 10).
7. Quien da limosna tendrá larga vida (Tob 12, 9).
8. Cada cual dé según el dictamen de su corazón. Pero no de mala gana ni forzado, pues Dios ama al que da con alegría (2Cor 9, 7).
9. Regula tu limosna según la abundancia de tus bienes (Tob 4, 8).
10. Si alguno que posee bienes ve a su hermano pasar necesidad y le cierra su corazón, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios? (1Jn 3, 17).
11. Cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha (Mt 6, 3).
12. No temas dar limosna, porque atesorarás para el día de la necesidad (Tob 4, 9).
13. Dichoso el que cuida del débil y del pobre, porque en el día de la desgracia Dios le salvará (Sal 40, 2).
14. Mejor es la limosna con justicia que la riqueza con iniquidad. Mejor es dar limosna que atesorar oro. La limosna libra de la muerte y purifica de todo pecado (Tob 12, 9).

15. Es un deber y un honor, para el cristiano, devolver a Dios parte de los bienes que de él recibe (VATICANO II, AA, 10).
16. Es un deber socorrer a los necesitados con lo que sobra (LEÓN XIII, Rerum Novarum).
17. No somos propietarios absolutos de los bienes que la Providencia divina nos dispensa, sino tan sólo sus administradores (JUAN PABLO II, 3-3-1991).
18. Los bienes son patrimonio común del género humano (LEÓN XIII, Rerum Novarum).
19. Las obras de la penitencia, como el ayuno, la limosna y la oración, no alcanzan su objetivo si falta el secreto interior, en el que Dios reconquista en el hombre el espacio destinado para él (JUAN PABLO II, 28-2-1990).

20. Da de comer al que se muere de hambre. Si no lo alimentas, lo mataste (San AMBROSIO).
21. No busques la ostentación en la limosna (San JUAN CRISÓSTOMO).
22. Las manos del pobre son el cepillo de Cristo, porque lo que el pobre recibe, Cristo lo acepta (San PEDRO CRISÓLOGO).
23. Es grandísima limosna rogar por los que están en pecado mortal (Santa TERESA DE JESÚS).
24. ¿Quieres que tus oraciones vuelen a Dios? Ponles dos alas: el ayuno y la limosna (San AGUSTÍN).
25. La limosna es una virtud que sobrepasa a la misma virginidad, y es superior al sacrificio (San JUAN CRISÓSTOMO).
26. Algunos son castigados con pena eterna por haber omitido la limosna (Santo TOMÁS DE AQUINO).
27. No hagáis larguezas con lo que no es vuestro (San FRANCISCO JAVIER).
28. Da tierra al pobre y te darán cielo; da una moneda y recibirás un reino; dale un poco y lo recibirás todo. Lo que dieres al pobre, tú lo tendrás; lo que no dieres al pobre, lo tendrán otros (San PEDRO CRISÓLOGO).
29. Sin vacilación y con largueza, que se haga limosna (San CIPRIANO).
30. De la limosna cobra fuerzas, y le nacen alas, a la misma oración (San JUAN CRISÓSTOMO).
31. Cuídate de no hacer cosa que no debas contra su prójimo, y mira si le puedes ayudar en algunas cosas, como limosna, consuelo o favor (San JUAN DE ÁVILA).
32. El perdón de las deudas es la más noble y magnífica de todas las limosnas (San AGUSTÍN).
33. Por limosna se entiende no sólo el regalo de efectos o dinero, sino también el alivio que se presta conforme a las necesidades de cada cual (San ALFONSO Mª LIGORIO).
34. El que da limosna reparte a todos por igual, en proporción de las necesidades de cada uno, aunque su buena voluntad le incline a preferir a los que se esfuerzan en practicar la virtud (San MÁXIMO EL CONFESOR).
35. Si ayunas sin dar limosna, ni por ayuno puede tenerse tu acción, y eres peor que un glotón y un borracho (San JUAN CRISÓSTOMO).
36. La limosna es la herencia de los pobres (Santa JUANA JUGÁN).
37. El Espíritu Santo dará al corazón la pureza que conviene en el ejercicio de la limosna y la oración (San ANTONIO ABAD).
38. El mejor medio de que no te falte nada es repartir generosamente tus bienes con los pobres (San CARLOS DE FOUCAULD).
39. El que no practica la limosna perecerá (San JUAN CRISÓSTOMO).
40. Los libros que buscan la mayor gloria de Dios, y el bien de las almas, son la mejor limosna que puede darse (San ANTONIO Mª CLARET).
41. Es voluntad de Dios que en este mundo se comuniquen las almas entre sí los dones celestiales, mediante la oración (Santa TERESA DE LISIEUX).
42. La limosna no se juzga por la medida de lo que se da, sino por la generosidad de la intención (San JUAN CRISÓSTOMO).
43. Los hombres pierden todo lo que dejan en este mundo, pero llevan consigo la recompensa del amor y las limosnas que hicieron. Por ellas recibirán del Señor el premio y una digna remuneración (San FRANCISCO DE ASÍS).
44. Cuanto más des de lo tuyo, tanto más recibirás de lo divino (San LUIS Mª GRIGNION).
45. La limosna es un arte que tiene su taller en el cielo, y a Dios por maestro. Nada hay más útil que ella, y es la mejor de las artes (San JUAN CRISÓSTOMO).
46. Que el amor que me mueva, y me haga dar limosnas, descienda del amor de Dios (San IGNACIO DE LOYOLA).
47. La limosna es la herencia y justicia que se debe a los pobres (San FRANCISCO DE ASÍS).
48. Sepa el que renuncia a sus bienes que no ha sufrido una pérdida, sino que ha hecho un negocio (San JUAN CRISÓSTOMO).
49. Quien reparte sus bienes temporales sólo deja sus cosas exteriores, pero quien da su compasión al prójimo da algo de sí mismo (San GREGORIO MAGNO).
50. Me costaba pedir, pero lo hacía por Dios y por los pobres (Santa JUANA JUGÁN).
51. Visitaba los presos de las cárceles, les catequizaba y les predicaba con mucha frecuencia. Y después les daba una limosna a cada uno, y así me oían con gusto y aplicación (San ANTONIO Mª CLARET).
52. La limosna nos purifica de los pecados (San JUAN CRISÓSTOMO).
53. Cuando estoy en éxtasis, Dios me ayuda a mí. Pero cuando socorro al prójimo, yo ayudo a Dios (Santa MAGDALENA DE PAZZI).
54. Dios devuelve el ciento por uno en este mundo, y concede con frecuencia el don de la conversión, a quienes tienen caridad con los misioneros, recompensándoles así sus limosnas (San LUIS Mª GRIGNION).
55. La limosna es la medicina de salvación (San JUAN CRISÓSTOMO).

Invoca al Espíritu Santo
Lee en silencio y medita todas las citas
Frase elegida número:    ¿Por qué?
La Iglesia, siguiendo a Santo Tomás, establece 14 formas principales de limosna (leer el paso 115 de Santidad). Examina de nuevo cómo las cumples
Lee la 46. ¿Es este criterio el que me mueve a dar limosna?
Medita la 25 y 26. ¿Valoro yo tanto la importancia de la limosna?
Medita la 10 y 14. El compromiso concreto que hoy debo hacer es:
Finalizar con una oración de acción de gracias a Dios