Paso 137 de Santidad

EL APOSTOLADO

1. Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por sus propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades. Apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas. Tú, en cambio, pórtate en todo con prudencia, soporta los sufrimientos, evangeliza y desempeña a la perfección tu ministerio (2Tim 4, 1-5).
2. Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca. Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis, dadlo gratis. No toméis oro, ni plata, ni cobre en vuestras fajas, ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias ni bastón. Porque el obrero merece su sustento.
En la ciudad o pueblo en que entréis, informaos de quién hay en ella digno, y quedaos allí hasta que salgáis. Al entrar en la casa, saludadla. Si la casa es digna, llegue a ella vuestra paz; mas si no es digna, vuestra paz se vuelva a vosotros. Y si no se os recibe ni se escuchan vuestras palabras, salid de la casa o de la ciudad aquella sacudiendo el polvo de vuestros pies. Yo os aseguro: el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para la ciudad aquella.
Mirad que os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas. Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en las sinagogas, y por mí os llevarán ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino que será el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros (Mt 10, 5.7-20).
3. No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos vuestros por Jesús (2Cor 4, 5).
4. El hecho de predicar no es para mí motivo de orgullo. No tengo más remedio, y ¡ay de mí si no evangelizare! Si yo lo hiciera por mi propio gusto, eso mismo sería mi paga (1Cor 9, 16-17).
5. Uno es el que siembra y otro es el que siega (Jn 4, 37).
6. La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto (Jn 15, 8).
7. Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros (Jn 15, 18).
8. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán (Jn 15, 20).

magisterio

9. El cristiano, por el hecho de serlo, es apóstol (JUAN PABLO II, 26-4-1987).
10. Para que el evangelio penetre profundamente en toda la sociedad es necesario, ante todo, evangelizar el núcleo familiar (JUAN PABLO II, 29-12-1991).
11. La oración acompaña y precede todo esfuerzo de evangelización (JUAN PABLO II, 22-1-1987).
12. Los jóvenes deben convertirse en los primeros e inmediatos apóstoles de los jóvenes (VATICANO II, AA, 12).
13. Encomienda tu vida apostólica a la solicitud materna de María (VATICANO II, AA, 4).
14. La eucaristía es la fuente y culminación de toda la evangelización (JUAN PABLO II, 11-5-1988).
15. Evangelizar significa proclamar con fuerza a Jesús, único Redentor del hombre, y su obra eficaz de salvación (JUAN PABLO II, 22-11-1991).
16. La promoción del hombre es parte integrante de la misión evangelizadora de la Iglesia Católica (JUAN PABLO II, 26-2-1990).
17. Acostúmbrense los seglares a trabajar en la parroquia, íntimamente unidos con sus sacerdotes (VATICANO II, AA, 10).
18. La fuerza la encontramos en la gracia de Dios (JUAN PABLO II, 22-1-1987).
19. Es legítimo, y una riqueza para la Iglesia, la diversidad de carismas y tradiciones de espiritualidad y de apostolado (JUAN PABLO II, 2-7-1988).
20. La nueva evangelización ha de tener como primer objetivo el hacer vida, entre los fieles, el ideal de santidad (JUAN PABLO II, 16-12-1991).
21. Cristo mandó predicar al mundo, como fuente de toda verdad salvadora, el evangelio que él mismo cumplió y promulgó por su boca (VATICANO II, DV, 7).
22. El fundamento sobrenatural es el único que permite que la acción del apóstol penetre auténtica y establemente en las almas (JUAN PABLO II, 16-4-1988).
23. La evangelización futura depende, en gran parte, de la Iglesia doméstica, que es la familia (JUAN PABLO II, FC, 65).
24. La Iglesia tiene que utilizar los nuevos recursos facilitados por la investigación humana, y la tecnología de computadoras y satélites, para su urgente tarea de evangelización (JUAN PABLO II, 24-1-1990).
25. El apostolado sería artificial, infructuoso y mal acogido, si no fuera una expresión de fe profunda, amor sincero y oración auténtica. No podéis irradiar sino aquello que ya vivís en vuestro interior (JUAN PABLO II, 30-4-1989).
26. La evangelización no consiste en hablar bien o en hacer prodigios, sino en anunciar a Cristo, que salvó la humanidad (JUAN PABLO II, 24-2-1990).
27. El primer medio de evangelización consiste en un testimonio de vida auténticamente cristiana, entregada a Dios (JUAN PABLO II, 2-9-1990).
28. El matrimonio y la familia constituyen el primer campo para el compromiso de los fieles laicos (JUAN PABLO II, 30-1-1989; CL, 40).
29. La santidad personal es condición insustituible para evangelizar (JUAN PABLO II, 25-1-1990).
30. Los discípulos de Cristo, siguiendo el ejemplo de la mansedumbre y modestia de Cristo, predicaron la palabra de Dios (VATICANO II, DH, 11).
31. Es necesaria una sólida preparación, espiritual e intelectual, para un apostolado eficaz (JUAN PABLO II, 31-7-1990).
32. María es el modelo de evangelización (JUAN PABLO II, 23-9-1990).
33. La oración y los sacramentos, sobre todo la penitencia y eucaristía, dan fortaleza para cumplir el compromiso con quienes sufren (JUAN PABLO II, 11-5-1988).
34. Toda invitación a la acción es una invitación a la oración y a la participación en el sacrificio eucarístico (JUAN PABLO II, 19-9-1987).
35. Si no comprometerse ha sido siempre inaceptable, el tiempo actual lo hace más culpable. A nadie le es lícito quedar ocioso (JUAN PABLO II, 30-1-1989).

36. En esto consiste la gloria del hombre: en perseverar y permanecer en el servicio de Dios (San IRENEO).
37. Las almas abrasadas de amor no pueden quedar inactivas (Santa TERESA DE LISIEUX).
38. Cuanto más atraída está por Dios una persona, más debe proyectarse hacia el mundo, a fin de llevar éste al amor divino (Santa EDITH STEIN).
39. Menos ruido en los periódicos y más ante el sagrario (Santo CURA DE ARS).
40. En las misiones, nada ofrecemos más importante que el amor a Jesucristo (San ALFONSO Mª LIGORIO).
41. Nosotros podemos vivir en barracas, con ropa remendada y alimentándonos modestamente. Pero nuestras máquinas tipográficas, que sirven para difundir la gloria de Dios, deben ser las mejores y del último modelo (San MAXIMILIANO KOLBE).
42. ¡Lo que daría yo por anunciar el evangelio! (Santa ROSA DE LIMA).
43. Es mejor ser pocos y buenos que muchos imperfectos (San JOSÉ DE CALASANZ).
44. Nuestro apostolado será infructuoso si no oramos por aquellos que queremos convertir (San CARLOS DE FOUCAULD).
45. Date a Dios de veras, y descansarás (Beato FRANCISCO GÁRATE).
46. Nunca seáis de acción larga y oración corta (San JOSÉ MARÍA ESCRIVÁ).
47. La verdadera dicha consiste en servir (San TEÓFANO VENARD).
48. Quien no arde, no enciende (San GREGORIO).
49. La oración es la hoguera dichosa en que se inflaman los predicadores (San ALFONSO Mª LIGORIO).
50. No hemos pasado los mares para engrosar la bolsa, sino para aumentar el rebaño del Salvador (Siervo ESTEBAN DE ADOAIN).
51. El que sirve a Dios es feliz en cualquier sitio (San DAMIÁN DE MOLOKAI).
52. No tengáis la osadía de mudar o interpretar falsamente las Escrituras (San JUSTINO).
53. El predicador debe sacar de la oración hecha en secreto lo que vaya a difundir después, no sea que transmita palabras que no llevan vida (San FRANCISCO DE ASÍS).
54. El apostolado de la educación es el más digno y necesario, y el de mayor gloria (San JOSÉ DE CALASANZ).
55. El sermón es excelente si los oyentes salen de él sin hablar, y en vez de alabar al predicador piensan en cambiar de vida (San FRANCISCO DE SALES).
56. La sociedad no se mejora si no es a través de la juventud (San LEONARDO MURIALDO).
57. Todo sea para gloria de Dios y bien del prójimo, y nada por nosotros (Santa ROSA MOLÁS).
58. Si decimos: "Creed", ellos responden: "Resucitad muertos, haced milagros". Y nosotros, ¿qué decimos? Que el que predicamos fue puesto en una cruz y murió. Esto bastaría para no atraer a los que no quieren, y para repeler a los que desean convertirse. Pero estas palabras no repelen, sino que atraen, vencen y triunfan. La cruz ha persuadido mediante hombres indoctos al mundo entero, y no en cosas de poco valor sino en las cosas de Dios, de la vida y del juicio futuro. A rústicos e ignorantes los hizo filósofos (San JUAN CRISÓSTOMO).
59. Quien se presenta ante una asamblea con la buena nueva de Jesús, no es para hacer ostentación de sí mismo (San ALFONSO Mª LIGORIO).
60. Que nadie predique sino conforme a las disposiciones de la Santa Iglesia (San FRANCISCO DE ASÍS).
61. Si queremos de ser útiles a la Iglesia, oremos y sacrifiquémonos, pues no necesita Dios de nadie, y mucho menos de mí, para hacer bien en la tierra (Santa TERESA DE LISIEUX).
62. He venido a la vida religiosa para trabajar, y no para estar ocioso. ¿No vemos los laboriosos esfuerzos de los herejes contra Jesucristo, y cuánto estudian? Y tú ¿no tendrás el mismo entusiasmo para defenderlo? (San JUAN BERCHMANS).
63. Los predicadores de estilo sublime son traidores a Jesucristo, porque atienden más a la gloria propia que a la de Dios. Tales predicadores son hoy día los mayores perseguidores de la Iglesia, por ser sus predicaciones causa de que se pierdan muchas almas que no se hubieran perdido de haber oído predicaciones sencillas y apostólicas (San ALFONSO Mª LIGORIO).
64. Todos acuden a la luz, sin importarles la lámpara (San VICENTE FERRER).
65. Es mucha la fuerza que posee la predicación evangélica auténtica (San JUAN CRISÓSTOMO).
66. Quien quiera que Dios se valga de él para grandes cosas, hágase el más humilde de todos (San JOSÉ DE CALASANZ).
67. Yo no sigo a hombres ni enseñanzas humanas, sino a Dios y a las enseñanzas que de él vienen (San JUSTINO).
68. El estilo de predicación debe ser sencillo y fácil, como también lo han de ser las doctrinas expuestas, dejando a un lado materias escolásticas o las interpretaciones ingeniosas de la Escritura (las cuales, aunque se comprendan, serían siempre inútiles para el adelantamiento espiritual de las personas). El talento del predicador está en exponer, de forma escueta, cinco cosas:
1º las verdades eternas;
2º la importancia de la salvación;
3º las astucias del demonio;
4º los peligros de perderse;
5º los medios que se han de adoptar en los casos particulares (San ALFONSO Mª LIGORIO).

Invoca al Espíritu Santo
Lee en silencio y medita todas las citas
Frase elegida número:    ¿Por qué?
A la luz de las citas, revisa tu apostolado. ¿Es cristiano?
Prepara un programa personal de apostolado
Prepara un programa de apostolado para tu grupo. Comparte con los demás, y elaborar un programa único muy concreto
Finalizar con una oración de acción de gracias a Dios