Paso 1
39 de Santidad LA LLAMADA DE DIOSEscuela
de Jóvenes Cristianos
Molina de Segura, 15 enero 2024
escritura
1.
A vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No me habéis elegido vosotros a
mí, sino que he sido yo quien os he elegido
(Jn 15, 15-16).
2. ¡Mirad, hermanos, quiénes habéis sido llamados! No hay
entre vosotros muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos de la nobleza. Ha escogido Dios más bien lo necio del mundo, para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir lo fuerte. Lo plebeyo y despreciable del mundo
es lo que ha escogido Dios. Es decir, lo que no es, para reducir a la nada lo que
es y para que ningún mortal se gloríe en la presencia de Dios
(1Cor 1, 26-29).
3.
Yo, el Señor, te he llamado por amor, y te he tomado de la mano (Is
42, 6).
4.
Vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le
dijo: "Sígueme". Él se levantó y le siguió
(Mt 9, 9).
5.
Os he destinado a que vayáis y deis fruto, y un fruto que permanezca (Jn
15, 16).
6.
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en sus sinagogas, proclamando la
buena nueva del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen pastor. Entonces
dijo a sus discípulos:
"La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies, que envíe obreros a su mies"
(Mt 9, 35-38).
7.
El que se casa con su novia hace bien, y el que no se casa hace algo mejor (1Cor
7, 38).
8.
Nadie que haya dejado casa, mujer, hermanos, padres o hijos, por el reino de Dios, quedará sin recibir mucho más
(Lc 18, 29-30).
9.
Antes de haberte formado en el seno materno ya te conocía, y antes que nacieses te tenía
consagrado. No digas, por tanto, "soy un muchacho". No les tengas miedo, que
yo estoy contigo
(Jer 1, 4-8).
magisterio
10.
La vocación es fruto de una experiencia espiritual (JUAN PABLO II,
21-2-1987).
11.
La vocación es fruto de la gracia y de la oración (JUAN PABLO II,
7-10-1990).
12.
La vocación es un don ofrecido y aceptado libremente (JUAN PABLO II,
13-9-1987).
13.
María es madre de las vocaciones (JUAN PABLO II,
1-11-1991).
14.
Ninguna vocación auténtica es fácil (JUAN PABLO II,
27-5-1990).
15.
Necesitamos nuevos curas de Ars (JUAN PABLO II,
11-5-1988).
16.
La familia es el primer seminario (VATICANO II,
OT, 2).
17.
La llamada del Señor se hace sentir a través del ejemplo y la acción de los hombres
(JUAN PABLO II,
4-10-1989).
18.
Es una honra para los padres que el Señor llame a uno de sus hijos al sacerdocio
(JUAN PABLO II,
7-9-1990).
19.
Las vocaciones brotan normalmente en el seno de la familia (JUAN PABLO II,
11-2-1987).
20.
La vocación sacerdotal es una vocación de servicio abnegado a los demás, que sólo busca la gloria de Dios
(JUAN PABLO II,
14-5-1988).
21.
El celibato consagrado requiere una gracia especial, porque es un ideal que supera las fuerzas de la naturaleza humana. Pero el Señor no dejará de conceder esa gracia a quienes llama al sacerdocio
(JUAN PABLO II,
19-8-1990).
22.
Debéis considerar como una tarea ineludible esta siembra permanente, y el
fomento constante de la vocación
(JUAN PABLO II,
30-3-1987).
23.
La vida religiosa es un precioso regalo del Señor (JUAN PABLO II,
16-9-1987).
24.
La clave de las vocaciones es la plegaria perseverante, como Jesús nos ordenó
en Mt 9,38 (JUAN PABLO II,
13-9-1987).
25.
Hemos de presentar a los jóvenes, todavía más directamente, la llamada al sacerdocio
(JUAN PABLO II,
13-2-1987).
26.
La oración por las vocaciones al sacerdocio es un deber de todos y de siempre
(JUAN PABLO II,
11-2-1987).
27.
La oración por las vocaciones sigue siendo el camino principal para que se logren. Además, los jóvenes deben ser invitados
(JUAN PABLO II,
16-9-1987).
28.
Una vocación comienza con un descubrimiento: el de Jesús. Después sobreviene un diálogo en la oración, que va más allá de las palabras y
que se expresa en el amor. Las preguntas ¿qué buscáis? y ¿dónde
vives? sólo han de surgir cuando se ha reflexionado limpia y honestamente en el silencio del corazones,
y uno empieza a estar convencido de que el Señor lo está llamando
(JUAN PABLO II,
13-9-1987).
29.
Muchas veces me preguntan, sobre todo la gente joven, por qué me hice
sacerdote. Es imposible explicarlo por completo, porque no deja de ser un misterio, aun para mí
mismo. En cierto momento de mi vida, yo veía que Cristo me decía lo que había dicho a miles de jóvenes: "Ven, sígueme". Sentí muy claramente que la voz que oía en mi corazón no era humana, ni era ocurrencia mía.
Alguien me llamaba para servirle como sacerdote. Estoy profundamente agradecido a Dios por mi vocación al sacerdocio. Nada tiene para mí mayor sentido, ni me da mayor alegría, que celebrar la
misa todos los días, y servir al pueblo de Dios en la Iglesia. Nada lo ha cambiado, ni siquiera el llegar a ser
papa
(JUAN PABLO II,
14-9-1987).
tradición
30.
Las órdenes sagradas preexigen la santidad (Santo TOMÁS DE
AQUINO).
31.
De la elección de estado depende ordinariamente la eterna salvación, o la eterna perdición
(San JUAN BOSCO).
32.
El que sigue a Dios anda siempre seguro (San
AMBROSIO).
33.
Dios me quiere para él (Sierva JUANA JUGÁN).
34.
Que nadie se atreva a subir al sacerdocio sin haber recibido la llamada de Dios
(San ALFONSO Mª
LIGORIO).
35.
Dios no tiene necesidad de nadie. De hecho, cuando llama a alguien, deja al hombre la libre decisión
(San JUAN CRISÓSTOMO).
36.
Consentir a la llamada de Dios, o disentir de ella, depende de nuestra propia voluntad
(San AGUSTÍN).
37.
Para ser religiosa es necesario ser muy pura de alma y de cuerpo (Santa JACINTA DE FÁTIMA).
38. ¡Qué sería del mundo si no fuese por los religiosos! (Santa TERESA DE JESÚS).
39.
Sería imposible para mí explicaros la inmensa alegría que tenemos siempre los misioneros
(San DAMIÁN DE
MOLOKAI).
40.
Papá, estate tranquilo, y créeme que te hablo con el corazón.
Un cuarto de hora aquí, dentro de estos muros, vale más que un año de placeres y espectáculos
en el mundo
(San GABRIEL DE LA
DOLOROSA).
41.
La comunión fue el alimento principal de mi vocación (San JUAN
BOSCO).
42.
Los votos son un segundo bautismo (Santa
BERNARDETTE).
43.
El camino que sigo no me da ningún consuelo, pues es Jesús quien lo ha
escogido. A él deseo contentar yo, sólo a él
(Santa TERESA DE
LISIEUX).
44.
Si Dios no fuera primero a ti, tú no volverías a él (San FRANCISCO DE
BORJA).
45.
Existe la llamada a sufrir con Cristo, y a colaborar en su obra redentora
(Santa EDITH STEIN).
46.
Quien entra sin vocación en las órdenes sacerdotales no es un ministro
de la Iglesia, sino un ladrón
(San ALFONSO Mª
LIGORIO).
47.
San José hace algo suyo las vocaciones sacerdotales (Beato
MANUEL DOMINGO Y SOL).
48.
No hemos podido contribuir a nada más grandioso que a hacer buenos sacerdotes
(San VICENTE DE PAÚL).
49.
Me he dado cuenta de mi verdadera vocación: no ser religioso, no ser seglar, no
ser nada. Bendito sea Dios, que no soy nada más que un alma enamorada de Cristo
(San RAFAEL ARNAIZ).
50.
Si no es Dios el único que te abre la puerta del convento, no entres en él, aunque tengas una llave de oro, hecha a propósito, para abrirte la puerta. Porque ésta
sería para ti en la puerta del infierno
(San LUIS Mª
GRIGNION).
51.
Me voy donde Dios me llama (Siervo ESTEBAN DE
ADOAIN).
52.
Cuando el Señor quiere para sí un alma, tienen poca fuerza las criaturas para estorbarlo
(Santa TERESA DE JESÚS).
53.
¿Qué aprovecha dar a Dios una cosa, si él te pide otra? (San JUAN DE LA
CRUZ).
54.
En cuanto a la elección de estado, no tenemos peores enemigos que nuestros padres
(San ALFONSO Mª
LIGORIO).
55.
No os aflijáis, que el buen Dios no permite que se condenen los padres de las religiosas, y les concede una gracia particular por el sacrificio que han hecho
(Santa BERNARDETTE).
reflexión
Invoca al Espíritu Santo
Lee en silencio y medita todas las citas
Frase elegida número: ¿Por qué?
¿Qué es para mí la vocación? ¿Me he planteado seriamente para qué me llama Dios en mi vida? ¿Cómo estoy respondiendo a esa llamada?
Medita la 31. El compromiso concreto que hoy debo hacer es:
Finalizar con una oración de acción de gracias a Dios