Paso 144 de Santidad

EL AMOR, XXXV

1. Haced todo con amor (1Cor 16, 14).
2. Servios unos a otros por amor (Gál 5, 13).
3. El amor no acaba nunca. Desaparecerán las profecías, cesarán las lenguas, desaparecerá la ciencia. Porque imperfecta es nuestra ciencia, e imperfecta nuestra profecía. Cuando venga lo perfecto, desaparecerá lo imperfecto.
Cuando yo era niño hablaba como niño, pensaba como niño y razonaba como niño. Al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño. Ahora vemos en un espejo, confusamente, pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo imperfecto, pero entonces conoceré como soy conocido.
Ahora subsisten la fe, la esperanza y el amor, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es el amor (1Cor 13, 8-13).
4. Vivid en el amor, porque Cristo os amó y se entregó por nosotros como oblación y víctima de suave aroma (Ef 5, 2).

5. Únicamente el amor que se convierte en don puede transformar la faz de nuestro planeta (JUAN PABLO II, 25-12-1986).
6. Queridos jóvenes, quiero comprometeros a ser apóstoles de una evangelización nueva, para construir la civilización del amor (JUAN PABLO II, 11-4-1987).
7. Sólo la efusión del Espíritu Santo es capaz de realizar la civilización del amor (JUAN PABLO II, 3-9-1990).
8. Cuando un joven se siente llamado al sacerdocio, en realidad está movido por un impulso de amor. O sea, por el deseo de amar a Cristo sin reservas, y de amar a sus hermanos con la dedicación de todo su ser (JUAN PABLO II, 18-2-1990).
9. Jesús envió el Espíritu para mover a amar a Dios con todo el corazón, alma, mente y fuerzas, y amarse mutuamente como él amó (VATICANO II, LG, 40).

10. A cada uno le será dado el salario según la medida del amor, y no según la cantidad de trabajo o la duración en el tiempo (Santa CATALINA DE SIENA).
11. En nuestra cuenta final sólo contará el amor (Santo TOMÁS DE AQUINO).
12. A todo aquél que ama al Señor Dios, de todo corazón y con toda su fuerza, puede tenérsele por verdadero justo (San JUSTINO).
13. ¡Viva Jesús, a quien yo amo! (San FRANCISCO DE SALES).
14. Menos te ama quien ama algo contigo, y no lo ama por ti (San AGUSTÍN).
15. He aquí toda mi ambición: ser víctima del amor (Santa ISABEL DE LA TRINIDAD).
16. El mismo amor que poseemos en esta vida permanecerá eternamente en la otra (Santo TOMÁS DE AQUINO).
17. Con las personas que decían mal de mí no estaba mal con ellas, sino que les cobraba más amor de nuevo (Santa TERESA DE JESÚS).
18. El amor es gozosísimo entre los verdaderos hermanos (San AGUSTÍN).
19. Yo amo a Jesús, que vive y reina por los siglos (San FRANCISCO DE SALES).
20. No hay más amor que el Amor (San JOSÉ Mª ESCRIVÁ).
21. Señor de cielo y tierra, Jesucristo, por tu amor doblo mi cuello al verdugo, tú que permaneces para siempre (San FÉLIX MÁRTIR).
22. Si la sangre de Cristo es fuente de confianza, nos obliga a consagrar todos los afectos del corazón a nuestro amoroso Redentor (San ALFONSO Mª LIGORIO).
23. No hay abeja, me dijo el Señor, que con tanta avidez se lance a libar flores para hacer miel, como me lanzo yo a las almas que me desean (Santa MATILDE).
24. También a los ángeles llega el precepto del amor al prójimo (San AGUSTÍN).
25. El amor es el medio que nos une a Dios (Santo TOMÁS DE AQUINO).
26. Cuando te miro, buen Jesús, advierto en ti el amor del más querido amigo, y siento que, al amarte yo, consigo el mayor galardón, el bien más cierto. Este amor tuyo, bien lo sé, produce sufrimiento y exige gran coraje, mas a tu gloria, en este duro viaje, sólo el camino del dolor conduce (San TITO BRANDSMA).
27. Nuestra felicidad consiste en alegrarnos de la felicidad infinita de Dios (San CARLOS DE FOUCAULD).
28. El amor no tiene límite alguno en su desarrollo, mientras permanecemos en este mundo, y puede crecer por ello indefinidamente (Santo TOMÁS DE AQUINO).
29. Maldito el tiempo que he pasado sin amaros, Dios mío. Os doy gracias porque todavía me dais espacio de superar lo pasado (San ALFONSO Mª LIGORIO).
30. Vivir del amor es darse sin medida, porque el amor no reclama salario. Yo te doy sin contar toda mi vida, pues no sabe de cuentas el que ama. ¡Morir de amor, dulcísima esperanza! Cuando vea romperse mis prisiones será el Señor mi premio y bienandanza, pues no anhelo terrenos galardones (Santa TERESA DE LISIEUX).
31. Querida Mariona, nuestras vidas se unieron y Dios ha querido separarlas. A él le ofrezco, con toda la sinceridad posible, el amor que te profeso, mi amor intenso, puro y sincero. Siento tu desgracia, no la mía. Siéntete orgullosa: dos hermanos y tu prometido. ¡Pobre Mariona!
Me está sucediendo algo extraño, pues no puedo sentir pena alguna por mi suerte. Una alegría interna, intensa y fuerte, me invade enteramente. Querría ponerte una carta triste de despedida, pero no puedo. Estoy todo envuelto en ideas alegres, como un presentimiento de la gloria.
Querría hablarte de lo mucho que te he querido, de las ternuras que tenía reservadas para ti, de lo felices que hubiéramos sido. Pero para mí, todo es ya secundario, y voy a dar un gran paso.
Esto quiero decirte: si puedes, cásate. Desde el cielo yo bendeciré tu unión y tus hijos. No quiero que llores, no lo quiero. Siéntete orgullosa de mí. Te quiere, Francisco (Beato FRANCISCO CASTELLÓ).

Invoca al Espíritu Santo
Lee en silencio y medita todas las citas
Frase elegida número:    ¿Por qué?
Lee la 17. ¿Intento hacer como la santa con quien habla mal de mí?
Lee la 15. ¿Soy yo capaz de ofrecerme así a Dios?
Lee la 31. Francisco murió "por el delito de ser católico" el año 1936. Medita la carta de despedida a su novia. ¿Sería yo capaz de ser como él?
Finalizar con una oración de acción de gracias a Dios