Paso 22 de Santidad

LA ESPERANZA

Escuela Jóvenes Cristianos
Molina de Segura, 18 octubre 2021

escritura

1. Si nuestra esperanza en Cristo acaba con esta vida, somos los hombres más desgraciados (1Cor 15, 19).
2. Cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo, estéis también vosotros (Jn 14, 3).
3. Hermanos, no queremos que estéis en la ignorancia respecto de los muertos, para que no os entristezcáis como los demás, que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y que resucitó, de la misma manera Dios llevará consigo a quienes murieron en Jesús (1Tes 4, 13-14).
4. Nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos como salvador a Jesucristo (Flp 3, 20).
5. Espera en Dios y guarda su camino, él te exaltará a la herencia de la tierra (Sal 36, 34).
6. La ansiosa espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos de Dios (Rom 8, 19).
7. Nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios (Rom 5, 2).
8. Estad siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza. Pero hacedlo con dulzura y respeto (1Pe 3, 15).
9. Quien tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo (1Jn 3, 3).
10. Los padecimientos del tiempo presente no son nada en comparación con la gloria que ha de manifestarse en nosotros (Rom 8, 18).
11. En el silencio y en la esperanza estará vuestra fortaleza (Is 30, 15).
12. A los que esperan en Dios, él les renovará el vigor, subirán con alas como de águilas, correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse (Is 40, 31).

magisterio

13. María recordó al mundo que el sentido de la vida en la tierra es su orientación hacia el cielo; la humanidad está en camino y su meta es la Jerusalén celestial (JUAN PABLO II, 11-11-1987).
14. No podemos vivir sin esperanza; hay que tener una finalidad en la vida, un sentido para nuestra existencia. Tenemos que aspirar a algo. Sin esperanza, comenzamos a morir (JUAN PABLO II, 14-9-1987).
15. A quienes lo pidan, den razón de la esperanza de la vida eterna (VATICANO II, LG, 10).
16. La vida eterna da sentido a la terrena (JUAN PABLO II, 26-6-1988).
17. Sed mensajeros de esperanza (JUAN PABLO II, 31-1-1990).
18. El hombre está constantemente llamado por Dios mismo a tener, contra toda esperanza, fe en la esperanza (JUAN PABLO II, 19-3-1990).
19. La esperanza viene de Dios, de nuestra fe en Dios. Los que tienen esperanza creen que Dios les creó para algo y que él proveerá cuanto necesitan. Creen que Dios les ama como Padre fiel (JUAN PABLO II, 14-9-1987).
20. El porvenir de la humanidad está en manos de quienes sepan dar a las generaciones venideras razones para vivir y para esperar (VATICANO II, GS, 31).
21. Deseo que mantengáis viva la esperanza (JUAN PABLO II, 30-1-1990).
22. En medio de las adversidades de esta vida, los cristianos hallan fortaleza en la esperanza (VATICANO II, AA, 4).
23. La esperanza no quita importancia a las tareas temporales, sino que proporciona motivos nuevos de apoyo para su ejercicio (VATICANO II, GS, 21).
24. Tened esperanza como María, que esperó contra toda esperanza (JUAN PABLO II, 30-1-1990).
25. María sigue siendo señal de esperanza (JUAN PABLO II, 25-3-1987).
26. La Palabra de Dios, al mismo tiempo que denuncia y explica la presencia del pecado en el mundo, nos invita a abrir el corazón a la esperanza (JUAN PABLO II, 4-3-1990).

tradición

27. A la luz de la eternidad, el alma ve las cosas desde el ángulo verdadero (Santa ISABEL DE LA TRINIDAD).
28. Que haya una esperanza en el amor, en la alegría sin mancha, que es Jesucristo (San IGNACIO DE ANTIOQUÍA).
29. A Dios le suplico que os haga a todos alegraros en la esperanza del cielo (Santo TOMÁS MORO).
30. Tengo la esperanza de morir en gracia de Dios y de ir a amarle en el paraíso (San ALFONSO Mª LIGORIO).
31. No te abandones jamás al desaliento (Santa BERNARDETTE).
32. Ésta no es vida, sino una continuada muerte y destierro de la gloria, para la cual somos creados (San FRANCISCO JAVIER).
33. María es la escala de los pecadores, es mi más grande esperanza, es la razón de toda mi esperanza (San BERNARDO).
34. La esperanza (spes) se llama así porque es como los pies para andar (quasi est pes). Lo contrario es desesperación (de est pes), faltan los pies y no hay facultad de andar, porque el que ama el pecado no espera la gloria futura (San ISIDORO).
35. Quien tiene esperanza mayor gusta más perfectamente de la Providencia (Santa CATALINA DE SIENA).
36. Por Dios sólo debemos trabajar y únicamente de él esperar la recompensa (San JUAN BOSCO).
37. Espero, Señor, pero haz que espere con más seguridad (San ANTONIO Mª CLARET).
38. En la presente vida estamos en el camino que lleva a la patria (San GREGORIO NACIANZENO).
39. La verdadera esperanza se prueba por medio del que no espera (Santa CATALINA DE SIENA).
40. Ya no espero nada de los hombres, pues ¿qué me pueden dar? Sólo tú, Señor, eres mi única esperanza (San RAFAEL ARNAIZ).
41. En las llagas del Redentor deposita nuestra alma su esperanza (San PEDRO DAMIANO).
42. Hemos de tener los pies en el suelo, pero la cabeza y el corazón, en el cielo (Sierva PAULA MONTAL).
43. Si yo no puedo curar a los leprosos, sí que dispongo de los medios para consolarlos. Confío en que muchos, purificados de la lepra del alma por los sacramentos, sean dignos, un día, del cielo (San DAMIÁN DE MOLOKAI).
44. Aquellos que habiendo abandonado la esperanza en Dios, van en busca de auxilio en los hombres, se perderán (Santo TOMÁS MORO).
45. No hallo en la tierra nada que me haga dichoso: mi corazón es demasiado grande; lo que da felicidad al mundo no puede satisfacerme. Mi pensamiento vuela hacia la eternidad, mi corazón tiene sed de las aguas de la vida eterna (San TEÓFANO VENARD).
46. Los hechos buenos y laudables no suele recompensarlos el mundo ingrato, no podría hacerlo aunque quisiera (Santo TOMÁS MORO).
47. La esperanza en el hombre da mayor impresión que la gratitud. Ama a Dios por gratitud y por esperanza (San ANTONIO Mª CLARET).
48. Hay una conexión entre la fe y la esperanza: el que cree por la fe en los bienes futuros, aguarda por la esperanza gozar de ellos algún día; es tan imposible esperar lo que no se ha creído, como sería pintar en el aire (San BERNARDO).
49. ¡Oh Dios mío, habéis superado toda mi esperanza! Por eso quiero cantar vuestras misericordias (Santa TERESA DE LISIEUX).
50. Santa Felicidad contempló, como madre, el martirio de sus 7 hijos, dolorida e impávida, y al dolor natural aplicó el gozo de la esperanza. Temió de que vivieran y se alegró que murieran. Deseó no dejar tras sí ningún sobreviviente por temor de no tenerlo luego por compañero (San GREGORIO MAGNO).
51. Entenderá el valor de la enfermedad y dolores que nuestro Señor ahora le envía. Y verá que, aunque son cargosos, ellos mismos traen fuerza con que ser llevados. Porque lo que afligen con lo presente, consuelan con la esperanza de llevarnos al cielo (San JUAN DE ÁVILA).
52. La fe dice: "Dios ha preparado grandes y soberanos bienes a los que le sirven fielmente". La esperanza dice: "Estos bienes están reservados para mí". Y el amor añade: "Yo corro hacia Dios con todas mis fuerzas para obtenerlos de él" (San BERNARDO).
53. Juegas de loco si esperas vivir aquí mucho. Incluso un loco puede decirte eso mismo. Deja de jugar a lo loco, y medita el vivir en el cielo. Incluso un loco puede decirte eso mismo (Santo TOMÁS MORO).
54. Vivo sin vivir en mí, y tan alta vida espero, que muero porque no muero. Sólo con la confianza vivo de que he de morir, porque muriendo el vivir me asegura mi esperanza; muerte do el vivir se alcanza, no te tardes, que te espero, que muero porque no muero. Aquella vida de arriba, que es la vida verdadera, hasta que esta vida muera, no se goza estando viva; muerte, no me seas esquiva; viva muriendo primero, que muero porque no muero (Santa TERESA DE JESÚS).
55. Vivo sin vivir en mí, y de tal manera espero, que muero porque no muero. En mí yo no vivo ya, y sin Dios vivir no puedo; pues sin él y sin mí quedo, este vivir, ¿qué será? Mil muertes se me hará, pues mi misma vida espero, muriendo porque no muero. Y si me gozo, Señor, con esperanza de verte, en ver que puedo perderte se me dobla mi dolor; viviendo en tanto pavor y esperando como espero, muérome porque no muero (San JUAN DE LA CRUZ).

reflexión

Invoca al Espíritu Santo
Lee en silencio y medita todas las citas
Frase elegida número:    ¿Por qué?
Medita la 50. ¿Cómo actuaría yo de ser Felicidad?
Lee de nuevo y medita la 53, 54 y 55. ¿Qué me sugieren?
¿Qué grado de esperanza hay en mis actos de cada día?
Medita la 1. El compromiso concreto que hoy hago es:
Finalizar con oración de petición y acción de gracias a Dios