Paso 2 de Santidad

LA CONFESIÓN, I

Escuela Jóvenes Cristianos
Molina de Segura, 31 mayo 2021

escritura

1. No tardes en volver al Señor, no lo difieras de un día para otro (Ecl 5, 7).
2. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; y a quienes se los retengáis, les quedan retenidos (Jn 20, 23).
3. Por tu inmensa compasión, Señor, borra mi culpa (Sal 50, 3).
4. Reconoce tu culpa, pues contra el Señor tu Dios te rebelaste (Jer 3, 13).
5. Arrepentíos y convertíos para que vuestros pecados se borren (Hch 3, 19).
6. El mejor sacrificio a Dios es un espíritu con contrición (Sal 50, 19).

magisterio

7. Para la doctrina católica, la confesión individual sigue siendo el único modo ordinario de la penitencia sacramental (JUAN PABLO II, 21-2-1984).
8. Os exhorto una vez más, a vosotros y a vuestros sacerdotes, a que deis facilidades para que los fieles puedan acercarse individualmente al Sacramento del Perdón, y pongáis en acción todos los medios posibles y convenientes para ello (JUAN PABLO II, 24-10-1986).
9. Para poder gozar plenamente de la alegría del perdón no basta la eliminación de todas las culpas; es necesaria la creación de un corazón nuevo (JUAN PABLO II, 28-2-1990).
10. La Conferencia Episcopal estima que, en el conjunto de su territorio, no existen casos generales y previsibles en los que se den los elementos que constituyen la situación de necesidad grave en la que se puede recurrir a la absolución general. Por consiguiente, la forma ordinaria de reconciliación sacramental, que debe facilitarse por todos los medios a los fieles, es y seguirá siendo la confesión individual (CONGREGACIÓN DE OBISPOS, 3-2-1989).
11. La absolución de los pecados debe ser individual y no colectiva (JUAN PABLO II, 13-9-1987).
12. Es en el confesionario donde se manifiesta sobre todo la misericordia de Dios (JUAN PABLO II, 16-3-1986).
13. Si alguno dijere que puede recuperar la gracia perdida sin el Sacramento de la Penitencia, sea anatema (CONCILIO DE TRENTO).
14. Si alguno negare que para la perfecta remisión de los pecados se requieren tres actos del penitente (contrición, confesión y satisfacción), sea anatema (CONCILIO DE TRENTO).
15. Cuando el sacramento de la reconciliación nos encuentra en pecado grave y lo recibimos en las disposiciones necesarias, nos libera de las culpas y nos devuelve la vida de la gracia (JUAN PABLO II, 4-4-1984).
16. La Iglesia ha exhortado siempre a los creyentes a acercarse con frecuencia a este sacramento, incluso para que sean perdonados los pecados veniales, porque el sacramento de la penitencia contribuye de manera extraordinaria a fomentar la vida cristiana (JUAN PABLO II, 11-4-1984).
17. En el Sacramento de la Penitencia nuestra debilidad encuentra la santidad de Dios en el perdón de Cristo (JUAN PABLO II, 13-9-1987).
18. El Concilio Vaticano II nunca intentó que el Sacramento de la Penitencia fuera practicado con menor frecuencia; lo que expresamente pidió fue que los fieles pudieran entender más fácilmente los signos sacramentales y recurrieran a los sacramentos con mayor deseo y frecuencia (JUAN PABLO II, 13-9-1987).
19. Os aliento a acudir con frecuencia al Sacramento de la Reconciliación (JUAN PABLO II, 10-5-1988).
20. Y recordad que el primer paso para recuperar una fe aparentemente perdida puede ser acudir al Sacramento de la Penitencia, en el que el mismo Cristo os espera para perdonaros, para abrazaros, para empezar una nueva vida (JUAN PABLO II, 18-5-1988).

tradición

21. Que se nos den buenos confesores, y tendremos la completa reforma de todos los cristianos (San PÍO V).
22. El oficio de confesor es el más importante y el más difícil de todos (San FRANCISCO DE SALES).
23. Todas las mañanas, después de mi Misa, voy a visitar a los enfermos. Al entrar en cada choza de leprosos, empiezo por ofrecerme a escucharles en confesión (San DAMIÁN DE MOLOKAI).
24. Los pecados callados en confesión son las heridas que matan el alma (San ALFONSO Mª LIGORIO).
25. Me resultaba consolador ver durante la semana, y principalmente en días festivos, mi confesionario rodeado de cuarenta o cincuenta muchachos que aguardaban horas y horas esperando poder confesarse (San JUAN BOSCO).
26. Después de la confesión, la señal de la victoria corona las sienes del penitente (San JUAN CRISÓSTOMO).
27. Dadme vuestra gracia, Señor mío, para pedir perdón antes de que venga el Juez (Santo TOMÁS MORO).
28. Lo que más necesita el confesor es santidad (San ALFONSO Mª LIGORIO).
29. Recomiendo vivamente a todos, pero de modo especial a la juventud, que desde pequeños se elijan un confesor fijo y no lo cambien nunca sino en caso de necesidad. Evítese el defecto de algunos que cambian de confesor casi cada vez que se confiesan (San JUAN BOSCO).
30. Me confesaré muy a menudo (Santo DOMINGO SAVIO).
31. La ciencia de la moral es la más difícil de todas las ciencias (San ALFONSO Mª LIGORIO).
32. El Señor unió la vergüenza al pecado y la esperanza a la confesión, pero el demonio invirtió el orden e hizo que anduvieran juntas la confianza y el pecado, reservando la vergüenza para la confesión (San JUAN CRISÓSTOMO).
33. Dígase cuanto se quiera acerca de los diversos sistemas de educación; pero yo no encuentro base segura alguna sino en la frecuencia de la confesión y de la comunión; y no creo exagerar al afirmar que, sin estos dos elementos, la moralidad queda descartada (San JUAN BOSCO).
34. Los libertinos, que son la mayoría, acuden con frecuencia a los confesores relajados (que se equivocan por exceso de indulgencia) y en ellos encuentran su perdición (San ALFONSO Mª LIGORIO).
35. Haz la prueba: trata de confesarte, haz un esfuerzo, confiésate bien y verás la alegría que sentirás en el corazón (Santo DOMINGO SAVIO).
36. El demonio no lleva al infierno a los pecadores con los ojos abiertos, sino que los ciega con la malicia de sus mismos vicios, y así los conduce con él a la eterna perdición. El enemigo, por tanto, antes de que el hombre peque, procura cegarlo para que no vea la malicia del pecado y el abismo en que su alma se verá luego metida; después de haber pecado, trabaja para que enmudezca, inspirándole la vergüenza que le cierra la boca en el confesionario. Así logra el demonio sujetar con cadena doble para el infierno al pecador, dado que al pecado ya cometido va a añadir otro mayor: el sacrilegio (San ALFONSO Mª LIGORIO).
37. El perdón a un pecador es una obra más grande que la creación del mundo (Santo TOMÁS DE AQUINO).
38. Por las muchas confesiones no hemos tenido espacio de predicar; y juzgando servir más a nuestro Señor en ocuparnos de confesiones que no en predicaciones, hemos dejado de predicar (San FRANCISCO JAVIER).
39. Debemos confesar todos los pecados al sacerdote (San FRANCISCO DE ASÍS).
40. Así como Dios odia a quien defiende su pecado, de un modo análogo ayuda al que lo confiesa (San AGUSTÍN).
41. Siempre bendecirás la hora en que hiciste una buena confesión (San ALFONSO Mª LIGORIO).
42. Dios está más dispuesto a perdonar a un pecador arrepentido que una madre a salvar del fuego a su hijo (Santo CURA DE ARS).
43. En la confesión poned mayor empeño en excitaros a la contrición que en averiguar vuestros pecados (San LUIS Mª GRIGNION).
44. Sin la humilde confesión, el justo es declarado por ingrato y el pecador tenido por muerto, de suerte que la confesión es la vida del pecador y la gloria del justo (San BERNARDO).
45. Una confesión y comunión frecuente y la Misa diaria, son las columnas que deben sostener el edificio educativo (San JUAN BOSCO).
46. El demonio tiene preparada una lista completa de tus pecados para acusarte de ella ante el tribunal de Dios. ¿Quieres librarte de esta acusación? Adelántate a tu acusador, acúsate por ti mismo a un confesor y no tendrás entonces acusador alguno contra ti (San AMBROSIO).
47. La confesión es para decir pecados, no virtudes (Santa TERESA DE JESÚS).
48. Querría confesarme a menudo, porque la confesión llena de júbilo lo más íntimo de mi corazón y lava hasta las manchas más mínimas, aun aquellas que yo no veo (Santa TERESA DE LISIEUX).
49. Después de una falta grave no hay salvación posible sino mediante la confesión (San ALFONSO Mª LIGORIO).
50. Cuando el lobo va a robar una oveja, se le lanza a la garganta para impedir que bale y pida socorro; así la robará y devorará con seguridad. De igual forma trata el demonio a tantas pobres ovejas de Jesucristo: las hace caer en pecado y luego se les lanza a la garganta para impedir que se confiesen, y finalmente las precipita en el infierno (San AGUSTÍN).
51. No des lugar a que el demonio te siga tentando con diferir para más tarde la confesión. Apresúrate, porque Jesucristo te está esperando (San ALFONSO Mª LIGORIO).
52. Hay quienes van a confesarse sólo por temor, mientras otros van guiados de la hipocresía para que los demás vean y sepan que se han confesado. ¿Acaso podemos llamar verdadera esa confesión? Sólo será verdadera aquella confesión que proceda de la contrición del corazón (San BERNARDO).
53. Tenga en cuenta que no soy el rey, sino un pobre pecador, y tráteme como a tal (SAN LUIS XIII DE FRANCIA).
54. Si te asusta el horror de tus pecados, piensa en María (San LEONCIO).

reflexión

Invoca al Espíritu Santo
Lee en silencio y medita todas las citas
Frase elegida número:    ¿Por qué?
¿Qué estoy haciendo con este sacramento? ¿Por qué? ¿Cuáles son los obstáculos que tengo para confesarme?
Medita la 13. El compromiso que hoy hago es:
Finalizar con oración de petición y acción de gracias al Señor