Paso 63 de Santidad

LA CONFESIÓN, II

Escuela de Jóvenes Cristianos
Molina de Segura, 1 agosto 2022

escritura

1. Si confesamos los pecados, él es justo para perdonarnos (1Jn 1, 9).
2. Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más (Jn 8, 11).
3. Nos vence el peso de nuestros pecados, pero tú los borras (Sal 64, 4).
4. No te avergüences de confesar tus pecados (Ecl 4, 26).
5. Un corazón con contrición y humillado, tú no lo desprecias (Sal 50, 19).
6. Será exterminado tal individuo: su pecado pesa sobre él (Núm 15, 31).

magisterio

7. No olvidéis, jóvenes, que si la eucaristía es el centro de toda la existencia cristiana, el perdón sacramental de los pecados es la fuente del vigor renovado del espíritu (JUAN PABLO II, 2-7-1990).
8. La penitencia tiende sobre todo a un giro y a una transformación del hombre interior: "Rasgad vuestros corazones" (JUAN PABLO II, 28-2-1990).
9. No dejéis de instar a vuestros sacerdotes a que fomenten con empeño la práctica del Sacramento de la Penitencia y su disponibilidad para confesar, como una opción pastoral de capital importancia (JUAN PABLO II, 2-4-1987).
10. Los grandes santos canonizados, el patrimonio espiritual de la Iglesia, y el florecimiento de una civilización impregnada de espíritu cristiano, han salido de los confesionarios (JUAN PABLO II, Reconciliatio et Paenitentia).
11. La liberación del pecado exige una constante y amplia catequesis sobre la penitencia sacramental (JUAN PABLO II, 15-5-1988).
12. El Sacramento de la Penitencia es un encuentro altamente personal de cada cual con el Señor que juzga, y juzgando perdona (JUAN PABLO II, 19-7-1987).
13. La confesión es un acto de honradez y valentía: un acto de entrega de nosotros mismos, más allá del pecado, a la misericordia de un Dios que ama y perdona. Es un acto del hijo pródigo que regresa a su Padre y es recibido por él con un beso de paz (JUAN PABLO II, 13-9-1987).
14. Quienes se acercan al Sacramento de la Penitencia obtienen de la misericordia de Dios el perdón de la ofensa hecha a él, y al mismo tiempo se reconcilian con la Iglesia (VATICANO II, LG, 11).
15. Si nuestra conciencia nos reprocha por algún pecado mortal, nuestra participación en la misa sólo puede ser totalmente fructífera si antes recibimos la absolución en el Sacramento de la Penitencia (JUAN PABLO II, 13-9-87).
16. El hombre tiene el derecho a un encuentro personal con Cristo crucificado, que es el que perdona (JUAN PABLO II, RH, 20).
17. Y Cristo tiene el derecho de encontrarse con cada uno de nosotros en el momento de la conversión y del perdón (JUAN PABLO II, RH, 20).
18. Hago esta llamada a todos los que han estado alejados del Sacramento de la Reconciliación y del amor clemente: ¡Regresad a esta fuente de gracia; no tengáis miedo; Cristo mismo os espera! (JUAN PABLO II, 13-9-1987).
19. A todos los jóvenes de la Iglesia les hago una invitación especial a recibir el perdón de Dios y su fuerza en el Sacramento de la Penitencia. Es un signo de grandeza ser capaces de decir: he cometido un error, he pecado, Padre (JUAN PABLO II, 13-9-1987).

tradición

20. Sois tímidos después de la desvergüenza, y vergonzosos después del pecado. No os avergonzáis de pecar, y ¿os avergonzáis de confesar? (San PACIANO).
21. Quien se excusa en la confesión, guarda el pecado en el alma y excluye el perdón de Dios (San AGUSTÍN).
22. Vete pronto a Jesucristo, que te espera con los brazos abiertos para perdonarte y abrazarte si te confiesas bien (San ALFONSO Mª LIGORIO).
23. Quien quiera ejercer el ministerio de confesor necesita en primer lugar ciencia nada mediocre (San LORENZO JUSTINIANO).
24. Se recibirá más o menos gracia que antes de pecar, según sea mayor o menor el grado de arrepentimiento en la confesión (Santo TOMÁS DE AQUINO).
25. ¡Qué infierno padece quien conserva en el corazón un pecado callado por vergüenza en confesión! Un infierno anticipado (San ALFONSO Mª LIGORIO).
26. ¡Qué dolor más amargo pensar que hay hombres que mueren sin amar a Dios! ¡Si yo pudiese confesarme por ellos! (Santo CURA DE ARS).
27. Jesucristo mismo dijo que la voz del confesor es para nosotros la voz de Dios (Santo DOMINGO SAVIO).
28. ¿Qué es la confesión para el pecador que oculta los pecados, sino el veneno que inocula un horrible sacrilegio? (San ALFONSO Mª LIGORIO).
29. Si te excusas, Dios te acusa; si te acusas, Dios te excusa (San AGUSTÍN).
30. Si el Redentor bajara a una iglesia y se sentara en un confesionario a administrar el Sacramento de la Penitencia, y en otro se sentara un sacerdote, Jesucristo diría "Yo te absuelvo", y el sacerdote diría también "Yo te absuelvo". Y tanto en un confesionario como en otro, quedarían igualmente absueltos los penitentes (San ALFONSO Mª LIGORIO).
31. Sólo a los sacerdotes se les ha concedido el poder de atar y desatar (San FRANCISCO DE ASÍS).
32. Cuando el confesor absuelve al penitente, derrama sobre él la sangre de Jesucristo, porque el perdón de los pecados no se alcanza más que en virtud de esta preciosísima sangre (San ALFONSO Mª LIGORIO).
33. Nuestro espíritu ha de estar firme en la confesión (San RODRIGO).
34. He aquí otros delitos más graves que el pecado: haber pecado y no satisfacer por el pecado; haber cometido un delito y no llorarlo (San CIPRIANO).
35. ¡Desgraciados los que no miran la confesión como condición necesaria para su salvación! (San ALFONSO Mª LIGORIO).
36. Si te avergüenza declarar tu falta a un hombre, ¿qué harás cuando el día del Juicio Final todos los hombres vean al descubierto toda tu conciencia? (San BERNARDO).
37. Elijamos un confesor fijo, sin andar vagando de uno en otro (San ALFONSO Mª LIGORIO).
38. Cada vez que estaba determinada a cambiar de confesor, entendía luego que no lo hiciese (Santa TERESA DE JESÚS).
39. La palabra "Yo te absuelvo" no es de hombre sino de Cristo, aunque suene en labios sacerdotales (San AGUSTÍN).
40. El arrepentimiento del moribundo es arrepentimiento forzado por necesidad de la muerte inminente (San ALFONSO Mª LIGORIO).
41. Aunque realicemos las obras más elevadas, si no poseemos contricción del corazón dichas obras serán bastardas, y echadas a perder (San GREGORIO EL SINAÍTA).
42. Si todos los predicadores y todos los confesores desempeñasen su ministerio debidamente, todo el mundo sería santo. Los malos predicadores y los malos confesores son la ruina del mundo; y por malos entiendo los que no cumplen debidamente su ministerio (San ALFONSO Mª LIGORIO).
43. En los juicios humanos, se castiga al que confiesa su culpa; en el divino, se perdona. ¡Bendito sea el santo Sacramento de la Penitencia! (San JOSÉ Mª ESCRIVÁ).
44. Si queréis, queridos jóvenes, perseverar en el camino del cielo, os aconsejo tres cosas: acercaos a menudo al Sacramento de la Confesión, frecuentad la santa comunión y elegios un confesor a quien abráis enteramente el corazón y no lo cambiéis sin necesidad (San JUAN BOSCO).

reflexión

Invoca al Espíritu Santo
Lee en silencio y medita todas las citas
Frase elegida número:    ¿Por qué?
Lee la 10. ¿Estoy yo entre ellos? ¿Por qué?
¿Por qué San Ignacio de Loyola se confesaba todos los días? ¿Qué estoy haciendo yo de la confesión? ¿Será por lo indicado en la 18, o en la 8?
Lee las citas y tus conclusiones personales al paso 2 de Santidad
El compromiso concreto de hoy es:
Finalizar con oración de acción de gracias y peticiones al Señor