E.P: ¿Ha sido Karol G. una niña rebelde?

         ¡Por supuesto! Primero tuve un tiempo en que me hacía piercings en la nariz, en la lengua y en las orejas, y mi cara parecía un mostrador de aretes. Después empecé a tinturarme el pelo de todos los colores habidos y por haber. Incluso ahora me he tinturado el pelo de azul porque le dije a mi equipo: "Ay, yo quiero sentirme como cuando estaba en el colegio".

E.P: ¿Y cómo llevaba eso de ir al Colegio Calasanz de Medellín?

         En mi casa éramos la tradicional familia colombiana que iba todos los domingos a misa, así que nunca tuve problema con la educación religiosa de mi colegio. Tal vez, en el curso décimo y undécimo, tengo que decir que fui una niña muy rebelde.

E.P: ¿Era Ud. la tesa en las clases de música?

         En el colegio yo era una niña introvertida y nerviosa, que no tenía mucha autoestima ni muchas relaciones con la gente. Por lo menos, en la clase de música estaba con alguien y no sola, ni esperando a ver quién se quedaba conmigo al hacer los grupos. Era mi momento de gloria.

E.P: Y la vida en su barrio, ¿cómo era?

         Yo nací en La Mota, en Medellín. Allí pasé mis primeros años de vida, y luego nos mudamos al Velódromo, un barrio tranquilo y solitario, sin mucha gente en las calles ni muchos planes.

         A mí me gustaba ir a las fiestas de 15 años. Llegaba a las 9 de la noche, y a las 12 me recogían. Literal, comía y me iba. La única fiesta de 15 años completa que viví fue la mía. A lo largo de esos años fue lo único que experimenté.

E.P: ¿Es verdad que su fiesta de 15 años fue el motivo de Campanita?

         Sí, la temática de la fiesta fue el alma de Campanita, y de mi vestido anaranjado. Fue muy chistoso, porque de 100 amigos que yo quería invitar, mi mamá sólo me dejó invitar a 28. El número nunca se me va a olvidar.

E.P: Se dice que quería ser Ud. piloto de motocross. ¿Es eso cierto?

         Sí, mi sueño era ser motorista profesional, como dos primos míos que hacían motocross y tenían premios. Pero eso fue inviable en mi casa. Uno de mis primos tuvo un accidente muy fuerte, y desde ese momento quedó prohibido en mi casa hablar de motos. Cuando me veía con mis primos le daba una que otra vuelta a sus motos, pero no más. Hoy en día, es uno de mis hobbies favoritos, y me gustan mucho las motos de dos llantas.

E.P: ¿De dónde le viene la afición a la música?

         Mi papá siempre quiso ser cantante, y tuvo un grupo de música con el que tocaba en las fiestas de los pueblos. Era su hobby. Varias veces me llevó a cantar con él canciones de Pimpinela. Thalía fue una artista de la que me enamoré cuando la escuché por primera vez, siendo pequeñita. A mi papá le gustaban los Bee Gees y Metálica. Yo era más bien romántica, en mis primeros años de hacer música.

E.P: Hay un video de 1996 en que sale Ud. cantando Eva María se Fue, y su papá acompasando. ¿Fue una premonición?

         Esto fue algo superloco, porque desde el día 1 mis papás y hermanas vieron que todo era posible. Desde que manifesté la idea de ser cantante, ellos siempre estuvieron conmigo. Ese video fue mi primera tarima. Es brutal poder tener fotos y videos de esos momentos, porque así puedo ver hasta dónde he llegado.

E.P: ¿Y a partir de entonces?

         Desde que tenía 5 años mi papá me llevaba a cantar a las ferias de los pueblos, y en 2009 me llevó a Estados Unidos para firmar un contrato, con 14 años. Él era mi promotor, mi mánager y mi coach. Era Papá G.

E.P: ¿Dónde subía Ud. las canciones que grababa en su casa?

         Subía mis covers a un canal llamado CaritoGCol, para que los examinara mi profesora de técnica vocal Mirabay Montoya. Yo estudié con ella casi 6 años, y para los exámenes me ponía canciones de Alicia Keys, Mariah Carey y Celine Dion.

         Recuerdo también que vi el proceso de Justin Bieber, y me di cuenta que a él lo habían fichado por un video que subió a YouTube. Yo dije: "Es algo que tengo que intentar", pero nadie me vio.

E.P: Cuando tenía 14 años se presentó a Factor XS. ¿Cómo fue su audición, y quién la llevó?

         Cuando empezaron los comerciales de la 2ª temporada de Factor XS, mi papá insistió en que yo fuera. Mandó a un familiar a que hiciera la fila, y llegó con el número. Al otro día tenía que ir a presentarme.

         De los 150 concursantes pasé a la final de Bogotá. No obstante, escogieron a otro, y la decepción fue enorme para mis papás. Ellos se culparon mucho, diciendo que no había usado la ropa correcta, o que tal vez no había elegido la canción correcta. Fue un momento de aprendizaje muy bonito. De allí salí con ganas de ser más extrovertida.

E.P: ¿Cómo fue su salto a Estados Unidos?

         A mi mamá le dijo alguien que en las disqueteras había una persona que se llamaba A&R (artistas y repertorio) que se encargaba de sacar nuevos artistas. Cuando ella supo eso, empezó a llamar desde Colombia a las diferentes discográficas de Estados Unidos. Yo tenía 14 años.

         Recuerdo que hicimos unos discos físicos, y que ella viajó una primera vez a Miami y a Nueva York, consiguiendo una reunión presencial con Universal. Mi papá, mi mamá y yo fuimos a Miami, y allí nos sentamos y ellos escucharon mi álbum.

         Entonces ese A&R nos dijo: "Mira, aquí hay un CD de una mujer que canta reguetón. ¿Qué tal si eres compositora para ella?". Mi papá lo tomó muy mal, cerró la carpeta que tenía y dijo: "Mi hija no es compositora de nadie. Nos vamos". Siete años después, ¡siete años después!, recibimos la respuesta formal por parte de Universal, de querer firmarme como artista, y desde entonces estoy con ellos.

E.P: ¿Fue en esos años cuando conoció el reguetón?

         Los primeros sonidos urbanos que escuché, más que los de Puerto Rico, fueron los de Los cuentos de la Cripta de Panamá. También escuché La Factoría, y de ahí empecé a escuchar las primeras canciones de reguetón, como La gasolina. Me gustaba mucho Latigazo, de Daddy Yankee, y Dembow, de Wisin & Yandel. Fue un amor a primera vista. No obstante, lo que yo canto es música urbana, y no reguetón.

E.P: ¿Cómo logró posicionarse como una artista del género urbano?

         Un día, explicándole a mi profesora de técnica vocal cómo un muñequito, molestando, es capaz de sacar sonidos, ella me dijo: "¡Guau! Tú eres capaz de hacer esas voces".

         Casualmente, ella tenía contacto directo con el encargado de hacer todos los comerciales de Play Doh, Hasbro y las Barbies, que recogía en inglés y traducía al español para toda Latinoamérica. Ella me llevó a él, y me dijo que le hiciera las voces.

         Yo nunca había hecho eso, pero traté de hacer lo que él me decía y, ¡guau!, no sólo hice los comerciales en español sino hasta los comerciales televisivos en inglés. En efecto, yo fui la voz de Polly Pocket, de Barbie y de niñas chiquitas jugando con muñequitos. Ésa fue mi inmersión en el género urbano, a través de los sonidos de la calle.

E.P: ¿Cómo fueron sus ensayos en el estudio de Ovy?

         Llegué a Ovy On The Drums junto a mi nuevo productor (el que sigo teniendo), con un beat con la melodía de Mil Horas. Allí coincidí con el mánager de Calamaro, que iba a tocar en el Estéreo Picnic de Bogotá. El mánager nos invitó a comer, y con Calamaro en la mesa obtuvimos el permiso legal de mi primera canción a nivel mundial.

E.P: Dijo Ud. en una entrevista que decidió “coger el camino lento” para su carrera. ¿A qué se refería?

         Tuve propuestas muy indecentes en mi camino, de gente para la que tú eres algo negociable. Esta situación que me dolía mucho, y por eso dije que prefería el camino lento pero honrado. También le pedí a mi papá que me acompañase siempre, como Papá G, y le dije: "Hay mucho talento de mujeres por mostrar, pero ¿por qué nadie lo muestra? Si yo puedo mostrar esa capacidad de las mujeres, lo voy a hacer".

E.P: ¿Qué supuso debutar con un nº 1 en el listado Hot Latin Song de Billboard, y recibir el Premio Grammy en 2018?

         Inmediatamente recibí la respuesta formal por parte de Universal de querer firmarme como artista, y con ellos empecé a acumular los éxitos.

E.P: ¿Qué supuso ser artista de Universal?

         En primer lugar, tener el nombre que tengo: Karol G, porque así es como los de Universal llamaban a mi secretaria cuando la llamaban por teléfono y le decían: "¿La secretaria de Karol G?" (risas). Además, cuando ella misma llamaba decía: "Hola, mira, hablas con la secretaria de Karol G" (risas).

         Cuando recibí en mi correo la oferta de Universal, en ese momento entré en pánico, y mi papá no sabía cómo responder el correo. Como no sabíamos qué hacer, ellos enviaron una persona de Miami a Medellín, y entre ellos empezaron a negociar los términos del contrato.

E.P: En su presentación de los Grammy 2020, cantó Ud. acompañada sólo por mujeres.

         ¿Sabes qué? En el camino me he dado cuenta que no es que no haya mujeres, sino que no se crean oportunidades para el mundo de las mujeres, ni interesa lo que ellas puedan mostrar. En la industria, y no sólo en la música, la mujer tiene que luchar un poquito más para tener credibilidad, y eso no debería ser así. Somos igual de talentosas, tenemos las mismas capacidades, y eso es lo que quise mostrar al mundo entero junto a Nathy Peluso, Mariah Angeliq y Kali Uchis.

E.P: Este año ha lanzado su álbum S21, batiendo récords mundiales de reproducción. ¿Habla del espíritu?

         Hace referencia al Salmo 21 de la Biblia, que dice: "No tengas miedo a los peligros nocturnos ni a las plagas que llegan con la oscuridad, pues mil caerán a tu derecha y diez mil a tu izquierda, pero a ti nada te pasará".

E.P: ¿Sigue siendo Ud. creyente?

         Cuando nos vemos ante una situación difícil, dolorosa, o incómoda, solemos oponernos y tratamos de evitarla, porque no la aceptamos. En realidad, tan sólo deberíamos dejarnos llevar, pues Dios tiene un plan mucho mejor.

E.P: No obstante, hay muchos que dicen que tiene Ud. un pacto con el diablo.

         Creo profundamente en Dios, yo y toda mi familia. Creo en los milagros y en el buen actuar que vibra en el universo y en la energía de Dios. Que paren ya muchos con ese cuento de que a la gente le va bien porque hizo un pacto no sé con quién, o pertenece a un grupo raro de no sé que.

E.P: Entonces, ¿no es cierto lo que llegó a publicar People en español?

         La vida está llena de situaciones lobas vestidas de ovejas, pero siempre hay algo que te protege y que pelea a tu favor. Ese algo, o alguien que te protege, es Dios.

E.P: ¿Ha sido Ud. la gran rompedora femenina, en el pop urbano?

         Yo he sido la primera mujer con la que muchos artistas masculinos han cantado, como Nicky Jam, Ozuna, J. Balvin y Bad Bunny. En ese sentido, ambas partes hemos sido importantes para el desarrollo de ambas carreras.

         Por supuesto, fue gracias a mí que la gente pudiera escuchar a una cantante femenina del género urbano. Pero mira, esto no hubiera sido posible si la gente no hubiera dicho: "¡Guau! Si Ozuna está cantando con ella, yo la quiero escuchar". Yo he sido la consentida de mis colegas masculinos del género, y ellos fueron los que me abrieron la oportunidad de expresarme y evolucionar.

 

* Carolina Giraldo Navarro (Medellín 1991), más conocida como Karol G, es la máxima estrella femenina del mundo pop urbano, desde que se lanzara a la fama en 2014 (una vez establecida en New York) y obtuviera el nº 2 en 2017 y los nº 1 en 2018, 2019, 2020, 2021, 2022 y 2023, así como el récord absoluto de ventas de 2014 a 2024. En estos 10 años ha ganado 4 veces el American Music Awards, 6 veces los Premios Grammy, 5 veces los Premios de MTV, 8 veces el Latin American Music Awards y 9 veces el Premio Billboard. En cifras totales, Karol G acumula en 10 años 17.000 millones de reproducciones en Spotify y 13.500 millones de visualizaciones en YouTube, aparte de ser la única artista en llenar 4 estadios Santiago Bernabeu durante 4 días seguidos, cuatriplicando la asistencia obtenida al mismo escenario poco antes por Taylor Swift.