E.P: Los Djokovic son de Jasenovo Polje, de la vieja Herzegovina.

          Estoy extremadamente orgulloso de nuestras raíces. Efectivamente, los Djokovic provenimos de Jasenovo Polje, lugar de nuestra casa familiar y al que yo visito asiduamente. Yo nací y crecí allí, en un hogar y en una cultura donde se valoran la honestidad y la apertura. Estoy muy de acuerdo con esos valores que represento, intentando ser abierto, honesto y trasparente.

E.P: ¿Ha sido difícil llegar a donde Ud. ha llegado?

          No me gusta quejarme de las dificultades de la vida, porque hay muchas personas que pasan por lo mismo que yo pasé. Yo tuve la suerte de poder practicar el deporte que amaba y tener éxito en él, con el apoyo de mi familia. Efectivamente, mi tiempo de crecimiento fue realmente difícil, peso eso me santificó y me hizo valorar todo lo que tengo hoy.

          Dicen que cada uno lleva la cruz que puede llevar, así que, lejos de sentarme aquí y decirte lo difícil que me fue llegar aquí, agradezco a Dios todo lo que me ha dado. Y creo que todas las situaciones de la vida son lecciones de vida, de las cuales trato de aprender para ser una mejor persona y tenista profesional.

E.P: Nikola Mirotic dijo que sus problemas vienen de ser Ud. serbio. ¿Qué le parece?

          Nikola es una persona extraordinaria y un gran amigo, aparte de un buen baloncestista. Y con él tengo una relación a largo plazo muy positiva, con mucho respeto y aprecio mutuos. Un día coincidimos apoyando al club que amo, el KK Crvenazvezda, y creo que fue entonces cuando hizo esa declaración, que por supuesto me sorprendió.

E.P: El entrenador de baloncesto Jasikevicius también señaló que es seguidor suyo.

          Así es, y he asistido a varios actos públicos con él, en las entregas de premios a niños organizados por la Asociación de Tenis de Belgrado.

E.P: ¿Tiene Ud. alguna motivación especial, cuando sale a la cancha?

          Siempre tengo un motivo adicional: salir al campo y jugar mejor que nunca.

E.P: ¿Cómo se prepara Ud. para los partidos?

          Entreno duro y tengo muchas ganas de rendir, como atleta profesional. Sobre todo en los Grand Slams y los grandes torneos de la categoría ATP. Intento vivir el momento presente.

E.P: ¿Cómo ve su futuro inmediato, en el mundo del tenis?

          Seguiré trabajando duro, e intentando dirigir la energía que todavía me queda en una dirección positiva, para extraer de ella todo el combustible necesario para los partidos, tanto física como mentalmente. Tengo muchas ganas y entusiasmo de seguir jugando al tenis.

E.P: ¿Está Ud. satisfecho con todo lo logrado, o desea todavía más?

          Estoy centrado y agradecido. Centrado en los resultados, porque amo este deporte. Y agradecido por las cosas que ya he logrado en la historia del tenis. No sé lo que deparará el futuro, pero eso ya se verá. Realmente, todavía sigo amando este deporte.

E.P: ¿Qué le gustaría ganar, que todavía no haya ganado?

          Una medalla olímpica, especialmente una medalla de oro. Ése es siempre mi gran deseo, y no lo oculto. Lamentablemente, no estuve lo suficientemente preparado para luchar por la medalla de oro para Serbia en los Juegos Olímpicos de Tokyo. Pero trabajaré para estar lo más preparado posible, y dar lo mejor de mí, en París. Por supuesto, ya me estoy preparando para participar en los Juegos Olímpicos de París, y representar a Serbia.

E.P: ¿Hay que tener suerte en los deportes?

          Por supuesto. Pero también sucede que, jugando torneos fenomenales en Roland Garros y Wimbledon, sin perder ni un solo set, y ganando en semifinales por 6-1 y 3-2, y estando sacando... de repente te vienes abajo. Simplemente, se te agotan las reservas, y te viene un bajón físico y mental, y de alguna manera sientes que no vas a llegar al final, por muy poco que te falte.

E.P: ¿Ha influido Dios en su carrera deportiva?

          Dios está siempre ahí, pero a veces también necesitas orar a los ángeles, para que te protejan y te ayuden en algunos momentos en los que necesitas un poco de suerte. Dios sólo puede ayudar si nosotros ponemos de nuestra parte y nos esforzamos. Soy un gran creyente, y creo en la intervención divina. Pero en los resultados tengo que ser yo quien mueva los hilos, sin meterle a él de por medio.

E.P: ¿Cómo lleva Ud. la presión?

          La presión es un privilegio, como dice Billie Jean King, y yo participo en un deporte donde es inevitable que tengas mucha presión. Eso no es algo ajeno a nuestra profesión.

E.P: En 2009 experimentó cómo los seguidores del grecochipriota Baghdatis coreaban su nombre.

          Nunca antes había experimentado algo así en mi vida, donde el equipo de mi oponente cantaba mi nombre. No obstante, ambos somos hermanos ortodoxos.

E.P: ¿Cómo es la relación entre los tenistas?

          Tengo un gran respeto por mis compañeros, incluso por Kyrgios. Con él he tenido algún malentendido en el pasado, pero a la hora de la verdad él me ha mostrado siempre su apoyo. También estoy muy agradecido al resto de tenistas, y mantengo mensajes personales tanto con los de arriba (Medvedev, Zverev...) como los de abajo, como Alize Kornet.

E.P: ¿Qué diría Ud. a sus oponentes tenísticos?

          Que el mayor oponente siempre está en nuestra cabeza, y que hay muchos tenistas que juegan muy bien en los entrenamientos, pero no son capaces de expresar su máxima calidad en el partido. Cada uno de nosotros somos nuestro mayor obstáculo, y nuestro mayor oponente.

E.P: ¿Y a Medvedev?

          Danil es un buen tipo, y siempre he tenido una excelente relación con él, desde que él era junior. Su entrenador era de Cannes, y por eso él pasó a vivir y entrenar en la Costa Azul, como sigue haciendo hoy. En los últimos 12 meses hemos tenido muchos duelos destacados, especialmente en 2021. Un día me envió un mensaje de texto de 45 minutos después del partido, lo cual me sorprendió, e intercambiamos algunos mensajes.

E.P: ¿Qué te escribió, si no es demasiado indiscreto?

          Me dio su apoyo y felicitaciones, por la pelea tan extraordinaria que habíamos tenido. Lo que realmente me gusta de él es su autenticidad, que es original, que es él mismo y que no duda en decir lo que realmente piensa en cualquier escenario. De alguna manera me identifico con él, ya que yo mismo soy un poco así.

E.P: ¿Cómo es su relación con la ATP?

          Yo no tengo nada en contra de la ATP, si por lo que Ud. pregunta es por la organización de jugadores PTPA que Vasek Pospisil y yo fundamos hace un año y medio. Muchas generaciones de tenistas han intentado crear esta organización, y fracasaron por diversos motivos. Ahora lo hemos logrado, y entiendo que haya cierta resistencia por parte de los principales organismos organizativos, incluida la ATP.

          Pero lo vuelvo a decir y lo subrayo: la ATP es la organización de tenis más grande del mundo, y es el principal organismo regulador en este momento. Yo mismo soy miembro de la ATP, y cuando participo firmo como parte de esta organización.

E.P: ¿En qué consiste la PTPA?

          Gira en torno al escaso número de jugadores que hay en la actualidad, y en los premios que ganamos desde arriba. En efecto, pocos saben que no llega a 500 el número de jugadores, en competición masculina, femenina y de dobles, que puede vivir de este deporte a nivel mundial. Y eso que el tenis es el tercer deporte más popular del mundo. Esto es muy alarmante, o al menos eso creo yo. 

          Hay muchos tenistas de menor ranking que piden ayuda, y a través de esta organización les ofrecemos una plataforma que podrá representarles mejor, para que vayan destacando y encontrando soluciones. No tenemos soluciones para todo, pero queremos crear una organización que pertenezca sólo a los jugadores.

E.P: ¿Recuerdas con cariño Australia, después de todo lo que allí pasó?

          Siempre recordaré Australia por cosas buenas, porque allí he vivido muchos momentos inolvidables en el tenis, así como hermosos momentos personales. Independientemente de lo que pasó, tengo una conexión muy hermosa con los fans del tenis y del deporte, y con la gente de Australia en general. Por supuesto, todo lo que pasó allí el año pasado fue completamente inesperado, y por supuesto difícil de olvidar. Pero sólo quiero volver a Australia, y jugar de nuevo en el Rod Laver Arena.

E.P: ¿Qué es lo que pasó en Australia?

          Antes de partir hacia el Open de Australia, mi nombre apareció en los medios durante dos o tres meses. Se especulaba que yo era alguien que no estaba vacunado, dadas ciertas entrevistas pasadas a las que se referían. Yo intenté mantener mi posición sobre la vacunación en privado, pues eso era sólo asunto mío, y nunca pensé que tendría que hablar de ello públicamente para poder jugar al tenis.

          Simplemente, cada persona tiene derecho a mantener esa información en privado. Pero eso es algo que la prensa internacional no entendió, y por eso mi llegada a Australia creó una gran confusión. Yo respeté y seguí las reglas.

E.P: Usted ha ganado el Abierto de Australia ya 9 veces. ¿Seguirá haciéndolo?

          Nada en la vida está garantizado, pero cada vez que entro en esa cancha me siento como si estuviera en el propio patio trasero de mi casa. No obstante, por respeto a Rafael Nadal, que es el campeón del Abierto de Australia de este año, y a todos los demás tenistas, no me atrevería a decir que volveré a ganar ese torneo. Si tengo una buena oportunidad, intentaré aprovecharla.

E.P: ¿Cómo lleva Ud. la relación con la prensa?

          De forma muy singular, tanto con la escrita como televisiva. No obstante, a nivel general me siento bastante cómodo hablando con los periodistas, a los que valoro como profesionales. Por supuesto, los medios de comunicación son extremadamente importantes para el tenis, porque son los que atraen la atención y hacen que el deporte sea tan global y popular.

E.P: El periódico L'Equip le declaró deportista del año, y usted, sabiendo que era positivo en coronavirus, fue a recoger el premio. ¿Fue un error?

          Fue un error y lo mantengo. No lo niego. Pero acepté hacer esa entrevista porque tengo una relación con el Sr. Frank, a quien conozco desde que jugué el Junior Grand Slam y primer Roland Garros, y él también estuvo ahí. Él lleva mucho más tiempo en el tenis que yo, y es uno de los periodistas deportivos más respetados, como la revista L'Equip. Y ese premio significaba mucho para mí.

          Me enteré del resultado positivo en coronavirus el día anterior. Pensé qué hacer, y al final decidí como decidí. Eso sí, estuve usando mascarilla todo el tiempo, y teníamos distancia física, excepto cuando tomé las fotografías. Afortunadamente nadie se contagió.

E.P: ¿Le gusta a Ud. jugar y representar a Serbia?

          Eso es algo que me produce una gran felicidad, y un placer inmenso. Jugar por Serbia, y representar a Serbia en cualquier competición, representa una inmensa satisfacción, una motivación extra y un orgullo.

E.P: ¿Qué supune para Serbia ganar la Copa David?

          Ganar la Copa Davis en 2010 fue un gran trampolín para nuestras carreras individuales, las de Nenad, Jankov, Viktor y mía propia. Espero que la Copa Davis y la Copa ATP, y todas las competiciones por equipos que tenemos en nuestro deporte, sigan sirviendo como un gran trampolín para las carreras individuales, porque formamos parte de un deporte individual y no tenemos muchas oportunidades.

E.P: ¿Nos diría algo sobre su futuro?

          Ahora estoy centrado en mi carrera tenística, y en estar listo y ansioso por continuar haciéndolo de la mejor forma posible en Dubai, con el apoyo de la gente que me rodea. No obstante, mantengo la mente abierta de cara al futuro, y no soy excluyente. Todo en la vida es posible.

E.P: Dijo Ud. que del bombardeo a Serbia por parte de la OTAN, y del sentimiento de absoluta impotencia, surgió una especie de liberación.

          Bueno, no nos pongamos muy filosóficos. Pero el caso es que, gracias a Dios y a aquella experiencia infantil que tuve, puedo confirmar que esto fue así. En una experiencia así, una persona puede desarrollar al máximo su potencial, sin importar quién esté al otro lado de la red, metafóricamente hablando.

E.P: ¿Pertenece Ud. al movimiento anti-globalización?

          Siempre he defendido la total independencia de cada ser humano. Por tanto, toda persona tiene libertad, y derechos humanos básicos, para tomar las decisiones que considere mejores para ella y su entorno. Y me quedo con eso.

          No entro, repito una vez más, en la política de ningún país, ni quiero opinar. Tampoco me gusta que me identifiquen, ni me etiqueten, ni me pongan en categorías con determinadas iniciativas o comunidades. Nunca he pertenecido a ninguna de esas comunidades, y siempre he tratado de respetar la elección de todos. Espero que la gente también pueda entender y respetar mi elección.

E.P: ¿Se equivoca también Ud, en la vida?

          Todos somos humanos, y no tengo ningún problema en decir que me equivoco. Todos somos humanos y todos cometemos errores. No existe una persona sin pecado. Por supuesto, no busco con ello que todo el mundo me perdone por lo que hago mal. Yo mismo acepto las cosas tal como son.

E.P: ¿Cómo es su vida fuera del tenis?

          La vida continúa, tengo dos hijos y una hermosa mujer, y muchas cosas fuera del tenis que me hacen feliz y que necesitan toda mi atención.

E.P: Pasó la navidad pasada en un centro de inmigración, junto al patriarca serbio Porfirio.

          Y sentí mucho sus oraciones y apoyo. Lamentablemente, mi habitación no daba al edificio donde iba la gente a pedir comida, pero los escuché porque se reunían en gran número, y cada día eran más y más los que pasaban por allí. Aquella experiencia y aquellas personas me brindaron todo su apoyo y amor, que me llevé siempre conmigo y me dio muchas fuerzas.

E.P: Solía Ud. hablar con el metropolitano montenegrino Aniloquio, y parece que ahora sigue haciéndolo con su sucesor Ioanniki.

          Así es, tuve el honor y el privilegio de sentarme en su compañía, y conocer al metropolitano Ioanniki, en el Monasterio de Ostrog, que es uno de los lugares más sagrados de la fe ortodoxa serbia. También tuve momentos realmente maravillosos con Su Santidad el patriarca Porfirio el día de San Sava, en la Iglesia de San Sava de Belgrado.

E.P: En 2011 recibió la Orden de San Sava, por parte de la Iglesia Ortodoxa Serbia.

          Este premio es, sin duda, el más importante que he recibido en mi vida. Como deportista y persona religiosa, me resulta difícil encontrar palabras apropiadas para describir mis sentimientos de gratitud por la confianza que recibo del Santo Sínodo. Sólo puedo decir que trabajaré duro para ellos, aportando mi fe en los seres queridos y en Dios.

E.P: La Iglesia Ortodoxa Rusa también le premió en 2012 por “fortalecer la unidad de las naciones cristianas ortodoxas”.

          Tanto para mi esposa Jelena como para mí, lo más importante es utilizar la influencia que Dios nos ha concedido para ayudar a quienes más lo necesitan, ya sea reconstruyendo escuelas destruidas por desastres naturales, o donando algo para salvar una capilla en Francia, o abriendo un restaurante de comida gratuita para personas sin hogar.

E.P: Entonces, ¿le gusta ayudar a las personas?

          Yo crecí aquí en una época (los años 90) y un lugar donde había muchos refugiados y mucha gente que perdió sus hogares y no tenían comida en la mesa, ni siquiera agua para beber. Hoy en día todavía hay mucha gente en el mundo que tiene esos problemas, y eso es algo que los habitantes de este planeta no deberiamos permitir. Cada persona ha de tener su propia oportunidad, con todo tipo de derechos y libertades.

E.P: De nuestra parte, gracias por elegir RTS.

          Gracias por invitarme. Es un gran honor para mí estar aquí, como lo es cada vez que vengo a Montenegro.

 

* Novak Djokovic (Belgrado 1987) es el tenista con mejor palmarés de toda la historia, con 24 grand slam, 8 copas mundiales ITF, 7 copas mundiales ATP, 404 semanas de nº 1 mundial, 40 masters 1000 y un 83,7% de victorias. Es hijo de Srdjan y Dijana, tiene 2 hermanos (Marko y Djorje) y está casado desde 2014 con Jelena Ristic, con quien tiene 2 hijos (Stefan y Tara). También es conocido Nole por su sentido del humor fuera de las canchas (que le ha valido el apodo de Djoker), así como por su labor al servicio de la paz mundial (dentro de la Champions for Peace) y de los monasterios y monjes ortodoxos (dentro de la Orden de San Sava), como cristiano ortodoxo practicante. Es seguidor del AC Milán y defiende el respeto a los animales y al medio ambiente.